Obito suspiro ligeramente, mientras recibía la mirada tranquila pero analítica del anciano, era parecida a la de Madara, excepto que con Madara, sentía que él no lo estaba viendo, estaba viendo mucho más allá de él.
Mientras que el anciano lo estaba viendo a él, un chico de 14 años con una cicatriz en la cara. Tal vez por eso se sentía más tranquilo en estos momentos.
― bueno, mi propuesta es muy simple en realidad.
El hombre continúo esperando a que el continuara.
― solo quiero que me permitas fingir que trabajo en la parte "legal" de tu tienda. ― Obito extendió sus brazos. ― pero claro que no solo sería eso, tengo entendido que por sobre todas las cosas eres un herrero de "corazón", pero obtener materiales puede ser complicado y caro si no perteneces a una familia más o menos grande, entonces yo puedo obtener materiales y traértelos.
― eso suena muy bien, pero ¿Quién eres tú? ¿a qué familia perteneces? Más importante aún, estás hablando como si la mazmorra fuera solo un juego de niños, sabes cuantos niños de tu edad o incluso veteranos mueran cada tanto tiempo, no voy a hacer un trato con un niño que morirá rápidamente.
― tengo confianza en mis habilidades.
― todos la tienen, hasta que sus huesos se rompen, sus extremidades son devoradas por monstruos, y la muerte los alcanza.
― yo no soy como ellos.
― ¿puedes probarlo?
― por supuesto, después de todo si vengo a ti proponiendo algo tan "irrazonable", una prueba de que puedo cumplir con lo que digo es necesario que tenga algo conque respaldar lo que digo.
Obito se puso de pie y camino hacia un lugar amplio, luego un vórtice se formó a partir de su ojo. Los ojos del anciano se abrieron con sorpresa, mientras vea como una gran cantidad de objetos comenzaron a materializarse frente a sus ojos, luego de un momento la distorsión de detuvo.
― esto será suficiente.
El anciano estaba sorprendido, nunca había visto una magia o habilidad parecida, en pocas palabras el chico acaba de sacar de la nada, suficientes materiales como para dos mochilas de un ayudante.
Se detuvo un momento para apreciar los objetos, y el asombro volvió a aparecer, la mayoría de esos artículos se podían obtener a partir del piso 20 hacia abajo, eso por si solo hablaba de la habilidad del chico.
Entonces comenzó a pensar, en primer lugar, la habilidad del chico para materializar cosas, era algo que nunca había visto, pero el mundo era razonablemente grande, así que no era imposible algo así.
Por otro lado, viéndolo bien, el chico a pesar de su edad tenía esa aura, que solo tenían aquellos que son fuertes.
Si tuviera que adivinar, su nivel seria 4 tal vez a punto de romper la barrera del nivel 5.
― bueno, con esto queda claro tu capacidad, pero aun no me has dicho lo demás.
― no pertenezco a ninguna familia de Orario. ― Obito no dijo que nunca había tenido familia, así no levantaría sospechas sobre el origen de su fuerza o habilidades.
― no me refiero a eso chico, solo hay una cosa que yo quiero saber.
― ¿Qué es? ― Obito pregunto mientras inclinaba la cabeza.
― ¿Por qué haces esto?
― . . . no quiero que ella se preocupe. ― el anciano lo miro esperando algo más que decir, Obito suspiro, al final sabía que tenía que ser honesto, y según toda la información que había recopilado podía decir que anciano era alguien confiable. ― yo. . fui salvado por maría-san.
― ah, ¿maría? ― el anciano pareció meditar un momento y luego estallo en una carcajada. ― jajajaja ella siempre está recogiendo a niños perdidos, entonces puedo suponer, que quieres fingir trabajar aquí para no preocuparle, ¿verdad?
― si.
― estas complicando las cosas, puedes ser un aventurero y decírselo a esa mujer, sabes . . . si mueres, ella lo sabrá de todas maneras, entonces no entien-
― no moriré fácilmente. ― Obito dijo con un tono firme, luego miro al hombre. ― además, no quiero llamar atención de las familias de Orario, o de cualquiera. Si llamo mucho la atención solo traería problemas a maría-san. Prefiero que todos piensen que solo soy un empleado de una tienda de armas.
