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Re: zero arco 3, 4, 5.

Pueden seguir aquí después del cp25 Luego subiré el Arco 1 y Arco 2. A partir del CP 329 comienza el arco 5.

delta_zero_1153 · Fantasi
Peringkat tidak cukup
503 Chs

Un momento para cantar y bailar. Parte2

Hoy, Subaru volvió a ser testigo de una audiencia que derramaba lágrimas por la interpretación y el canto de Liliana.

La diferencia con respecto a ayer era la presencia de Priscilla, quien estaba al lado de Liliana, recibiendo frases como «tu baile fue increíble», «impresionante», «definitivamente volveré». Priscilla, quien recibía todos estos generosos elogios, se abanicó y abrió los brazos en respuesta.

Después de esa cruda interacción con sus fans, las únicas personas que quedaron fueron Subaru, Emilia y Beatrice. Al darse cuenta de su molesta inactividad, las coletas de Liliana se movieron una vez más.

_Liliana: ¡Anda! ¡Si es Natsuki-sama y Emilia-sama! ¡Y la pequeña niña-sama de Natsuki-sama! ¿Por qué están aquí?

_Beatrice: No estoy segura de quién es esa niña-sama, supongo. Subaru, explícamelo, de hecho.

_Subaru: ¿Por qué no dejamos que la que inventó el nombre nos lo explique? Toma, te daré unos sabrosos caramelos, así que compórtate.

_Beatrice: No me mmm... engañarás así, supongo mmm...

Dejando a un lado a Beatrice, quien estaba ocupada con el caramelo en su boca, Subaru se giró hacia Liliana, cuyas coletas se movían ansiosamente como la cola de un perro. Aunque Emilia abrió los ojos por completo al ver esto, la presentación del extraño comportamiento de Liliana apenas estaba comenzando.

_Subaru: Aunque sólo ha pasado un día, aquí estás, montando otra gran actuación. ¿Kiritaka te echó otra vez?

_Liliana: ¡Nnoo! Bueno~, algo así. El que me ama me hizo una petición muy seria, así que la cumplí. ¿No es ese el deber de una mujer ejemplar? Creo que lo es.

_Subaru: Entonces, incluso después de haber sido expulsada, pensaste que hacer un recital estaría perfectamente bien...

Liliana enderezó su delgado pecho y acarició un bigote inexistente. A su lado, Priscilla estaba de pie con los brazos cruzados sobre su amplio pecho. Subaru la vio brevemente, a lo que ella reaccionó resoplando por la nariz con desprecio hacia él.

_Priscilla: ¿Qué estás haciendo? Aunque hayas sido seducido por mi encanto, posar tu mirada sobre mí de esa manera es increíblemente grosero. A los hombres que están obsesionados con mi belleza se les permite a lo sumo inhalar mi aroma para alimentar sus dulces sueños.

_Subaru: No vi tu baile, pero aunque lo hubiera visto, no me habría entusiasmado demasiado. Sólo me gustan las chicas delicadas como Emilia-tan, así que tu seductor cuerpo no tiene mucho efecto en mí.

_Priscilla: Preferir a la semibruja sobre mí es una señal de que no tienes remedio. Obviamente no soy tan estrecha de mente como para aceptar gustos extraños. Además, si no puedes entender la verdadera belleza, entonces tu mirada sólo puede ser descartada por ser irremediablemente corto de miras.

Subaru sintió que no tenía sentido intentar discutir con ella.

Sus valores eran demasiado diferentes. Subaru no podía usar su sentido común con Priscilla, quien genuinamente creía que el mundo mismo le pertenecía.

En cualquier caso,

_Emilia: «Un baile increíble»… ¿Eso significa que Priscilla-san estaba bailando?

_Priscilla: Lamento que te lo hayas perdido. Bailar no es algo que yo haga a la ligera. Aun así, la canción de esta artista tenía algo que ofrecer.

De esta manera, Priscilla presentó a Liliana frente a la atónita Emilia.

Su respuesta sorprendió a Subaru, mientras que Liliana quedó con los ojos en blanco por el sorpresivo elogio.

Subaru miró directamente a Priscilla, ignorando a Liliana, quien comenzó a fingir que estaba echando espuma por la boca.

_Subaru: ¿Bailaste para la gente? Eso es completamente inesperado.

_Priscilla: Entonces, ¿cómo considerarías el frenesí de esa multitud de tontos que hubo justo ahora? Aunque la canción de esta artista tenía magia, sin la presencia de mi baile, el público habría caído en el estupor y se habrían convertido en marionetas que solo podían escuchar. Aunque podría decirse que es una forma de disfrute, no me agrada mucho. Los tontos seguirán siendo tontos, y los ignorantes seguirán siendo ignorantes. ¿Por qué no agregar color a mi día y al de ellos?

