En lo alto de un árbol, Aurora escuchó ruidos que venían desde lejos.
Rugidos, gruñidos y chillidos venían desde adelante mientras que en el cielo se podían ver algunas aves peligrosas.
Un Quebrantahuesos era el más notable.
—Al parecer están luchando mucho más adelante. Es imposible decir cuál es la táctica que está utilizando la horda, al menos sin realizar un reconocimiento.
Al leer ese comentario de su sistema, Aurora asintió estando de acuerdo.
Debido a que todo era un bosque frondoso, solo en el cielo se podían ver aves que serían marcadas como enemigos a primera vista o que eran criaturas salvajes.
Por otra parte, en la tierra solo se podían escuchar gruñidos y rugidos viniendo desde lejos, con algunos sonidos de batalla.
Tras encontrar a ese joven gorila que Alice denominó 'César', avanzaron con rapidez rastreando la cola de la horda y solo ahora la alcanzaron.
Aurora frunció el ceño por un momento.
Podría pedirle ayuda a Zerzura, pero el problema era que todos tenían cosas que hacer.
La caravana en Sudan todavía no había vuelto, en Zinder se encontraba parte de las fuerzas apoyando a Alima y en Zerzura se encontraban limpiando mazmorras para evitar desbordamientos.
No obstante, había una razón más importante por la cual no pidió refuerzos.
"Al parecer nos vamos a tener que mover por nuestra cuenta." Murmuró Aurora con seriedad.
Lo que estaba por hacer era extremadamente arriesgado, ya que básicamente se trataba de atacar a una horda por su espalda.
Para tal tarea se necesitaba un pequeño grupo capaz de causar estragos y escapar sin que nadie pudiera detenerlo.
Pedir que la Iglesia o el ejército enviara refuerzos era pedir que se arriesgaran a que vinieran al bosque y terminaran rodeados ante el número de enemigos.
Dando una última mirada, Aurora saltó utilizando los troncos y ramas de los árboles para moverse y tras recorrer una distancia considerable, se detuvo en un grueso árbol.
El árbol no era considerado alto, sin embargo, la anchura del tronco sin duda era notable.
Una parte de la corteza se reveló cuando el artefacto de ilusión que lo cubría y las barreras se desactivaron para que ella entrara.
"¿Qué vamos a hacer?" Preguntó Alice al recibirla.
Esa glotona había 'devorado' parte del árbol para crear una guarida principal y en ese lugar se encontraba el Addax cuidando al joven gorila.
"Luchar. Lo principal es causar estragos, pero también necesitamos recopilar información." Respondió Aurora.
"Básicamente un asalto de reconocimiento…" Murmuró Alice asintiendo y mirando al joven gorila, preguntó. "¿Qué haremos con César? Usar el artefacto espacial para enviarlo con su tribu va a ser algo peligroso. Podemos terminar lejos o en medio de nuestros enemigos. Y ni hablar de que lo llevamos al lugar más peligroso."
Aurora pudo ver que el gorila que estaba en el fondo acostado como si estuviera durmiendo tembló al escuchar a Alice… Estaba claro que se encontraba despierto.
Sin embargo, las palabras de Alice eran correctas.
El artefacto espacial que tenían permitía avanzar espacialmente a un área desconocida en una dirección precisa.
La distancia que recorrían dependían de cuanta energía mágica utilizaba, aun así, no era un artefacto que los moviera a un área que desearan.
Los magos espaciales se movían a áreas que conocían o habían visto antes e incluso a 'coordenadas', el movimiento al azar era más peligroso.
Los peligros con respecto a terminar dentro de una montaña fueron solucionados hace mucho tiempo por los magos de Terra nova, el peligro actual era terminar en una posición compleja o quedar en medio de enemigos.
Usarlo para llevar a ese joven gorila con su tribu era posible y si tenían éxito, podrían entregarlo.
El problema era que la otra parte estaba en una situación peligrosa y estaba claro que llevarlo era darle otro objetivo a quien proteger.
"No quiero reunirme con la tribu. Incluso si llevamos al gorila, pueden pensar de nosotros como enemigos y tal vez compliquemos su batalla." Dijo Aurora y le dio una mirada al joven gorila.
Alice entendiendo lo que pensaba, asintió.
