No se sabía cuanto tiempo había pasado y Kurama estaba despertando con un gran dolor de cabeza - "Ugh... ¿donde estoy?"
Con cuidado intentó moverse pero se dio cuenta de que es taba atrapado con cadenas que bloqueaban su chakra. Él normalmente no tendría problemas en romperlas pero el dolor de cabeza que sentía impedía moldear bien su chakra aunque luego de unos minutos él volvería a estar como si nada.
"Es bueno ver que despertaste~" - dijo Anko mientras caminaba a su lado.
". . ." - Kurama solo guardó silencio mientras miraba a la mujer.
"¿Nada qué decir?" - preguntó la mujer de cabello morada mientras le ronroneaba.
"De alguna forma no estoy sorprendido de que esto pasara" - dijo Kurama mientras suspiraba.
"Esperaba una reacción más impactante" - murmuró Anko mientras negaba con la cabeza - "Como sea, no es como si realmente me importara"
"Ahora que dejaste en claro tu punto... ¿me podrías desatar?" - preguntó el chico mientras movía sus brazos.
"Qué tal no" - sonrió la encantadora de serpientes mientras se lamía los labios - "He esperado esto por años y no voy a dejar que nada se interponga en lo que deseo"
"¿Años?" - Kurama estaba sorprendido cuando escuchó esto.
"No puedo hacerlo con un niño de 5 años... ¿verdad?" - dijo Anko mientras bufaba con asco - "¿Qué clase de mujer pervertida lo haría con alguien tan joven?"
"Cierto..." - asintió el joven pelirrojo.
"En fin, volvamos a la parte donde estás a mi merced para hacer lo que desee" - dijo Anko mientras empezaba a desvestir al chico.
". . ." - Kurama solo guardó silencio mientras intentaba romper las cadenas pero para su sorpresa, estas solo crujieron ligeramente.
"Estas cadenas fueron hechas por Kushina-san en caso de que tenga que castigarte" - dijo Anko al ver que el chico intentaba liberarse - "Ella usó un Fuinjutsu de nivel 15 en ellas"
"¡¿Por qué tanto esfuerzo en algo tan inútil?!" - exclamó el pelirrojo mientras sentía una corriente en su parte baja. Lentamente miró hacia abajo y notó como su pene estaba al aire libre.
"Ahora... ¿qué tal si despiertas para que tu Anko-chan pueda seguir~?" - dijo Anko mientras tomaba el pene del chico y lo empezaba a frotar con calma. Kurama solo podía ver como su pene se endurecía por las caricias de la mujer que sonrió cuando vio que sus esfuerzos no fueron en vano. Lentamente empezó a quitarse la ropa, quedando solo en sus bragas porque a ella no le gustaba usar brasier.
"¿Qué puedo hacer ahora?" - preguntó Anko mientras se lamía los labios - "¡Ya sé!"
Rápidamente se posicionó en las piernas del chico y puso su pene entre sus grandes montañas - "Creo que encontré una buena forma de castigarte~"
Lentamente presionó sus gloriosos pechos con mayor fuerza y empezó a moverlos. Kurama se sentía en el cielo, las tetas de Anko eran tan suaves como las de Mikoto.
Anko tenía una sonrisa en su rostro mientras veía como el chico estaba gimiendo en éxtasis gracias a su ataque - "¿Cómo te sientes, Foxy-kun?"
"A-Anko-chan" - murmuró el chico mientras sentía como sus bolas se contraían ligeramente. Él no comprendía como Anko era tan buena en esto.
"¿Ho~?¿Vas a correrte~?" - sonrió la mujer al sentir como el pene del chico temblaba ligeramente pero antes de que Kurama pudiera liberar su carga, ella se separó de él - "¿Eh?"
"Yo nunca dije que te ayudaría a eyacular~" - sonrió Anko mientras lo miraba con calma - "Recuerda que esto es un castigo~"
Kurama solo se quedó en silencio mientras sentía como se calmaba, solo para que la mujer volviera a poner su pene entre sus pechos.
"Esto solo está empezando, Foxy-kun~" - sonrió Anko mientras volvía a masturbarlo con sus pechos.
* * * * *
Habían pasado 20 minutos y Kurama estaba empezando enfurecerse.
Anko lo había estado masturbando todo este tiempo y cada vez que estaba apunto de eyacular, ella paraba.
"¿Qué sucede, Foxy-kun~?" - sonrió la mujer de cabello morado.
". . ." - Kurama solo se quedó en silencio mientras la miraba con el ceño fruncido.
"¿Nada que decir~?" - dijo Anko mientras le daba una mirada condescendiente, solo para congelarse cuando sintió como el sonido de las cadenas se rompía - "¿Eh?"
