48 Capitulo 41: Me gustaría pero Foxy-kun me dejó Inválida

A la mañana siguiente, Kurama y Anko estaban despertando luego de una acalorada noche de pasión. El joven pelirrojo estaba abrazando a la mujer de cabello morado que tenía una sonrisa satisfecha en su rostro.

"Ahora comprendo porque Kushina-san estaba tan feliz últimamente..." - murmuró Anko mientras intentaba levantarse, solo para sentir como tenía una incomodidad en sus zonas bajas - ". . ."

"¿Sucede algo, Anko-chan?" - preguntó el pelirrojo con preocupación.

"No siento las piernas..." - respondió la encantadora de serpientes - "Creo que nos sobrepasamos..."

". . ." - Kurama solo la miró con sorpresa porque nunca antes había pasado una situación como esta. Kushina despertó con inconformidad pero estaba bien luego de un poco de descanso mientras que Mikoto estaba moviéndose como si nada, aunque luego de pensarlo un poco, le encontró sentido a todo. Kushina no solo era una Uzumaki, sino también la antigua Jinchuriki del Kyubi no Yoko mientras que Mikoto había tenido solo dos Round, por otra parte, Anko había estado 'sufriendo' hasta las 5 AM.

"¿Qué vas a hacer ahora?" - preguntó el joven pelirrojo mientras le daba una mirada a la mujer.

"No tengo la más mínima idea" - respondió Anko mientras se encogía de hombros - "Por suerte hoy no tengo que ir a trabajar pero estoy segura de que no voy a poder recuperarme en al menos 2 o 3 días más"

"¿Te llevo al médico?" - Kurama solo podía rascarse la mejilla al notar la mirada que le estaba dando la bella kunoichi de cabello morado.

"¿Y qué le diré cuando llegue?" - bufó la mujer mientras le giraba los ojos - "Motivo de la lesión, tener sexo con una puta maquina sexual que no me dejó descansar por más de 8 horas"

"No te escuché quejarte mientras esa máquina sexual te sometía" - respondió Kurama mientras le giraba los ojos también.

"¡Te pedí que me dejaras descansar más de una vez!" - gritó Anko con molestia.

"Y luego de unos segundos estabas gimiendo que no parara" - bufó Kurama mientras le daba una mirada condescendiente.

"Ok, admito que eso si pasó" - asintió la encantadora de serpientes - "Pero eso no cambia el hecho de que casi me dejas en silla de ruedas"

"Culpable de todos los cargos" - asintió el pelirrojo con orgullo.

". . ." - Anko solo le giró los ojos al chico.

"Si ya dejaron de jugar, será mejor que bajen a desayunar" - se escuchó desde fuera de la habitación como Kushina los llamaba.

"Me gustaría hacerlo, pero Foxy-kun me dejó inválida" - respondió Anko mientras intentaba moverse, solo para sentirse aún más incómoda.

"Te advertí que no mordieras más de lo que puedes masticar" - dijo Kushina mientras entraba a la habitación - "Y no digas que es toda la culpa es de Kuro-chan, tú sabes muy bien que si realmente quisieras detenerlo, solo tendrías que decirle que parara"

"¡Si le dije que se detuviera pero él no me hizo caso!" - exclamó Anko.

"¿Era eso lo que realmente querías?" - preguntó Kushina con seriedad - "Recuerda que Kuro-chan puede sentir las emociones de las personas"

"Ok, no quería que se detuviera... ¿feliz?" - respondió Anko mientras le daba un bufido a la pelirroja.

"Eso pensaba" - asintió la mujer Uzumaki - "Si Kuro-chan fuera realmente una máquina sexual, él no habría soltado a Mikoto-chan"

"¿No deberíamos estar bajando al comedor a desayunar?" - preguntó Kurama mientras intentaba cambiar de tema.

"Me gustaría..." - sonrió Anko pero rápidamente su expresión cambió a una de molestia - "¡Pero no puedo mover las putas piernas!"

"¿No puedo simplemente traerte el desayuno a la cama?" - preguntó Kurama mientras le giraba los ojos a la kunoichi de cabello morado.

"¿Serías tan amable?" - sonrió la encantadora de serpientes.

". . ." - los Uzumaki solo negaron con la cabeza mientras salían de la habitación para poder desayunar.

"¡Espera!¡Tengo hambre después de haber cogido como conejos por más de 8 horas~!" - gritó Anko pero los Uzumaki la ignoraban.

* * * * *

El desayuno pasó con calma, aunque esta vez solo estaban Kurama y Kushina en el comedor. Anko estaba desayunando en cama mientras que Kurenai dijo que luego comería algo, aunque Kurama no podía culparla, no cuando ella tuvo que escuchar los gemidos de Anko por al menos 1 hora antes de que activaran el sello de privacidad.

"Ahora que lo pienso, tengo que mejorar un poco esos sellos porque algunos gemidos de Anko todavía se podían escuchar" - dijo Kushina mientras recordaba lo que había pasado ayer - "Supongo que voy a tener que trabajar un poco más en ellos"

"¿Enserio seguían escuchándose los gemidos de Anko-chan?" - preguntó Kurama con sorpresa.

