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Suerte y perseverancia

Pequeña aclaración: Cada volumen es independiente del otro. Sigue su propia línea de historia y no se ve afectado por los volúmenes anteriores. Bueno, salvo por algún poder o habilidad que se viene arrastrando por el conocimiento y la personalidad del protagonista que va evolucionando. Volumen 1 Cross over entre nasuverso y Madam ou no Vanadis Volumen 2 viaje por Juego de Tronos, Señor de los anillos y Dark Soul 3 Volumen 3 Mushoku Tensei y Danmachi. Volumen 4 Naruto y muchos otros. -o- Kain, antiguo vástago del equilibrio. Renació en el mundo de Fate y vivió durante varios siglos. Sin embargo, al encontrarse con su viejo enemigo, el dios Hilden, lucho y perdió. Ahora su alma viaja a través del multiverso buscando el poder y la forma de volver a aquel mundo por la venganza. -o- Reglas del juego: 1.- No hay power up indiscriminados 2.- Todo se estudia y se gana hasta dominarlo 3.- El alma influye sobre el cuerpo, por ende, el cabello y los ojos siempre serán los mismo (ojos color lazuli y pelo blanco). 4.-La fuerza es proporcional al conocimiento adquirido, la técnica y la fuerza del alma. 5.- El nivel del mundo es proporcional al alma. Eso quiere decir que si el alma del protagonista es fuerte, irá a un mundo de mayor nivel.

AOoBeligerante · Komik
Peringkat tidak cukup
935 Chs

Mundo Shinobi - Clones verdaderos - 583

Sachiko miró a las sirvientas y dijo —salgan de mi habitación, necesito conversar con Kain-sama—

Las sirvientas la quedaron mirando confundidas y un poco sorprendidas por hacer tal solicitud. Ella era la viuda del daimio, no debería estar a solas con un hombre que no sea su esposo. Las sirvientas mayores con el cabello cano la miraban como si fuera algo más sucio que la basura.

Sachiko frunció el ceño y les dijo —fuera, ahora—

Las sirvientas se dieron la vuelta lentamente y salieron de la habitación. Solo quedaron Sachiko, Rin y Kain.

Una vez que cerraron la puerta, Sachiko se acercó a Kain con una amplia sonrisa y apoyo sus manos en el pecho de Kain de forma intima —Kain-sama, ahora estoy sola ¿Me darás consuelo?— susurro con una amplia sonrisa

Rin abrió los ojos amplios y dejo caer la mandíbula al ver a su hermana tan desinhibida.

Sachiko ignoro a Rin, ella se paró de puntillas y le dio un beso en los labios a Kain.

Kain mostro un pequeña sonrisa, acercó sus manos a la cintura, deslizo sus manos a la cadera y bajo hasta las nalgas. Sachiko acercó su rostro al cuello de Kain y lo beso.

Rin vio a su hermana susurrando algunas cosas. Kain agarraba el trasero de Sachiko, subía por la espalda y volvía a bajar al trasero.

Sachiko se apartó de Kain sin apartar las manos del pecho. Ella tenía una amplia sonrisa, se apartó completamente y miró a Rin. Ella camino hasta su hermana. Rin agacho su rostro, estaba muy avergonzada por el comportamiento de su hermana. Tenías las mejillas rojas como tomate.

Sachiko camino hasta Rin, la rodeo y la abrazó por detrás. Ella apoyo su mentón en el hombro de Rin y esta última la miró a la cara. Sachiko dijo —mira hacia adelante, mira a Kain-sama—

Rin miró hacia adelante, nunca había mirado a Kain directamente, así que primero se fijó en su ropa. El haori blanco, el kosode verde pasto y el hakama negro. Llevaba sandalias de madera. Ella volvió a subir con la mirada, lo encontró alto, más alto que ella, Sachiko y la mayoría de los hombres que ella conocía. Ella llegó al cuello, se fijó en la manzana de Adán. Subió al rostro, lo tenía cuadrado, la frente ancha, pómulos marcados y barbilla recta, nada picuda ni alargada. Tenías los ojos azules, facciones varoniles, la boca grande y los labios gruesos, muy sensuales. El cabello blanco, liso y peinado hacia atrás.

