"Supongo que Hiruzen-sama va a estar feliz de escuchar que hay un nuevo usuario de Mokuton" - sonrió Iruka, sin saber que el mencionado, estaba tirándose de la barba mientras maldecía el papeleo y todas las charlas que tendría que recibir por parte de los clanes shinobis - "¿Por qué?!¿Por qué no solo sobresaliente?!¿Por qué no uso Suiton, Doton o Futon?!"
Kurama sintió donde estaba Hiruzen, lo miró a los ojos y le dio una sonrisa de esas que dan los niños cuando tienen éxito en una broma.
"¡Lo hizo a posta!" - el Hokage estaba crujiendo los dientes al ver la expresión del pelirrojo pero esta cambió a una divertida cuando vio como una mujer se acercaba al chico.
"¡He~!Veamos como escapas de esta kukuku~" - Pensó Hiruzen, con una sonrisa malvada al ver quien era esa persona que se acercaba al Uzumaki - "Lo que faltaba, ahora actúo como Orochimaru..."
La mujer se acercó lentamente hacía el pelirrojo sin que él este se diera cuenta porque estaba en su mundo ideal al ver la expresión de shock en la cara de los espectadores pero esto empezó a cambiar cuando ellos comenzaron a temblar del horror.
Una mano se posó en su hombro y un mal presentimiento empezó a brotar de su corazón - "¿Ara~?¡Foxy-kun~! Ha pasado mucho tiempo desde que nos vimos por última vez~¿No~?"
Kurama comenzó a temblar, un sudor frío corría por su espalda. Por primera vez en su joven vida estaba conociendo lo que era el verdadero terror.
Al escuchar esa voz, que era bastante familiar para él, giro su cabeza para ver su origen. Ella era una hermosa mujer de cabello morado y estaba sonriendo pero lo que se veía en sus bellos ojos marrones no era felicidad, sino un frío que hizo temblar aún mas fuerte al pelirrojo.
"¡Ara~ Foxy-kun~! Esta no es la reunión que esperaba~" - Dijo Anko con un todo feliz, pero Kurama no podía sentir ningún tipo de alegría en su expresión - "¿Hmm~?¿Por qué estas temblando tanto~?¿Estas enfermo~?"
"A-A-An-Anko...c-c-c-c-chan....e-et-to...ha...p-p-p-p-p-p-pasado...t-t-t-t-t-t-tiempo ¿N-No?" - Dijo Kurama con una sonrisa nerviosa, reuniendo todo el valor acumulado por 4 generaciones Uzumakis.
El pelirrojo estaba intentando encontrar una solución para su actual problema, él no podía escapar de ella, al menos no en su forma base, así que tendría que liberar todas sus colas para poder lograrlo pero esto dejaría al descubierto su apariencia ante toda la aldea.
En estos momentos, Kurama solo podía pensar - "En el peor de los casos me vuelvo Nukenin..."
La expresión de Anko no había cambiado en absoluto, ella solo miro a Hiruzen y dijo - "Hokage-sama, creo que él es un espía así que pido permiso para llevarlo al IT..."
"¡¿Estás bromeando cierto?!" - Pensó Kurama - "¡¿Qué clase de escusa es esta?!¿Quien mierda se la va a creer?!"
Hiruzen estuvo haciendo como si pensaba y luego miró al pelirrojo con una sonrisa malvada. Kurama sentía que estaba hundido en la más apestosa y oscura de las mierdas - "¡Permiso concedido!"
El pelirrojo miró a Sarutobi, le levantó el dedo de al medio y le dijo - "Ero Jiji, ruega que no vuelva vivo... porque si lo hago, Biwako Baba va a saber que usas Kage Bunshin para hacer tu trabajo mientras lees Icha Icha..."
El Hokage estaba rojo de la vergüenza, no solo su esposa sabría sobre su pasatiempo en la oficina, sino también todos los lideres de los clanes. Los hombres le dieron un pulgar arriba, el viejo aun tenía sus instintos caballerosos, en cambio, las mujeres empezaron a hablar despacio entre ellas.
El Uzumaki miró por última vez a su alrededor, hizo pose militar y dijo - "Recuérdenme como un Héroe..."
Al terminar de decir sus palabras, liberó todas sus colas y usó un Shunshin para desaparecer de la sala. Anko no dudó ningún segundo y lo salió persiguiendo.
"Fue un honor conocerte" - pensaron los hombres mientras las mujeres negaban con la cabeza.
* * * * * * * * *
Varios shinobis de Konoha pudieron sentir un aura que habían pensado que no verían en mucho tiempo. Ellos estaban temblando al pensar en como el Kyubi había vuelto para conseguir venganza contra ellos pero luego de unos segundos de terror, se dieron cuenta de que no había pasado nada.