El anciano lo miro un momento y luego se rasco la cabeza.
― los jóvenes de hoy en día, realmente les gusta complicar las cosas.
― lo siento, ― Obito se disculpó, por sus peticiones egoístas, pero para el eran lo suficientemente razonables.
― esta bien, acepto tu trato niño. ― el hombre dijo, luego se volvió hacia los materiales que estaban en el suelo. ― ahora bien.
― puede quedarse con esos-
― NO. ― la voz del anciano fue dura e inflexible con esa cortante respuesta. ― puedo ser un viejo que hace cosas ilegales, pero soy alguien honrado, te pagare por todo esto un precio justo.
El anciano dijo.
Obito hubiera protestado, pero con solo escuchar la voz del hombre supo que no había sentido en hacerlo, luego de un momento solo pudo asentir.
― esta bien . . . mm puedes donar el dinero a los orfanatos.
El anciano se giro para mirarlo, pero no dijo nada, simplemente sonrio.
― bien. Ahora que tal si establecemos todos los arreglos de nuestra sociedad.
― ¿sociedad?
― si, seremos socios.
― ahora que lo pienso, ¿no tienes más empleados?
― no, solo tengo algunos chicos que haces cosas para mí, pero ninguno que sea un empleado recurrente. Aunque mi hermano si los tienes.
― su hermano . . .
― sí, él no trabaja en la superficie, mm supongo que ya lo sabes ¿verdad?
― sí, su hermano trabaja en el piso 18, en Rivira, tiene un negocio donde vende algunas armas y suministros a los aventureros que están de paso, tal vez tengas que ir allí en algún momento.
― lo tendré en cuenta, entonces. .
― sí, siéntate esto podría tardar un poco.
Obito obedeció y se sentó.
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Su cuerpo se contorsiono de dolor cuando la suela de una bota se estrelló contra con estómago, sus entrañas se revolvieron. El dolor no tardo en extenderse por todo su cuerpo, subiendo por su Columna vertebra y haciendo que un escozor doloroso, la hiciera llevarse las manos instintivamente hacia ese lugar.
Sentía que quería vomitar, y pudo sentir el vómito subiendo por su garganta, pero no lo hizo.
― espero que hayas aprendido la lección. ― una voz aguda llego a sus oídos, pero ella no estaba poniendo atención, el dolor no la dejaba. ― ¿huh? Mira esta perra, ¿acaso me estas ignorando?
Entonces alguien la tomo de su cabello y la levanto del suelo, ella pataleo un poco mientras su pequeño cuerpo se levantaba, sostuvo la mano de la persona que la estaba alzando con sus dos manos, tratando de soltarse, pero pronto se dio cuenta de lo débil que era.
Cuando abrió sus ojos, vio a un hombre, uno que ella reconoció.
― s-sueltame.. ugh. ― un puño se estrelló contra su abdomen y el aire escapo de sus pulmones.
― cállate. ― el hombre dijo, escucho algunas risas de fondo. ― este es tu castigo por intentar escapar, en realidad pensaste que un pedazo de mierda como tú, podría huir de nuestra familia, después de todos estos años cuidandote, tienes una deuda tan grande que siquiera tu patética vida sería suficiente.
El hombre gruño con malicia.
― . . . ― ella se mantuvo en silencio.
El hombre sonrió.
― ahora que sabes lo que pasará si vuelvas a escapar, será mejor que comiences a ganar dinero.
El hombre dijo mientras la dejaba caer en el suelo, su debilitado cuerpo se quedó tumbado en medio del callejón donde le habían dado una paliza.
― ah, por cierto, si intentas escapar a pesar de todo, esos ancianos pagaran . . .
El hombre exclamo mientras se iba, seguido de otros dos aventureros.
Ella se quedó tumbada en el suelo, de alguna manera esto le resultaba familiar.
Ah, ella había encontrado a un chico tirado en el suelo hace un tiempo, que irónico que en ese momento ella se había detenido a ayudarlo, y darle dinero que ahora mismo le serviría mucho.
Ella sintió la frialdad del suelo, sintió la humedad de su ropa.
