Ella era…

En una oficina privada, Liam no pudo evitar fruncir el ceño al leer el último informe.

Aurora tras la conversación con la quoariana, realizó una reunión y al final tomaron la decisión de seguir con el procedimiento de convertir la conciencia de los Quoarianos en datos.

"Es una decisión lógica, pero el tema es lo que vendrá después." Murmuró Liam con seriedad.

Si no le van a dar una 'educación' similar a la que tuvo Quaren, ¿entonces que iban a hacer?

Tal pregunta podía ser respondida si uno leía los detalles de la conversación de Aurora y la quoariana, que la primera distribuyo a las autoridades.

Lo primero que se iba a hacer cuando se volviera, era encargarse de ver que educación le brindarían y cuál sería el método.

¿Iban a dejar que una inteligencia artificial se encargara de educarlos o iban a usar algunos mecánicos? Esas eran las dos ideas bases para encargarse de todo.

El resultado de una y otra iban a ser muy diferente y en ambos casos resultaba difícil saber cuál iba a ser el resultado final.

Lo que llevo a esta toma decisión fue que la naturaleza había enviado un mensajero para que la expedición se preparara.

Una muestra de que la naturaleza no deseaba conflicto y lo único que buscaba era que ellos se fueran de ese mundo… Que ahora era suyo.

"Es posible que el Lucius se encargue de todo." Murmuró Liam pensando en las posibilidades.

Ese individuo era excéntrico y poco confiable, pero no había duda de que era un experto en temas tecnológicos y principalmente informáticos.

Tanto Minerva como Atenea eran dos inteligencias artificiales que superaban a cualquier otra creación y ese hombre las trataba como sus 'hijas'.

Liam como alguien que interactuaba con Atenea y estaba maravillado con ella, entendía lo impresionante que era Lucius.

A la vez era fácil de darse cuenta de que ese 'Sabio' haría un buen trabajo si es que lo dejaban a él.

"Espero que no me miren a mí." Dijo Liam con una media sonrisa mientras veía una notificación en su reloj holográfico.

La notificación se trataba del aviso de que actualmente estaban tratando de atacar los servidores de Zerzura y el problema era que esta notificación no había desistido desde que se informó sobre el portal.

Faltaban unos días para que entraran al mes de julio y que la expedición saliera, pero ya muchos estaban tratando de infiltrarse en el sistema de Zerzura.

Buscando descubrir toda la información que tenían sobre la tecnología y los 'beneficios' que podrían haber extraído.

Los atacantes virtuales eran prácticamente de todo el mundo… Literalmente.

Liam había recibido más de una decena de mensajes de conocidos de otras redes de información y ellos avisaron de que muchos querían contratarlos para infiltrarse a su red.

Incluso Serena aviso que aceptó un trabajo y que estaba literalmente diciendo que 'atacaba', pero en realidad estaba aprovechándose del dinero que le pagaban.

Tener buenas relaciones con otras redes de información era bastante agradable y Liam era bien conocido en el bajo mundo de la información.

"Tengo que decidir a quién aplastar primero…" Murmuró y pensando en la situación utilizó su inteligencia artificial para buscar a sus objetivos.

Si bien había algunos oponentes problemáticos, que eran expertos en este tipo de tarea y que le causaban problemas, la seguridad de Zerzura no era una broma.

Dejando de lado que la Iglesia del Tiempo y el Espacio estaba en la ciudad, la Empresa Apicius estaba muy bien relacionada con la Empresa Cosmos y por eso tenían bajo su poder a Atenea.

Esa IA como parte del 'Sistema de Protección' estaba encargada de administrar los drones, gestionar las misiones y las señales de emergencia, a la vez que era la última protección virtual de Zerzura.

Liam estuvo bastante tiempo con Atenea y había intentado muchas veces de vulnerar sus sistemas, tratando de probarla, pero si bien al principio tuvo oportunidad, actualmente le era imposible hacerle algo.

Así que, si alguien trataba de atacar virtualmente pensando que en los sistemas de Zerzura se encontraría almacenada toda la información del portal, se encontraría una muralla impenetrable.

"Lucius es un lunático, pero ha creado una obra maestra." Murmuró Liam mientras se conectaba a Atenea.

Estaba seguro de que esa entidad artificial lo estaba escuchando en este momento… Una Inteligencia Artificial lo suficientemente avanzada para tener libre capacidad de pensamiento, diseñada por un lunático que claramente no le interesaban las reglas de las robóticas ni ningún límite.

Si una inteligencia artificial de este tipo cayera en manos equivocadas era muy posible que la situación terminara muy mal.

"Estoy contento que estés con nosotros, Atenea." Saludó Liam sin ocultar su sonrisa.