"Foxy-Kun~¿Por qué huyes de mi~?" - dijo la bella pelimorada al haber perdido de vista su objetivo.
Kurama corriendo a la mayor velocidad posible, lanzando Jutsus no letales contra Anko, después de todo él no quería dañarla, sino frenarla. Pero nada era suficiente para quitarse de encima a la Medusa, de hecho esto aumentaba más su euforia, ella era como una serpiente cazando un ratón. Anko tenía una mirada depredadora mientras seguía al Uzumaki sin perderle de vista - "Foxy-kun~ no puedes escapar de mi~"
El pelirrojo solo podía maldecir al ver que su madre había entrenado demasiado bien a Anko.
"A-Anko-chan ¿Por qué no mejor nos sentamos y hablamos como dos adultos civilizados?" - Dijo Kurama con un poco de esperanza pero esta fue destruida y sin piedad.
"¡Por supuesto Foxy-kun~!¡Pero cuando termine contigo~!" - Dijo ella con una sonrisa eufórica.
"¡Como es que Anko-chan se volvió TAN Sádica!¡Antes solo se conformaba con jugar con mis orejas por toda la noche!" - Pensó el Uzumaki mientras escapaba - "¡Juro por mi Sangre Uzumaki que voy a darle una paliza al bastardo que la recomendó al IT!¡Es eso o destruiré lo que más ama!"
En ese momento al otro lado de la aldea, un hombre de cabello plateado que llevaba una máscara que cubría su boca para abajo y un ojo tapado por su protector de frente, sintió un frío correr por su espalda. Estaba bastante seguro que su preciada colección Icha Icha, estaba en grave peligro.
Regresando con Kurama.
El pelirrojo estaba arrinconado porque sin darse cuenta dio un mal giro y se atrapó él solo.
"¡Rindete Foxy-kun~!¡No puedes escapar de mi~!" - Dijo Anko mientras se lamía los labios - "¿Por que no aceptas tu destino y recibes el castigo que te dará la sexy Anko-chan~?"
"¿Por qué no hablamos tranquilamente Anko-chan?" - Dijo Kurama mientras retrocedía.
"¡Nope~!¡Te fuiste sin decirme~!" - Dijo Anko con un tono serio, para luego volver a sonreírle - "Así que mereces un castigo..."
"*Sigh~*¿Supongo que tendré que pelear, no?" - Dijo Kurama resignado a su destino - "Ven con todo Anko-chan ¡Porque no tendré piedad!"
Eso fue lo que dijo pero ni él mismo se creía lo que salió de su boca.
"*Sob~* Me lastima lo que dices Foxy-kun~" - Lloró falsamente Anko mientras se acercaba más y más al pelirrojo.
"¡Ya!¡Esta bien!¡Lo siento!¡Se que no me despedí, ni tampoco te avisé pero tenía que salir a entrenar!"- Dijo el Uzumaki mientras veía con tristeza a la pelo purpura - "¡Siento que el peligro se acerca poco a poco pero con mi nivel de fuerza actual no podré ayudar a mis seres queridos!¡Incluso es posible que los pierda!¡Y NO PUEDO PERMITIR QUE ALGO LES SUCEDA!¡NO PUEDO PERMITIRME PERDER A MIS SERES QUERIDOS OTRA VEZ!"
"Espera...¡¿Otra vez?!" - Pensó Kurama, sintió que algo volvía a su mente, eran dos recuerdo.
En el primero, habían 9 animales extraños frente a un hombre de edad avanzadA. Él vestía una túnica blanca con 6 magatamas negras en el cuello y 9 en la espalda, tenía el cabello gris, dos cuernos salían de su frente, sus ojos eran purpuras y parecían tener múltiples espirales alrededor de la iris. Los 9 seres estaban tristes, su padre le estaba dando malas noticias.
"Hijos...mis hijos..." - dijo el hombre - "No estén tristes...ya sabían que este día llegaría..."
"Puedo ser fuerte..." - Dijo el hombre - "Pero siempre hay algo o alguien que te puede vencer y en mi caso...es el tiempo..."
El hombre cerro sus ojos un momento mientras los 9 animales lo escuchaban con lagrimas en los ojos.
"Solo lamento no poder terminar mi sueño de traer paz al mundo" - Continuó el hombre - "El poco tiempo que me queda, lo usaré para darle instrucciones al clan... solo espero que Ashura siga con mi voluntad..."
"Padre..." - Dijo un pequeño zorro naranja con nueve colas.
"Kurama... hijo... acércate" - Dijo el hombre mientras el zorro se acercaba a él - "Tú eres el más fuerte de los nueve, y se que tú y tus hermanos pelean frecuentemente, pero... por favor cuídalos... ellos son tu familia..."