Rin agacho la mirada y se ruborizo.

—¿Ves?— preguntó Sachiko —dije que te iba a dar todo lo que nunca tuve ¿Acaso no te gusta? ¿O acaso te desagrada?—

Rin levantó su rostro, miró a Kain y después ella agacho la mirada. Rin negó con la cabeza y sonrió con timidez.

—Ven, acércate un poco más. Kain-sama es muy amable, te tratara como un tesoro. Sé de lo que hablo— susurro Sachiko

Rin se alertó y miró a su hermana. Sachiko mostraba una gran sonrisa.

—Yo lo amo, quiero compartir este sentimiento contigo. Si quieres verlo de otra forma. Kain-sama nos puede proteger. Puede hacer que mi hijo viva en paz y sobreviva al conflicto político ahora que mi marido a muerto. Puedes ayudarme y al mismo tiempo ser feliz. Eres hermosa Rin, en lugar de vivir una vida con un hombre que no amas por culpa de nuestros padres, puedes dejarte amar por un hombre de tu agrado. Kain-sama es muy buen amante. Nunca me sentí tan bien en toda mi vida ¿Qué me dices? Yo lo compartiré contigo porque eres mi hermana—

Rin miró a Kain una vez más, de solo pensar en acercarse a él su corazón comenzó a latir con fuerza.

—¿Él es Uchiha? ¿Has escuchado de esos hombres? ¿Acaso no hablaban de eso tus compañeras de clase? ¿Acaso no todas querían tener un matrimonio con un hombre del clan?—

—Pero ellos— susurro Rin con la voz temblorosa —ellos tienen el cabello negro—

—Kain es un poco diferente, pero ¿Acaso no te gusta? Kain-sama es el rey de su clan, hijo de Madara Uchiha. Hijo del diablo, él puede pervertir tu corazón y hacerte todo tipo de cosas sucias ¿Acaso nunca lo has pensado?— preguntó Sachiko

Rin sentía que su rostro estaba hirviendo, pero no lo negó.

—Ven, conozcamos a Kain-sama. Yo te lo presentare, pero de ti depende lo que pase ¿Qué te parece? Oto-sama y okaa-sama lo aprobarían—

Rin asintió con una sonrisa en los labios. Ella miró a Sachiko, esta última mostro una sonrisa amplia y le beso la mejilla. Ella se puso al lado de Rin, la tomo de la mano y la llevó hasta Kain. Ellas se detuvieron a treinta centímetros de Kain. Sachiko lo miró a la cara, pero Rin mantenía su rostro agachado.

Sachiko miró a Rin y le susurro al oído —debes mirar a Kain-sama ¿Cómo lo vas a conocer si nunca lo miras a la cara?— preguntó

Rin miró a su hermana, se mordió el labio inferior y levantó su rostro. Ella miró tímidamente a Kain a los ojos, le gustaba el azul de sus ojos, pero lo que más le gusto fueron sus labios. Tenía una boca grande y los labios gruesos, muy bonitos, muy sensuales.

Rin abrió los labios, pero en lugar de palabras solo salió aire como una exhalación, le costó formular las palabras, pero al final lo logro —Kain-sama, soy Rin— dijo

—Rin, mucho gusto, por fin nos conocemos— respondió Kain con una sonrisa amigable

Rin se ruborizo de solo verlo sonreír y ella agacho su rostro mientras sonreía fascinada. Ella no se atrevía a hacer contacto visual.

Sin embargo, su hermana Sachiko le susurro al oído —muy débil, déjame mostrarte como se hace— dijo

Rin se sorprendió y miró a su hermana. Ella la observo. Sachiko se acercó a Kain, puso sus manos en el pecho, se paró de puntillas y le dio un beso. Fue suave y lento.

Rin vio como su hermana intercalaba los labios con los de Kain. Ella sintió como si el tiempo se detuviera, duro mucho tiempo. Así lo sintió Rin, pero en ningún momento apartó su mirada.

