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Re//4U - El día sin mí

Libro en versión editorial y física disponible en Amazon. Tras un destello en el cielo, Noah es atrapado en un bucle del cual haga lo que haga no puede escapar; mientras, gracias a su terquedad, termina relacionado con una red de secuestros. "El amor y la muerte" detrás de un muro color negro.

IsamarG · 都市
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22 Chs

Re/vive The Feeling

¿Por qué me miras de esa forma?

[Re/vive The Feeling]

Noah se encuentra acostado en el sofá de su sala, su única pista es el demonio Laplace.

Suspira. "¿Cómo se supone que deba de encontrar a quien hace de demonio?, podría estar en cualquier parte del mundo, nada me asegura que se encuentre cerca". Apoya su mano sobre su barbilla. "Estoy seguro de que yo no lo soy, me habría dado cuenta, aunque, podría ser que yo esté relacionado con aquella persona". Gira su cabeza en dirección hacia una ventana. "No entiendo el por qué solo yo, fui atrapado". Se sienta. "Quizá, debería quedarme en casa, por ahora". Toma el control remoto y enciende el televisor. Cambia de canales hasta llegar al de noticias.

"Mientras se disputaba una persecución en la zona B varias personas inocentes fallecieron; esto fue causado por la muerte de 2 oficiales los cuales conducían 2 vehículos, al parecer lograron darles un tiro directo causando..." Noah baja un poco el volumen mientras el reportero sigue hablando.

"Ese... ese es el accidente en el que estuve involucrado con Derek las anteriores veces". Le pareció algo sorprendente ya que, él en un principio, lo vivió en carne propia. -¿En realidad, yo podría intentar evitar ese accidente?-. Gira su vista en una dirección opuesta a la que se encuentra el televisor. -Si... en este día han ocurrido muchas cosas, quizás todo está conectado al bucle, tal vez todo esto es una pista y uno de los culpables es quien hace de demonio. Pero, es imposible que yo, un simple universitario evite todo lo que ocurre; no tengo ningún poder como en las películas, además no soy lo suficientemente bueno-. Muerde su uña.

Se levanta de su sofá, se prepara una merienda y se desviste para dar una ducha. -Tal vez yo no pueda hacerlo solo, quizá si buscara ayuda, no, también sería contraproducente y todo se reiniciaría si llegara a salir mal. Aunque, ahora que recuerdo, la vez que fui al hospital escuché un poco las noticias de la noche, recuerdo un secuestro, y... poco más, ¿Por qué mi memoria no me favorece en esta situación?. Digo, sí ese tal demonio, no está satisfecho con estos futuros, quizá, me dice indirectamente que debo cambiar algo-. Dentro de su bañera, gira su vista de izquierda a derecha, Está intranquilo. "Ni en la universidad llegué a pensar tanto sobre una cosa".

Sale de la ducha, mira el reloj, ya oscureció.

"Bien, todo listo, con esto debería poder aguantar hasta las 0 horas". En la mesa de centro se encontraban 4 bebidas energéticas, varias sopas instantáneas, y 3 películas distintas. Esta vez se prepara para poder estar despierto hasta el cambio de día, parece algo simple, aunque en ninguna ocasión lo intentó. "Con esto debería aguantar, aunque claro, preferiría descansar mejor, todo esto va a dañar mi salud mental". Toma asiento, abre una lata y enciende el televisor.

"Sobre los secuestros ocurridos durante el día...". Aún estaba en el canal de noticias.

Se mostraron un par de fotos sobre las chicas desaparecidas. Noah se atraganta con la bebida, tose y sube el volumen.

"No puede ser, esa chica". Apunta al televisor con su mano derecha. "Esa es la chica que vi en el parque, sabía que había algo raro, pero nunca imaginé esto". Se rasca la cabeza, escucha algo, observa la entrada de su departamento, parece no ser nada; se tranquiliza y pone cómodo. -Tal vez si la ayudo descubra algo más sobre ese tal demonio; todo parece tan conveniente; me siento controlado-. Agita su cabeza de derecha a izquierda. -Ayudarla por capricho, claro, que fácil-.

Su celular vibra, llegó un nuevo mensaje. Hora 10:02 pm.

Abre el mensaje y lee lo siguiente. "¿Podríamos vernos ahora mismo? A una calle de mi casa a las 10:10". Se sorprende, era un mensaje de Marlene, justo un día después de haber terminado.

"¿Qué quiere a estas horas?". Frunce el ceño. -Creí que no me volvería a hablar-.

Después de un rato de pensar sobre si debería ir o simplemente ignorarla; se decido por ir, de igual forma ya había planeado aguantar hasta el cambio de día. Se termina la lata que abrió, apaga el televisor, se pone un suéter color negro y sale de su departamento.

