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One piece: Rompiendo la trama, veamos quién te salva.

Todos hablan siempre de salvar a ace y matar a momonosuke. De esas dos cosas solo estoy de acuerdo con una. Ahora que estoy aquí, sería una pena hacer lo que siempre hacen los viajeros. Así que. Rompamos la trama y veamos quién salva al niño del destino de mis manos. Que el mundo sea un caos. Mugen despertó en el cuerpo de un pobre tipo que le habían torcido el cuello por manos que repentinamente aparecieron por todo su cuerpo. El poder de la amistad y de aventura mientras juegan a las casitas, que se vayan a la mierda. Una segunda generación al que todos cuidan y le salvan el culo cada vez que está en problemas. (luffy) Veamos si todavía pueden llevarte de la mano como si cuidaran de un niño al camino del rey pirata, cuando yo estoy aquí.

Sunkenrock · アニメ·コミックス
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12 Chs

capitulo 9

Una tormenta de arena se movía por el desierto

Dentro de la tormenta estaba crocodile.

Habían pasado varios minutos desde que había partido para acabar con los piratas.

Esta sería la última vez, fue un pequeño capricho el ir.

Después de todo, pronto obtendría lo que buscaba y este país ya no era necesario para sus planes futuros.

Solo necesitaba encontrar aquella arma, y su ambición se cumpliría.

Ya podía imaginar su futuro cuando tuviera en su mano lo que por muchos años ha buscado.

"Hmp... cada uno de esos malditos ya me las pagarán más tarde."

Recordando el propósito de su venida a este país y su venganza, resopló con una mirada oscura, mordió su puro y su viaje continuó.

"Que es eso."

De pronto a la distancia se percató de un punto negro, que cada vez se hacía más grande.

"Una persona."

La tormenta de arena cubría el cuerpo de crocodile, puede que quizás aquella persona que volaba sobre su cabeza no lo notará, pero él podía ver con claridad todo a su alrededor.

Pronto, aquella persona paso de largo a crocodile sobre su cabeza.

Crocodile se detuvo y miro hacia atrás.

La tormenta de arena se detuvo y el desierto volvió a la calma, Mugen quien saltaba pisando el aire en el cielo volteo su cabeza y miro a crocodile.

Los dos cruzaron miradas.

Mugen se sujetó el sombrero en la cabeza y lo bajo un poco, retiro su mirada y siguió hacia su próximo destino.

Por otro lado, cocodrilo se quedó pensativo.

"Ese tipo, está pisando el aire, rokushiki de los marines, y esa ropa negra."

Crocodile convirtió su cuerpo en arena y una tormenta se produjo a su alrededor, siguió los pasos de Mugen.

"La dirección en la que se dirigió es rainbase, es coincidencia o es otra cosa, además, el aura que tiene ese tipo es desagradable, una mirada carente de emoción."

"Cipher pol. Los lacayos del gobierno. Será que lo que hago en este lugar quedó al descubierto."

Crocodile confundió a Mugen con un agente del gobierno, si se permitía que sus planes se filtraran a terceros, lo único que podía hacer era silenciarlos.

No podía darse el lujo de que nada estuviera mal.

 Estuvo años planeando y trabajando por lograr su objetivo.

 Luego de finalmente ver su futuro que estaba a un solo paso de completarse, no permitiría que nada lo arruine.

En el desierto de arabasta, sin nadie alrededor, se podía ver a un hombre volando por el cielo mientras se sujetaba el sombrero para que no volará con el viento, mientras una tormenta de arena lo alcanzaba por detrás.

Mugen ya lo había sentido, era algo que ya esperaba.

Tan pronto se encontró a crocodile en su camino, supuso que ese tipo no lo dejaría tranquilo.

Más o menos se pudo imaginar lo que pensaba ese tipo.

Porque si fuera el quien estuviera en su lugar, no dejaría que nada interfiera con mis asuntos.

Además, la dirección en la que se dirigió, crocodile no es un tonto y aunque no sabe cuál es su propósito, si ve a alguien quien conoce la técnica geppo del rokushiki de los marines volando justo en la dirección de su escondite, es fácil levantar sospechas y desconfiar.

Por lo tanto, después de pensarlo, Mugen se detuvo en el desierto, su cuerpo cayó al suelo mientras descendía pisando el aire con pasos ligeros.