"Todo este tiempo no estuve solo disfrutando de tus tetas, también estaba revisando los Sellos para ver si había una forma de romperlos" - dijo Kurama mientras tomaba a la mujer de la cintura. Ella todavía no había reaccionado porque Kushina le había explicado que estas cadenas eran irrompibles, al menos para el Kurama actual - "¡¿Cómo?!"
"Es simple... solo tuve que concentrar toda mi fuerza en un solo punto y listo, cadenas rotas" - respondió el pelirrojo con una media sonrisa - "Pero ahora volvamos a lo nuestro"
"¿Eh?" - Anko solo pudo reaccionar cuando sintió como algo invadía su interior - "¡Ah!"
Ella solo podía gritar de dolor al sentir como algo interno entraba en su vagina hasta romper su Himen. Una pequeña lágrima escapó de su mejilla mientras miraba al chico con sorpresa.
"Tú fuiste la que provocó todo esto..." - murmuró Kurama mientras empezaba a moverse con cuidado.
"¡Espera un segundo!" - exclamó Anko mientras sentía incomodidad en su intimidad pero esto era algo que ella podía resistir porque el entrenamiento de Kushina era mucho peor.
Lentamente el pelirrojo tomó los grandes pechos de la mujer y empezó a pellizcar sus duros pezones - "¡Hyaaaaaaan~!"
Anko podía sentir como la inconformidad desaparecía poco a poco mientras se acostumbraba a la sensación de tener a su Foxy-kun en su interior.
"¿No era esto lo que querías, Anko-chan?" - preguntó Kurama con una media sonrisa mientras continuaba moviendo su cadera cada vez más rápido.
Anko podía sentir como el placer aumentaba con cada estocada que le daba su pareja mientras sus gemidos se hacían cada vez más intensos.
"¿No esperabas por esto? " - preguntó nuevamente el chico.
"¡Pero no de esta manera~!" - gimió la mujer de cabello morado mientras era encaminada hacia la cama.
Kurama la bajó con cuidado mientras tomaba su cintura y la penetraba con mayor fuerza.
"¡Ah~!" - solo podía gemir mientras pedía piedad. Ella nunca pensó que todo terminaría así porque desde un principio ella pensó que todo estaría bajo su control.
"¿Cómo te sientes, Anko-chan~?" - sonrió el pelirrojo mientras continuaba disfrutando del interior de la mujer. Él podía sentir como su vagina estaba apretando su pene cada vez más que la penetraba.
"¡Hyaaan~!" - Anko solo podía responderle con gemidos mientras se mordía el labio. A ella no le gustaba que la dominaran pero no podía hacer nada en esta situación. Era su primera vez y ella no tenía experiencia mientras que el pelirrojo había pasado por horas de "entrenamiento" con Kushina y un combate reciente con Mikoto.
"¡No creo poder resistir por mucho~!" - gimió la bella mujer de cabello morado.
Kurama solo sonrió porque cuando sintió que las paredes vaginales de Anko empezaron a temblar ligeramente, se detuvo.
"¿Eh?" - Anko solo le dio una mirada sorpresiva.
"Yo nunca dije que te ayudaría a eyacular~" - sonrió Kurama mientras la miraba con calma - "Recuerda que esto es un castigo~"
". . ." - Anko se mordió el labio al escuchar como él le devolvía las palabras - "Por favor..."
"No te escucho, Anko-chan~" - sonrió el pelirrojo mientras se mantenía quieto, solo para ver como la mujer intentaba moverse.
"¡Por favor~!" - gimió Anko mientras lo miraba - "¡Deja que me corra~!"
Era primera su primera vez y ella no quería que esto terminara de esta manera.
Kurama solo asintió. Él no quería que la primera vez de su amada Medusa fuera de algo como un castigo, así que volvió a mover sus caderas.
Anko nuevamente se empezó a sentir en el cielo.
Si bien al principio dolió, ella como kunoichi tenía una gran resistencia al dolor gracias al entrenamiento. Ella solo podía gemir ahora que solo quedaba placer.
Kurama estaba disfrutando ver esta nueva cara de Anko, una que no era coqueta o sádica sino sumisa.
"¡Oh~ Kami-sama~!" - Anko estaba moviéndose al compás de los movimientos del pelirrojo.
En la habitación podía escucharse el sonido de la carne chocando.
Kurama tenía que admitir que Anko era mucho más hermosa de esta manera así que empezó a moverse aún más rápido. Él podía sentir como ella le pedía con la mirada que terminaran juntos.
"¡Anko-chan~!" - gimió el pelirrojo mientras no paraba de atacar la intimidad de la mujer.
"¡Foxy-kuuuuuunnnnnnnnnnnn~!" - gimió Anko mientras sus pechos rebotaban con cada embestida - "¡Kurama-kunnnnnnnnnnnnnn~!"
