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Toda Tuya

Cuando no se piensa, ni se busca el amor, ¿es posible enamorarse? Claro que si. El amor puede aparecer y provenir de cualquiera que sea valiente y capaz de sentirlo, aunque no siempre se este dispuesto a hacerlo por miedo ó pánico, pero a veces no se trata de si lo buscamos ó no, a veces es el destino el que decide por nosotros. Historia inspirada en los hermanos Bartholly.

Anonima_99 · ファンタジー
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56 Chs

Encuentro

7:00 a.m. Ring, Ring.

-Alhelí despierta, vamos a llegar tarde- Rocío la sacudió de los pies.

- Ya te oí Rocío- Dijo frotándose los ojos y sacudiendose el cabello.

-De nuevo te quedaste leyendo hasta tarde ¿verdad? Está vez te echaré la culpa de nuestro retraso-

-Como si fuera la primera vez- Se quejó -Bueno y porque tanto alboroto...? Es Viernes, tú siempre dices que hay que relajarnos los Viernes...- Caminó sin ganas hacia el baño con una toalla sobre su hombro.

-Ah. Así que ahora si me escuchas. mejor apurate, ¿acaso olvidas que día es hoy?-

-Ahh... noo..- Grito desde el baño dubitativa.

-Me admira que recuerdes tu nombre todas las mañanas Alhelí. Hoy llegan las solicitudes para ingresar a las universidades, recuerda que la Sra. Laura las va a distribuir. Ojala aparezca alguna que podamos costearnos-

-¡¿Qué!? ¿Era hoy?-

-De verdad no te acordabas ¿Eh?-

Alhelí salió del baño desvistiendose y lanzando todo desordenadamente.

-¿No te vas a bañar?- Rocío la miro con diversión sentada al borde de la cama.

-¿Bañar? ¡Tenemos que irnos ya!

Se vistió rápidamente, se puso un par de jeans negros, un top blanco y por encima una chamarra de mezclilla azul abotonada, y unos tenis.

-¡Vámonos rápido!- Abrió la puerta y bajaron a toda prisa hasta el recibidor.

Se subieron a un taxi y se dirigieron al orfanato. Al llegar vieron a muchos jóvenes que habían llegado para recibir sus planillas de ingreso, algunos ya iban de salida con sus hojas en mano.

Alhelí y Rocío intercambiaron miradas, fueron rápidamente a dejar sus cosas en sus sitios respectivos y luego fueron en busca de su Directora la Sra. Laura, fueron a su oficina.

Tocaron la puerta y desde adentro oyeron la voz de la anciana dándoles permiso para entrar.

-Buenos días Sra. Laura, lamentamos el retraso pero...- Alhelí entró apresuradamente, se quedó muda cuando vio que la Sra. Laura no estaba sola.

-¡Oh! Lo.. siento- Puso una mano sobre su boca haciendo silencio. Rocío hablo.

-Discúlpenos Sra. Laura, no sabíamos que tenía compañía.

Frente al escritorio de la anciana se encontraba un apuesto joven, aparentaba no mas de los 25 años, considerablemente alto, pelo castaño y largo hasta los hombros, tenía una mirada profunda color gris brillante, una sonrisa perfecta, y pálido, tan pálido como el hielo.

-No se disculpen señoritas, ya estoy acostumbrada a sus retrasos. Ahora permítanme presentarles al joven Nicolae Bartholly, joven ellas son Alhelí y Rocío- Dijo la anciana.

El apuesto hombre se giró hacia ellas y las saludo con mucha amabilidad.

-Mucho gusto señoritas. Así que usted es Alhelí, la Directora me estaba comentando un poco de su situación académica-

Ambas lo saludaron, pero Alhelí quedó paralizada por un momento, algo en aquel joven le resultaba extrañamente inquietante. Rocío le dio un codazo por la espalda y Alhelí reaccionó.

-¿Así?- Parpadeo un par de veces y se sonrojo, el joven rió también.

-Así es, le estaba diciendo lo impresionante de tus calificaciones niña, aunque déjeme advertirle joven que Alhelí puede ser a veces un poco impulsiva, sin embargo es muy bien aplicada cuando de estudios se trata. Ella siempre ha aspirado a una Universidad donde pueda aprender todo en cuanto a la Literatura-

El joven miro a la anciana y le dijo.

-Disculpe Directora, pero podría permitirme hablar con ella a solas- Señaló a Alhelí. -Quisiera charlar con ella un poco antes de tomar cualquier decisión- La anciana asintió.