Kurama asintió con su cabeza para luego volver a su posición junto a sus hermanos.
El viejo miró a cada uno de los nueve seres y les dijo - "Mis hijos... esto será lo último que les pida.... por favor... protejan a los seres humanos. Ellos son torpes y recién están dando sus primeros pasos en el Ninshu..."
"Puedo sentir el deseo de usarlo para sus propios beneficios...pero...también puedo sentir como algunos lo quieren usar para el bien general..." - El viejo sabio tenía una sonrisa en su cara, se podía notar que no estaba preocupado por la cantidad reducida de días en su vida. - "Es fascinante ver como ellos pueden ser tan contradictorios..."
"Hijos míos... este será probablemente la ultima vez que nos veamos..." - Dijo el sabio antes de irse, dejando a las nueve bestias llorando de tristeza - "Por favor... sean felices..."
En el segundo recuerdo había un niño con las manos ensangrentadas, su cara estaba borrosa. lo único visible... eran las lagrimas brotaban de sus ojos vacíos y que corrían por sus mejillas. Frente a él habían dos personas, uno era un hombre y la otra era una mujer. Ellos estaban rodeados por las llamas porque la casa donde estaban se estaba incendiando y el niño estaba con una mirada perdida, no sabiendo porque le paso esto.
La pareja estaba en el piso tenía toda la ropa ensangrentada y ya no quedaban signos de vida en ellos. El niño no sabia que hacer, ni tampoco tenia el deseo de hacer algo...
De pronto se escucharon pasos y el niño volteo a ver de que se trataba, frente a él había un hombre con cicatrices en la cara - "¡Mira!¡El bastardo aún está con vida!"
"¡Mátalo rápido!¡Terminemos con toda esta mierda!" - Dijo una voz desde el pasillo - "¡Recuerda el Jefe no quiere a ningún sobreviviente!¡Con eso demostraremos que nadie puede atacar ni a su hijo, ni a nosotros, aunque sea por defensa propia!"
El niño por fin supo el motivo de todo esto, de pronto lo abrumo la ira y la tristeza. Su madre... su padre... ellos habían sido asesinados, solo porque él golpeo al hijo de un traficante que le hacía bullying. Ellos los mataron solo porque él se había defendido.
"Madre...Padre...Lo siento..." - Dijo el niño con lagrimas en los ojos - "Todo es mi culpa..."
El niño estaba llorando, pero paró al sentir un dolor en su estomago, lo habían apuñalado. El pequeño miro débilmente hacia el matón que estaba riendo - "Mala suerte pequeño bastardo..."
"Te voy a dar un consejo para tu próxima vida..." - dijo el hombre con cicatrices - "Anda con cuidado porque hay gente que es mejor no provocar..."
El niño cayó al piso mientras si mirada se hacía borrosa, él podía sentir como su sangre corría, el dolor se estaba desvaneciendo pero su tristeza crecía con cada segundo que pasaba.
Toda su vida había aguantado los golpes y maltratos de los otros niños por su contextura débil pero un día no pudo aguantar más y se defendió del peor enemigo de todos. El pobre pequeño no sabía que el padre del que golpeó era un malhechor conocido por ser vengativo y que terminaría en una situación así.
Él solo quería poder retroceder el tiempo para poder seguir resistiendo todos los golpes y maltratos. Él lo haría con gusto si es que así pudiera estar nuevamente con su familia.
El niño soltó una pequeña sonrisa llena de tristeza pero no le duro mucho porque empezó a toser sangre - "*Cof Cof**Sigh~*..."
"Si... tan solo...viviera en un mundo de anime shonen...donde todo se puede...solucionar con amistad...donde uno puede tener el poder de proteger... a sus seres queridos...donde... el...mal nunca gana..." - Dijo el pequeño llorando, él intento sonreír, pero no pudo - "Si...pudiera...elegir... sería... Naruto...*Cof* a...pesar de...todo...su...sufrimiento... él...siguió... adelante...*Cof* sin padres... sin clan... toda la aldea odiándolo... pero... él... siguió adelante...con una sonrisa...*Cof* me... hubiera gustado...ser su...amigo..."
"Madre... Padre...los...veré...pronto..." - Esas fueron las últimas palabras antes de que perdiera completamente la conciencia.
* * * * * * * * *
Kurama pudo sentir como sus emociones empezaban a descontrolarse al recodar algo que desearía no haber hecho. Él sintió toda la tristeza mezclada con el dolor de los dos recuerdos crecía sin control. Su chakra empezó a oscilar de forma errática. Él estaba comenzando a estar en estado Berserk, solo que esta vez era mucho peor.
Anko pudo ver el cambio en la expresión de Kurama y como parecía estar sufriendo.
