[Tarantir]
Ahora me encontraba en una sala de laboratorio apartada dentro de la Torre de Alzur, en mi vida anterior si le hubiera pedido lo mismo a mis padres, seguramente me hubiera mandado a volar.
No teníamos los recursos económicos para permitirnos eso, por lo que debería de estar sinceramente agradecido por cederme una habitación.
Aunque por vergüenza de abusar de su condición de padre es que no solicite alguna asignación financiera.
Pero necesitaba dinero, así que le solicite un préstamo, de ese dinero invertí la mitad en empresas de carbón y otras en empresas de minería, para ello contrate a un contador que llevara las cuentas por mí.
Glorgan Kagric no era una persona humilde, tenía ya un estudio contable y estaba encargado de algunas inversiones de Alzur y de sus cuentas en varios bancos, cuando fue recomendado por mi padre fue bastante claro al recomendar siempre ser cuidadoso.
Glorgan era un enano, tenía una atracción natural hacia el oro y las monedas, así que era casi seguro que el bastardo se olvidaría de contar una o dos monedas, pero no era un problema mientras se mantuviera en esa cantidad.
Lamentablemente, los dividendos de las inversiones tardarían en llegar mucho tiempo, cuando se financia una compañía de carbón tiene en algunos casos muchos riesgos, ya que hay muchos monstruos en los bosques.
No era muy diferente con las empresas mineras, las cuevas podían verse infestadas por barbeglases y siempre era necesario contratar un brujo para vigilarlos, pero en estos tiempos todavía abundaban, así que no era un problema.
Hablando de brujos, decidimos mantener a Bagdur cerca, aunque dependía totalmente de él sí lo aceptaba o no, pero quien lo rechazaría, Alzur le había ofrecido casa y comida, respecto al dinero era bastante fácil conseguir trabajos cerca a Maribor
Siempre era bueno tener una espada afilada cerca de uno.
Al final me di cuenta de que los costes de elaboración de las pociones de las hierbas me dejarían sin dinero en poco tiempo, así que tire mano sobre algunos ingredientes en los almacenes de quien esperaba fuera un amoroso padre en cuanto se enterara.
Por ahora no era mi idea probarlo en humanos, quería practicar la creación de la fórmula hasta poder hacerlo sin fallo alguno, al mismo tiempo que verificaba si había posibilidad de mejorarla.
Los primeros intentos fueron todos fracasos, necesitaba de tal precisión que el solo sobrepasar en algunos milímetros algún ingrediente causaría una fallo total.
Al mismo tiempo, se necesitaba días de preparación para realizarla, algunos ingredientes necesitaban descansar para adquirir el efecto deseado.
Fue al intento número 13 que logre crear una poción estable, para entonces muchos ingredientes y monedas habían sido sacrificados.
Para entonces Alzur ya había generado las diferentes posibles variables para su fórmula, en las notas dejaba claro que el gen animal que en el primer caso uso la de un perro podía ser reemplazado por genes de diferentes animales para obtener alguna mutación específica.
Como ejemplo estaba el sujeto de prueba 036, quien recibió la poción con el gen de un oso, los rasgos físicos fueron impresionantes, llego a obtener una altura superior al 1.90, desarrollo una gran cantidad de bellos, así como una gran fuerza, a pesar de su tamaño tenía buenos reflejos y era capaz de alcanzar buenas velocidades al correr.
Era tal vez el mejor espécimen que se pudiera desarrollar, pero era imposible que algo tan bueno no tuviera algo en contra, el sujeto de prueba 036 pertenecía a un grupo de 300 niños en total, del cual fue el único superviviente.
En pocas palabras la tasa de supervivencia era del 0.3%, el espécimen sobreviviente recibio el nombre de Bagdur, ese descubrimiento no causo mucha sorpresa en mí.
Esta fórmula tenía que haber sido la base para crear la futura escuela del Oso, pero tenía que haberse reducido en gran parte las mejoras de la actual, tal vez degradando los genes para que las mutaciones en el cuerpo no llevaran a la muerte inmediata en la mayoría de los casos.
Otras mutaciones como la de los lobos tenía un 30% de supervivencia, así que no eran en verdad un peligro, lo único malo es que no alcanzo el nivel que esperaba Alzur y para entonces compartió el conocimiento de esta mezcla con otro mago .
Fue a este nivel que me centre en un objetivo que tenía dos posibles respuestas, la idea era aplicar la mutación de los altos Osos , que es como la llame, sin debilitar sus efectos.
Mi primera línea de actuación sería modificarla lo suficiente como para hacerla funcional, la segunda esperaba no tener que usarla.
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La torre se volvió muy vacía, Padre e Hijo pasaban su tiempo encerrados en sus respectivos laboratorios.
Durante ese tiempo Bagdur fue el mandadero favorito, aunque el odio contra los brujos no se encontraba todavía en su máxima expresión, si existían aquellos que no dudaban en hacer público su desagrado.
Pero eran pocos y sobre todo eran parte de la plebe, las personas poderosas en la ciudad sabían que Bagdur fue criado por Alzur y para hacer menos alentador meterse con él, también tenia detrás de él a otros dos magos más, Idarran y Tarantir.