Sentía que su ojo derecho estaba inflamado por un golpe que recibió, si bien esos tipos fueron brutales con la paliza, no le rompieron ningún hueso, después de todo no podría trabajar si se lastimaba seriamente.
Ella se puso de pie, era tarde, el solo se estaba metiendo y el cielo estaba pintado de naranja. Se había quedado en el suelo por un par de horas.
Podía sentir el dolor entumeciendo todo su cuerpo, pero al menos podía moverse.
Comenzó a caminar, entre los callejones.
Como era tarde, había gente en las calles principales, entonces ella tomo los caminos menos frecuentados a estas horas del día.
Aun así, todavía había gente que la miraba, la mayoría de esas miradas eran indiferentes.
Con su vestido ensuciado, y los moretones en su rostro y manos, la mayoría de la gente preferían voltear a otro lado.
Le tomo un tiempo, pero al final llego al lugar que quería ver.
Asomo la cabeza, del callejón donde estaba.
Y lo vio.
El local de flores donde trabajaba, estaba destruido, era un puesto pequeño, que pertenecía a una pareja de ancianos. Las flores fueron destrozadas y esparcidas por el suelo, el puesto hecho de madera, fue destrozado.
Y cuando los ojos de lili se enfocaron en la pareja de ancianos que estaba llorando mientras veía, los restos de algo por lo que habían trabajado tanto.
En ese momento, fue cuando ella sintió que su visión se volvía borrosa.
Se dio la vuelta, y se fue.
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― ¿eh?. ― maría se dio la vuelta y miro a Obito con una cara de sorpresa. ― ¿conseguiste un trabajo?
― si jajaja. ― Obito dijo mientras se rascaba la cabeza.
María dejo la ropa que estaba colgando y se volteo para mirar al chico.
― me alegro mucho. ― exclamo con una sonrisa. ― ¿ y que trabajo es?
― oh, es en una tienda de armas, un poco cerca de la orilla de Orario.
― ya veo, ¿Cuándo comenzaras a trabajar ahí?
― hoy es mi primer día-.
― ah, por eso te despertaste mas temprano, para ayudarme con las tareas, debiste de tomarte con calma después de todo es tu primer día, no quieres llegar cansado.
― no te preocupes maría-san, estoy bien. ― Obito exclamo con una sonrisa. ― de cualquier manera . . . me quiero disculpar.
― ¿mm? ― maría lo miro intrigada.
― por haber dicho que los entrenaría sin consultarte primero.
―oh, no te preocupes obito. ― maría dijo mientras tendía mas ropa. ― sabes de alguna manera se siento un poco aliviada.
― ¿aliviada?
― si. ― ella dijo luego se volvió hacia Obito. ― el mundo en el que vivimos es muy duro, me alegra que al menos mis niños tengan alguien que les pueda enseñar a defenderse.
Obito se quedó en silencio un momento, y luego exclamo.
― si, les enseñare los mejor que pueda.
― oh, y cuando van a comenzar tus lecciones.
―mmm hoy por la tarde, ya he pensado en la rutina e entrenamiento adecuada.
― ya veo, te molestaría si los observo.
― oh, no, claro que puedes ver maria-san. ― Obito comento con una sonrisa. ― aunque puede ser un poco aburrido.
― ¿aburrido?
― si, no se trata solo de ser fuerte, sino de saber cuándo usar esa fuerza, quiero que ellos aprendan eso para evitar los problemas innecesarios.
Obito murmuro, recordando cuan inmaduro fue al lanzarse inútilmente para salvar a rin, es una decisión que tomaría sin dudar incluso ahora, pero si hubiera sido más inteligente, y hubiera pensado en un plan, no dejarse llevar por su estúpido corazón, entonces tal vez ahora . . .
Alguien coloco una mano en su mejilla, era fría al tacto, Obito levanto su cabeza con asombro, y se encontró con la mirada preocupada de maría.
― ¿Por qué tienes una mirada tan triste?
― . . . ― Obito desvió sus ojos hacia otro lado, y sonrió sin ganas. ― lo siento. . . recordé algo del pasado.
Ella lo miro con compasión, y dejo de tocarlo.
― bueno, si necesitas algo, siempre puedes hablar conmigo.