Sachiko apartó sus labios, pero no los aparto definitivamente. Ella acercó sus labios, le dio un beso breve, se apartó, lo volvió a besar. Tres veces seguidas y por fin se apartó de Kain.

Rin se quedó estupefacta.

Sachiko miró a su hermana, soltó una risita y se tapó la boca con la mano. Ella miró a su hermana, la abrazó mientras reía y después la rodeo para abrazarla por detrás —esto es completamente normal entre los amantes— susurro —una muestra de afecto. Empecemos con un pequeño beso ¿No te gustaría probar como se sienten sus labios?—

Rin tenía la cabeza gacha, pero al escuchar las palabras de su hermana, sintió como su corazón latía de forma frenética.

—Vamos, tú lo tienes que hacer. Si no lo haces no me importa. Me quedaré a Kain-sama para mí solo y tú te puedes ir a casar con alguien más. Dime ¿Te gustaría que nuestros padres te vendan a otra persona influyente?—

Rin puso una expresión de espanto, levantó su rostro y miró a Sachiko.

Sachiko miraba a su hermana menor con cierta frialdad en los ojos, pero su boca sonreía —si no lo quieres hacer, bien, pero es tu vida Rin. De nadie más, tú tienes que decidir a quien se la vas a dar. Yo ya elegí, por fin decidí y tengo la certeza que es lo mejor. Ahora ¿Qué vas a hacer?— preguntó

—Déjala Sachiko-chan— dijo Kain

Sachiko miró a Kain e hizo un puchero —es que ella se queda ahí estupefacta, Kain-sama. Si a mí me hubieran presentado a Kain-sama cuando tenía su edad no lo hubiera pensado dos veces— dijo

—Bueno, no todas las personas son igual. Ahora, deja de perder el tiempo y viajemos a ciudad Tengu. No te preocupes por tu vestimenta. Mizusu se preocupó por tener un ejército de maquilladoras para que todas las mujeres del evento vayan pintadas como diosas—

—Muy amable. Esa mujer— dijo Sachiko con cierto disgusto.

—Sí, es amable— respondió Kain, tendió su mano y Sachiko la miró. No estaba muy contenta con el hecho de que Kain mencionara a otra mujer, pero estiro su mano y la puso sobre la de Kain. Este último acercó el dorso de la mano a sus labios y le dio un beso —no seas malhumorada o nosotros dos tendremos que hablar, en otros términos—

Sachiko se mordió el labio inferior y asintió.

Kain mostró una sonrisa, se agacho y la beso. Sachiko se aferró a su ropa y respondió a sus besos. Kain apartó su rostro y la miró a los ojos —vamos, todo está preparado— dijo

—Sí, querido— respondió Sachiko

Kain miró a Rin, le tendió la mano y Rin acercó su mano lentamente mientras se ruborizaba. Cuando la puso sobre la mano de Kain, ella agacho la mirada mientras sonreía tímidamente.

Kain la sujeto y ellas fueron enviadas a una habitación en el hotel de ciudad Tengu. El clon verdadero que estaba en el palacio imperial de la ciudad de Los Sabios se quedó. Él salió de la habitación, lo esperaban las sirvientas de Sachiko.

—Sachiko-sama viajo— dijo Kain —vuelvan a sus labores y tengan cuidado con cualquier intruso. Si ven a alguien sospechoso avisen a los guardias o en último caso, a mi—

Las sirvientas lo quedaron mirando con cierto reproche en la mirada.

Kain sonrió, se acercó a la sirvienta más joven y ella retrocedió. Kain la acorralo contra la pared y la miró a los ojos. Ella lo quedó mirando, bastante expectante de cuál sería su siguiente movimiento. Kain acercó su rostro, sus labios terminaron a un par de centímetros de los labios de la sirvienta.

—No seas envidiosa— susurro Kain y apartó su rostro.