"¡ARGHHHHHHHHHHHHHHHH!" - Un grito de dolor salio del pelirrojo mientras empezaba a transformarse. Estaba empezando a crecerle pelo anaranjado en su cuerpo, sus manos y pies se estaban transformando en garras, su cara estaba cambiando gradualmente a una cara de zorro y su tamaño empezó a aumentar lentamente.
Kurama estaba transformándose en el Kyubi.
"¡ARGHHHHHHHHHHHHHHHHHHHH!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!" - El pelirrojo podía sentir el dolor físico pero no le importaba, no era nada comparado al dolor emocional que sentía en estos momentos.
"Naruto...no...¡Kurama-kun!¡Por favor respóndeme!¡No me asustes!" - gritó Anko mientras trataba de llamar la atención del Uzumaki pero no tenía resultados favorables. Kurama la estaba ignorando, el dolor que sentía era tan grande como el vacío de su corazón.
"¡ARGHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHH!!!!" - El pelirrojo estaba empezando a perder el control, en el momento que su conciencia se desvaneciera, él empezaría a causar destrucción a todo su alrededor.
"¡Kurama-kun!¡Foxy-kun!¡Cálmate!¡Aún tienes a tu familia!¡Yo soy tu familia!¡Kushina-san es tu familia! Por favor... ¡No destruyas a tu familia!" - Anko estaba desesperada, ahora sentía la culpa de haberlo arrinconado de tal manera que parecía haber liberado algo que estaba sellado - "Por favor Foxy-kun... ¡Por favor despierta!"
Anko intentó acercarse a Kurama pero él la atacó sin pensarlo dos veces pero gracias a que aún estaba algo consciente, su ataque falló por poco - "Alejate... Grrr... A...leja...te..."
Anko vio que el pelirrojo estaba luchando desesperadamente por no dañarla así que apostó todo y se lanzo contra él.
Al llegar a su lado, ella lo abrazó con lagrimas en los ojos y le dio un beso en sus labios que estaban tomando forma de hocico - "Kurama-kun he querido decirte esto por más de cuatro años... te amo.. por favor no me dejes... por favor vuelve a ser como eras antes"
"Se que es extraño que una mujer ame a un niño... pero tú eres alguien demasiado importante para mi como para perderte" - dijo Anko mientras las lágrimas seguían corriendo - "Por favor... vuelve..."
La mente del Uzumaki estaba en blanco, él había recibido un golpe critico doble por parte de la pelo purpura.
Kurama estaba tratando de recuperar el control de su cuerpo pero la ira estaba empezando a descontrolarse nuevamente.
"Foxy-kun..." - murmuró Anko mientras lo abrazaba con fuerza. Ella estaba sintiendo un profundo dolor ya que estaba resistiendo el impácto de las energías del Kyubi a quema ropa.
"¡ROAR!" - Kurama solo podía rugir mientras veía como el rostro de la chica era cada vez más pálido. Con todo su esfuerzo, él intentó calmar sus enegías que poco a poco empezaban a volver a su estado original.
"Se que puedes hacerlo..." - murmuró la pelimorada mientras seguía sin soltarlo pero poco a poco perdía su fuerza.
Kurama apretó los dientes mientras intentaba resistir aún más porque sabía que si no lo hacía, Anko sería la que sufriría.
"Puedes hacerlo Kurama..." - pensó el chico mientras intentaba respirar para relajarse - "Si no puedes controlarte ahora... ¿cómo protegerás a quienes te importan?"
"¡Resiste el dolor y te fortalecerás!" - rugió en sus pensamientos - "¡Solo así podrás con lo que viene!"
Lentamente el cuerpo del chico empezó a encogerse.
Kurama estaba resistiendo las ganas de caer inconsciente porque el dolor que sentía en todo su cuerpo era demasiado. Con todas sus fuerzas levantó la mirada y notó como la bella mujer de cabello morado le estaba dando una sonrisa - "Lo lograste..."
". . ." - Kurama no dijo nada, solo le devolvió la sonrisa.
"¿Foxy... kun?" - preguntó Anko con dolor pero solo recibió silencio - "¡¿Foxy-kun?!"
Kurama siguió sin dar respuesta, después de todo, él estaba inconsciente por el gran dolor que estaba sintiendo.
"Tengo... que llevarlo al hospital..." - murmuró la chica mientras intentaba moverse, solo para sentir como su cuerpo empezaba a gritar. Ella había recibido toda la energía negativa del Bijuu y ahora estaba recibiendo las consecuencias - "¡Mierda!"
Lentamente la chica intentó moverse una vez más pero se detuvo cuando sintió como una gran cantidad de firmas de chakra se acercaba a su ubicación - ". . ."