La katana recién obtenida la sostenía con una mano, el sombrero de paja atada en la funda, mientras que con su otra mano sostenía su sombrero de copas.

Crocodile noto el cambio y se detuvo a cierta distancia por detrás, la tormenta de arena se dispersó con el aire fusionándose con el desierto.

Mugen se sacó el sombrero y peino su cabello hacia atrás, volvió a ponérselo y lo jalo un poco hacia abajo haciendo sombras para cubrir sus ojos.

"¿Quién eres, no te he visto por estos lugares, hacia donde te diriges.?"

Crocodile preguntó, su mirada lo recorrió de la cabeza a los pies.

"Mi nombre es Mugen, un viajero, me preguntó si tiene algún propósito para que me detenga, señor crocodile."

"¿A quién perteneces, al gobierno o a la marina?"

"Usted se equivocó, no pertenezco a nadie, si usted lo pregunta solo por el geppo del rokushiki."

 Mugen no siguió explicando, crocodile debería haberlo entendido, aunque con solo decir que no pertenecía a ninguno de los dos lados, es decir, al gobierno o a la marina, era difícil de creer, cualquiera podía mentir, si mentir sirve para salir de un apuro, es una buena manera.

Sin embargo, crocodile también sabía que el geppo, no era una técnica que solo la marina utilizaba.

"Usted cree en el destino, señor crocodile." Pregunto Mugen de repente.

"El destino es una mierda, qué clase de pregunta es esa." Crocodile respondió sin siquiera pensarlo.

Si fuera alguien más quien estuviera en el lugar de Mugen, él no se pararía a charlar con la otra parte como si nada, sin embargo, mugen es diferente.

Crocodile sintió el aliento de alguien fuerte, ese es el primer punto.

Una pelea entre los dos llamaría demasiado la atención, sus propios trucos son bastante llamativos y todavía no conoce a la otra parte.

Aunque el desierto es su campo y piensa que tiene la ventaja contra cualquier clase de oponente, es mejor ser cauteloso y no actuar sin pensar.

Él no es un novato que nunca ha visto el mundo y sabe con quién meterse y con quién no.

Puede que su fuerza haya disminuido con el pasar de los años que estuvo en el grand line, el paraíso.

Pero aún conservaba ese sexto sentido que le advertía, más bien, aún conservaba algo de su toque de instinto natural y salvaje que lo alertaban de una presencia peligrosa.

Mugen frente a él le dio una sensación de algo peligroso, un aliento a sangre y salvajismo escondido en una apariencia que aparentaba nobleza y elegancia.

Puede ser solo un poco, pero le recordó a alguien a quien se enfrentó muchos años atrás.

El viento soplaba trayendo polvo de arena que se levantaban en el aire, pasaba del mediodía y el calor se hacía sentir en la atmósfera.

Sin embargo, para las dos personas en medio del desierto eso no era importante, más bien, parecían no verse afectado por algo tan pequeño.

Mugen rompió el silencio. "Qué coincidencia, tenemos los mismos pensamientos, el destino es una mierda, al igual que las profecías dichas por algunas personas, solo creo en mí y en lo que pienso."

"No entiendo lo que dices. Ve al punto quieres, no pierdas mi tiempo con tonterías."

"Es verdad, puede que el calor me haya afectado un poco, entonces iré directo al grano." Mugen levantó la cabeza y miro a crocodile directo a los ojos. 

"Hace unos momentos le pregunte que si creía en el destino, es no fue algo que pregunte al azar, ya que en un principio planeaba buscarte por una cosilla."

"Quien diría que por cosas del… Digamos que es una suerte, si lo piensas bien así se podría llamar, digo, mira todo lo que nos rodea, y justamente encontrarnos frente a frente."

"En fin. Quiero charlar contigo sobre algo, yo te puedo ayudar y tú puedes cooperar un poco conmigo, nos podríamos beneficiar el uno del otro, claro, si es que estás de acuerdo luego de escuchar lo que tengo que decir."

"La decisión está en tus manos."

Crocodile no intervino y solo escucho.

Mugen sonrió y hablo. "Se trata de lo que estuviste buscando durante años." 

"Plutón."

¡¡Espada del desierto!!

Tan pronto como escucho la palabra Plutón, crocodile no dudó y atacó.

Agitó su mano y la arena se reunió, fue como un corte afilado que realizaría un espadachín con su espada.

Un ataque con forma de media luna formado de arena se dirigió hacia Mugen.

