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Suerte y perseverancia

Pequeña aclaración: Cada volumen es independiente del otro. Sigue su propia línea de historia y no se ve afectado por los volúmenes anteriores. Bueno, salvo por algún poder o habilidad que se viene arrastrando por el conocimiento y la personalidad del protagonista que va evolucionando. Volumen 1 Cross over entre nasuverso y Madam ou no Vanadis Volumen 2 viaje por Juego de Tronos, Señor de los anillos y Dark Soul 3 Volumen 3 Mushoku Tensei y Danmachi. Volumen 4 Naruto y muchos otros. -o- Kain, antiguo vástago del equilibrio. Renació en el mundo de Fate y vivió durante varios siglos. Sin embargo, al encontrarse con su viejo enemigo, el dios Hilden, lucho y perdió. Ahora su alma viaja a través del multiverso buscando el poder y la forma de volver a aquel mundo por la venganza. -o- Reglas del juego: 1.- No hay power up indiscriminados 2.- Todo se estudia y se gana hasta dominarlo 3.- El alma influye sobre el cuerpo, por ende, el cabello y los ojos siempre serán los mismo (ojos color lazuli y pelo blanco). 4.-La fuerza es proporcional al conocimiento adquirido, la técnica y la fuerza del alma. 5.- El nivel del mundo es proporcional al alma. Eso quiere decir que si el alma del protagonista es fuerte, irá a un mundo de mayor nivel.

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Mundo Shinobi - Clones verdaderos - 582

—Ella es mi hermana menor, Rin— dijo Sachiko con una amplia sonrisa

Kain la observo:

Sachiko tenía el cabello oscuro y corto, un rostro con forma de corazón, la piel de durazno con un tenue rubor natural en las mejillas. La boca grande y los labios gruesos. Una mirada lánguida y una sonrisa sensual. Ella llevaba un kimono purpura y un obi blanco en su cintura con detalles florales. Tenía una figura curvilínea.

Por otro lado, Rin, su hermana, era muy parecida a ella, pero usaba el cabello largo hasta la mitad de la espalda y se veía joven, catorce o quince años. El rostro redondo y los ojos pardos. Lo que era similar a Sachiko eran los ojos y la nariz respingada. La boca era pequeña y los labios gruesos. Rin llevaba un kimono rojo con detalles florales y un obi purpura

Kain las quedó mirando, Sachiko era un poco más grande que su hermana, pero debe haber sido porque ella era cinco años mayor. Por su parte, Rin mantenía la mirada ligeramente agachada en una actitud tímida.

—Esta tiene por nombre Rin Kazan— dijo Rin, apoyo sus manos en el suelo y se agacho hasta tocarlo con la frente. Ella enderezo su espalda y ladeo ligeramente su rostro mientras sonreía a la perfección. Parecía una muñeca de tan perfectos que eran sus modales.

Shachiko miró a su hermana menor con cierta tristeza en su mirada. Ella miró a Kain y sonrió —Rin es muy inteligente, Kain-sama. Ella tiene aptitud para las habilidades matemáticas. La mejor de su clase—

—Entiendo, un matemático— dijo Kain y asintió —¿Tienes lápiz y papel?—

—Sí, por supuesto— dijo Sachiko y miró a uno de los sirvientes que quedaban en la habitación —por favor, consigue papel y lápiz—

—De inmediato, su majestad— dijo el sirviente, hizo una reverencia y salió de la habitación.

Del otro lado de la habitación se abrió la puerta y aparecieron el resto de los sirvientes llevando carritos con todo tipo de comidas, tetera, tazas, copas y botellas de vino. Ellos se detuvieron en la entrada, miraron a Sachiko y esta última asintió dando su aprobación. Los sirvientes entraron, pusieron una mesita baja entre Kain y Sachiko, pusieron la comida encima y le ofrecieron todo tipo de bebidas.

—Té verde, por favor— dijo Kain

—Kain-sama, tan reservado— dijo Sachiko con un tono coqueto. Eso capto la atención de todos, era un movimiento demasiado notorio. Incluso alarmo a Rin, su hermana, pero Sachiko no les puso atención y solo se concentró en Kain mientras lo miraba y sonreía de forma coqueta. Incluso Rei-chan se molestó por lo descarada que estaba siendo.

Sin embargo, de repente escucharon muchos estruendos que viajaron por todo el palacio. Fue ruidoso como de trueno, pero el sonido era tan lejano que nadie supo de dónde vino.

Todos se alertaron, los guardias protegieron a Sachiko y Rin. Ignoraron a Kain y Rei-chan. Los guardias miraron hacia todos lados, no sabían de donde venían los estruendos, pero eran constantes. Fue una enorme cantidad de ellos, todos seguidos, uno detrás de otro. De repente se detuvo y todo quedó en silencio.