_Subaru: ...En otras palabras, ¿los tontos que se entregan a la estupidez serán más felices?

_Priscilla: Vaya vaya. Aunque eres un plebeyo, eres muy hábil comprendiendo las cosas.

Sentirse alagado por los elogios de Priscilla sería imposible.

Además, Priscilla no mostraba ninguna señal de recordar que en el ryokan había olvidado la existencia de Subaru. Él simplemente se conformaría con que Priscilla recordara a Emilia.

_Liliana: Pero, pero, Priscilla-sama y Emilia-sama están aquí. Hay mucha gente impresionante reunida aquí, realmente lo aprecio.

Liliana había resistido el tenso ambiente y, sobreponiéndose, ofreció ese comentario.

Ella se había dado cuenta de la rivalidad entre las dos y se había designado a sí misma como mediadora, en lugar de que el torpe Subaru lo hiciera. Tal vez sus extrañas peculiaridades y su cabeza hueca fueran solo una máscara.

_Liliana: Jejeje. ¿Mi canción fue tan hermosa? Siendo honesta, eso hace que me ponga roja. Jejejeje.

Subaru: No, esta es su verdadera naturaleza.

Liliana fue cegada por sus propios elogios y se encogió de vergüenza. Subaru se dio cuenta de que la había sobrestimado y dejó caer sus hombros decepcionado. De repente, notó que no había nadie alrededor de Priscilla.

_Subaru: ¿Eh? ¿Estás sola? ¿Sin Al, o ese maldito bastardo, o el lindo mayordomo?

_Priscilla: Dejé que Schultz fuera a dar un paseo, pero parece que se ha perdido. Se esfuerza mucho, pero no sirve para nada en lo que hace, ese es el tipo de niño lindo que es. Dado que las constantes quejas de Al son molestas, lo envié a buscar a Schultz. En cuanto al maldito bastardo, no estoy segura. Tal vez esté en una taberna en algún lugar.

_Subaru: Así que «maldito bastardo» es en realidad un término común entre nosotros...

Subaru quedó desconcertado ante la inesperada respuesta seria. Parecía que Heinkel era mal recibido incluso por su propia facción.

Aunque él entendía perfectamente por qué Heinkel era tratado de esa manera, ¿por qué Priscilla se había molestado en invitar a semejante persona a su facción?

_Subaru: Aunque… ella definitivamente diría algo como «porque tenerlo cerca sería interesante».

_Priscilla: Parece que lo entiendes bastante bien. Bueno, lo elegí por razones más bien insignificantes. Aquellos que se acerquen a mí e intenten promocionarse a sí mismos serán bienvenidos siempre y cuando pueda encontrarles un propósito para mi entretenimiento. Si se convierten en un obstáculo, pueden ser descartados en cualquier momento. Ese hombre es, en el mejor de los casos, este tipo de persona. 』

_Subaru: No; cómo decirlo... Él no parece que esté a la altura de tus expectativas de ninguna manera.

Parecía que Priscilla se había rebajado a atacarlo violentamente porque él no había cumplido sus expectativas. Pero quizás hacía mucho tiempo que Priscilla había olvidado ese acontecimiento.

_Subaru: ¿Pero no crees que es peligroso? En un momento así, yo nunca dejaría que Emilia-tan saliera sola.

_Priscilla: «Mis ayudantes están ausentes, por lo que estaría en desventaja si me encontrara en peligro». Tal manera de pensar solamente es apropiada para aquellos que solo pueden mirar mi espalda desde abajo.

_Subaru: Ah, ¿de verdad?

Ese fue un juicio bastante despectivo de las capacidades de Al. Sin embargo, después de ver a Priscilla en acción, esa perspectiva era comprensible.

Durante el desayuno, la habilidad de combate que Priscilla había demostrado era superior a la de los seres humanos.

_Subaru: Ahora que lo pienso, yo también recibí una patada en la mandíbula una vez.

Durante los bucles que habían ocurrido en la Capital, Subaru disgustó tanto a Priscilla que ella le dio una patada en la cara, y su cuerpo voló tan alto que chocó contra el techo y aterrizó en la habitación adyacente.

Ese severo dolor fue como si le hubiera roto la mandíbula.

_Subaru: Entonces, ¿dejaste a Al a un lado y viniste a ver a Liliana?

_Priscilla: Este mero paisaje urbano ha conseguido calmar mi aburrimiento. A diferencia de la estrecha estructura de la Capital, esta ciudad tiene muchos lugares que valen la pena ver. Mientras exploraba, un hermoso río de canciones fluyó hacia mí.

_Liliana: Bueno~. Al principio, cuando tu baile creó un frenesí, realmente no tenía idea de lo que iba a pasar. A veces hay gente que se une imprudentemente a mi actuación y cambia el estado de ánimo. Aunque la mayoría de las veces mi canción los impacta y cambian de opinión.