Por otro lado, Mugen sonrió, sostuvo su sombrero y recibió el ataque de frente, no hizo nada para esquivar ni defenderse.

Había una posibilidad de que resultara de esta manera, ya lo había pensado cuando conoció a crocodile.

Sin una batalla entre los dos, no se podría hablar sobre cooperación.

Por ahora él es un don nadie, nadie lo conoce y no es famoso, no es pirata y mucho menos tiene un cartel de recompensa.

Es decir, un tipo que salió de la nada y que conoció por coincidencia, que además sabe su secreto.

Crocodile no lo pensaría dos veces y solo atacaría con intención de matar.

Puede que crocodile se mantuviera en guardia cuando estuviera frente a Mugen, a quien lo califico como alguien peligroso, no conocía el propósito de la llegada de Mugen y quería saber la razón de por qué quería conocerlo.

Aún tenía un poco de curiosidad cuando él dijo eso.

Sin embargo, cuando Mugen nombró aquello por lo que tanto había trabajado, y hacer todo lo posible por mantenerlo en secreto.

Se olvidó de todo lo demás y su pensamiento estaba en que esta persona debe ser silenciada.

Con un fuerte estallido, la arena cubrió a Mugen, y como una ola que contenía poder y pesadez, arrasó con el área circundante, añadiendo otra capa de arena más al desierto, parecía una pequeña montaña.

Crocodile no se distrajo y se mantuvo alerta a cualquier cambio, su mirada penetrante y algo oscura escaneo los alrededores con vigilancia.

"Ese tipo está mal de la cabeza, estaba sonriendo y estoy seguro de que mi ataque lo golpeó de lleno, no se defendió ni esquivo."

Crocodile notó un cambio y su mirada se enfocó en la pequeña colina de arena que se hizo con su poder, la arena se movía y pronto apareció Mugen desde el interior.

No hubo ningún cambio en su persona, solo un poco sucio y nada más.

La arena estaba en su traje, se sacó el sombrero y lo sacudió una cuantas veces con la palma, se peinó el cabello y volvió a poner el sombrero.

Luego de darse palmadas en su ropa para sacarse la arena restante, miro a crocodile y se disculpó.

"Lo siento, es un pequeño abito, no me gusta esquivar ni esconderme, por lo general me gusta recibir los ataques y luego contraatacar."

Crocodile lo miro con una mirada en blanco y dijo. "Alguna vez te han dicho que estás mal de la cabeza, es la primera vez que veo a un tipo como tú. Por lo general, las batallas son atacar, esquivar, planear, y así entre muchas cosas."

"Pero un tipo quien recibe los ataque de otros, y aun sonriendo, es la primera vez que lo veo."

Crocodile sonrió y se interesó.

"Aunque no sé de dónde sacaste esa información."

"Que piensas, estás interesado en seguirme, resulta que me faltan subordinados fuertes, tú pareces serlo, y más que los otros inútiles que tengo."

"Lo siento, lo pensaría dos veces si esa invitación fuera sincera de tu parte, pero, tus palabras dicen una cosa y tu mente piensa de otra, es obvio que estás pasando por una etapa en el que no confías en nadie."

Mugen miro a crocodile y dijo. "Y es por eso, por esa actitud de no confiar en nadie que te ganaste mi elogió."

Crocodile borró su sonrisa y solo se burló. "Hmp, tipo interesante, pero estúpido, no sabes apreciar una oportunidad, aunque mis pensamientos fueron obvio y fácil de adivinar."

"Pudiste haber aceptado en silencio y quizás luego encontrar una pequeña oportunidad de escapar de mis manos."

Crocodile levantó su mano y un pequeño tornado se formó en su palma. "Ya no tengo el interés de seguir más con esto, así que muere por mí."

¡¡Tormenta.!!

El pequeño tornado se expandió y un remolino se formó, el viento que lo rodeaba parecía una cuchilla afilada que parecía poder cortar todo a su paso.

Mugen se preparó, ahora fue su turno de atacar.

Crocodile todavía tenía una mano estirada cuando lanzó el ataque, su rostro contenía confianza y su arrogancia se podía ver en los ojos, despreciando todo.

Sin embargo, esa confianza y arrogancia que tenía en su rostro cambio a un pequeño shock por lo que vio.

Mugen paso a través del tornado y pronto llegó frente a crocodile.