Kain se quedó tranquilo y abrazó a Rei-chan. Ella se acurruco contra el pecho de Kain. Este último movió su cabeza de lado a lado siguiendo el ejemplo de los guardias y miró hacia todos lados como si no supiera lo que estaba pasando.

Una vez que pasó el susto, algunos guardias salieron a mirar lo que había pasado.

De repente llegó un guardia con armadura roja. Él encontró a Sachiko y Rin siendo protegida por cinco guardias. A Kain de pie a un lado, protegiendo a Rei-chan. El rostro del guardia reflejaba la desesperación —su majestad, daimio-sama— grito

—¡¿Qué sucede?!— grito Sachiko como si estuviera al límite de su ingenio.

Kain siguió abrazando a Rei-chan, ni siquiera miró a Sachiko, pero por cómo se escuchó, fue bastante convincente. Y eso que solo estuvo un par de horas practicando con Kasumi.

—¡Habla!— grito Sachiko con desesperación, su mirada era intensa

—Daimio-sama. Kato-sama lo mato y mato a muchos guardias en su huida— dijo el guardia con voz estridente por el espanto. Parece que solo se salvó por los pelos.

—¿Cómo puede ser posible?— grito Sachiko y se tapó la cara con la mano. Después apartó su mano y aparecieron lagrimas cayendo por sus mejillas —¿Cómo?— preguntó con la voz quebrada —¿Cómo puede ser posible? ¿Y los guardias?—

—Todos muertos, su majestad—

Sachiko miró a Kain y le dijo con voz suplicante —por favor, Kain-sama ¿Puede hacer algo? No tengo a quien más recurrir—

Kain frunció el ceño y dijo con voz potente —por eso les dije que las armas de fuego serían su perdición ¡Maldición!— él tomo una profunda respiración y continuo —dame autoridad sobre los guardias o todo será en vano—

—Escuchen— dijo Sachiko alzando la voz y poniéndose en pie

Los guardias se arrodillaron, pero pudieron ver las lágrimas cayendo por las mejillas de Sachiko. Los guardias estaban al límite de su ingenio. El último asesinato en la ciudad de Los Sabios fue hace más de cien años.

—Yo, Sachiko, consorte imperial, declaro ley marcial hasta que se resuelva el asesinato de mi esposo, el daimio de la nación de la Tierra. Que alguien avise a Iwagakure, que Tsuchikage-sama envié a sus hombres más capaces y que asedie al clan Kato. Quiero sus cabezas, de todos, que ninguno sobreviva. Por último, todos los guardias deben seguir el comando de Kain-sama y cooperar en todo lo posible. Aquel que falte a mi orden será colgado en la calle—

Todos los guardias temblaron, todos trabajaban en el palacio y conocían a Sachiko desde hace años, pero nunca la escucharon gritar ni mucho menos demostrar tanta furia.

—Sí— gritaron los guardias y se pusieron de pie. Ellos miraron a Kain y esperaron sus órdenes.

Kain los miró, tenía a Rei-chan en sus brazos y continuo —por ahora, cierren el palacio y busquen la ubicación de la familia Kato. No los ataquen, mientras tengan armas de fuego, todos ustedes estarán en desventaja. Ahora, tú, el que sobrevivió, explícanos que sucedió, sin perder ningún detalle—

El guardia comenzó a hablar.

Después Kain dio sus órdenes y asigno algunos guardias a Sachiko, él fue a dejar a Rei-chan a la casa y de paso la envió junto a Hashirama y la niñera a Ciudad Tengu para que estuvieran más seguras. Ahí había un clon verdadero para que les diera consuelo y las tranquilizara.

El clon verdadero de la ciudad de Los Sabios quedó acompañado de Mari Hatake como su única fuerza de combate. Eso mantendría a todos más tranquilos y evitaría malentendidos.

Kain volvió al palacio y los guardias lo recibieron.

—Señor— dijo uno de los guardias con armadura roja —tenemos graves problemas. Los Kato se han vueltos locos y han empezado a matar a los nobles—

—¿Y qué hizo tu gente?— preguntó Kain con voz firme

—No los atacamos como usted nos indicó. Intentamos cortar su vía de escape, pero ellos atacaron con esas extrañas armas, mataron a varios de nosotros y huyeron—

Kain tomo una profunda respiración y agacho la mirada hacia la derecha como si estuviera creando una idea —ustedes, síganme, no hay otro modo— dijo, él levantó su rostro y los miró a los ojos —no tenemos otra forma de resolver esto que combatir el fuego con fuego—

Kain se movió y los siguieron los guardias. Ellos se dirigieron a los aposentos imperiales, entraron al cuarto del daimio y encontraron un montón de cadáveres tirados en el piso y cubiertos con sábanas rojas. Gracias a eso no se veía la sangre, pero se notaba la humedad en la superficie de la sábana.