Con respecto a la investigación de Tarantir, logro descubrir que necesitaba un agente de regeneración rápida.
Por ahora no había probado ninguna fórmula en algún joven y no veía que eso fuera a suceder por lo menos pronto, ya que las fórmulas que hasta ahora había intentado mezclar no dieron resultados.
Bagdur había traído con éxito la fórmula de la Golondrina, pero esta no logro equilibrarla con el resto de ingredientes, la otra opción era usarla antes de darle aun paciente la poción antes de empezar el tratamiento, pero no iba a funcionar de mucho su regeneración era más lenta de lo que la fórmula destruía las células.
Las muestras de sangre que había sacado de Bagdur, fue de donde sacaba toda la información sobre las terribles consecuencias y le daba una idea de lo que el brujo tendría que haber soportado.
Por ahora seguiría con su investigación hasta lograr el objetivo.
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[Rober el comerciante]
En la parte más central de la ciudad de Maribor se encontraba el famoso bar de "El caballo Noble" una parada para todo aquel en la ciudad que quisiera presentarse como una persona adinerada.
Rober que era un comerciante de materiales costosos y reliquias, tenía como obligación visitarlo cada cierto tiempo para enterarse de lo que se cocinaba en la corte, y también para enterarse de las nuevas modas.
Aunque también era para seguir alimentando su voluminosa panza, aun así no podría ser descrito como una persona fea, pues aun tenía un cabello muy bien cuidado, de color marrón y una barba ligera, que decoraban su rostro de verdes ojos.
Al llegar al restaurante un mozo con deferente aptitud le trajo la primera cartilla decorada en un fino cuero, se trataba de aquella donde se ofrecía una cantidad llamativa de comidas, con nombres ostentosos y también precios exorbitantes.
Decidió pedir entonces un cerdo acompañado con un puré de papas que recordaba como el más exquisito que hubiera probado.
El mozo volvió a la mesa para recoger el pedido y al mismo tiempo dejar la cartilla con los vinos, no tuvo que mirarlo mucho, solo era para ver si había algo nuevo que llamara la atención, decidió pedir lo de siempre, el vino de Toussaint.
Era su preferido no solamente porque era muy bueno, con la cantidad de fermentación necesaria y la ligera dulcera en su sabor, sino porque también él era uno de los principales importadores de este producto, así que alentaba su consumo siempre que podía.
El mozo partió junto con ambos pedidos, su comida no tardaría mucho en llegar.
Pero entonces en su vista apareció el que alguna vez había sido su socio, Frederich malzana, sin dar tiempo a que vieran voltio la mirada para no malograr su apetito, ya que su antiguo socio si tenía una belleza singular.
Se trataba y nada menos de la nariz aguileña que decoraba su rostro, era delgado a más no poder, a diferencia de él que se encargaba de traer productos de los que sus clientes se enorgullecerían, Frederich era a quien se le encargaba conseguir cosas que nadie quería que se supieran.
Cuando Robert regreso la mirada, se dio cuenta de que Frederich estaba llegando a su mesa, no lo odiaba, pero tenía una reputación que mantener y ser visto con un hombre con la fama de haber visitado a todas las putas de Maribor no era algo bueno, aun así resistió.
Frederich: "Pero vaya si Robert, no esperaba verte aquí el día de hoy amigo"
Dijo sentándose sin esperar una invitación, esta forma de ser era bien conocida por Robert.
Robert: "Raro que no lo esperaras, sabiendo que siempre vengo este mismo día y a la misma hora, pero seamos claros Frederich ambos sabemos que tengo una reputación que conservar, desembucha todo lo que tengas que decir"
El comerciante de bajo mundo no parecía verse afectado por las palabras.
Frederich: "Le quitas la gracia a este encuentro, pero bueno, tengo entendido que tienes una decoración de cabeza de mantícora en tu poder"
Cuando Robert escucho esas palabras entendió que eran negocios.
Robert: "Si, una muy exquisita, acaba de llegar ayer y va a ser sometida a un proceso de taxidermia, ¿Por qué preguntas?"
Frederich aprovecho mientras para limpiarse la nariz con la manga, ganándose el disgusto de Robert
Frederich: "la necesito tal y como esta, un mago la necesita para quien sabe que , dame un precio y..."
La frase fue interrumpida por el sonido de un estruendoso rayo, los gritos en la calle empezaron a llamar su atención.
Ambos se miraron a los ojos y salieron junto con el resto de los comensales y mozos.
Frederich había entrado hace apenas unos cortos 20 minutos, pero ahora la parte central de la ciudad se veía en llamas y una gran destrucción estaba sucediendo.
La casa de Robert se encontraba en justo en esa dirección, pero no se atrevía a siquiera pensar en ir en esa dirección.
Robert decidió en esos minutos que su esposa y su hijo eran activos reemplazables, por ahora aquello que no tenia precio era su vida.
Se unió entonces al mar de gente que huía de la ciudad a toda prisa.
Deseándole suerte su familia.