Leslie con su armadura con exoesqueleto, sostuvo su rifle mientras corría por un bosque al norte de Polonia.
"¡Está corriendo demasiado rápido! ¡Necesitamos detenerlo!"
El grito por medio del sistema de comunicación llegó a sus oídos y Leslie avanzó entre los árboles, esquivando y moviéndose lo más rápido posible.
Por la parte superior de su casco la imagen de los drones exploradores le llegaban y el problema era que los árboles cubrían su visión.
Estaban siguiendo a un gato espectral, una raza bestia mágica cuyo cuerpo era traslúcido y que era capaz de ocultarse de la visión humana.
Lograron que se manifestara con artefactos, pero si lo dejaban escapar volvería a ocultarse y sería difícil de encontrar.
Como si fuera poco era inteligente y lo suficiente astuto como para aprender de sus errores.
Si escapaba la próxima vez que lo encontraran, podría haberse llevado varias víctimas.
"¿Capitán necesitamos una oportunidad? Le puede disparar." Cuestionó Lucas con seriedad.
"Imposible. Me encuentro a ocho kilómetros de distancia." Respondió Niko con seriedad.
"¿Leslie?" Dudó Lucas y con un tono ansioso, exclamó. "¿Necesitamos una oportunidad!"
El gato espectral tenía una apariencia traslúcida y su pelaje era negro brillante, siendo su tamaño de un metro de alto, bastante pequeño para una bestia mágica de rango A.
Sin embargo, era una amenaza mágica, ya que con sus capacidades podía convertirse en una bestia que atacaba por sueños y era capaz de ocultarse de rangos S, absorbiendo la vitalidad en silencio.
Leslie que estaba a más de cuatro kilómetros y cuya visión solo eran árboles, apretó sus dientes y tomó su decisión.
"Lo intentaré." Avisó por el sistema de comunicación.
Saltando en el aire y volando con su artefacto, se elevó en el cielo lo suficiente alto y gracias a su inteligencia artificial, pudo encontrar la mejor dirección para disparar.
Velocidad, viento, gravedad y todos los pormenores era chequeado por la inteligencia artificial, utilizando los drones como visión.
Leslie cambiando las balas de su rifle y arrodillándose en una plataforma, apuntó con su mira a lo lejos, sin ni siquiera poder ver a su objetivo.
La IA le decía a donde disparar y por instinto Leslie comprendía que no lo alcanzaría y fue por eso que se dejó guiar por sus instintos sin depender de la IA.
Era improbable que acertara a cuatro kilómetros de distancia y aunque su casco acercaba su visión lo máximo que pudo, con los árboles las posibilidades disminuyeron a menos de diez por ciento.
*Bang*
Leslie al haber cambiado las balas de su rifle y el estilo le permitió dar cinco disparos consecutivos sin nada de retroceso y sus balas sagradas volaron por el cielo, viajando a alta velocidad.
*Bang*
Cambiando de vuelta por otro cartucho al segundo siguiente volvió a disparar cinco balas más y ella volvió a recargar, viendo por su visión que los disparos golpeaban a metros de su objetivo.
Golpeaba árboles, la tierra y levantaban una nube de polvo mientras que las balas explotaban liberando los hechizos de magia de luz en el interior.
Eran llamadas balas sagradas, pero en realidad eran balas grabadas con magia de luz purificadora, que era útil en contra las criaturas espectrales.
La posibilidad de que acertara era una en diez y para su mala suerte resultó ser más complicado de lo que esperaba, ya que la bestia fue capaz de moverse con agilidad esquivando las balas.
Sin embargo, esos segundos en los que perdía tiempo esquivando y tratando de no verse afectado por lo remanente de magia de luz por su camino, fue suficiente para su grupo.
"¡GRR!"
Amirah en su forma de escorpión nocturno pudo alcanzarlo y con sus tenazas empezó a atacarlo, permitiendo que los otros miembros del equipo se unieran.
Leslie que volvió a moverse volando con su artefacto observó el combate que era trasmitido gracias a que los drones grababan.
Sus compañeros lograron suprimir a la bestia, hasta que finaliza mente la derrotaron.
Siendo Eva quien dio el golpe final y cuando Leslie llegó al área de combate, notó al grupo rodeando el cadáver.
"Buen disparo." Saludó Eva apenas la vio llegar.
Los demás dieron asentimientos y pulgares en alto mientras que Amirah volvía a su forma humana.
"Gracias. Estaba demasiado lejos." Murmuró Leslie con honestidad.
Ni siquiera acertó y aunque tenía que tener en cuenta que estaba a más de cuatro kilómetros con un objetivo en movimiento a rápida velocidad y rodeado de árboles, Leslie creía que lo hubiera hecho mejor.
