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Suerte y perseverancia

Pequeña aclaración: Cada volumen es independiente del otro. Sigue su propia línea de historia y no se ve afectado por los volúmenes anteriores. Bueno, salvo por algún poder o habilidad que se viene arrastrando por el conocimiento y la personalidad del protagonista que va evolucionando. Volumen 1 Cross over entre nasuverso y Madam ou no Vanadis Volumen 2 viaje por Juego de Tronos, Señor de los anillos y Dark Soul 3 Volumen 3 Mushoku Tensei y Danmachi. Volumen 4 Naruto y muchos otros. -o- Kain, antiguo vástago del equilibrio. Renació en el mundo de Fate y vivió durante varios siglos. Sin embargo, al encontrarse con su viejo enemigo, el dios Hilden, lucho y perdió. Ahora su alma viaja a través del multiverso buscando el poder y la forma de volver a aquel mundo por la venganza. -o- Reglas del juego: 1.- No hay power up indiscriminados 2.- Todo se estudia y se gana hasta dominarlo 3.- El alma influye sobre el cuerpo, por ende, el cabello y los ojos siempre serán los mismo (ojos color lazuli y pelo blanco). 4.-La fuerza es proporcional al conocimiento adquirido, la técnica y la fuerza del alma. 5.- El nivel del mundo es proporcional al alma. Eso quiere decir que si el alma del protagonista es fuerte, irá a un mundo de mayor nivel.

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935 Chs

Mundo Shinobi - Señores de la guerra - 419

Reika era una mujer del clan Uchiha y como la mayoría, tenía bonitas facciones y un rostro estilizado. Tenía el cabello de color purpura, peinado a la mitad, corto hasta la altura de las orejas y largo en la parte posterior. El cabello caía como una cascada de seda purpura amarrada en la punta por un listón de color. Hoy era blanco para que combinara con el kimono blanco con bordes rojos que le presto Akane Uchiha.

En medio del evento de moda de Akane, Reika y Akane llamaban la atención por encima de las modelos y mujeres de la nobleza. Incluso si Akane estaba embarazada.

Reika se destacaba por su 1.80 mts de estatura, la mujer más alta en el evento de moda. Sin embargo, diferente de Akane o el resto de las mujeres del clan Uchiha, Reika tenía un cuerpo glamoroso. Gracias al obi blanco con bordes rojos, sus senos se veían erguidos, la cintura apretada y las caderas anchas. Hombres y mujeres la miraban con admiración y lujuria. Sin embargo, Reika no conocía ese tipo de mundo y se sentía fuera de su elemento. Sus manos estaban aceitosas por la crema, el olor a pintura en su rostro y se sentía empaquetada en el kimono blanco con bordes rojos.

Reika miraba a todos lados buscando a Kain con la mirada, si hubiera podido activar su sharingan hasta el tercer tomoe sin llamar la atención, lo hubiera hecho. Se sentía nerviosa con todas esas miradas sobre ella. Además, la ropa la sentía incomoda. Reika estaba acostumbrada a la ropa holgada de los shinobis. Esta no era ella.

De entre medio de la multitud cercana a las mesas del coctel salió Kain. Este último llevaba puesto su haori blanco, destacando en altura con su 1.85 mts. El cabello blanco, largo y peinado hacia atrás, intensos ojos azules. Él también llamaba la atención, pero no tanto como Reika. Por otro lado, a diferencia de Reika, Kain sonreía y se dirigía en su dirección llevando una copa de champaña en cada mano.

Kain se detuvo a un metro de Reika, la miró a los ojos. Preciosos ojos almendrados, grandes y expresivos con un iris purpura. La nariz fina, la boca pequeña con labios gruesos. Ella fruncia el ceño con una expresión de incomodidad. Kain sonrió al ver ese rostro de bebé tan dulce —¿Se le paso la incomodidad, señora Uchiha?— preguntó

Reika sonrió de forma dulce e inocente y se relamió el labio inferior —yo— dijo pausando un segundo —todavía no soy la señora Uchiha—

—Mmm ¿Arrepentida? Mañana vamos a ir a ver a tus padres, este es el momento para retractarse—

—¡Nunca!— respondió Reika con la suficiente fuerza para que todo el mundo escuchara. Los ojos se dirigieron a ella de forma poco disimulada. Reika se puso roja como un tomate, se acercó a Kain y se ocultó en su pecho mientras este último sostenía una copa de champaña en cada mano. Kain volteó su rostro, miró a los comerciantes y nobles. Les dio un ligero asentimiento y después volvió a mirar a Reika. Ella ocultaba su rostro en el pecho de Kain.