_Subaru: Realmente no actúas como debería hacerlo alguien con el título de diva...

Involucrarse en medio de una canción como esa fue un movimiento bastante atrevido.

Y, de hecho, fue más bien una sorpresa que Priscilla se hubiese unido con un baile. El hecho de que el público estuviera tan entusiasmado, significaba que su baile estuvo a la par con la canción misma.

_Priscilla: Aunque sería una exageración decir que puedes ganarte los corazones como yo, de hecho hay un cierto valor en tu voz. ¿Qué te parece esto? Ven a mi lado. Deja que mi influencia te brinde estatus, y permíteme ofrecerte el honor de tocar en mi mansión.

_Liliana: …

En otras palabras, Priscilla apreciaba bastante la canción de Liliana, por lo que le hizo una demanda irrazonable.

Aunque la idea situaba a Liliana como la cantante personal de Priscilla, sus palabras también implicaban algo más oscuro: ¿qué haría si su enojo por no poder conseguir a Liliana alcanzara el mismo nivel que su aprecio por la música de Liliana?

Entonces, Liliana contestó:

_Liliana: ¡Muchas, muchas gracias! ¡Esa es una evaluación muy gratificante, y me hace realmente feliz! ¡Pero! ¡Pero! ¡Pero! ¡Pero! Por favor, permítame negarme...

Ella desconocía la terrible ira de Priscilla, y tampoco era capaz de leer su estado de ánimo.

Con esa escalofriante ignorancia, ella rechazó la propuesta de Priscilla con un entusiasmo despreocupado.

_Priscilla: Vaya, vaya. Te niegas. ¿Por qué?

El tono de voz de Priscilla se endureció y su mirada se tornó sombría.

Subaru, que no tenía nada que ver con la situación entre ellas, sintió un escalofrío en su espalda.

La situación estaba a punto de volverse mortal.

En su propio mundo, libre de tensiones, Liliana acarició el estuche que contenía su instrumento.

_Liliana: Yo soy Liliana, una trovadora ambulante. Aunque es cierto que ahora se me pide que me quede en la ciudad, soy una viajera que tarde o temprano volverá a vagar con el viento. Así es como sirvo a mi profesión, sin estar atada a nadie ni a cualquier lugar — esa manera de vivir fue decidida hace mucho tiempo.

_Priscilla: Por eso mi invitación fue rechazada.

_Liliana: Ya sea mi madre, o su madre, o la madre de su madre, mi familia siempre ha caminado por ese sendero. Todos somos personas que hemos elegido abandonar todo lo material para poder vivir a través del canto en el corazón de los demás. Así como nadie puede capturar el viento, nadie puede detener una canción. Por lo tanto...

_Priscilla: …

_Liliana: Aunque estoy muy contenta con su invitación, permítame negarme. Después de todo, ni siquiera yo puedo saber a dónde viajará mi música, ya que cada decisión ha sido confiada al viento.

Levantando su instrumento y hablando con orgullo, la expresión de Liliana no mostraba ninguna señal de duda.

Su habitual expresión engañosa había desaparecido, así como su aura inocente que alteraba los nervios de los demás.

Era simplemente una trovadora — La diva que quería conservar sus historias en sus canciones.

Después de escuchar la respuesta de Liliana, Priscilla levantó una mano y cerró un ojo. Con su otro ojo, ella dirigió una abrasadora mirada carmesí hacia Liliana.

Entonces, ante la inquebrantable expresión de Liliana, Priscilla suspiró repentinamente.

_Priscilla: —Excelente. Esa determinación también es placentera. Lo permitiré. Parece que yo he sido la única vulgar aquí.

_Liliana: No, no, en absoluto. Yo realmente lo siento muchísimo.

Liliana le ofreció una respuesta sincera a Priscilla, cuya boca estaba a punto de florecer en una sonrisa.

La interacción entre las dos dejó a Subaru realmente atónito. Entrecerrando los ojos ante su expresión pasmada, Priscilla frunció el ceño como si estuviese disgustada.

_Priscilla: ¿Qué pasa, plebeyo? Pareces molesto.

_Subaru: En realidad no es más que simple sorpresa. Pensé que ibas a partir en dos a Liliana después de que ella te rechazara, por lo que empecé a temblar...

_Priscilla: Esa es una preocupación bastante ridícula.

«Es imposible que pase eso», era lo que indicaba el «hum» de Priscilla.

Sin embargo, antes de escuchar el razonamiento de Liliana, Priscilla no tuvo la menor duda de querer matarla.

No obstante, antes de que esa decisión se tomara conscientemente, las oportunas palabras de Liliana movieron la balanza en una dirección afortunada. Al menos, así lo veía Subaru.

_Emilia: Pero, a mí también me sorprendió un poco, ya que pareces el tipo de persona que consigue todo lo que quiere, Priscilla-san.