Esta no era la primera caza de una bestia mágica inteligente y peligrosa, siendo esta en particular la asesina de más de diez humanos hasta que la lograron descubrir y ellos la encontraron.
Con cada batalla y misión ella aprendía un nuevo defecto.
Necesitaba mejorar su equipo de movimiento y conseguir alguna manera de aumentar sus 'parpadeos' o traer artefactos para viajar espacialmente.
Mejorar su mira y si era posible actualizar su armadura, especialmente el casco para que le ayudara a apuntar a una mayor distancia y si podía, asegurarse una mejor inteligencia virtual.
La actual inteligencia artificial, aunque útil al ayudarla a entrelazar la imagen de los drones con su casco, tenía algunos fallos al apuntado cuando aumentaba la distancia.
"¿Pensando en mejorar?" Preguntó Eva de repente y con una sonrisa, añadió. "Tienes la misma mirada cuando voy a comprar armas."
Tarde se dio cuenta de que estaba aturdida y Leslie al notar de que los demás estaban charlando o revisando la bestia desde cerca, dio una media sonrisa.
¿Estaba tan distraída?
"Lo siento. Sí, tenía pensado en actualizar mi equipo. Tal vez preguntarle a mi padre si puede diseñar algo personalizado para mí." Murmuró Leslie y con seriedad, añadió. "Las misiones son cada vez más complicadas, quiero estar a la altura."
No estaba bromeando.
Las misiones que le estaban dando estaban aumentando de dificultad y si antes iniciaron cazando criaturas que ella podía considerar normales, cada vez la caza aumentaba en dificultad.
Bestias mágicas peligrosas y con inteligencia y luego esta clase de bestia mágica, que era capaz de ocultarse a sus ojos.
El rifle tenía una mira mágica que detectaba señales, pero no una mira espiritual o alguna forma de ver cuando una criatura como ese gato se ocultaba.
"Estás tomando seriamente lo de ser cazadora." Dijo Eva de repente.
Tales palabras sorprendieron a Leslie, quien parpadeó aturdida un poco al escucharla.
¿Estaba tomando en serio lo de convertirse en cazadora? Este trabajo era similar a la hora de asesinar como lo fue el trabajo en la Ciudad Atlántida y la mayor diferencia, fue que aquí eran bestias mágicas, que podían ser inteligentes.
Sin embargo, aquí trabajaban cazando mayormente bestias mágicas peligrosas que eran una amenaza y mayor que todo, no dudaba en apretar el gatillo.
"Tal vez… Sea cierto." Respondió Leslie sinceramente.
Este trabajo no era igual que en el ejército atlante y en este lugar, tenía seguridad de que a quien atacaba era peligroso.
Muy diferente al ejército atlante que era más un trabajo guiado por la Empresa Cosmos.
"Tengo que admitir que me gusta este trabajo." Respondió Leslie dando una expresión seria.
Le gustaba ser una francotiradora y lo mejor era que al enfrentarse con bestias mágicas, resultaba no solo ser emocionante, sino que necesario.
Las bestias mágicas eran peligrosas y algunas de ellas podían ser muy aterradoras, lo que significaba que alguien necesitaba tomar el trabajo para detenerla.
Añadiendo que algunas tenían una alta inteligencia, algunas veces resultaba ser un desafío.
¿Este era el camino que deseaba seguir? Esa duda se mantuvo en la mente de Leslie por unos segundos, hasta que Niko llegó.
"Guarden el cadáver. Necesitamos movernos. Un pedido de ayuda vino de la Academia Cernunnos." Avisó Niko seriamente.
La respuesta del equipo fue prepararse para moverse y de inmediato guardaron el cadáver de su presa y se movieron volando a alta velocidad.
"Al parecer una antigua bestia mágica de rango S fue enterrada sin los procedimientos adecuados y se convirtió en no-muerto." Detalló Niko mientras volaban.
Un asunto bastante raro al menos para Leslie.
Las iglesias se encargaban de purificar los cuerpos antes de enterrarlo, para ayudar al fallecido a que fuera al Río de la Reencarnación y a la vez, evitaban que los no-muertos despertaran.
La energía mágica era misteriosa, lo suficiente como para despertar a un no-muerto y por eso se recomendaba que se hiciera un entierro seguro.
Una bestia mágica también podía convertirse en un no-muerto.
Viajando a rápida de velocidad, todo el grupo vio la mansión y…
"Parece que ha terminado." Murmuró Niko al observar lo ocurrido.
La Academia Cernunnos en parte se encargaba de las bestias mágicas y ellos las eliminaban cuando eran peligrosas y cuando era necesario, se encargaba de resguardarlas.