― gracias. ― Obito dijo, luego miro hacia el cielo. ― lo siento, creo que ya tengo que irme, nos vemos después.
― espera Obito. ― maría dijo mientras se iba a la iglesia, y luego de un mino volvía a salir. ― prepare esto para ti.
María extendió un almuerzo, Obito lo miro un momento y luego sonrió-.
― ¡muchas gracias!
Tomo el almuerzo y se despidió mientras corrió para salir de la calle dédalo. Mientras corrió dio un salto y escalo un edificio, después de verificar que nadie lo estaba viendo, formo un sello con sus dos manos, un segundo después un clon de sombrar surgió acompañado de una nube blanca. su cuerpo se desvaneció en un torbellino.
Obito miro al clon un segundo, ente asintió y dio un salto desapareciendo de su vista en un segundo.
― ¿guruguru ?. ― Obito dijo mientras se giraba hacia una pared cerca de la cual el cuerpo de Zetsu espiral estaba saliendo.
― ¿Qué vamos a hacer hoy?
― bueno. ― Obito se puso de pie y giro sus ojos hacia la torre que se alzaba cobre Orario, casi como si quiera tocar los cielos. ― vamos a explorar ese lugar.
― yeiiii. ― Guruguru vitoreo mientras extendía sus brazos en el aire.
El ojo de Obito se tiño de rojo, y tres magatamas se arremolinaron, mientras el cuerpo de Obito se desvanecía.
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Obito cayó en el suelo de su dimensión.
Luego de eso camino hacia el lugar donde estaban sus ropas.
Primer se quitó las sandalias y las dejo a un lado, miro las botas con una expresión complicada, no le gustaban, pero era necesario, sería demasiado sospecho si usaba sandalias ninja.
Suspiro, y se puso las botas.
Luego se sacó su camisa de color azul, y la lanzo a un lado, colocándose sus guantes y apretándolos, posteriormente tomo una túnica de color negro, con el interior de color gris, estas a diferencia de las que estaba usando cuando llego a este mundo esta túnica tenía el símbolo de los Uchiha grabado en la espalda.
Luego tomo su máscara naranja con líneas de color negro. Y se la coloco.
Luego su puso la capucha.
Miro las armas que estaban disponibles. Pero solo tomo unos kunais y unos shuriken, unos cuantos sellos explosivos.
Miro sus cosas, y luego de un momento suspiro derrotado.
Su cuerpo desapareció en un remolino.
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Se materializo en la entrada principal del laberinto, que era en realidad un agujero enorme, en cuyas pareces se formaba una escalera en forma de caracol que llevaba a las personas hacia las entrañas de ese abismo.
Obito miro el lugar con algo de curiosidad mientras su Sharingan recorría a todos los que estaban moviéndose en las escaleras. La mayoría de ellos estaban usando armaduras de cuerpo completo, o que solo cubrían ciertas partes de ellos. Algunos incluso no usaban nada más que sus ropas, lo cual era un poco extraño.
Había mujeres, hombre, demi-humanos con distintos tipos de orejas.
Obito los observo unos cuantos minutos, hasta que alguien lo brazo por detrás y casi cae.
― te encontré. ― Guruguru dijo con un tono bajo.
― sí, contaba con eso. ― Obito murmuro mientras miraba a Guruguru con una vena marcándose en su frente. ― de todas formas. . . ¿Qué deberíamos de hacer?
― ¿a qué te refieres?
― empezar desde el piso uno e ir subiendo, o simplemente vamos directamente hacia abajo, hasta encontrar algo interesante, ¿Cuál es la mejor opción?
Guruguru llevo un dedo a su mentón y luego dijo.
― vamos desde el principio, y cuando nos aburramos bajamos al siguiente piso.
― suena bien para mí, nos vemos en el primer piso. ― dicho eso se desvaneció en un remolino y desapareció.
Guruguru se hundió en la pared de la torre.
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El clon de Obito se movió por las calles de Orario.
Su trabajo era ir a la tienda de armas y fijar ser el real por unas horas. Ese fue el acuerdo que hizo con ese viejo.
Al menos unos dos días a la semana trabajaría atendiendo a los clientes que fueran a la tienda de armas, y el resto del tiempo el haría sus propios negocios entrando al laberinto y consiguiendo materiales para el viejo.
