La muerte y el pétalo.
[Re/place Laplace]
12 de Julio. 9:34 am.
"Si Derek llega exactamente a mi casa a las 10:12 am, entonces probablemente en estos momentos esté saliendo de su casa". Truena el cuello y agita su camisa, vuelve a sudar. "Tendré que poner una excusa, le diré que enfermé y no quiero contagiarlo, tendrá que creérselo; igual, no le daré más explicaciones". Cambia su ropa.
46 minutos más tarde.
-Salí de mi casa para tratar de buscar alguna respuesta, pero en realidad no tengo ni la más mínima idea de que cosa podría hacer o hacia a donde podría ir-. Mientras camina con la mirada hacia el pavimento, recuerda a Marlene. Deja salir un pequeño suspiro. -Si aún estuviéramos juntos quizá podría pedirle algo de ayuda-. Se da un golpe con la palma abierta en la frente. -No, no seas idiota, ella ya no está y aunque lo estuviera no hay forma en que me pueda ayudar en esto-.
Durante ese momento, al final de la cuadra, observa de reojo un cabello largo, sedoso, color rosado claro, el cual pertenecía a una chica de estatura media, grandes ojos cafés, pecas en sus dos mejillas y un flequillo cubriendo su frente; vestía un vestido casual, color negro con encaje en sus mangas.
Noah sintió como si fuera atraído naturalmente "Je". Suelta un sonido. -Qué sensación tan extraña ¿Quién será?-. Sin si quiera pensarlo va tras ella. -De todas formas no tenía idea a donde ir ¿Qué más da?-. Se dice a sí mismo.
Tras seguirla durante 5 minutos, la chica entra en una biblioteca. Un ambiente relajante, estanterías ordenadas y libros muy bien cuidados; contaba con un doble piso en el cual además de haber más libros se encontraba una cafetera la cual era libre para cualquier persona.
-No puede ser que la haya perdido, solo la descuidé un segundo ¿Tan rápida es?-. Mueve su vista a todo alrededor. Camina entre los estantes, los recorre de lado a lado. Al llegar al final la encuentra, deja de caminar, retrocede, se cubre detrás del estante y la observa. -Si Derek o Marlene me vieran pensarían que soy un acosador y dejarían de hablarme-. "¿Qué diablos estoy haciendo?". Dice murmurando.
En ese momento la chica se levanta de la mesa, dejando a la vista el libro que leía. Se dirige hacia los estantes. Noah se hace el tonto y finge estar buscando un libro. Ella pasa de largo; Noah se tranquiliza y vuelve la vista a la mesa.
-¿Dejó el libro abierto?-
Se acerca hasta la mesa y se sienta para poder verlo mejor. Justo en la página la cual estaba abierto lee. "El demonio de Laplace" -¿Qué es esto?-. Interesado continúa. "Normalmente conocido como demonio". Las palabras se reflejan en sus pupilas. "Aunque su creador, el inventor Laplace, nunca utilizó la palabra demonio en él...". Escucha un ruido, gira, solo son las demás personas leyendo. Continúa leyendo. "...se le dirigía como una inteligencia, la cual, para ella, nada era incierto y el pasado, al igual que el futuro, siempre serán presentes ante sus propios ojos". Su mente se sumergió por completo en la lectura, había algo en ella que le generaba mucha curiosidad. Alguien se acercaba.
"Boo, ¿Qué lees?". Era la chica de antes; su rostro mostraba una sonrisa que nunca había observado.
"A-aah, ¿Yo?, emm, n-nada importante". Responde Noah; se pone nervioso, comienza a sudar y su pulso cardiaco aumenta, no tiene idea que decir.
"Mmm, ¿Enserio nada importante?". La chica se acerca gentilmente. "Mmm, déjame ver".
-Está muy cerca, esto es malo, no dejo de sudar, estoy muy nervioso-.
"¡Oh! ¿Estabas viendo acerca del demonio de Laplace?"
-¿Por qué se hace la sorprendida? Ella acaba de dejar el libro en esa página-
Comienza a marearse; quizás todo esto, los nervios y lo que siente, se deba a causa de su belleza; ¿Podría haberse enamorada a primera vista? No, sería muy extraño, aun cuando solo lleva unos minutos de conocerla, pero, esta sensación, es como si estuviera hipnotizado. No es capaz de entender esta conexión.
"Oye, oye, reacciona". Dice ella. Agita su mano sobre los ojos de Noah; este había quedado perdido viendo fijamente hacia un punto en el fondo.
"Ah sí, si leía sobre Laplace". Responde. Ella se burla por su expresión.
"Genial, yo también buscaba información sobre ello, sabías que...". Justo en ese instante la interrumpe.
"¿Me podrías decir primero tu nombre?". Dice con un rostro serio y tragando saliva, está haciendo su esfuerzo por concentrarse.
La chica se sorprende por el cambio repentino en su tono; se miran a los ojos, el ruido externo a ellos parece desvanecerse.
[Silence]
"Ah, cierto, olvidé presentarme". Dice ella con una risa nerviosa. "Me llamo Rosé, y... ¿Y tú?, ¿Cómo te llamas?".