Kurama se sorprendió que Anko lo llamara por su nombre pero rápidamente lo dejó a un lado. Él ahora estaba completamente concentrado en entregarle la mejor noche de su vida a su nueva amante.
"¡No puedo más~!" - gritó Anko mientras sentía como su amante llegaba cada vez más profundo en su interior - "¡Por favor, Kurama-kun~!¡Córrete dentro de mi~!"
Kurama no le respondió con palabras, solo la tomó firmemente de la cintura y la penetró aún más rápido.
"¡Ah~!" - los gemidos de Anko no podían ser contenidos, ella solo podía mirarlo con pasión mientras sentía como su orgasmo estaba cada vez más cerca. Ella estaba haciendo un gran esfuerzo para no correrse porque quería hacerlo junto a su amante - "¡Por favor~!"
"¡Aquí voy!" - dijo Kurama mientras sus bolas se contraían ligeramente. Anko estaba expectante porque podía sentir como el pene del chico temblaba ligeramente dentro de sus mojadas paredes vaginales. Ella estaba segura que pronto la llenaría con su semen y no podía resistirlo más- "¡Kurama-kunnnnn~!"
"¡Me corro~!" - gimió el pelirrojo mientras le daba una ultima estocada y empezaba a eyacular dentro de la mujer.
"¡Aaaaaaah~!" - Anko solo podía gemir en éxtasis al sentir como su intimidad era invadida por la esencia de su amado - "¡Hay tanto dentro de mi~!¡Está llegando hasta mi estómago~!"
Anko arqueó la espalda mientras sentía como una gran corriente eléctrica recorría todo su cuerpo. El placer que estaba sintiendo en estos momentos no podía compararse a nada que haya sentido antes - "¡Hyaaaaaaaaaaan~!"
Ella no pudo resistirlo más y calló recostada en la cama mientras respiraba irregularmente.
"K-Kurama-kun~" - gimió la mujer y con la poca fuerzas que le quedaba, tomó el cuello del chico y lo acercó a ella, solo para darle un beso apasionado que fue respondido por su amante. Ella sentía como hoy había sido el mejor día de su vida, como hoy había sido el resultado de todos sus esfuerzos.
Ella por fin había cumplido su sueño de tener a alguien a su lado que la amara por quien era y no por lo que era . Ella era Anko Mitarashi, no Anko la estudiante del Sannin Traidor.
Anko solo podía agradecer que los dos Uzumaki pasaran por donde ella estaba siendo acosada cuando ella era solo una niña. Si no fuera por ese suceso, ella nunca habría conocido a Kushina, sin ese suceso, ella nunca habría conocido a Kurama, la persona más importante de su vida.
* * * * *
Habían pasado 20 minutos y Anko por fin había recuperado su aliento. Ella estaba dándole una mirada lujuriosa al chico porque sabía que esto no había terminado.
Él seguía duro en su interior, prueba suficiente de que las palabras de Kushina eran ciertas.
Según la bella mujer pelirroja, Kurama era una bestia en la cama que no estaría satisfecho con solo un Round, así que ella tenía que estar preparada para quedar agotada luego de pasar por sus manos.
"¿Lista?" - preguntó el pelirrojo cuando vio como Anko parecía estar retándolo con la mirada.
"Cuando quieras" - asintió Anko con seriedad, solo para soltar un gemido de placer al sentir como el pelirrojo había llegado por primera vez tan profundo. Ella podía sentirlo cerca de su útero.
"Es tiempo para un segundo Round" - sonrió el pelirrojo mientras recordaba algo importante - "Creo que se me olvidó poner el sello de privacidad"
"¡Sí se te olvido!" - gritó Kushina desde otra habitación.
". . ." - los dos amantes quedaron en silencio.
"¿Me trajiste a casa?" - preguntó Kurama mientras le daba una mirada a la mujer.
"No tenía tiempo que perder porque estaba segura de que el Cloroformo te noquearía por solo unos minutos" - dijo Anko mientras se encogía de hombros - "Por cierto, ¿te gusta mi habitación?"
". . ." - Kurama solo le giró los ojos a su amante mientras activaba el Sello de Privacidad.
"Me pregunto como estará Kurenai-chan~" - sonrió Anko mientras sentía como el pene del chico se ponía más duro - "¿Ho~? Veo que a alguien pareció gustarle la idea de que Kurenai nos escuchara~"
Kurama no se defendió. Él tenía que admitir que la idea de que Kurenai los estuviera espiando era algo que encontraba interesante pero rápidamente sacudió la cabeza para dejar esos pensamientos a un lado. Ahora tenía que concentrarse en complacer a su bella amante de cabello morado.
[1] Es un juego de palabras: Sneak Attack --> Snake Attack
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Capítulo Reescrito desde cero.
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