Kain se movió a las cajas que estaban cerradas. Las que estaban abiertas estaban completamente vacías. Kain metió los dedos bajo la tapa de la caja y la arranco de golpe. Dentro había rifles de corredera. El último tipo de arma que habían confeccionado los Kato. Kain tomo uno y los fue repartiendo. Ellos fueron recibiendo los fusiles, pero no sabían qué hacer con ellos.

Los altos mandos habían muerto con el daimio, así que todos los guardias eran soldados rasos.

Kain los miró, eran alrededor de veinte personas. Se veían ligeramente jóvenes y asustados.

Kain fue a abrir otra caja, estaba llena de revolver. Kain los sacó y fue entregando. Una vez que los pasó todos, observo a los guardias. Parecían débiles e indefensos. Los esclavos habían perdido sus amos y su mundo había perdido su orden.

—Ahora, pongan atención, no tenemos tiempo así que será el curso rápido de disparo— dijo Kain y les empezó a enseñar. Ellos estaban nerviosos, varios se lastimaron y solo cinco tuvieron éxito en aprender a disparar. El resto estaba muy nervioso y olvidaban todo lo que Kain les decía. Entre los cinco y Mari, comenzaron a viajar a la última dirección en que vieron a los miembros del clan Kato. Sin embargo, allá donde iban encontraban nobles con agujeros por todo su cuerpo.

Al final del día, no encontraron a nadie, pero todos los nobles habían sido asesinados y el clan Kato había quedado como el culpable. Todos lo sabían, todos lo creían.

Sin embargo, a Sachiko le importaba eso menos que nada. Ella se estaba preparando para ir a la reunión en el hotel de ciudad Tengu. Su hermana estaba en su habitación mientras la observaba, llena de incredulidad al ver que su hermana se mantenía indiferente.

Rin iba a ser enviada la semana siguiente a vivir al palacio imperial como concubina del daimio. Ella odiaba la idea, pero no se podía oponer. Ahora, su mundo había perdido su dirección y ya no sabía qué hacer. Su hermana era la máxima autoridad en la ciudad de Los Sabios. Así que ella decidiría su destino.

—Rin, controla tu estado de ánimo. Eres mi familia y tienes que mantenerte digna— dijo Sachiko mientras las sirvientas la seguían arreglando en un kimono dorado con detalles florales blancos.

—¿Cómo puedes mantenerte tan firme?— preguntó Rin y miró a su hermana

—Debemos mostrar fuerza, Rin— dijo Sachiko —si nos ausentamos del evento en ciudad Tengu, todos pensaran que la nación de la Tierra está acabada. Si me muestro sentimental, todos pensaran que soy una líder débil ¿Te gustaría que alguien nos matara por parecer débil?— Rin tirito de solo pensarlo. Sachiko miró por el reflejo del espejo a su hermana y mostro una pequeña sonrisa astuta —no pasara, Rin. Esta es tu oportunidad para ser feliz. Yo lo haré posible para ti. Te daré todo lo que nunca yo tuve. Te lo prometo—

—Onee-sama— murmuro Rin, un poco intrigada por la sonrisa de Sachiko. Sin embargo, al procesar sus palabras, ella derramo una lágrima y asintió mientras sonreía. Ella miró a la sirvienta que le peinaba el cabello y dijo —lo siento, puedes arreglar mi rostro otro vez—

—Sí, déjemelo a mi— dijo la sirvienta.

Rin trato de poner una expresión digna como su hermana y miró su reflejo en el espejo.

Alguien golpeo el dintel de la puerta de corredera y una sirvienta fue a revisar. Ella vio a Kain y se sorprendió.

—Quiero hablar con su majestad— dijo Kain —tengo noticias—

—Usted, no debería estar aquí. Su majestad es la viuda de daimio-sama— respondió la sirvienta

—Sí, y sin mi ella no podrá llegar al lugar de la reunión ¿Te das cuenta de lo estúpido que suena tu regaño?—

La sirvienta se quedó callada y asintió —lo entiendo, le avisare de inmediato a su majestad— dijo

Kain asintió, la sirvienta cerró la puerta. No fue muy difícil saber que Sachiko fue informada y reacciono. Se escucho una estruendosa cachetada y alguien cayó sobre un mesita y la rompió.

—Perra estúpida, Kain-sama es muy importante para nuestro país— grito Sachiko a vivo pulmón, varios niveles más enojada que cuando mataron a su marido —agradece que yo no soy mi marido y te mando a colgar de los pulgares. Nunca más tomen esa actitud con Kain-sama o conocerán lo que es el dolor ¡¿He sido clara?!—

Solo hubo silencio, pero parece que todos respondieron acorde a lo esperado. Sachiko no siguió con la reprimenda. Ella camino a la puerta y abrió la puerta para Kain.

Ella se veía hermosa en el kimono dorado con los detalles florales blancos —Kain-sama, lo estaba esperando— dijo con una hermosa sonrisa en los labios. Ni siquiera parecía que hace solo un par de horas había enviudado.