{Rosé escrito sobre una hoja de cuaderno}
"Emm, yo, este...". -¿Se puso nerviosa?-. "Me llamo Noah".
"¿Noah?, que buen nombre". Estira el brazo para darle la mano. "Ahora somos amigos".
-Que rara-. "Si". Le responde devolviendo la sonrisa.
"Oye, oye Noah". Se acerca lo más que puede hacia él. "Mira, mira, este es Pierre-Simon Laplace". En la página se encontraba una imagen del inventor. "Sabias que el demonio que inventó puede hacer cálculos al instante, es impresionante verdad, ¿Verdad?". Sus ojos brillaban.
"S-Si, si, lo es". Noah rasca su mejilla izquierda a causa de los nervios.
"Lo sabía, y mira, él conoce la posición y el impulso de los átomos en el mundo, así sabe el futuro en tan solo un instante".
-La expresión que tenía en ese momento era muy linda, pareciera que en verdad disfrutaba de hablar sobre eso conmigo-. Tras decirlo, toma asiento junto a él y vuelve a acercarse, pero esta vez con una silla. Noah se queda viendo fijamente a un punto de la pared justo atrás de ella. Todo se opaca. Ella continúa contando cosas, pero ya no pone atención. Con decir una sola palabra, esta hace eco, pero desaparece. -Futuro-. Piensa; el dolor de cabeza vuelve a aparecer, es como una punzada. -¿Calcular el futuro?-. Sus pensamientos se nublan. -Este fenómeno puede calcular el futuro; alguien me involucró dentro de un bucle y ese alguien está haciendo de él demonio, es la respuesta más lógica y real, hablando científicamente. Quizás supongo de más, pero entonces, todo se ramifica, el primer día en que morí, el día en que Derek pierde la pierna; todo es más real de lo que me puedo imaginar...". Comienza a sudar, a morder la uña de su pulgar y el dolor aumenta gradualmente. -...no, esto es una broma, no podría ver a Derek en ese estado por mi culpa, no, no, no, todo... todo es falso, el dolor es falso ¿Quién necesita dolor? No existe, falso, falso...-.
Se levante de golpe solo para terminar cayendo al suelo, grita. "¡Aaaaa!, duele, duele, duele". Al hacerlo sostiene su cabeza con las dos manos, el dolor es insufrible, todo está borroso, siente que va a desmayarse.
El silencio se rompe tan fácil como un cristal...
Rosé se levanta preocupada. "¿Noah? ¿Qué pasa? No me asustes". Se acerca a él, lo toma de las manos. "Tranquilo, respira, ya pasó; mírame". Hace que levante la vista.
Como si fuera magia, el dolor se calmó; como la fluidez en la marea.
-¿Qué... qué hizo? ¿Qué pasó?-. Piensa Noah.
"Ya, ya, todo está bien". Dice Rosé mientras le acaricia la cabeza como bebe. "¿Te sientes mejor?".
"Si... creo". Quedó pasmado. Después de eso, ambos vuelven a sentarse. "Oye...". Las palabras del libro se reflejaban en los ojos de ella; responde con un gesto, mientras acomoda un mechón de su cabello detrás de la oreja. -Que linda-. No podía dejar de observar todos sus rasgos, gestos y delicadeza en sus movimientos. Agita su cabeza para volver a concentrarse. "este, sí; después de todo lo del demonio, supongamos que ocurre una situación...".
"¿Qué situación?"
"...Este, el día se repite ¿Si? Supongamos que eso ocurre ¿Ese día está calculado por el demonio? ¿Es su voluntad?".
"Probablemente". Hojea el libro. "Quizás no está satisfecho con los resultados hasta ahora".
Noah baja la vista. "¿Y el libro no dice como se podría encontrar?".
"No creo, esta es la única sección que habla sobre ello". Responde Rosé, apuntando con su dedo a la página.
"Bueno..."
[Ti/me]
-Perdí la noción del tiempo, era como si estuviera hipnotizado por ella, me sentía, no sé, bastante cómodo ahí. Mi único punto de enfoque, era esa chica; como si hubiera tenido una conexión. Después de varias horas, se tuvo que ir. Yo subí al segundo piso de la biblioteca, me preparé un café e intenté buscar un poco más de información, pero nada era útil; al final me fui-.
Sale de la biblioteca y revisa su celular. Cero mensajes nuevos. Observa la hora, ya es tarde, comienza a sentir hambre. Para él, no fueron más que minutos; es como si el tiempo se hubiera distorsionado y hubiera avanzado más rápido de lo normal. No le da más importancia, guarda su celular y camina hacia casa.
Por el camino, pasa al lado de un pequeño parque. El viento chocando con las hojas de los árboles, la sombras que crean; todo es tan relajante. Algo llama su atención; un tipo con sombrero y vestimenta color negro, se encuentra en una de las bancas, platicando tranquilamente con una chica, que a simple viste parece tener 15 años; parece estar inquieta.
Noah hace caso omiso, y aparta la mirada, fingiendo no haberlos visto.
Llega a su departamento, se quita los zapatos, se prepara una comida simple y se sienta en el sofá para descansar.
"Que cansancio...". Termina de comer y se acuesta. -Que tranquilo ha estado hoy-. Gira y se cubre con una almohada.