Al frente de él, sus drones empezaron a proyectar las 'IP' de aquellos atacantes que eran más novatos y todo ese trabajo fue realizado por Atenea.

Otra proyección también apareció y en ella se encontraba una figura holográfica que estaba claro que era femenina, pero no podía distinguirse ninguna característica.

Era posible que 'Atenea' pudiera tomar la forma virtual que deseara, pero que se mantuviera en esta figura sin característica, daba la impresión de que era una 'inteligencia artificial'.

"Me encantaría tenerte siempre conmigo." Dijo Liam con una enorme y emocionada sonrisa.

Cada vez que la veía, se emocionaba como un niño y no porque veía a 'Atenea' como un juguete nuevo, sino que al ver a una compañera con quien podía jugar.

"No puedo salir de Zerzura. Mi deber es la protección de la ciudad." Respondió la figura holográfica de una forma robótica.

¿Lucius le dio ese objetivo?

No, ese sabio excéntrico no era de aquellos que le darían un objetivo a una 'entidad' que podría ser independiente y que podría desarrollar libre albedrío y pensamiento autónomo.

Por tal razón, Liam dio una sonrisa al escuchar el rechazo.

"Es una lástima. Tampoco deseas contraatacar aquellos que tratan de dañar Zerzura, ¿cierto?" Preguntó Liam con cierta sonrisa.

"Es innecesario. Ninguno de los atacantes ha podido llegar a mi defensa y todos están atorados contigo." Respondió Atenea, logrando que Liam diera una sonrisa.

Él era la primera defensa virtual y si bien entendía que no era el mejor de mundo para crear protecciones virtuales y era más bien alguien dedicado a vulnerar sistemas, no estaba solo.

Cada miembro de su red información y de aquellos relacionados con él, en toda África actualmente estaba luchando en esta batalla virtual.

Había mecánicos con habilidades muy curiosas y capacidades únicas, por tal razón decidió que todas las redes de información afiliadas protegieran Zerzura.

De esa forma obtendrían experiencia y estarían preparados para futuras ocasiones.

Zerzura dependía de su 'Sistema de Protección' y Atenea era el núcleo de este sistema que se encargaba de la seguridad de todo el lugar, brindando apoyo tanto a aventureros como a los policías y otras autoridades.

Por tal razón, las otras redes de información afiliadas en toda África estaban realizando este trabajo y Liam no podría evitar sonreír, ante el poder del dinero.

Las inversiones no venían solo de Aurora, sino que también de la Empresa Apicius, quien, si bien pedía trabajos determinados, pagaba de forma jugosa.

Era imposible que alguien rechazara las invitaciones para unírsele a pesar de que había determinadas restricciones y deberes.

Y lo mejor de esta situación, era la oportunidad que estaba al frente de él.

"Vamos a dejar de lado a los que no están en este continente. No tenemos el tiempo para encargarnos de ellos o enviar una advertencia." Dijo Liam y dejando salir más drones, ordenó. "Localicemos a todos los atacantes que provienen de África y comencemos un contraataque."

Liam sabía que él mismo era conocido bastante entre compañeros del mismo trabajo, y más en África, pero si bien era la red de información más grande en este continente, no era el único.

Ahora algunos individuos que fueron contratados seguramente por potencias locales, estaban intentando dañar la seguridad de Zerzura con sus ataques virtuales, tal vez pensando que era uno de los cientos que lo estaba haciendo.

Esto último era verdad, pero a diferencia de los otros cientos, aquellos que estaban en África debían aprender de las consecuencias de meterse con él.

"Vamos a darle dos opciones. O se unen o son aplastados." Determinó Liam y con una sonrisa, preguntó. "¿Qué te parece?"

"Perfecto." Respondió Atenea.

A diferencia de su tono mecánico con el cual respondió, Liam pudo identificar esa aceptación personal en el asunto.

Su trabajo era proteger a Zerzura, en cuanto a contraatacar… Ese no era su responsabilidad.

No obstante, esta era una excelente oportunidad para aplastar a sus oponentes de negocios o asimilarlo, de la misma forma que una empresa con muchos ingresos compraba otras.

Utilizando su inteligencia artificial personal para comenzar a identificar sus objetivos, Liam dio una mirada a otra proyección repentina.

Era una notificación de aquellas que tenían prioridad para serle informado y cuando Liam presionó en la notificación, su expresión tembló al ver la noticia y el encabezado.

"¡¿Qué demonios?!"

******

En medio de una tienda de joyas en la ciudad de Los Ángeles, una mujer estaba dando una mirada a unos pendientes que brillaban dando la impresión de ser caros.