"Tuve que ir a darme una ducha helada a las 4 AM porque el gemido de Anko me hizo recordar lo que hemos hecho últimamente" - respondió seductoramente Kushina mientras le guiñaba al chico - "Déjame decirte lo mucho que tuve que resistir las ganas de entrar a la habitación de Anko-chan y unirme a ustedes"

"Mejor cambiemos de tema" - suspiró el joven pelirrojo - "Porque no creo poder resistir mucho tiempo las 'emociones' que estás liberando"

"Somos dos" - suspiró la mujer Uzumaki. Ella tenía que admitir que luego de haber probado su primer sexo en años, su apetito sexual estaba incontrolable. Cada vez que los dos tenían tiempo, ella tomaba al chico y tenían un pequeño encuentro y sinceramente lo disfrutaba como nunca. Una relación como la que tenía con Kurama, era algo que siempre deseó.

"En fin, mejor me voy a entrenar para que Kurenai-san pueda desayunar en paz" - murmuró el pelirrojo. Él sabía que luego de lo que sucedió anoche, ella estaría mucho más incómoda en su presencia.

Kushina solo le dio una débil sonrisa mientras veía como el chico se levantaba de la mesa.

"Se me olvida, no vendré a almorzar porque Hinata-chan me invitó a una cita" - dijo Kurama mientras se preparaba para salir pero fue detenido por la mano de Kushina - "¡¿Hinata-chan te invitó a una cita?!"

"Yo también me sorprendí cuando la escuché" - asintió el joven Uzumaki.

"Wow... tengo que admitir que pensé que le tomaría al menos dos o tres años más..." - murmuró Kushina mientras negaba con la cabeza.

"Nos vemos luego, Kushi-chan" - sonrió el pelirrojo mientras le daba un beso en la mejilla a la mujer Uzumaki.

"Buena suerte~" - sonrió Kushina.

Dicho eso, él salió de la habitación, sin darse cuenta de que Kurenai lo estaba viendo desde su ventana con el rostro rojo por la vergüenza.

* * * * *

La mañana pasó rápidamente y ya eran las 1 PM.

Kurama estaba tomando un baño en el río porque no tendría tiempo para ir a casa.

Su entrenamiento había tenido éxito. Él por fin había logrado identificar las ventajas y desventajas de templar su cuerpo con diferentes elementos, y ahora solo quedaba entrenar con todo lo que tenía.

"Sabía que te encontraría en este lugar, Gaki" - dijo Zabuza mientras aparecía cerca del río.

"¿Necesitas algo, sirenita?" - preguntó Kurama mientras le giraba los ojos.

"¡¿A quien llamas sirenita, cabeza de zanahoria?!" - exclamó el ex-Kirinin - "Ugh... mejor no nos desviemos del tema"

"¿Qué necesitas?" - preguntó Kurama nuevamente.

"Me preguntaba si habrás visto a Haku..." - dijo Zabuza mientras se rascaba la mejilla - "Últimamente él ha estado saliendo sin decirme hacia donde va, lo cual es extraño porque él siempre me habla de esas cosas"

"¿No estará saliendo con alguien?" - preguntó Kurama con curiosidad.

"Al principio pensé eso pero rápidamente deseché la idea" - negó Zabuza - "Él nunca había mostrado algún tipo de interés en mujeres y tú has visto su apariencia..."

"¿Quizás juega para el otro equipo?" - dijo Kurama mientras se ponía a pensar.

"¿Juega para el otro equipo?" - preguntó Zabuza - "¿Qué significa eso?"

"Que quizás le gustan los hombres" - dijo Kurama con calma.

"¿¡Ha?!" - a Zabuza nunca se le pasó esa idea por la cabeza - "No creo..."

"Como dije, es una posibilidad pero aunque sea cierto, no le encuentro mucho problema" - Kurama solo se encogió de hombros - "Es la decisión de Haku después de todo"

". . ." - Zabuza se quedó en silencio unos segundos mientras asentía. Haku era como su hijo y si a él le gustaban los hombres, no le quedaría más remedio que apoyarlo.

"Voy a preguntarle" - dicho eso, Zabuza desapareció del lugar.

"¿Debería haberle dicho que no le preguntara directamente?" - se preguntó el pelirrojo - "No... tal vez así aprenda a no sacar conclusiones tan apresuradas con tan poca información"

Kurama estaba seguro de que había algo más en todo esto, incluso era posible que Haku solo había conseguido un pasatiempo que no quería que Zabuza se enterara.

* * * * *

Luego de terminar su ducha, Kurama se vistió y caminó en dirección a la Residencia Hyuga. Todavía quedaban unos cuantos minutos pero era mejor llegar antes pero para su sorpresa, cuando llegó vio como Hinata lo estaba esperando.

". . ." - Kurama solo la miró en silencio.

"¡L-Lo siento! N-No pude contenerme..." - dijo Hinata mientras se movía con inconformidad por la mirada del chico. Ella había estado esperando con ansias este momento así que había estado ahí por al menos una hora.