Kain se dio la vuelta, miró a las otras sirvientas y dijo —no sean envidiosas. Si otra tiene suerte, apóyenla. Protejan a Sachiko y bendíganla. Si ustedes hubieran tenido su oportunidad ¿No la hubieran tomado?—

Muchas sirvientas se sonrojaron, las mayores, sobre todo. Ellas apartaron la mirada. Kain negó con la cabeza. Era algo que no podía aprobar de las mujeres. Daba la impresión de que no había peor enemigo de una mujer que otra mujer.

Kain camino por el pasillo y fue directo al pasillo principal.

Los guardias se estaban reuniendo. Eran cien en total, los otros estaban dispersos por toda la ciudad de Los Sabios.

—Kain-sama— dijo uno de los guardias con revolver. Era uno de los pocos que había logrado memorizar como apuntar sin que se le soltara el arma.

—¿Sí? ¿Qué sucede?— preguntó Kain con voz potente

—Los encontramos, no tienen escapatoria. Ellos nos dispararon, pero nosotros respondimos y ellos dejaron de disparar. Ahora están atrapados, pero lo esperábamos a usted para capturarlos—

Kain asintió y dijo —bien, vamos, hay que finalizar esto ¿Recuento de bajas?—

—Todos los nobles muertos, sus ancianos, sus niños, sus mujeres, todos—

—¿Y ustedes?— preguntó Kain

El guardia sonrió agradecido por la consideración —nosotros solo tenemos cinco bajas, pero varios heridos. Todos sobrevivirán, pero le íbamos a pedir que usted los vea. No confiamos en los malditos médicos locales. Ellos nos tratan como cerdos y si nos quejamos, nos patean—

Kain por fin vio los primeros signos de rebelión en la mirada de todos. Por fin se estaban quejando, por fin estaban exigiendo ser tratados como seres humanos. Kain asintió, le gustaba este ambiente, esto le daba la posibilidad de volverse fácilmente en líder de la ciudad de Los Sabios. Los médicos también eran esclavos, pero por su profesión gozaban de cierto prestigio y libertades. Estaban solo un paso por debajo de los nobles, así que por hábito no trataban bien a ningún esclavo.

—¿Ninguno los trato bien?—

—No todos, hay algunos médicos que nos trataron con respeto. No podemos decir que fueran amigos, pero nos ayudaron. El resto solo nos ignoró—

Kain murmuro —como si todo siguiera siendo igual que antes—

El guardia asintió suavemente.

Kain mostro una sonrisa suave y levantó su rostro para elevar su voz y hablar para todos —vamos a corregir algunas cosas, pero todo depende de si ustedes están dispuestos a dejar de ser esclavos ¿Qué les parece? ¿Quieren seguir viviendo así o ser mejores?—

Todos los guardias quedaron mirando a Kain, atónitos, perplejos, superados por la sensación de esas palabras. Muchos tragaron saliva, pero lejos de estar temerosos, estaban eufóricos por dentro.

—Señor— dijo el guardia que primero hablo con Kain —soy su lanza. Dígame a donde apuntar y ahí estaré. Luchare hasta el final, pero prométame que mi familia vivirá diferente de mí. No tengo hijos, nunca los tendré, pero mis hermanos y mis sobrinos. No quiero que ellos vivan como yo—

Kain soltó una risita —te sorprendería todo lo que se puede solucionar— dijo, avanzó y le palmoteo el hombro —vamos, es hora de corregir esto, pero recuerda— miró al resto de los guardias —seremos mejores o nos volveremos igual a nuestros captores—

Los guardias miraron a Kain, poco a poco se iban sumando miradas llenas de determinación.

—Seres mejores o nos volveremos iguales a nuestros captores— dijeron un par de ellos. Lo repitieron como una consigna y se fueron sumando más voces hasta que todos lo dijeron a coro. Eso hizo retumbar el pasillo y los corazones de todos los sirvientes del palacio. Algunos ocultos detrás de una puerta, otros agazapados en un pasillo, pero de alguna manera, esas palabras llegaron a su corazón con la fuerza de los cien y llevaron su mano al corazón. También lo repitieron.