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The Guardian [Spanish/Español]

Viajaron a otro mundo a través de una máquina de realidad virtual creada por un Dios en el cual durante un gran tiempo creyeron que solo era un juego, pero termino siendo real. Pasaron por un 'Gran Cataclismo' que cambio el mundo a través de la energía mágica, logrando transformar el mundo de una forma impensable. Ha pasado treinta años desde que la humanidad se enfrentó a la máquina virtual y veinte años tras el 'Gran Cataclismo' que despertó habilidades y dio comienzo a un mundo mágico y maravilloso muy diferente al antiguo. Ahora una joven llega a una ciudad en medio del mar para asistir a una academia. ¿Cuál es su objetivo? ¿Cuál es la razón de su llegada? Y principalmente... ¿Quién es ella? Sigue la aventura de Aurora cuya vida, valores y actitud irán conociendo a su debido tiempo junto a su pasado, secretos, virtudes y defectos. ---- Para aquellos que desean, pueden unirse al Discord: discord.com/invite/WG8FX75 Géneros: Fantasía, Acción, Aventura, Mundo Moderno, Magia. Frecuencia: Cinco capitulos a la semana.

Evil_Warlord · ファンタジー
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980 Chs

Propuesta.

Moviéndose a pasos apresurados, Andrés que estaba siendo seguido por Luna en forma de dron, se apresuró por el pasillo.

—¿De verdad deseas pedirle un autógrafo? —Preguntó Luna expresando su curiosidad por medio de su mente.

Estaba dirigiéndose a la sala de entrenamiento en donde estaba actualmente el Gigante de Acero y como la última vez que lo vio en Zerzura se olvidó, ahora quería pedirle un autógrafo.

—Por supuesto. ¡Es un gigante! —Exclamó Andrés mentalmente y continuó su camino.

Al entrar a la sala de entrenamiento, él pudo ver a la mayoría de los miembros de las fuerzas de la Asociación de Rumania reunidas en el campo de entrenamiento.

"Tienen un equipo decente. Algunos más aptos que otros, pero todos muestran disciplina." Dijo el Gigante de Acero observando a los presentes.

Aunque todo estaba en calma, en realidad una presión enorme estaba cayendo sobre los hombros de todos en la sala central, llevando a que algunos mostraran temblores o palidecieran.

Oliver, Niels, Gregorio y algunos expertos que eran miembros directos de la Asociación se mantuvieron con la cabeza en alto.

"Ellos se esfuerzan por llevar a cabo sus tareas. Últimamente, tienen bastante trabajo y si bien a veces hay riesgo, el esfuerzo y dedicación es incomparable." Explicó Edward que caminaba al lado de Antón sin mostrar ninguna expresión ante la presión y observando a sus compañeros, recalcó. "Este es un trabajo y tienen que estar a la altura."

El Gigante de Acero tras arreglar sus trámites en la Academia de Héroes y dejar a la nueva Directora en ese lugar, sin que nadie pudiera criticarla, vino de visita a la Asociación de Héroes.

Literalmente afuera de esta oficina se encontraban miles de personas que vinieron a verlo y ahora ese famoso hombre estaba chequeando la fuerza de la Asociación de Héroes.

Específicamente los miembros internos de la Asociación de Héroes y los miembros de la fuerza de asalto dirigido por Oliver.

"También entrenamos a los nuevos. No somos elitistas, así que siempre tienen margen de mejora." Dijo Edward en una calma que era elogiable.

Literalmente algunos estudiantes estaban temblando pálidos por la presión que estaban siendo afectados y Edward se mantuvo en pie, sin titubear.

¡Quien lideraba la Asociación de Héroes no era simple!

Sin embargo, Edward que estaba más serio que nunca y cada vez mostraba una solemnidad mayor y a la vez se ocultaba perfectamente.

Andrés que observaba se quedó a lo lejos sin atreverse a adentrarse al interior del campo de entrenamiento, sabiendo que este era un tipo de entrenamiento para soportar la presión de las auras.

"…"

Cada miembro interno estaba presente aquí y si bien había algunos nuevos comparados hace un mes cada uno de ellos soportaba lo máximo que podía y cuando alcanzaba su límite se retiraba.

La Asociación de Héroes atrajo a múltiples héroes y la mayoría de ellos eran novatos o aquellos que deseaban ser parte del cambio del Gremio de Héroes.