Tras llegar al lugar acordado, la calle estaba vacía, solo se encontraban un par de coches estacionados en la orilla; había un único farol en la esquina el cual ilumina a Noah, Marlene aún no llega, tuvo que esperar unos cuantos minutos.

-¿Por qué estoy aquí? ¿No se supone que ya no somos nada? Quizá debería volver antes de que llegue-. Saca su celular para ver la hora. 10:16 pm.

En ese momento llega. Trae el cabello recogido y un suéter casual que combina con un pantalón deportivo, se mira un poco agitada. -¿Habrá corrido hasta aquí?-. Piensa Noah, mientras la observa con mirada amarga.

Quedan en silencio, Marlene toma aire y comienza a hablar. "Perdón, ¿Te hice esperar mucho?".

"A, no, pff, acabo de llegar". Responde Noah siendo sarcástico. "Y bien, ¿Qué quieres?".

Marlene se molesta por la actitud. "Yo sé que justo ayer terminamos". Se acerca hacia él. "Y ahora te contacto, sé que te puede parecer frustrante pero no tienes que asumir esa actitud". Frunce el ceño, nunca antes se había molestado tan rápido con él, ¿Cuáles son sus intenciones al contactarlo ahora?.

-¿Ayer?, Es cierto, ayer terminamos, para mí es como si hayan pasado semanas-. Piensa Noah, se intenta separar un poco. Suspira, gira su mirada en dirección a la suya. "¿Quieres calmarte?". Dice en tono irritado, la toma de los hombros y la aparta.

Nuevamente silencio, oh silencio, tú, tan fácil de quebrar, pero, cómo llegas a pesar.

En la profundidad del silencio, un gato negro salta de la barda; se oyen sus pisadas y se pierde en la oscuridad; a lo lejos se detiene por un segundo, solamente se observa el reflejo de sus ojos color verde.

Marlene aparta su mirada, no parece estar muy feliz.

"Dime de una vez para que me llamaste". Dice Noah en un intento de hacer terminar esto.

Marlene gira su vista de vuelta a Noah. "¿Tienes novia verdad?".

"¿Qué?". Se esperaba todo, menos eso. "¿De qué estás hablando?". Casi llega a gritar. "¿Qué te hace creer que tengo novia?"

"Los vi...". Lo dice casi susurrando.

"¡¿Qué?! no puedo oírte, habla más alto".

"Si ¡Que los vi! no puedo creer lo fácil que pudiste reemplazarme, solo pasó un día. Los vi, ahí en la biblioteca, vi como sonreían y disfrutaban mientras leían un libro, se veían tan... tan felices juntos que me fue imposible no sentir algo". Aprieta los dientes, su pecho arde, siente una impotencia que hace mucho no había sentido.

"Sabes... Fuera mi novia o no, eso ya no es de tu interés". Dice molesto, aumentando el volumen de su voz. "Tú... Tú fuiste quien quiso terminar todo esto y ahora vienes aquí como si nada, queriendo meterte de nuevo conmigo". Se inclina para poder acercarse a ella. "¡Tú!, tú sabias que eras lo que más amaba y, aun así, no te importó, aguanté todos tus caprichos y así fue como me lo pagaste". Toma una bocanada de aire. "¿Pero sabes qué? todo esto ya no te incumbe, ¿Por qué? porque ya no somos nada, ¿Entendiste?".

[S/rr/w]

Lo abofetea haciendo que se calle de una; fue como si el sonido recorriera cada rincón de alrededor.

Tristeza, arrepentimiento, enojo; todo se refleja sobre ella. Por sus mejillas van danzando unas cristalinas lágrimas, que intenta aguantar.

"S...". Quiere decir algo, pero palabras no salen. "¡Se qu...". Justo cuando lo iba a decir, son interrumpidos.

"Oigan tortolos". Es un oficial de baja estatura. "Este no es el lugar, ni el momento de estarce viendo".

Noah dirige su vista lentamente hacia él. "Descuide oficial". Dice y aparta a Marlene de su camino. "Estaba a punto de irme". El oficial, confundido, siente un escalofrío al toparse con su mirada.

"Esper...". Marlene intenta detenerlo, pero su voz cada vez se hacía más débil, hasta el punto en que no se escuchó nada.

"Bien... creo que debería irme". Dice el oficial. "Tú también deberías irte, ve con cuidado".

Marlene cae de rodillas, baja la mirada, aprieta el puño, pero sabe que nada de eso sirve. Queda sola, rodeada por la belleza de la noche.