"Entonces todo depende de él." Murmuró Alice y acercándose al joven gorila que se hacía el inconsciente, preguntó. ¿"César no llorarás si no te llevamos con tu gente ahora?"
La expresión de Aurora tembló un momento ante la voz entretenida de su amiga, pero la reacción del joven gorila fue otra.
Ese joven gorila se levantó y demostró sus colmillos, no con cautela, sino que con enojo.
"¡Yo no lloro!" Declaró el joven gorila y mirando a Alice enfurecido, informó. "Y mi nombre no es César."
No solo entendía el habla humana, sino que también era capaz de comunicarse… Todo mientras era un rango B.
Aurora entendió por qué a Alice le llamó la atención, era alguien muy capaz.
"¿Entonces cuál es tu nombre?" Preguntó Alice entretenida.
"No tengo…" Respondió el joven gorila.
"¿Ves? Necesitas un nombre. Así que desde ahora serás César." Señaló Alice abriendo una bolsa de papitas.
El joven gorila volvió a gruñir mirando con enfado a esa jovencita, quien dio una risa entretenida.
Alice lo estaba provocando y no solo era por su propia diversión, sino que lo estaba guiando para que no quisiera volver con su gente.
Dejando de lado los problemas de confianza o los peligros de usar el artefacto para juntarse con la tribu de gorilas, la ventaja la estrategia estaba en su posesión.
Si alguien atacaba por la espalda a la horda que estaba atacando a los gorilas que intentaban de huir, iba a ser una conmoción y dependiendo de cómo era la situación, podrían no solo crear un escenario caótico, sino que podría ser fundamental para ayudar a los gorilas.
"¡Yo no me quedaré aquí! ¡Iré a luchar! Si van a ayudar a mi gente, ¡yo saldré!" Gruñó el joven gorila con ferocidad.
Tenaz, feroz y claramente alguien imprudente que no solo no veía la situación correctamente, sino que también se sobrestimaba a sí mismo.
"Es mejor que te quedes aquí. Solo somos necesario nosotras dos." Declaró Aurora y dando una sonrisa tranquilizadora, señaló. "Te aseguro que ayudaremos a tu gente."
Su tono, su voz y su sonrisa llevaba tranquilidad y serenidad, con una abrumadora confianza.
"No me hables de esa forma, no soy un niño." Murmuró el joven gorila y a pesar de su respuesta, se notó que se tranquilizó bastante, aun así, gruñó. "Ustedes son dos… Nuestros enemigos son muchos. Poderosos enemigos capaces de enfrentarse a nuestros ancianos."
Para que se enfrentara a un anciano, era posible que se trataran de enemigos de rango S.
En la tribu de los gorilas atronadores, los adultos llegaban naturalmente al rango A y si bien luego tenían que subir de rango como toda bestia mágica, el respeto del joven gorila dejo en claro que los 'ancianos' eran los más fuertes.
En ese tono gruñón también dejo ver preocupación por ellas.
"Tiene coraje. Déjame llevarlo conmigo." Dijo Alice de repente y antes de que pudiera ser regañada, dudó. "¿Quieres atraer la atención de la horda? Podemos usarlo a él. No te preocupes, estará en mi sombra."
¿Había planeado algo?
Por su mirada y su tono confiado estaba claro que había planeado algo para atraer la atención.
"Está bien mientras lo protejas." Respondió Aurora y dando una mirada, declaró. "Vamos a prepararnos. Necesitamos actuar lo más pronto posible."
******
Cuando la horda atacó la base de la tribu de los gorilas, fue un desastre en gran medida.
Los gorilas que podían luchar fueron al frente a retrasar la horda mientras que todos los demás se preparaban para retirarse.
Él trató de ayudar en todo lo que pudo y antes de que se diera cuenta, la tribu se había retirado y él tuvo que ocultarse en un árbol.
Pensó que iba a morir cuando se enfrentó a esos Lycaons y tras ganar, tuvo miedo al enfrentarse a esa enorme y poderosa criatura negra.
Sin embargo, nada de eso sucedió y ahora al pensar que iba a ayudar a su tribu, tratando de apoyarlos con dos humanas desconocidas, se sentía emocionado.