Por supuesto, había individuos como Adala la Heroína Nacional de Rumania, que representaba más que ser una heroína.

Sin embargo, cada uno de los presentes se esforzaba por soportar la presión de un rango SSS.

"El mundo está cambiando y lo hace cada vez más rápido. Me alegro de que haya héroes que siguen esforzándose cada vez más." Dijo Antón y alejando la presión, sonrió y anunció. "Me alegro de que se hayan unido a mí en mi pequeño juego. Lamentablemente, hoy no puedo entrenar con ustedes."

Sus primeras palabras atrajeron la atención de todos aquellos que lo escuchaban y provocaron sonrisas de orgullo inevitable.

El mismo Gigante de Acero le estaba dando su aprobación y la felicidad de obtener un halago, decayó en algunos cuando escucharon que no eran capaces de entrenar con una leyenda.

"No se decepcionen. Trataré de volver y traer a mi esposa, para que les enseñe algunos trucos a los magos." Añadió el Gigante de Acero.

Los aplausos y exclamaciones vinieron de inmediato y fue mayor para los magos, quienes estaban extremadamente emocionados.

¿Y cómo no podrían estarlo? Si bien era excelente entrenar con un luchador, la Luz de Plata, les podría aconsejar, enseñar e incluso ayudar a mejorar en el campo teórico que Antón no podría.

La emoción continuó y muchos se acercaron a pedir autógrafos, siendo Andrés uno de ellos.

"Que lastima que no te hayas unido." Dijo Antón cuando lo vio a él pedir un autógrafo.

"Me disculpo, señor. Estuve ocupado con mi trabajo." Respondió Liam y dando un dron para que lo firmara, murmuró. "Y llegue tarde."

Iba a ser aplastado si el aura de Antón lo presionaba y aunque lo fuera, sería bueno, ya que soportar una gran presión ayudaba.

Una vez que alguien viera un gigante, un enemigo de menor tamaño parecería simple.

"Comprendo. Puedes venir la próxima vez." Respondió Antón sonriendo animado.

Andrés tras recuperar sus drones con una sonrisa, se quedó al lado de Edward quien le hizo una señal para que lo esperara.

Ambos esperaron que Antón firmara los autógrafos y luego se retiró a la salida, siendo seguido por Edward, Andrés, Rachael, Adala y Oliver, junto a algunos individuos de importancia.

Al salir por la en la entrada, las cámaras empezaron a fotografiar y el equipo de seguridad detuvo a que los periodistas y la multitud se abalanzara.

Había demasiada gente esperando y los gritos eran ensordecedores.

Iban del típico 'te amo', 'te adoro', 'eres increíble' hasta gritos que eran imposibles de comprender por la emoción.

Antón se acercó a la multitud y empezó a sacarse fotos o a firmar autógrafos.

Ese hombre media dos metros de alto y era más grande que la mayoría de las personas y su cuerpo musculoso, resultaba tan increíble como único.

Si antes que no tenía cabello resaltaba por completo, ahora el pelo corto y la barba ordenada causó un mayor fanatismo por la excelente apariencia de ese hombre.

"¿Puede decirnos a donde se retiró?"

"¿Por qué no escuchamos noticias de ustedes desde hace años?"

"¿Volverán de su retiro?"

"¿Qué piensa de la Asociación de Héroes?"

Las preguntas de los periodistas llegaron de inmediato mientras ese hombre se sacaba fotos con las personas que esperaban y fue ante la última pregunta, que se acercó a los periodistas.

Había rangos SSS tranquilos como el Arcángel de la Guerra en el gigante del norte americano y había otros rangos SSS que eran más llamativos, como el Emperador Víctor o el Rey de Arabia.

Incluso ente los rangos SS había algunos más conocidos que otros y lo que destacaban del Gigante de Acero y la Luz de Plata eran sus hazañas y el tiempo que pasaron ayudando a la tierra.

Y el problema era que incluso entre aquellos altos rangos que pasaban desapercibido, siempre era posible verlo en las noticias o en fotos que de vez en cuando los periodistas conseguían sacar.

Excepto la Luz de Plata y el Gigante de Acero que durante un par de años no se tuvo noticia de ellos.

"Con respecto a la Asociación de Héroes, ellos tienen mi apoyo." Respondió Antón y observando como el espacio se distorsionaba por la llegada de la Luz de Plata, añadió. "El futuro les pertenece a los jóvenes y estoy orgulloso de dejarle el mundo a ellos."

