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Helios: El rebelde

Helios es un amante de videojuegos, pero cuando estos acaban con su vida el destino le da una segunda oportunidad naciendo en el MCU como el hijo rebelde del capitán américa

Luna1995 · 映画
レビュー数が足りません
20 Chs

Un mundo ideal

Miller era un personaje bastante enigmático, con una personalidad tal vez bastante relajada para un espía, un ejemplo de ello era su carro, un camaro del 69'.

Helios, en cambio, era bastante más discreto, bueno se comportaba como él creía que debía hacer un espía, su carro era un discreto mercedes plomo de la época.

Mientras que su ropa era un terno negro y sobre todo del mismo color, tenía una clara preferencia a esos colores.

Pero no era algo que debería importarle.

Al día siguiente Miller lo encontró en su casa y le dio unos boletos de avión, tenía que salir de viaje a Francia y se encontró con un agente que se llamaba Valois, y la única forma de reconocerlo era que tenía un cartel que decía Luis V en el aeropuerto.

No podría llevar a cabo ningún documento más que los que estaban en el sobre que vino con los pasajes de avión.

Así que sin ningún equipaje encima fue lanzado a su primera misión.

Al llegar a Francia fue fácil encontrarlo con quien tenía que encontrarlo.

Ni siquiera se saludaron, solo camino detrás de un hombre calvo y con cara de molesto.

Ambos subieron a un carro bastante discreto.

Agente: "Mi nombre es Karl, el tuyo es Frank, viajaremos a África, nuestra misión es asegurar unos cargamentos en poder del gobierno, intenta aprender algo muchacho y si es posible sin preguntar".

Karl prendió el auto y nos llevó a un hotel discreto, ni muy lujoso ni muy humilde.

Durante el camino, Helios intento hacerle conversación, pero Karl parecía callar y no darse el trabajo de elegir palabras.

Únicamente usaron el hotel durante unas 6 horas, ya que el siguiente vuelo partía el mismo día, el destino era Sudan.

Sudán estaba en guerra civil, como muchos de los países africanos.

Al bajar del avión tomaron rumbo al puerto, se podía ver las marcas de la guerra por todas partes.

Algunos incendios cada cierta cantidad de kilómetros, así como hombres armados en todas partes.

El puerto seguía funcionando, aunque muchas de sus maquinarias parecían necesitar mantenimiento.

Su objetivo eran los contenedores.

Pero entonces llego a la entrada del puerto un convoy de 5 carros.

Todos ellos llevaban las banderas del país anfitrión, Karl ya había divisado a los hombres armados.

Así que ordenó la retirada, desde la nueva posición que tomaron pudieron ver que su objetivo era exactamente el mismo que ellos.

Lo que desató la duda de Helios.

Helios: "Que tiene ese contenedor".

Ni siquiera miro a Karl , la pregunta fue lanzada al aire.

Karl: "No tengo idea, lo importante es que lo que les importa no es lo que hay adentro, sino que saben que alguien lo quiere".

Era tal ver la frase más larga que había dicho Karl hasta ahora.

Karl: "Para obtener la ubicación de ese contenedor se le pagó a un informante, seguro que trabaja a dos bandos, de todas formas no importa, es hora del plan B".

Ambos esperaron unos minutos después de que el convoy se llevara su objetivo y partieron en modo acecho.

Su única misión era la de seguir y verificar a donde estaba siendo trasladado el contenedor.

No tuvieron que esperar mucho, entraron a Jartum para terminar en una instalación de almacenes militares.

Muy cerca al palacio supongo que bajo la detenida vista del dictador de turno.

Pero Karl no se veía desanimado, al llegar al hotel saco una hoja que contenía una lista de nombres y marco con detenimiento uno de ellos.

Se trataba de Ahmed Kalin, un general del ejército.

Al día siguiente abordaron el carro y salieron en dirección a un cuartel que había cerca, nuestra cita era un general de 5 estrellas, no era otro más que Ahmed.

La charla fue larga, ¿el resumen?, pues se prometieron muchos maletines de dinero, muchos viajes y ayuda.

Dos días después un golpe de Estado volvió a suceder en Sudan, el nuevo presidente no era otro que, sorpresa Ahmed Kalin.

Dos días después estábamos en su oficina, entregando un nuevo maletín y una lista con nombres de diferentes mandos militares, que es probable que terminen muertos en los siguientes días.

Nuestra siguiente parada fue el Almacén militar donde recogimos nuestro Contenedor y tomamos rumbo al Puerto donde un contacto de Aki los esperaba con un carguero.

En total, la misión no duro más de dos semanas y ya habían desestabilizado un país para completarla.

Pero a ninguno de los dos les fastidiaba, ambos estaban acostumbrados a la crudeza de este mundo