Emilia inesperadamente había activado una mina terrestre que Subaru se había esforzado por evitar, revelando inesperadamente su impresión de Priscilla.

Subaru involuntariamente enderezó su espalda y volteó para mirar a Priscilla. Pero, ella simplemente cerró los ojos, y...

_Priscilla: Qué palabras tan tontas, semibruja. ¿Cómo podrían tus nublados ojos juzgar mi carácter? Mi capacidad de tolerar insultos descorteses tiene un límite.

_Beatrice: Qué chica más imperdonable, de hecho. Si tienes tiempo para reflexionar sobre las incapacidades de los demás, entonces deberías reflexionar sobre ti misma y sobre tu propio comportamiento, supongo. Betty cree que eso sería más significativo para ambas partes, de hecho.

_Emilia: Beatrice...

Mientras escuchaba la implacable burla de Priscilla, Beatrice sujetó la mano de una Emilia confundida.

Sin embargo, Priscilla levantó las cejas mirando a Beatrice como si la viera por primera vez.

_Priscilla: Una pequeña niñita se atreve a hablar así. Mi benevolencia no está determinada por la edad. Si tienes la noción incorrecta de que tu juventud te salvará de mi ira, será mejor que cambies tu actitud ahora mismo.

_Beatrice: Tu intromisión en la vida de los demás es realmente innecesaria, supongo. Fíjate bien a quién llamas niñita, de hecho. Dejarse engañar por la apariencia de Betty te costará caro.

Una llama estalló entre Priscilla y Beatrice.

Las dos chicas vestidas con elaborados atuendos parecían estar terriblemente enfadadas.

Aunque Subaru nunca dudó ni por un segundo de que Beatrice ganaría, sabía que estos conflictos eran inevitables cuando las Candidatas de la Selección Real se reunían. Simplemente era el tipo de relación que tenían.

_Subaru: No seas tan terca, Beako. Priscilla es así de volátil, y discutir con ella no tiene sentido.

_Beatrice: Subaru, no detengas a Betty, de hecho. ¿No te molesta que Emilia esté siendo menospreciada, supongo? Muéstrame tu masculinidad, de hecho.

_Subaru: ¡¿Podrías no decir cosas tan terribles?! Además…

Subaru se sorprendió de que Beatrice estuviera enfadada por el bien de Emilia, ya que ella rara vez mostraba preocupación hacia otra persona que no fuera él.

Incluso Emilia, la persona implicada, se sorprendió.

_Emilia: Beatrice, estoy bien.

Apartando la mano de Beatrice, Emilia tocó suavemente la cabeza de la niña. Una expresión llorosa apareció en el rostro de Beatrice, pero solo duró un segundo. Beatrice adoptó su expresión habitual cuando volteó hacia Priscilla.

_Beatrice: Agradece que te hayan salvado, supongo.

_Priscilla: Así es como deberías sentirte. Agradécele a tu linda cara.

Tanto Beatrice como Priscilla resoplaron por la nariz ligeramente.

Aunque al final Priscilla había terminado alabando la apariencia de Beatrice, ella estaba tan furiosa que no se percató de eso.

En cualquier caso, «Te dejaré ir porque eres linda» fue una explicación muy extraña.

Subaru no lo entendía en absoluto.

_Subaru: Realmente eres una mujer irracional...

_Priscilla: Por supuesto. ¿Tienes tanto orgullo que te crees capaz de ver a través de cualquier mujer, e incluso de mí?

_Subaru: ¿Estás diciendo que es mi culpa...? Lo que realmente empezó este incidente fue que le dijeras a Liliana «Te quiero para mí».

El razonamiento de Priscilla para permitir que Liliana escapara de la palma de su mano seguía siendo un misterio.

Subaru la miró con curiosidad. Inesperadamente, Priscilla se cubrió la boca con su abanico.

_Priscilla: Todo en este mundo ya es mío. Como tal, no hace falta retener todo lo que es hermoso y noble en la palma de mi mano. Esas cosas tienen que existir, y mientras sigan existiendo, no hay problema.

_Subaru: …

_Priscilla: Este mundo es mi patio, por lo que no tiene importancia dónde cante un ave. ¿Ponerla en una jaula? Vulgar. ¿Protegerla de las manos de un enemigo externo? Vulgar. De hecho, todas esas acciones son bastante problemáticas.

Las opiniones de Priscilla dejaron en ridículo las suposiciones de Subaru.

Su desinterés, incluso por su propio desinterés, dejó a Subaru sin habla.

Eso no quería decir que Subaru no pudiera entender lo que ella decía.

Sin embargo, ella veía las cosas de una manera muy diferente a la de Subaru.

Y precisamente por eso, él jamás la entendería.

Francamente, Subaru pensó que eso era horrible. Pero tal vez podía ser visto desde otra perspectiva.