Su expresión pensante y la mirada detenida, la hizo ver como una clienta que posiblemente deseaba comprar.

Sin embargo, en medio de esa mirada, sus ojos se movieron a otra mujer que estaba en la otra esquina de la tienda.

Esa mujer que estaba en sus cuarenta y tantos, y también estaba actuando como una potencial compradora.

Sonriendo y pareciendo que estaba pensando sobre lo que iba a comprar, la mujer madura sintió la mirada y ambas entendieron el significado en los ojos de la otra.

"¿No le gustaron?" Preguntó la vendedora y con una sonrisa, señaló. "Tenemos otros diseños y tamaños, por si usted desea."

Un perfecto ejemplo de una vendedora que a pesar de que su cliente no se decidía, seguía manteniendo su sonrisa.

"Es mejor que guardes silencio y me entregues todo lo que tienes." Pidió la joven mujer que estaba comprando.

"¿Disculpe?"

La vendedora dio una mirada aturdida sin entender, pero su expresión se volvió pálida de inmediato.

Eso fue debido a que la mujer mayor había activado un artefacto que generó una barrera espacial que cubrió toda la tienda, junto a otros artefactos.

"¡Al suelo!" Gritó la joven mujer sacando una varita de su manga y liberando su presencia de rango A, ordenó. "Al suelo, no se muevan y no intenten nada."

Varita en alto y apuntando a todos los clientes.

La forma que emanaba calor y revelaba un fuego rojo en la punta, aterró a los clientes, quienes obedecieron sus órdenes.

El guardia que estaba a cargo de la seguridad y que era un rango A, también obedeció cuando el fuego empezó a crecer.

La ladrona de mayor edad lanzó una esposa mágica y utilizó un pergamino para dejar inconsciente a cada uno de los clientes, incluyendo al guardia.

"¡Llévate todos!" Ordenó la más joven mientras rompía los cristales y usaba su anillo espacial.

Era un anillo espacial modificado que no necesitaba tocar los objetos para hacer que entrara en el espacio interno, sino que podía absorber objetos alrededor de forma rápida.

Normalmente estas tiendas tenían seguridad para evitar todo tipo de interferencias espaciales y los anillos espaciales se retrasarían en funcionar.

Ese método era ocupado para evitar las 'manos rápidas', pero ahora tal seguridad fue rota por la mujer de mayor edad.

Más y más joyas fueron robadas, luego fueron a la parte trasera y tras abrir la entrada de seguridad, empezaron a guardar toda la reserva.

Este 'golpe' fue planeado y el dúo demostró su experiencia al vaciar todo el lugar.

Entonces, luego simplemente salieron a la sala principal y al ver el lugar vacío, ambas usaron otros anillos para cambiar su apariencia.

Cuando ambas cambiaron a mujeres de mayor edad que estaban en la ancianidad, sus ropas también cambiaron y salieron por la entrada con cuidado.

Afuera de la tienda, estaba un centro comercial y muchas personas seguían caminando por los pasillos.

Ambas simplemente cerraron la puerta a su espalda y luego caminaron a la salida del centro comercial.

Si uno miraba la tienda en donde habían estado y cuyo interior estaba destruido, podría ver que desde el exterior todo parecía normal.

Un artefacto de ilusión fue dejado y fue por esa razón que nadie de afuera pudo ver lo que ocurrió en el interior.

Ahora esa tienda daba la impresión de seguir vendiendo como siempre y si alguien trataba de abrir la entrada, no podría acceder debido a que ellas la cerraron.

Pasando otros guardias de tiendas importantes y algunos aventureros que estaban en el área, ambas salieron a la entrada principal del centro comercial.

Por un momento, el dúo se miró y ninguna de ellas pudo ocultar su sonrisa, pero en medio de esa sonrisa, hubo cierto silencio.

Era normal que la entrada del centro comercial siempre fuera concurrido, pero ese silencio alteró a ambas y tratando de mantener la calma, dieron una mirada a los que estaban cerca.

Los transeúntes no estaban mirándola a ellas, sino que estaban en silencio mirando al frente y cuando ambas ladronas redirigieron su mirada, sus expresiones temblaron.

Una figura estaba descendiendo del cielo con cierta calma.

Equipada con una coraza y hombreras metálicas de color plateado que brillaba de forma reluciente, su máscara blanca estaba siendo cubierta por algunos tintes que dibujaron dos ojos negros.

A cada lado de su cadera estaba una espada enfundada y su cabello rubio revoloteaba por la suave brisa.

Esos ojos negros, dibujados en la máscara, estaban fijos en ambas ladronas, quienes no pudieron evitar temblar ante la posible identidad de quien la estaba mirando.

Ella era…