Su voz llevaba honestidad y seriedad, demostrando que no era un halago vació, sino que lo creía.

Sin embargo, para aquellos más atentos dio la impresión de que no saldría de su retiro y que probablemente volvería desaparecer otra vez.

"¿Qué es lo que significa dejarle el mundo?"

"¿Se retirará de vuelta?"

"¿A dónde ira?"

"¿Volverá si el mundo está en peligro?"

Los periodistas gritaron sus preguntas y el Gigante de Acero en respuesta se dirigió a su esposa, tomando la mano y desapareciendo por completo.

"Espérame en mi oficina." Pidió Edward a Andrés y él asintió.

Edward y Adala junto a Rachael se fueron a responder algunas preguntas de los periodistas y por su parte, Andrés se movió a la oficina principal, esperando en la entrada

Abriendo su reloj holográfico comenzó a revisar la información que había traído.

No era mentira que estuvo trabajando y vino no solo para pedir un autógrafo, sino que para entregar el informe personalmente.

—Lo hemos revisado múltiples veces. Está todo perfectamente. —Confirmó Luna y usando una voz orgullosa, reveló. —Además, ha sido fácil. No entiendo, porque almacenan todo con tanta libertad si saben la posibilidad de que se filtre.

La expresión de Andrés tembló sutilmente.

Como siempre Luna estaba en su mente conectada con él y como ella no tenía nada que hacer, le pidió que la convertirá en una asistente.

Sin embargo, lo que fuera que aprendió de Atenea y Minerva cuando fue a la Ciudad Zerzura, fue lo suficiente aterrador como para que a ella le pareciera 'fácil' vulnerar la seguridad de mafias.

Estaban hablando de redes de información contratadas para asegurar las redes de mafiosos…

—Incluso sin mi ayuda, lo hubieras conseguido. Creo que nos falta un reto. Un desafío. —Dijo Luna y usando una voz ligeramente seria, dudó. —¿No me digas que no quieres probar tus habilidades? Saber hasta qué punto has llegado. ¿No deseas probarte de verdad? ¿Lejos de las prácticas con tus compañeros o Liam?

Incluso si eran red de mafias para Andrés estaba siendo fácil, a veces lo suficiente fácil como para que ni siquiera tuviera que utilizar su talento para potenciar la IA que lo apoyara.

Fausto no tenía talento y era alguien con pura destreza, lo que significaba que su red informática potenciaba esa destreza natural y Andrés mejoró en ese sentido, lo suficiente como para ser bueno sin talento.

Lo suficiente como para decir que infiltrarse a una red de información promedio era fácil y los únicos que le daban un desafío era intentar vulnerar la red de información de Liam, Serena en la Ciudad Atlántida, el mismo Fausto y la Empresa Cosmos, específicamente la sección de Lucius.

Tratar de infiltrarse en esos lugares era el entrenamiento y aunque era increíble, seguía siendo entrenamiento.

—El peligro puede llegar a ser un potenciador. El cuerpo humano reacciona al peligro y a veces puede ser llevado sobre su límite. —Explicó Luna esta vez usando un tono más serio.

La voz en su mente se escuchaba mayor, experimentada y conocedora, de una mujer madura e inteligente y aunque era atractivo, dio cierto sentimiento de guía.

Aunque Luna comenzó hace poco a involucrarse en este mundo y se llamaba su secretaria, la realidad era que ella nació para estas misiones y tenía una mayor facilidad que él.

—Gracias por decir que mi voz es atractiva. —Dijo Luna, provocando que Andrés saliera de sus pensamientos.

Había una razón por la cual Luna estaba mencionando el desafío y esa razón apareció por el pasillo, invitándolo a entrar a la oficina.

Andrés siguió a Edward tratando de salir de sus pensamientos y de no dejarse llevar por Luna.

"He recopilado la información que me has pedido." Dijo Andrés y trasmitiendo la información, explicó. "La investigación en Bulgaria ha ido bien. Ellos tienen algunas organizaciones en el bajo mundo, pero no tanto como los otros países de los Balcanes. Aun así, estoy seguro de que el gobierno le gustara sacar algunas molestias de encima."

Durante estas últimas semanas, Edward se concentró en los países cercanos de Rumania, siendo Serbia, Croacia y Bosnia y Herzegovina​ los principales.