En realidad, este trato le proporcionaba un nivel de libertad bastante alto. Aun así, el verdadero eligió usar un clon de sombra para reemplazarlo en los días que tenía que trabajar en la tienda.
Estaba usando una camisa de color azul, y pantalones negros, además de sus clásicas sandalias ninja.
Mientras corrió alguien paso a su lado, incluso entre el mar de gente Obito lo reconoció a esa chica de inmediato.
Se detuvo y se volvió, la pequeña figura estaba caminado rápidamente bajando la cabeza, como si tuviera miedo de ser reconocida.
Obito extendió su mano casi instintivamente. Y tomo el hombre de la figura, esta se estremeció.
― oh lo siento. ― Obito dijo mientras bajada su mano rápidamente. ― creo que te . . .
Las palabras de Obito murieron en su boca, y sus ojos se abrieron con sorpresa.
Definitivamente era ella.
"Onii-san, no deberías de dormir en la calle, tienes suerte de que Lili se haya tomado el tiempo de ayudarte entiendes, ¿entiendes?"
La mirada de Obito se volvió fría por una fracción de segundo.
― . . . ― la chica lo miro con miedo, pero luego de unos segundos ella pareció reconocerlo. ― tu . .
Lili le devolvió una mirada incrédula.
El rostro de la chica estaba cubierto de moretones y rasguños, uno de sus ojos estaba morada, y por la reacción que tuvo cuando la toco, probablemente todo su cuerpo estaba en un estado deplorable.
El clon de Obito la miro un momento, y apretó su puño ligeramente.
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Obito corrió.
sus pies apenas tocando el suelo mientras se movía a una velocidad de ensueño.
Hasta ahora estaba ubicado en el piso 5 del laberinto, le tomo una hora llegar hasta este punto, principalmente porque quería asegurarse de recorrer la mayor cantidad de terreno posible antes de pasar al siguiente piso.
Se movió esquivando las garras de un kobold, que era un monstruo con un cuerpo humanoide y una cabeza de perro, actualmente estaba rodeado por un grupo de 20 de estas cosas, moviéndose ligeramente esquivo otro ataque, luego usando su mano desnuda tomo el brazo del kobold, y lo rompió, el monstruo soltó un aullido de dolor.
― ruidoso. ― Obito murmuro, mientras lanzaba el monstruo contra el grupo, luego tomo un kunai, y corto el cuello de uno de ellos limpiamente.
Al aparecer hasta este piso los kunais convencionales seguir pudiendo cortar a los monstruos con facilidad, según escucho, mientras más bajabas, los monstruos se hacían más resistentes, llegando al punto en que su piel era incluso tan dura como el metal.
Eso significaba que un mero kunai no podría atravesarlo, Obito había teorizado que podría solucionar eso consiguiendo un arma de mayor calidad, o infundiendo chakra en sus armas.
Obito se detuvo.
Los 20 kobold estaban muertos, tomo alrededor de 1 minuto.
Obito se giró para mirar a Guruguru, al igual que él estaba usando una capucha de color negro. Principalmente para que no lo confundieran con un monstruo y lo atacaran.
― a qui están. ― Guruguru exclamo mientras dejaba caer 20 cristales en el suelo, Obito los miro.
― gracias Guruguru. ― extendió su mano y toco los cristales, estos desaparecieron en un segundo.
― debemos de llevar como 100 de esas cosas. ― Guruguru comento mientras miraba los alrededores.
― tienes razón, si seguimos a este paso llegaremos el piso 18 en unas dos horas. ― Obito comento mientras observaba las paredes del laberinto, era un espectáculo, podía ver como líneas de vida, de mana se extendía por todos lados, conectándose y ramificándose, era como estar dentro de un ser vivo.
Desactivo su Sharingan. Desde que comenzó con esto tomo la decisión de no usarlo a menos que fuera necesario, principalmente porque quería saber que tan fuerte era sin usar su dojutsu. Hasta ahora las cosas habían sido extremadamente fáciles.
― . . . fuu. ― Obito suspiro. ― vamos.
Comenzó a correr nuevamente.