Tenían una enorme autoridad en la Unión Europea y el Gremio de los Cazadores Desenfrenados cooperaba con ellos.
Por tal razón era normal recibir pedidos de ayuda.
Al acercarse vieron al grupo de la academia alrededor de un cadáver de un león que se había convertido en un no-muerto.
Los no-muertos podían volver a levantarse si no se le daba un entierro adecuado, extremadamente raro, pero la posibilidad estaba.
Excepto por Egipto, ningún lugar fue tan extremo.
Justo cuando Leslie aterrizó, vio a un gorila atronador levantarse del área y fue imposible no reconocerlo.
"Gracias por responder el llamado." Dijo César y saludando, comentó. "Escuche que han estado de caza. ¿Lo consiguieron?"
Leslie se dio cuenta de quienes le dieron información sobre la bestia fue la Academia Cernunnos, quienes estaban trabajando por el área y quienes probablemente los apoyaron.
"Sí. Lo hemos derrotado." Respondió Niko con seriedad de un profesional.
"Excelente. Será un placer trabajar con su equipo." Respondió César haciéndole un guiño a Leslie, que estaba aturdida.
¿Trabajar? Por la mirada de los otros, ella no fue la única sorprendida y…
"Nuestros próximos trabajos será al lado de los equipos de asalto de la Academia Cernunnos." Informó Niko y con cierta calma, añadió. "Era una sorpresa."
Había que admitir que la sorprendió bastante, aunque viendo ese gigantesco gorila, Leslie tenía que admitir que estaba emocionada.
Le agradaba la idea de trabajar con un conocido.
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En un almacén en donde se preparaba una caravana comercial, Akira recibió la mirada seria de Shao Ya.
"Debes cuidarte." Dijo Shao Ya y con una expresión solemne, anunció. "Nuestros enemigos no andan con bromas."
La caravana estaba dirigiéndose a una mina importante de la Familia Shao y los objetos que se estaban movilizando eran cristales mágicos, que aparecían en algunas mazmorras al oeste de china.
No podían moverlas por teletransporte o círculos mágicos a causa de que transportar esos cristales que contenían una enorme cantidad de energía mágica, interfería en el hechizo.
Tampoco era posible guardarlos en el interior de los anillos, lo que significaba que tenían que realizar un viaje clásico.
El problema era que esta misión resultaba ser una de las fuentes de beneficios de la Familia Shao y aquellos que la atacaban, estaban deseando cortarla, para causar aún más problemas a la familia.
"No te preocupes. Traje a los más expertos conmigo." Respondió Akira señalando a Santiago y a Oscar.
Santiago era un veterano confiable y Oscar era un cambiaforma de rango S.
Aeko estaba en Japón encargándose del gremio, evitando algunos problemas que estaban apareciendo.
Entre el grupo se encontraba un par de miembros de la familia Shao Ya, en el que la mayoría eran mujeres.
China era un lugar peligroso y entre más lejos se fueran de las ciudades, mayores eran los problemas y ni hablar del bajo mundo, cuyos negocios se entremezclaban en la sociedad.
Era estúpido preguntar si debían esperarse un ataque, cuando a los ojos de Akira era un hecho.
"No pongas esa cara." Dijo Akira al ver que la expresión de Shao Ya cambiaba, y sonriéndole para animarla, añadió. "Tienes que ser la hermana mayor, que nos regañé para no meternos en problemas."
Shao Ya no le gustaba que ellos estuvieran aquí apoyando y menos cuando todo estaba escalando, hasta el punto de que el peligro amenazaba con ser letal.
Sin embargo, para Akira este trabajo tenía la dificultad de cualquier otro.
"Puede que de hace mucho no hagamos trabajos pesados, pero hemos ido en contra de señores de la guerra africanos." Dijo Akira con solemnidad y una pizca de orgullo, entonces cuando la expresión de Shao Ya se relajó, señaló. "Además, tengo una bestia conmigo. Y un excelente caballero."
Tal vez desde hace tiempo no realizaba trabajos pesados como enfrentarse a señores de la guerra en África, sin embargo, tanto su grupo como ella hicieron ese tipo de misiones durante un tiempo.
Sabían que cuál era el peligro y como enfrentarlo.
Por eso, Akira no tenía miedo y era capaz de bromear ahora.
"No bromeas y suerte en el trabajo." Dijo Shao Ya dando por fin la sonrisa que siempre daba y mirando a los dos hombres de atrás, ordenó. "Y no la dejen hacer locuras. Ya saben cómo ella se vuelve cuando no hay nadie cerca."
¿Locuras? Akira ignoró ese comentario
No iba a negar que enfrentarse a señores de la guerra, algunas veces arriesgando su vida por desconocidos, era en cierto sentido una locura.