"Ahora me siento mal por haberte hecho esperar..." - murmuró el pelirrojo pero rápidamente sacudió su cabeza - "Te vez bien con esa ropa"

"G-Gracias..." - dijo Hinata. Ella estaba usando un vestido de una pieza color azul marino que asentaba su pequeña figura, aunque sus pechos no podían considerarse pequeños para su edad.

"Sakura mataría por ellos..." - pensó Kurama mientras negaba con la cabeza.

Hinata sintió la mirada del chico y su rostro se prendió como una fogata.

"¡Ahem!¿Algún lugar al que desearas ir?" - preguntó el pelirrojo mientras miraba a la chica.

"N-No..." - negó la mayor de las hermanas Hyuga.

"Ok, entonces iremos con mi plan" -asintió el joven Uzumaki - "Pero una pregunta... nuestra pequeña Anbu Stalker Hanabi-chan... ¿nos seguirá?"

"¡NO!" - exclamó Hanabi mientras salía de su escondite, solo para comprender lo que había hecho - "¡Teehee~!"

". . ." - Kurama solo le giró sus ojos a la pequeña.

"Ok, admito que en un principio los iba a seguir pero luego pensé que era mejor que Onee-chan disfrutara de su primera cita en paz" - dijo Hanabi mientras miraba hacia otro lado con inconformidad.

"Por favor, Kurama-kun, deja de molestar así a Hanabi-chan" - dijo Hinata mientras defendía a su Imouto.

"Ok... entonces vamos" - asintió el pelirrojo mientras tomaba a la chica de la mano.

"Etto... Kurama-san..." - dijo Hanabi mientras miraba al joven Uzumaki.

"¿Qué sucede, Hanabi-chan?" - preguntó el pelirrojo.

"Creo que será mejor que sueltes a Onee-chan..." - respondió la menor de las hermanas Hyuga.

"?" - Kurama le dio una mirada confundida pero comprendió que trataba de decir cuando vio como Hinata estaba con el rostro rojo a más no poder.

"Demasiado tarde..." - murmuró Hanabi mientras negaba con la cabeza.

". . ." - Kurama se sorprendió al ver como Hinata se había desmayado de pie sin saber que hacer exactamente.

"Tranquilo, Kurama-san" - dijo Hanabi mientras observaba a su hermana mayor - "Ella estará como nueva dentro de unos minutos, solo necesita unos minutos para reiniciar su sistema"

"¿En serio no nos seguirás?" - preguntó el pelirrojo al ver que no podía hacer otra cosa que esperar.

"¡No lo voy a hacer!" - exclamó Hanabi mientras miraba al chico con molestia.

* * * * *

Luego de 10 minutos, Kurama salió acompañado de Hinata. La pobre chica por fin se había calmado aunque todavía tenía un leve sonrojo en sus mejillas mientras miraba al chico.

"L-Lamento que hayas tenido que ver algo como eso..." - murmuró Hinata con vergüenza.

"No te preocupes" - sonrió el joven de cabello rojo - "Al menos no te desmayaste al momento de contacto como lo hacías cuando eramos más jóvenes"

"¡N-No me recuerdes esos momentos tan vergonzosos!" - gritó Hinata mientras se tapaba el rostro. Ella todavía vergüenza de esas memorias donde tenía que estar al menos 2 metros de distancia de los demás por culpa de su timidez.

Kurama solo se rió cuando notó como el rostro de su acompañante se prendía nuevamente.

* * * * *

La cita fue maravillosa para Hinata. Ella no podía creer que Kurama había recordado todas las tiendas que ella había dicho que eran sus favoritas.

En estos momentos Kurama la estaba llevando de vuelta a casa porque ya era tarde pero se sorprendieron cuando vieron una pequeña silueta en la puerta.

"Veo que te fue bien, Onee-chan" - dijo Hanabi quien estaba esperándolos en la entrada.

". . ." - Hinata solo se sonrojó ante las palabras de su hermana pero aún así asintió débilmente.

"Gracias por traerla a casa, Kurama-san" - dijo Hanabi con una sonrisa.

"Es lo menos que puedo hacer, madre de Hinata" - dijo Kurama con un tono bromista.

"G-Gracias por todo, Kurama-kun" - dijo Hinata con voz baja mientras le daba un beso en la mejilla, solo para salir corriendo hacia el interior de la casa.

"Te apuesto 100 ryo a que Onee-chan se desmayó en la entrada" - dijo Hanabi.

"No hago apuestas que se que voy a perder" - bufó Kurama mientras los dos entraban a la casa, solo para ver que Hinata realmente había caído inconsciente.

"Mejor la llevo a la sala médica..." - murmuró Hanabi mientras tomaba a su hermana mayor.

"¿No quieres ayuda?" - preguntó el pelirrojo.

"No es necesario" - dijo Hanabi mientras empezaba a caminar - "Adiós, Kurama-san"

Kurama solo se encogió de hombros y viendo que ya no tenía que hacer nada más, decidió volver a casa.

* * * * * * *

Reescrito desde cero, pido perdón por los cambios en la trama secundaria de los capítulos próximos.

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