—¿Dejaron de mirar?— preguntó Reika con voz pequeña

—No lo sé, no me importa— dijo Kain, Reika levantó su rostro y lo miró a los ojos. En este ambiente se veía tan indefensa que daban ganas de molestarla. Kain sonrió y continuo —no hay problema, la gente mira a Reika porque es bonita. No hay de que preocuparse—

Reika asintió, levantó su rostro y le dio un beso que encontró a Kain desprevenido. Los dos habían formalizado su relación hace un par de meses, así que se podían considerar novios. Por otro lado, Reika se volvió bastante aficionada a los besos, en cualquier lugar y sin previo aviso.

Kain respondió al beso equilibrando responder a Reika y sostener una copa de champaña en cada mano. Reika apartó su rostro con un rubor en las mejillas y la respiración errática. Ella sonrió de forma inocente. Kain soltó una risita y le dijo —ahora no nos van a quitar los ojos de encima—

—¡¿Eh?!— respondió Reika, se puso más roja y apoyo su rostro en el pecho de Kain para ocultarse. Kain soltó una risita malvada mientras Reika le daba pequeños puñetazos en las costillas para ocultar su vergüenza.

—Oye, número 2— dijo Akane

Kain miró a su hermana, cabello oscuro, ojos purpura, un haori dorado y un abdomen abultado por el embarazo. Ahí estaba el hijo de ella y Sakumo.

Reika levantó su rostro y miró en la dirección de la voz. Vio a Akane, veinte centímetros más pequeña que ella. Reika frunció el ceño y le dijo en un estado molesto —no me llames número dos, eres tan antipática como siempre. Te crees la mejor, pero solo eres una tonta pretenciosa—

Akane sonrió de forma burlesca y le dijo —eres número 2 porque yo te patee el trasero. Eso me hace la campeona y a ti una perdedora; número 2—

Reika frunció la nariz y negó con la cabeza en un gesto infantil.

Kain miró a su hermana con cierta seriedad y le dijo —Naomi también llama número 2 a Ryoko Takahashi. Si las dos hablan casi igual, se podría decir que piensan casi igual ¿Por qué no pueden ser amigas?—

Akane dejo de sonreír y miró a Kain con enfado —no me hables de esa lunática, no somos iguales. Ella no es real. Lo único bueno que tiene esa lunática es su dinero—

—Sí, sí— dijo Kain con una sonrisa burlona que hizo enojar a Akane todavía más —ella también te llamo lunática anoche. A todo esto, tengo que pedirte ayuda—

—¿Cambiando de tema para no recibir el castigo del cielo? Bien, me parece bien, ahora ¿Qué quieres?— preguntó Akane de malhumor

Kain soltó una risita y miró en otra dirección. Se mordió el labio inferior, negó con la cabeza y miró a Reika. Kain acercó su rostro y le dio un beso en la mejilla. Después dio un paso atrás y le tendió una copa con champaña. Reika la recibió con ambas manos, pero no se apartó de Kain. Este último miró a Akane, se enfocó en el vientre abultado por el bebé —tú no puedes beber— dijo

—Así es ¿Tienes algún problema?— respondió Akane y se cruzó de brazos.

—No, para nada, tú otouto solo se preocupa por ti—

Akane tirito y se froto los brazos —te he dicho un montón de veces que no me llames así, me da escalofrío— dijo

—Mujer irracional— dijo Kain, soltó un suspiro, sonrió y miró a Akane —me gustaría pedirte ayuda con ideas para diseñar una línea de ropa interior—

—¿Tú?— preguntó Akane confundida —he escuchado de maridos que le regalan ropa interior a sus esposas, pero no te veo como el tipo de persona que la confeccione—

—No, claro que no. Es solo que es un proyecto entre mezclado—

—Aaaaaah— dijo Akane entrelazando sus pensamientos y conocimientos —entre paréntesis, tú no vas a diseñar ropa, pero quieres crear algo de "eso" con estilo—

—Sí, algo de "eso", pero con estilo. Ya sabes, la jefa se enojó y me dijo que no utilizaría el prototipo porque era una cosa demasiado horrorosa—

—La entiendo, esa cosa es completamente negra y sin ningún cuidado. Tengo algunos catálogos que te podría prestar—

—Sí, pero también necesito aprender el proceso para calibrar mi sistema, ya sabes—

—Otouto, se te ocurren cosas raras, pero no las odio— dijo Akane con una sonrisa intrépida

—Espera, ahí vamos de nuevo ¿Por qué está bien que tú me llames otouto, pero está mal que yo lo haga?—

—Bueno, yo no tengo ninguna intención oculta—

—No tengo ninguna intención oculta—

—Kain Uchiha, te conozco hace años. Eres demasiado astuto para tu propio bien—

—Bueno, onee-sama— dijo Kain mirándola a los ojos. Akane tenía bonitos ojos con un iris purpura.