Lo que acababa de hacer Antón afuera confirmando el apoyo era un medio diplomático que estaba atrayendo a que las naciones apoyaran a la Asociación de Héroes, permitiéndoles expandirse.

El mismo Edward le pidió que esparciera el rumor sobre que el Gremio de Héroes fue restringido para que no actuara sobre la Asociación por el Gigante de Acero, mostrando que ellos no desaparecerían como antes se creía.

Tales hechos buscaban afianzar la confianza de las naciones para que aceptaran una sucursal de la Asociación de Héroes y en este punto, Edward podía decir que tenía esos países en su bolsillo.

A diferencia de Érica que era más diplomática y usaba los medios públicos y las reuniones para entrar en contacto y conseguir lo que buscaba, Edward era alguien más taimado, usando medios más rebuscados.

"En cuanto a Grecia… Ellos tienen un equilibrio. He encontrado rastros del Gremio Los Caídos en el bajo mundo y si bien parece haber negocios turbios, todo está controlado." Explicó Andrés con calma.

Edward estaba apuntando a Bulgaria que era vecino de Rumania y de Grecia, pero ese lugar no estaba tan mal.

A diferencia de los otros países balcánicos que no aceptaron la influencia de la Unión Europea ni del Imperio Falion en Grecia, Bulgaria fue amistoso con Grecia y el imperio que lo respaldaba.

Permitiendo al gobierno controlar los problemas al menos lo suficiente como para decir que el gobierno estaba en control y si bien mantuvo cierto equilibrio entre las influencias externas, Andrés pensaba que aceptarían otra influencia.

Después de todo, mantener un equilibrio y que no hubiera nadie con una mayor influencia era una ventaja para los gobernantes, quienes no deseaban que otros impusieran sus objetivos.

"No hay mucha información de Grecia… ¿Cómo sabes que está controlado?" Preguntó Edward en un tono serio.

El bajo mundo de Grecia estaba controlado… Tal idea había expresado y la respuesta era simple.

"Por las fechorías y crímenes. Si bien al estar tan cerca de las tierras sin ley se ven en conflicto con sectas. Las organizaciones criminales no actúan. Siguen reglas tacitas." Respondió Andrés en calma.

Ocultó el hecho de que había visto esta clase de bajo mundo calmado en otra parte y ese lugar era la Ciudad de Zerzura.

Controlar no significaba que no hubiera crimines o que el gobierno controlara todo, sino que los criminales sabían cuáles eran sus límites y no actuaban demasiado, siguiendo las reglas tacitas.

Otro sitio era Sudamérica, en donde los criminales temían actuar por el Emperador y la Ciudad Atlántida donde las autoridades respondían con todo su poder.

"Decidí que es mejor no seguir investigando. El Gremio de los Caídos está conectado a pesos pesados e involucrarme con ellos puede ser problemático." Añadió Andrés en un tono simple.

Evitó mencionar que si era como él pensaba y profundizaba demasiado las autoridades del Imperio Falion podrían descubrirlo.

Ellos estaban desarrollados mágicamente, sin embargo, el Imperio Falion no andaba con bromas y gastaba mucho dinero en protegerse de aquello en lo que no tenían experiencia.

Edward asintió satisfecho y luego lo observó con seriedad.

"¿Has pensado lo que te mencione?" Preguntó Edward y usando una voz seria, detalló. "Requiero que alguien trabaje para mí. Que sea confiable y que tenga capacidad, para lograr lo que quiero."

La razón por la cual Luna mencionó sobre el desafío fue que Edward le ofreció trabajo, pero no como una red información, sino que personal.

Sin Fausto o cualquier otro intermediario y si bien no había problemas en aceptar este tipo de trabajo, la escala era lo que lo hizo dudar.

"El pago será acorde a la dificultad." Añadió Edward observándolo con una seriedad única.

Que hablara del pago mostraba que la dificultad que podía tener las tareas que pediría Edward era alta y Andrés pudo sentir la seriedad y el posible peligro.

¿Qué iba a hacer? ¿Para qué estaba pidiendo que trabajara para él?

"Te daré un tiempo para que lo pienses." Dijo Edward y en calma, detalló. "Admiro tu capacidad, pero sobre todo la confianza que generas. Necesito alguien de ese tipo. Alguien que consiga la información de lugares de alta seguridad y que no haga demasiadas preguntas."