"No sé por qué estás emocionado no lucharás." Respondió la humana que estaba comiendo a pesar de que estaban por atacar a la horda y al ver su mirada, declaró. "César si quieres ayudar a tu gente, necesitas seguir mis órdenes al pie de la letra."
"No me llamo César." Murmuró el joven gorila con gruñido bajo, pero no se opuso.
No tenía nombre, la tribu daba un nombre cuando un gorila llegaba a la adultez o cuando realizaban un contrato con un domador.
Había escuchado que las sociedades humanas necesitaban nombre para identificarse entre ellos, pero los gorilas conocían a sus compañeros con claridad y los nombres no tenían sentido.
La joven humana lo ignoró por completo.
"No te muevas."
Con esa orden la sombra bajo los pies de esa joven empezó a extenderse como si fuera una criatura viviente y pasó de ser intangible a ser una masa negra, que lo cubrió por completo.
El joven gorila tuvo miedo, pero siguió las órdenes de esa humana y se dejó tragar.
Rodeado de completa oscuridad, el joven gorila sintió que estaba encerrado en un lugar desconocido.
Una parte pensó que se trataba de cazadores de bestias mágicas y tal pensamiento desapareció en el momento siguiente.
Si esas jovencitas fueran cazadores de bestias mágicas, no tratarían de ayudar a su gente.
Rodeado de una oscuridad en el cual todos sus sentidos no funcionaban, tuvo que pasar un momento hasta que los alrededores empezaron a tomar forma y sus sentidos volvieron.
La 'visión' volvió a pesar de que no había luz, permitiéndole ver un lugar oscuro en donde el límite era una oscuridad extremadamente densa.
Era un lugar extraño que él consideró como 'mágico' y desde ese lugar también pudo 'sentir' el exterior.
Sus sentidos no estaban tan desarrollados, pero pudo sentir parte del exterior y tras un momento, algo aterrador sucedió.
Ya no solo paso de 'sentir' el exterior, sino que se extendió a la 'vista'.
—No te alarmes. Estoy utilizando un artefacto mental para compartir el sentido de la vista. —Avisó una voz humana en su cabeza y tras un momento de silencio, declaró. —¿No deseabas luchar? De esta forma, verás lo que hago.
El joven gorila sintió que era el gigante negro que conoció la primera vez que se encontró con esa humana.
Pudo ver el suelo, el terreno, las grandes manos y también la pequeña humana que estaba al lado.
Esa humana se puso una armadura plateada y desenfundo su espada.
La criatura que le estaba compartiendo la visión empezó a cambiar y sus puños empezaron a obtener una cierta textura.
"Oh…"
El joven gorila dejó salir su exclamación de sorpresa, ya que estaba viendo como la enorme criatura se transformaba detalle a detalle, imitando a un gorila.
¿Qué trataban de hacer?
Teniendo esa duda, el joven gorila vio como la joven tomaba la delantera mientras la criatura lo seguía.
Entendía que la 'criatura' en realidad era lo que manejaba esa jovencita glotona, pero entenderlo no fue suficiente para que pudiera asumirlo.
Avanzando juntos, ninguno de las dos ocultó su presencia y su velocidad solo aumentó, hasta que pudieron ver los primeros enemigos.
Quienes estaban en la parte trasera de la horda eran los heridos y aquellos que estaban comiendo para luego atacar.
El joven gorila pudo ver como un cadáver de un gran gorila anciano estaba siendo devorado por unos lycaons y su furia se elevó.
Quien actuó fue la jovencita que utilizó su espada liberando decenas de cortes verdes para golpear a su enemigo y evitar que huyeran, permitiéndole acercarse.
Con una velocidad que el joven gorila no podía ver, ella literalmente desapareció y al momento siguiente esos perros fueron cortados a la mitad.
De esa forma comenzó todo y ambas se movieron arrasando en contra sus enemigos.
La criatura gigante solo pisaba a los más débiles rompiéndole los huesos o utilizaba sus puños para golpear todo lo que se encontraba.
Tal actuación les recordaba a los gorilas ancianos que utilizaban todo su cuerpo para luchar.
"Vamos a dividirnos." Avisó la joven tras balancear su espada.
A donde había balanceado una línea dividió a un gran hipopótamo come hombre y a varias hienas.