Akane tirito y se volvió a refregar los brazos —ya te dije, no me llames así, me da un mal presentimiento— dijo. Después miró a Reika y mostro una sonrisa burlona —por otro lado, si haces algo para Reika, todo va a tener que ser una talla XXL, jajajaja—

—No estoy gorda— dijo Reika con el ceño fruncido, ella miró a Kain y le preguntó en un tono mimado —¿Cierto que no?—

—No, no estás gorda— dijo Kain con una sonrisa amigable en los labios, le dio un beso en la frente y continuo —Akane no se refiere a eso. Es solo que eres un poco grande de algunas partes—

Reika miró su propio pecho y se dio cuenta de a que se refería. Con la ropa normal y la chaqueta táctica no se notaba, pero sus senos eran bastante grandes y con el kimono se veían aún más prominentes. Ella también se miró la espalda y vio su trasero que se alzaba como dos enormes montículos redondos. Ella se cubrió el trasero con las manos mientras derramaba la champaña de la copa. Reika miró a Kain con reproche, pero este último se mantuvo tranquilo, acercó su boca al oído de Reika y ella se ruborizo. Reika se puso más roja que antes y se ocultó en el pecho de Kain mientras le daba leves puñetazos con la mano izquierda, como si quisiera ocultar su timidez.

Al mismo tiempo, Akane sonreía mientras miraba a Kain y Reika. Ella miró en otra dirección y vio a Rei-chan hablando con varias mujeres y hombres de negocios. Uno de ellos, alto, de cabello oscuro, con un traje formal con corbata naranja, le preguntó algo. Rei-chan negó con la cabeza, mantuvo la tranquilidad en todo momento, pero el tipo siguió preguntando. Rei-chan negaba todo el tiempo. Al mismo tiempo, los otros acompañantes se alejaron de Rei-chan y del comerciante insistente. Rei-chan negaba con la cabeza, con las manos, pero el tipo sonreía y le seguía preguntando. Daba la impresión de que intentaba hacerla enojar. Rei-chan negó de forma enérgica con la mano, frunció el ceño y se dio la vuelta. Camino con dirección a ellos, el tipo la intento seguir, pero se detuvo.

Akane miró hacia un lado, miró a Kain mirando hacia el tipo con esos ojos azules tan fríos y amenazantes. Akane sonrió y pensó que como siempre, Kain podía dar mucho miedo sin siquiera intentarlo.

Rei-chan alcanzó a Kain. Rei-chan que por lo usual era sociable y siempre tenía una sonrisa de negocios en los labios, tenía una expresión molesta, el ceño fruncido y una línea marcada entremedio de sus cejas.

Kain miró a Rei-chan y le preguntó —¿Todo bien, amor?—

—Sí, todo bien— dijo Rei-chan cruzándose de brazos, trato de llevar su copa a la boca, pero se dio cuenta que no le quedaba champagne.

Kain le susurro algo a Reika, ella se apartó de Kain y lo miró a los ojos. Kain le dio un pequeño beso en los labios, le susurro algo y Reika asintió.

Ahora Kain tenía más espacio, se acercó a Rei-chan y estiro su mano izquierda vacía. Rei-chan lo quedó mirando con el ceño fruncido, Kain sonreía tranquilo y amigable, Rei-chan le entrego su copa y él le paso la suya. Rei-chan recibió la copa, soltó un suspiro y se apegó a Kain. Este último la abrazó por la cintura. Ella apego su cabeza al pecho de Kain y bebió de su copa. Kain le dio un beso en la cabeza.

—Con respecto a la ropa ¿Me puedes ayudar?— preguntó Kain mirando a Akane

—Sí, por supuesto, otouto, por ahora te puedo prestar algunos libros, pero me vas a tener que esperar un par de semanas hasta que me desocupe. De ahí en adelante, te puedo ayudar en todo lo que quieras—

—Genial— respondió Kain mirándola a los ojos mientras llevaba su mano derecha a la cintura de Rei-chan, la abrazo y se lo acariciaba para darle consuelo. Él se apartó y añadió —voy a dar una vuelta. Reika y Rei-chan, cuiden de Akane—

—¡Oye!— protesto Akane —estoy embarazada, no incapacitada—

—Tú no me importas, me importa mi sobrino— dijo Kain y le sacó la lengua. Akane también le sacó la lengua y negó con la cabeza en un gesto infantil.

Kain sonrió, le dio un beso en la frente a Rei-chan, se acercó a Reika, le dio un beso en los labios y camino a otro lado.

—Kain ¿Qué vas a hacer?— preguntó Rei-chan con una expresión de preocupación en su rostro

Kain se dio la vuelta mientras sonreía y le respondió —a conversar un poco, a hacer amigos ¿Qué más podría hacer?—

Akane y Rei-chan miraban a Kain con preocupación, pero considerando lo mañoso que se ha puesto, puede que no haga nada extremo.