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Mi primera promesa - Parte 4

-Desde el punto de vista de Risa-

"Adiós". Fue lo último que le dije a mi idiota hermano mayor.

En la tenue interior de la estancia. Los rayos del sol que cubría la ventana, llegando hasta las profundidades de la sala.

Mientras limpiaba mi plato después de comer. Me preparo para ir a la escuela.

-Intentar hablar de cualquier cosa que se te ocurra. Solo te hace ver desesperado y patético.

Estando justo en la puerta principal, no puedo evitar decir esas palabras.

En serio… ¿Por qué necesitaría tu ayuda?, alguien que lastime nuestra madre de esa forma. ¿Por qué querría su ayuda?

Estaba leyendo mis notas mientras pensaba eso, y no pude evitar molestarme más.

Sin importar cuanto lo piense. No logro entenderlo.

Carisma, Valor, Astucia, Orgullo. No puedo ver nada de eso en él.

Aun cuando no tiene nada de eso. Siempre tiene esa sonrisa tonta en su cara.

Tratar de hablar conmigo como si fuéramos amigos. Solo porque vivimos en el mismo techo. Intentar que dependa de él.

¿Por qué tengo un hermano mayor como él?...

Da igual, tengo que concentrarme en mis asuntos ahora.

Mientras llegaba a la escuela, no tarde mucho hasta llegar a mi salón en el cual recibo clases.

Al parecer la clase no va a comenzar aun, ni siquiera había tanta gente. Talvez llegué muy temprano.

Mejor tomo este tiempo para estudiar, Saco el libro de mi mochila y empiezo a leer.

No tomo mucho rato, para que los demás empezaran a llegar. Nadie me prestaba atención y así está bien. No me gusta que me molesten mientras leo.

Mientras me concentraba en mi lectura, en ese momento. Apareció ella.

-¡RIIISAAAAA~!

… Esta tipa.

Como si disfrutara hacerme perder la cordura. Esta chica me abraza por la espalda con sus brazos, sin que yo me diera cuenta.

-¡Buenos días, Risa! ¡¿Cómo estás hoy?! ¡Veo que nunca pierdes el tiempo, ya tan temprano y estás estudiando! ¡Cómo se esperaba de la mejor de la clase!

-...

Este molesto rayo de sol hablante, es Sofía Keyes.

Linda, activa, dulce, molesta. Con un peinado de dos coletas color marrones.

No hay chica más escandalosa que haya conocido además de ella.

Es la única persona que me llega a dirigir la palabra en la escuela, los demás me evitan o me ignoran… Pero no esta chica.

-… Si ves que estoy leyendo, no me abraces de esa forma. Es molesto.

-¡Pero Risa, somos amigas y siempre estás ocupada estudiando o leyendo! ¡Me ignoras cuando te saludo! ¡Y si no puedo hacer que me hables de esta manera!, ¡¿Cómo podremos hablar?!

-No lo sé, cállate.

Esta chica, Sofía, solo la ayudé con un problema cuando estudiábamos, y eso fue todo.

Solo porque parecía un perro abandonado en la carretera y me dio lástima. No quería nada de ella a cambio, pero al día siguiente comenzó a hablarme cada vez que pueda y no se detiene.

¿Al menos se cansa?

Y ahora dice que somos amigas o algo así. Que haga lo que quiera.

Mientras veía a Sofía con las mejillas infladas y coloridas por lo que le dije. No tuve otra opción que hablar con ella.

-Sofía, ¿hicisteis tus deberes?

-¡Por supuesto, hice la mayoría!

-… ¿La mayoría?

-¡Sí! ¡Solo pude hacer unas cuantas preguntas! ¡Pero no pude hacer los otros! ¡Así que esperaba que me ayudaras con los que no pude!

-… Sabes, tienes que empezar a tomarte las cosas más en serio.

En serio, ¿Cómo esta chica pasa de grado?

-¿Cuántas preguntas pudiste responder?

-¡8!

… Espera un momento.

-Sofía

-¿SI?

-¿Qué no eran, 20 preguntas?

-¡Eso es correcto!

¿En dónde está la mayoría?

Al parecer, no se ha dado cuenta del error en sus palabras.

-Ya entiendo.

-Nnn, ¿Qué?

-Eres una idiota.

Cuando Sofía escucho lo que dije, empezó a hacer pucheros y parecía que estaba a punto de llorar. Solo porque la traje a la realidad.

En serio, tanto ella como "él". Son los únicos que me llegan a estresar.

-¿Uh?

Sin embargo, ya terminé de estudiar, así que le extendí una mano a Sofía. Que se encontraba golpeando mi hombro.

-Déjame ver tus preguntas, no te daré las respuestas. Pero te ayudaré resolverlas.

Como si hubiera visto un milagro ocurrir frente a ella, comenzó a llorar aún más y abrazarme. Otra vez.

-¡Gracias, Risa! ¡Te quiero! ¡Sabía que no me abandonarías!

Al darme las gracias con esa cara llena de lágrimas, no podía decirle que solo lo hago para perder el tiempo.

-Sí, entiendo. Aún tenemos tiempo antes de que la clase comience, así que puedes dejar de abrazarme. ¡Oye! ¡¿Me escuchaste?! ¡Suéltame! ¡Deja de secar tus lágrimas en mi ropa! ¡¿Por qué te estás riendo?!

Mientras trataba de despegarme a Sofía de mí, de inmediato empezó a reír a carcajadas.

… En serio, incluso tienen esa estúpida sonrisa

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Después de que las clases terminaran, me dirijo a la salida de la escuela con Sofía.

-Haaaa.

-….