"No seas imprudente. Yo asumiré la carga." Declaró la gran criatura apuntando con su mano a la jovencita.
El joven gorila podía ver a través de los 'ojos' de la criatura y a pesar de que no sabía que rostro llevaba esa enorme criatura, sin duda sería algo de temer.
Sin embargo, la joven que se presentó como 'Aurora' dio una sonrisa antes de avanzar a otra dirección.
La gran criatura al quedarse sola se rio al escuchar los gruñidos de hienas que se acercaban.
Hasta ahora no habían llamado la atención y estaba en la parte más trasera... Sin embargo, fue por ahora.
La gran criatura se movió cargando a la manada y convirtiendo sus manos en garras cortó a las hienas que trataban de saltar.
Gran parte de ellas eran rango B y el jefe de rango A que también había saltado fue atrapado por la otra mano.
"GHHA…"
La gruesa mano negra apretó su agarre y la hiena fue aplastada dejando salir un sonido grotesco y volviéndose una masa de carne irreconocible.
Con tal entrada la gran criatura… No, la humana que fue presentada como 'Alice' dejo salir su presencia logrando que las hienas cercanas temieran.
Tal presencia atrajo a más enemigos y se dio conocer en medio de la horda, pero la criatura avanzó.
Sangre, cadáveres y más sangre… El joven gorila estaba viendo una máquina de matar profesional.
Decenas de lémures furiosos trataron de comer su carne y sin que se dieran cuenta, terminaron siendo empalados.
El joven gorila vio como púas salían de los brazos negros que parecían a lo de un gorila y atravesaban a los lémures.
La batalla se volvió más intensa y el joven gorila llego a un punto, en donde apenas podía ver bien la escena de batalla.
Decenas de Lycaons saltaban tratando de rodearlo y la gran criatura solo agitaba sus brazos.
Hechizos lanzados por criaturas que dominaban algún elemento, llegaban y la criatura continuaba regenerando su cuerpo.
Aplastó cráneos, utilizó a una gruesa serpiente como un látigo, quebró huesos, le arrancó las alas a un quebrantahuesos, levantó a un rinoceronte y lo empaló en contra una afilada roca.
Un Xenosmilus de rango S trató de devorar la cabeza y cuando saltó con su boca abierta, fue atravesado por una lanza.
Desde la garganta hasta el otro lado, asesinándolo en el acto.
Un guepardo dorado que era conocido por su astucia, sus garras afiladas y su pelaje dorado extremadamente resistente, le cortó un brazo a la criatura y lo comió con una mirada llena de provocación y sadismo.
Esa mirada duró demasiado poco y soltó un chillido aterrador cuando desde el interior la oscuridad lo cortó, saliendo del estómago.
La criatura acercó su brazo cortado y la oscuridad se unió, mientras el brazo volvía a crecer.
Tan solo para que, al momento siguiente, la masacre continuara.
La salvaje y siniestra presencia provocaba a todas las bestias y asustaba a las más débiles, haciendo dudar por cada a cada momento.
Un enemigo capaz de regenerarse de forma ilimitada, sin dolor y sin miedo… Eso era lo que se enfrentaba la horda.
Sin embargo, el joven gorila al ver todo como un tercero pudo notar otros detalles.
La precisión de sus movimientos, el control de la oscuridad y la capacidad para atacar de la forma más letal posible, dejo en claro que la humana llamada Alice, era extremadamente aterradora.
—Prepárate. Necesitaré que rujas de la forma más fuerte y temible que puedas. —Declaró Alice mientras agitaba sus brazos eliminado a otro grupo de lémur y luego señaló. —Si quieres tener al menos una posibilidad de que tu gente se salve. Ruge con todas tus fuerzas. Expresa toda tu ira.
El joven gorila al escuchar esa voz en su cabeza fue tomado por sorpresa y se puso nervioso.
Ella solo se movió.
Viendo un elefante sangriento cargando con todo su peso, la gran criatura se movió a alta velocidad.
Ambos tenían el mismo tamaño, solo que la otra parte parecía más pesada y poderosa… Liberando una presencia aterradora de rango S a la vez que lograba hacer temblar la tierra con sus patas.
*BOOM*
El choque fue aterrador y quien perdió en fuerza fue la criatura que empezó a retroceder debido a la poderosa carga del elefante.