Fue obvio que era algo grande y que a los lugares que podría pedirle que se infiltrara podía no ser solo ilegal, sino que peligroso y de alta seguridad.

¿Se trataba del Gremio de Héroes? ¿Algunos de sus altos mandos? ¿O un tema relacionado con su maestro?

"Lo pensaré y luego te avisaré." Respondió Andrés sin ocultar su solemnidad.

Edward necesitaba alguien que le consiguiera lo que deseaba y que cuando encontrara asuntos preocupantes, no preguntara demasiado.

Tal como decía Luna podía ser un desafío las tareas que Edward podía darle y el único problema era si él estaría a la altura de la expectativa.

—Conmigo a tu lado, podrás hacerlo. —Dijo Luna en su mente, leyendo sus dudas y pensamientos.

Andrés sonrió al salir, todavía dudoso, pero ligeramente atraído… Lo suficiente como para considerarlo.

******

Llegando a una mansión de nobles en Inglaterra, Agatha observó a la niña que estaba ligeramente perdida.

"Descansa. Comprendo tu afán para aprender. Sin embargo, si no descansas no podrás poner toda tu mente a trabajar." Dijo Agatha observando a Érica.

"Entiendo… Lo siento." Murmuró Érica al recuperarse y bajando la cabeza en una inclinación respetuosa, añadió. "Perdón por molestarla con traerme y llevarme."

Era quien se encargaba de llevarla a la torre mágica de su hijo y lo hizo, ya que, si le daba la entrada o si le daba una de la llave, podía ser peligroso.

Su nuera ni siquiera estaba presente, al menos no como antes había estado y, por ende, era peligroso ir a ese lugar.

La entrada y el pasillo a donde las habitaciones círculos mágicos estaban podían causar múltiples problemas por la seguridad y no se podía desactivar, ya que era probable que otros conocieran una de las llaves para llegar a ese lugar.

La entrada y los murales en el pasillo eran una defensa que no debía ser desactivada.

En cuanto a decirle que usara la entrada principal por medio de la mansión en la Ciudad Atlántida era como decirle que fuera y despertara a su nuera.

"Ve a descansar." Ordenó Agatha instándola a que se moviera.

Érica estaba exhausta con ojeras, despeinada y por la mirada que daba, su mente estaba hecha un desastre, mostrando que superó sus limitaciones al aprender.

¿Cuántos días se quedó despierta? Era probable que haya bebido algunas pociones para extralimitarse y aunque le permitió resistir el cansancio, en este momento las consecuencias estaban presionándola.

"Gracias… Y perdón." Murmuró Érica antes de retirarse y ni siquiera cerrar la puerta.

Sabiendo que necesitaba descansar, su cuerpo literalmente entró un letargo y se movió como si fuera una sonámbula, llevando a que la expresión de Agatha temblara.

Agitando su mano, el espacio se distorsionó alrededor de ella y la dejó en la habitación que parecía de ella.

Esta era una de las mansiones de la familia Reynolds, así que ella iba a descansar cómodamente.

Justo cuando estuvo por volver a con su esposo, para tener una cita en la tierra, sintió una distorsión espacial y luego una presencia.

Moviéndose al almacén cercano al entrar vio a una anciana de cabello rubio y ojos celestes, que se afirmaba en un bastón.

A pesar de que estaba encorvada al afirmarse con su bastón y parecía tan cansada como anciana, sus ojos eran firmes, llenos de vitalidad.

"No pensé que hasta vigilaras a una niña, Margaret." Dijo Agatha al darse cuenta de que la Reina Margaret había venido.

Esta no era la primera vez que vino a dejar a Érica y como era un trabajo que le tomaba literalmente unos minutos, Agatha le gustaba ayudarla.

Podría haberle explicado a Érica como completar su hechizo, pero la idea era que aprendiera, ya que ese conocimiento se convertiría en la base de su fuerza y de su avance, si es que lo lograba.

Y por supuesto, ayudar a una amiga de sus hijas era agradable y no deseaba que, por culpa de ella, Érica colapsara por el estudio.

Era probable que los espías de Margaret o la madre o padre de Érica que la habían sentido, le mencionara a la reina que venía a este lugar de vez en cuando.