La cual está caminando como un muerto viviente, debido al colapso mental que tuvo por el examen de hoy.

-Oye, camina correctamente, Si te sientes tan desanimada, estudia más la próxima vez.

-Pero… Es que no sirve de nada, no logro entender las clases. Y no me gusta estudiar sola.

Como si fuera el fin del mundo, empezó a decir irracionalidades. La prueba era de opción múltiple y lo practicamos antes de la clase, por lo que algo malo debe de pasar por tu cerebro si sacas una nota baja así de fácil.

-Si tienes problemas con las clases, puedo ayudarte si quieres. Siempre y cuando tenga tiempo.

No sé por qué la ayudo, pero entiendo esa parte de estudiar en solitario y lo aburrido que es, estudiar en compañía se puede aprender algo nuevo… Aunque sea con Sofía.

-¡¿En serio?! ¡Gracias, Risa!

Al escuchar mis palabras, Sofía me agradece, y como si fuera un gato, se abalanza hacia mí para abrazarme. Pero lo esquivo haciéndome a un lado.

-¡Risa, no me esquives! ¡Déjame abrazarte!

-Me rehúso.

Intentando abrazarme varias veces y todas las veces la esquivaba.

Que molesta.

Un rato después al caminar llegamos a un cruce en el cual nuestros caminos se separan, Sofía, alzando su brazo sin ver por dónde camina, se despide de mí y yo solo se lo regreso levantando un poco mi mano.

Mientras miraba la silueta de Sofía desvanecerse, doy un largo suspiro y me doy media vuelta para ir a casa.

La escuela no es lo agotador, sino ella.

De camino por las calles, saco mis notas para estudiar mientras camino. Un rato largo después me doy cuenta de que estaba llegando a un parque.

Sin darme cuenta, me detengo por un momento en la entrada, solo para observar un poco…

No ha cambiado en nada, ¿cierto?

No pude evitar sentir nostalgia al verlo. Venía muchas veces con "él" aquí.

Mientras empezaba a recordar, me detuve de repente. Sacudí varias veces mi cabeza para ignorarlo.

Una vez que me calme, comienzo a caminar o a través, pero…

-¡Oye!

Una voz que desconocía, me desconcertó por un momento y me giro para ver.

-¿Tienes un momento?

Unos 3 sujetos que estaban sonriendo estaban parados enfrente de mí y me llamaron.

-¿Uh?

… ¿Quiénes son estos idiotas?

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Los 3 sujetos que no conocía, me llevaron a hablar al parque que estaba cerca.

Ante todo, ¿no sé por qué quisieron que habláramos aquí? Me podrían haber dicho lo que querían decirme en donde estábamos antes… algo no me gusta de esto.

-¿Qué es lo que quieren?

Les doy esa pregunta obvia para terminar con esto rápido y uno de ellos hablo.

-Oye no hace falta estar tan a la defensiva, solo queríamos preguntarte una cosa.

-¿Qué?

El sujeto empezó a alargar la conversación más de lo necesario, y al escuchar mis respuestas directas, parecía que se molestó un poco.

-¿Conoces un Singular llamado, Ryuji Narukami?

-No.

-¿…?

Se sorprendieron al ver lo rápido que negué su respuesta.

-Si eso era todo, entonces…

-¡No, no, espera! Aún no hemos terminado

-¿No dijisteis que sería una pregunta?

Mientras ellos tenían una cara estúpida en sus rostros, empecé a molestarme.

Estos sujetos sí que son molestos, ¿Por qué me preguntan por mi hermano? ¿Serán sus amigos?... No, ese antisocial no creo que tenga amigos, y si los tuviera no me estarían preguntando por él. Si tengo que darle una lógica a esto. Es que estos sujetos son la razón por la cual mi hermano llega todo golpeado a casa… entonces la razón por la cual nuestra madre hace que se preocupe y se enferme más, es por ellos.

Mientras más pensaba, más ira tenía por estos tipos. De pronto comenzaron a preguntarme otra vez.

-¿Estás segura? Ustedes viven en la misma dirección. Debes de haberlo visto.

-Si te digo que no sé quién es. Es porque es así.

-¡Ugh!

Sin querer, deje que mi ira se filtrara un poco en mis palabras.

En serio, ¿En qué problemas se metió ese idiota?

Quería terminar con esto ahora.

-¡Si ya se cansaron de preguntarme lo mismo una y otra vez! ¡Tengo mejores cosas que hacer con mi tiempo que estar perdiéndolo con unos idiotas como ustedes!

No sé por qué estoy tan enojada.

¿Es porque indirectamente lastiman a mi madre? O… ¿Por "él"?

Intentando darle una razón a mi enojo, los tipos empezaron a molestarse y gritar.

-¡¿Qué es lo que has dicho?!

Uno de ellos levanto su mano derecha y me abofeteo en la cara.

Un dolor fuerte se posa en mi rostro y por la fuerza del golpe caigo en el piso.

¡Aah!, duele...

Pongo mi mano izquierda en mi mejilla que empezó a dolerme, mientras observaba el suelo.

Un dolor punzante, y sin darme cuenta dejé salir mis lágrimas.

Mientras exponía mis lágrimas. No sé el porqué.

Tal vez fue una coincidencia. Pero…

Empecé a pensar en "él".

Entonces…

-¡¡RISAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA!!

Un grito.

Los tipos voltearon para ver a la persona que hacia ese sonido. Solo para que uno de ellos sea golpeado por una mochila que fue arrojada.

-... ¿Eh?

Como si aprovechara la confusión, esa persona pasa a través de ellos, colocándose delante de mí dándome la espalda. Esa persona era…

-… ¿Ryuji?