Los rugidos, aullidos y chillidos como si estuviera en el medio de la horda fue escuchado y las emociones de tales ruidos demostraban alegría.
Pensando en una victoria al ver como los colmillos atravesaban a la criatura azabache.
Tal pensamiento paso demasiado rápido.
"…"
El joven gorila no pudo ver oír nada más cuando tentáculos negros empezaron a clavarse la espalda y los lados del elefante.
La criatura lo sostuvo de sus gruesos colmillos que atravesaban su carne y le impidió huir… Dejando que los tentáculos que salían de su espalda lo atravesaran por completo.
Hasta que la carga se detuvo.
Sin embargo, la escena no terminó en ese punto.
Los tentáculos negros empezaron a devorar el cadáver del elefante a una velocidad aterradora.
Pasando del pelaje rojizo, la carne y los órganos hasta que alcanzó el núcleo mágico de rango S que fue tragado por la oscuridad y al final solo dejo un cadáver medio devorado.
—Ruge.
La voz de la jovencita sonó en su mente y la visión del joven gorila volvió a cambiar.
Ya no solo pudo ver a través de los ojos de la criatura, sino que literalmente vio todo a su alrededor… La visión que ella tenía.
Era una visión completa de 360 grados que no dejaba ningún punto ciego y tras ver los alrededores, el joven gorila sintió su corazón latir.
Estaba literalmente en medio de la horda, rodeada de todo tipo de enemigos y poderosas criaturas de rango S mirando con miedo natural.
Era el miedo que se le daba a un 'depredador' más poderoso y aterrador que ellos mismos.
El joven gorila sintió la emoción, la ira y… La sensación de que estaba en la cima de todos y rugió.
"¡GRAAAAAAAA!"
Un poderoso y aterrador rugido que todos creyeron que salió de la misma criatura negra que dio la impresión de rugir.
Tal dominante y vigoroso rugido, se mezcló con la presencia siniestra haciendo que todos creyeran que era el depredador que estaba en la cima de todos, siendo capaz de devorar a todo aquel que se interpusiera.
Esa compleja mezcla consiguió que muchas criaturas instintivas huyeran y la 'cadena de mando' se rompió.
Otros rugidos se levantaron entre los Smilodon Fatalis tratando de recuperar su control y al mismo tiempo, otro rugido vino desde más adelante.
"¡GRAAAAAA!"
Al principio fue uno, pero al momento siguiente se multiplicó… Era un rugido de furia y tenacidad, de querer proteger lo que deseaban o morir en el intento.
Eran los rugidos de los gorilas atronadores.
La gran criatura al completar su tarea, saltó a lo alto y voló varias decenas de metros, golpeando a un grupo de cuervos gigantes que estaban volando.
Afirmándose en un árbol al caer, aplastó a otro grupo de cadáveres y empezó a huir.
"Gaaa…"
Los rugidos que daban la sensación de ser órdenes para que eliminaran a la criatura negra fueron escuchados, pero muy pocos se acercaron para seguirla.
Demostrando que hasta la criatura más estúpida le temía.
El joven gorila sintió un dolor de cabeza ante la visión completa y tras un momento, su visión volvió a la oscuridad.
En esa oscuridad estaba la jovencita utilizando una poción para curar una herida en su pierna.
La sangre tenía un color rojizo y el joven gorila creyó que lentamente se estaba oscureciendo.
"Estoy bien. El cuerno del elefante sangriento me cortó y me retrasé en esquivar." Declaró la joven con un tono calmado y ocultando su herida, señaló. "Buen trabajo. Ahí tienes un regalo."
A donde había señalado era a una pequeña pila de núcleos mágicos ensangrentados.
¿Cuándo fue que los extrajo?
Entre ellos estaba el núcleo de rango S del elefante sangriento y del Xenosmilus que la había atacado.
"Si quieres hacer lo que hice, necesitas fuerza." Dijo Alice y riéndose, declaró. "Así que puedes asimilarlo a todos. Si es que deseas avanzar, César."
La fuerza de la otra parte, la destrucción que causó con sus propios puños y la masacre que llevo a cabo.
Esta vez el joven gorila no la corrigió y se dirigió a esos núcleos.
Después de todo, estaba seguro de que este era el primer ataque.