"¿Cómo no podría hacerlo? Ella me conectó con la poderosa de Luz de Plata. Que cada vez es más aterradora." Dijo Margaret y sonriendo sin ocultar sus brillantes ojos, anunció. "Cada vez eres más poderosa, Agatha… Siento una presión mayor de ti, que cuando eras un rango SS. Una presión mayor que la de un simple rango SSS."

Los ojos de esa mujer mostraban una perspicacia única y era normal, cuando esa mujer a diferencia de otros individuos, era una maga elemental similar a ella.

A Agatha no le importó lo que creyera y la observó.

"Y por supuesto, esa niña es talentosa. No pensé que la ayudaras. Es normal que le preste atención." Señaló Margaret mientras caminaba a su lado.

Los ojos de Agatha brillaron y observaron a esa mujer con tranquilidad, sin mostrar ningún rastro en su expresión ante lo que observaba.

"Aprende rápido y es talentosa. Darle una mano no es natural." Respondió Agatha.

Era cierto que ayudaba porque era una amiga de su hija, aunque no quitaba que Érica tenía talento y con el conocimiento adecuado, ella podría causar cierta conmoción.

"¿Es así? Yo también tengo una hija talentosa. ¿No te gustaría tomarla como aprendiz?" Preguntó Margaret revelando una sonrisa.

"Un niño y una niña igual a ti." Respondió Agatha provocando que la sonrisa de Margaret se elevara con sutilidad e ignorando a esa mujer, pidió. "Dime lo que quieres hablar. Dudo que hayas salido de tu palacio con ese cuerpo decrépito para tontear."

En realidad, Margaret era más joven que ella, pero la diferencia en su físico y salud era inigualable.

Aunque la edad no importaba sino la mente y esa mujer, tenía una mente brillante para la magia, más de lo que muchos podrían imaginar.

Hoy vino a esta mansión, no por Érica que probablemente la estaba vigilando de cerca, sino que por ella y lo hizo por una razón.

Margaret con su bastón golpeó el suelo, sellando con magia elemental los alrededores de un modo tan natural, que un rango SS no se daría cuenta.

"Quiero saber qué harás con la muerte de Vincent." Dijo Margaret sin ocultar la seriedad en su rostro.

"La Iglesia del Orden ha tomado toda la tarea y están llevando a cabo una profunda investigación. Si deseas resultados, mueve tus contactos y consíguelo de ellos." Respondió Agatha en un tono plano.

"Por favor, Agatha. Estoy segura de que no has dejado todo en manos de ellos y has planeado algo de tu parte." Respondió Margaret observándola con cuidado.

La muerte de Vincent era un asunto que fue dejado a manos de la Iglesia del Orden y como probablemente estaba conectado con psiónicos, ellos eran los que tenían la mayor experiencia para ese asunto.

Era normal que se encargaran de todos los asuntos psiónicos.

"Déjame replantear mi pregunta; ¿Cómo va tu investigación personal?" Preguntó Margaret y sonriendo, dudó. "¿Piensas en irte? ¿Dejarás este mundo a tus hijas?"

Una investigación personal… Agatha no negó que algo como eso se estaba realizando.

Desconfiaba de la Iglesia del Orden del mismo modo que desconfiaba de la Iglesia del Tiempo y el Espacio o esos Dioses que estaban en lo alto, aunque en este último era por diversas causas.

Margaret le estaba mencionando el hecho de que alguien asesinó a Vincent un rango SS y quien logró tal hazaña podría volverse a mover y este mundo podría entrar en una etapa compleja.

¿Cuándo se fuera que harían sus hijas? Agatha reflexionó sobre su adorable Alice, que estaba moviéndose cada vez más, tratando de relacionarse a su modo y luego en Aurora, quien cada vez se mostraba más activa y decidida.

Inmiscuyéndose en asuntos pesados que la superaban y por más problemático que fuera, ella seguía adelante, queriendo tener el control en caso de que algún evento la afectara.

Y por más confianza que tuviera sobre sus hijas, no negó su preocupación y el temor de una madre por sus hijas.

Justo cuando estaba por responder, Agatha recibió un mensaje y a leerlo, su expresión se distorsionó.

"¿Sucede algo? ¿No me digas que planeas esas emergencias para no charlar conmigo?" Cuestionó Margaret usando un tono pesado de una reina molesta.

Agatha la ignoró y leyó el mensaje que le avisaba de un asunto que le preocupaba.

El Profeta acababa de tener dos profecías de los siguientes dos Portales Abismales en el que estaba presente su hija.