La velocidad de Mugen fue algo a lo que crocodile no pudo reaccionar.

Mugen abrió su palma y la estampó con fuerzas en el rostro de crocodile, lo empujó hacia el suelo.

Un fuerte golpe de algo pesado cayendo sobre el suelo resonó, la tormenta de arena se detuvo y todo se quedó en silencio.

El viento soplaba levemente.

Mugen y crocodile yacían en un agujero que se formó debajo de los dos.

Mugen miro a crocodile mientras que esté, agarraba la mano que tenía en el rostro.

"Maldito… Te apiadas de mí."

Crocodile hablo con dificultad, ya había entendido la diferencia entre Mugen y él.

Entendió por el golpe que recibió.

Se supone que su cuerpo es inútil contra los ataques físicos, esto lo hace pensar que Mugen tiene haki.

Y el poder que sintió, que atravesó su cuerpo, hizo que sus órganos internos resultarán dañados, aunque no sabe hasta qué punto.

"Me apiadó preguntas." Mugen miro a crocodile debajo de su mano, de hecho se había contenido, crocodile era un tipo que podría crecer con el tiempo, sería una lástima matarlo en este lugar.

"De hecho, sí." Respondió Mugen.

"Eres… Un maldito bastardo." Crocodile respiró con dificultad, la sangre salía de su boca, su peinado elegante y bien cuidado ya no se podía ver, con un solo golpe ya estaba fuera de combate.

Mugen se levantó y dijo. "En realidad, no me gustan esas peleas que se alargan si tengo la fuerza de acabar en un instante a mis oponentes."

"Pienso que este lugar en donde no hay ningún alma a la vista no sería un buen lugar en donde sea tu lugar de descanso después de que mueras. Te has vuelto débil. No conozco como eras antes de fuerzas, pero creo que este lugar, el paraíso, te ha vuelto débil y confiado.

"Apuesto a que solo has peleado con tipos mucho más débiles que tú a lo largo de los años, y eso ha hecho que tú te rebajes a su mismo nivel."

"Confías en tus logros pasados para ser arrogante y desdeñas a cualquier pirata que no te conozca, a su majestad oka shichibukai, imagino que has sacado provecho de eso, de tu título para imponer miedo a los novatos y ...."

"Bueno, me detengo, quién soy yo para decir esas cosas, si antes hice lo mismo, aún me arrepiento." Mugen negó con la cabeza y suspiro, miro a crocodile y se agachó en cuclillas junto a él.

Crocodile mantuvo su mirada en Mugen y su respiración se estabilizó.

Las palabras de Mugen resonaron en su cabeza, si mira a los hechos pasados que hizo a lo largo de los años, encontrara que aquellas palabras tenían algo de verdad.

Fue difícil de aceptar.

Mugen levantó su dedo y miro a crocodile. "Te contaré algo, antes de encontrarme contigo, conocí al segundo comandante de los piratas de Barba blanca."

Crocodile abrió sus ojos.

Se imaginó algo, aunque no estaba seguro.

Su propósito de venir a este lugar en un principio era porque había piratas peleando.

Por casualidad conoció a este tipo y si tomamos en cuánta la ruta de donde vino.

"Eres tú, uno de los piratas que causaban alboroto." Dijo crocodile.

"Casi, aunque no es del todo incorrecto, tiene algo de verdad." Mugen señalo con su dedo hacia atrás y solo dijo. "Como te decía, conocí a ese chico Ace y digamos que le di una paliza, el término con un brazo cortado y aún se desconoce su vida o muerte."

Crocodile de pronto de hecho a reír.

"Tú le hiciste eso a un hijo de ese hombre, Barba blanca no se quedará quieto, dime, estás asustado y por eso quieres que alguien coopere contigo."

Crocodile pareció haber adivinado lo que Mugen pensaba, o eso pensó.

Mugen sacudió su dedo. "No, no, no, lo contrario, no solo no quiero que me persiga, en realidad lo espero con ansias, espero a que traiga a todo sus piratas y me den caza."

"Porque eso es más divertido, verdad."

Crocodile miró con incredulidad, este tipo tenía una sonrisa.

Él lo esperaba.

Crocodile no sabía qué decir, sintió que había algo mal con el cerebro de este tipo.

"Entonces, hablemos quieres, luego decidirás si cooperas conmigo o no, pero al menos escucha lo que tengo que decir."