-Bueno, ¿vamos?-

Alhelí lo miro confundida, pero Rocío la empujó hasta la puerta y ambos salieron. Rocío se quedó con la directora...

-Amm... ¿Pero qué está pasando Directora? ¿Qué decisión?- Se acercó a la anciana con ansiedad.

-Bueno el joven Bartholly ha venido hasta acá, porque él ha facilitado la oportunidad de que las solicitudes de las universidades esten disponibles para tantos jóvenes sean posibles, es como una caridad para él o para su familia deberia decir, y asi más jóvenes tengan la oportunidad de sacar alguna carrera- Rocío se asombro. La anciana se levantó y continuó.

-Él trajo las solicitudes, pero aún asi depende de cada joven pasar el examen correspondiente a la Universidad que soliciten el ingreso, pero el vino también ofreciendo una beca completa de una Universidad en España que es donde él y su familia viven, y me ha preguntado si conozco a alguien verdaderamente sobresaliente para darle una oportunidad, y obviamente mencioné a Alhelí-

Rocío asintió.

- Ya veo. Pero ¿España?-

Alhelí guió a Nicolae hasta un pequeño jardín hasta la parte de atrás del orfanato.

Mientras recorrían los pasillos, muchas de las jóvenes que habían ido ahí con el propósito de recibir una planilla de solicitud, quedaban embelesadas con la apariencia del atractivo joven él cual no despegó su vista de su acompañante hasta que llegaron a su destino. Se sentaron en un banco frente a una pequeña fuente y Alhelí rompió el incómodo silencio, aunque incómodo sólo para ella.

- Bien, aquí estamos... ah, disculpeme, no creo haberme presentado adecuadamente, yo soy Alhelí Silene Janer, es un gusto conocerlo- Ella le sonrió sinceramente.

- Un gusto para mí también, Srta. Janer-

-Solo Alhelí, por favor- Agregó.

-¿Puedo llamarla Silene?- Él sonrió y se puso de pie.

-Ahh... pues, si, creo que si- Su voz se corto.

-Tiene dos nombres muy hermosos, ¿sabía que ambos son dos plantas muy bellas y con un significado? Alhelí, "fidelidad en la adversidad" y Silene...-

-"Amor joven"- lo interrumpió.

-Exacto- Él se volvió a sentar junto a ella. -Yo... vine aquí con el propósito de entregar las planillas para los jóvenes que quisieran seguir estudiando, pero también he venido a ofrecer una beca para quien... lo merezca- La vio por el rabillo de su ojo -Quisiera poder ofrecer más becas, pero soy consciente que hay muchos que las necesitan, pero pocos que le sacarían un verdadero provecho, por eso sólo puedo regalar una. La Directora me ha dicho que tú siempre has querido comenzar una carrera...-

Ella suspiro.

-Si.. amm, en Literatura. Me gustan los libros, y espero poder escribir uno algún día, aunque las universidades que ofrecen esa clase de educación son muy caras para mí, y aunque he ahorrado mucho no es lo suficiente... o quizá es que soy muy exigente- Nicolae rió.

-¿Y que te parecería venir a estudiar a España? ¿Crees que alcanzaría tus expectativas una buena Universidad extranjera?- Alhelí se sobresalto.

-Es... ¿Es en serio?-

-Jeje, claro que es en serio, después de lo bien que la Directora me ha hablado de ti y de escucharte, creo que eres tú a quien he venido buscando-

-P..pero, pero apenas si he hablado. Además yo.. no se, no se si deba...- Agachó la cara avergonzada, imaginó el rostro de Rocío en su cabeza.

-¿Acaso hay algo que te lo impida?-

-No. De hecho ese algo me obligaría a aceptar, pero... no puedo dejarla sola-

-Sabes, ¿Porque no lo piensas un poco? Yo me voy el Martes, tengo algunos compromisos que hacer acá así que puedo esperar hasta el Lunes tu respuesta, sólo que ten en cuenta que si decides que si tendrías que irte conmigo el Martes, también la Directora tiene todos los documentos, basta con que hables con ella. ¿Te parece? -

-Si, si... comprendo. Muchas gracias, de verdad se lo agradezco mucho- Ambos se vieron unos segundos sin decir nada, hasta que Nicolae hablo.

-Jeje, amm... dime Nicolae ¿si? No me trates de "usted"-

-Jeje, de acuerdo-