Quizás este terrible sentimiento también pueda inspirar admiración o anhelo en los demás.
Tal vez fue exactamente por eso que Al eligió seguir a Priscilla.
_Liliana: ¡Ey, ey, ey! Ahora que todo el mundo se ha calmado, permítanme servir como embajadora y lucir mi buena voluntad mientras presumo de mi voz. ¡Sí, haré exactamente eso!
De esta manera, inmiscuyéndose en medio de la tensa atmósfera, Liliana abruptamente propuso algo. Tomó su laúd-lira y tocó un acorde rápido en sus cuerdas, antes de concentrarse en mover su propio cuerpo al ritmo de su música.
_Liliana: Solo que esta vez Priscilla-sama no necesita unirse con un baile, basta con tan sólo disfrutar de la canción. ¡Abriré fuego con toda la pasión de la diva! ¡Por favor, escuchen atentamente~!
_Priscilla: Vaya, vaya.
Las palabras de Liliana generaron una expresión de interés en el rostro de Priscilla.
_Liliana: Creo que Emilia-sama llegó al final de mi primera canción. Espero que en lugar de verme como una cantante cuya característica más llamativa es su belleza, me vea como una poetisa que ha ganado un poco de dinero con sus habilidades de interpretación.
_Emilia: Wow, ¿en serio?
_Liliana: Aunque no soy la trovadora más calificada, espero que esté satisfecha.
Independientemente de la afirmación de Liliana, Emilia indudablemente estaba interesada en su interpretación y canto.
Y a pesar de que tenía una impresión equivocada de Liliana por su anterior interacción, recibió su propuesta con interés.
Percibiendo la sutil sensación de distancia entre Emilia y Priscilla, Liliana pareció entrar en un estado de preparación. Ella discretamente le hizo un gesto con la mano a Subaru y dijo en voz baja,
_Liliana: Natsuki-sama, Natsuki-sama. Aunque esto es sólo mi opinión personal, ¿Emilia-sama y Priscilla-sama se llevan mal?
_Subaru: Más que una opinión, es una obviedad por sus comentarios. Además, Priscilla no se lleva bien con nadie, por supuesto que hay tensión con Emilia.
_Liliana: ¡Esto es muy serio
Liliana parecía sorprendida, y su pelo se movía como la cola de un perro en alerta. ¿Acaso sus nervios estaban conectados a su cabello? Subaru realmente quería extender el brazo y agarrarlo.
_Liliana: Entonces, entonces, déjenme cortar toda esta tensión, y unir a las dos en un mundo de canto y encanto. ¡Ah! ¿Su imaginación se tornó irritantemente peligrosa cuando hace un momento dije «cortar»? ¡Eso no es bueno!
_Subaru: Es agotador cuando dices cosas muy inspiradoras y nada inspiradoras en una sola oración, así que no lo hagas más.
Subaru se maravilló de Liliana, quien parecía una loca capaz de preocuparse por los demás.
Dispersar la mala atmósfera con una canción, algo simple y directo.
Ambas tenían el mismo interés en el canto de Liliana. Ni siquiera Priscilla actuaría de forma cínica hacia Emilia mientras ella escuchase a la diva que tanto admiraba.
_Liliana: Después de que termine la canción y ellas vuelvan a hablar, ¿no deberíamos prepararles comida y bebida? Saborear unos dulces sin duda creará un estado de ánimo que reducirá la distancia entre ellas, ¿no crees?
_Subaru: No, no lo creo.
_Liliana: Después de que termine la canción y ellas vuelvan a hablar, ¿no deberíamos prepararles comida y bebida? Saborear unos dulces sin duda creará un estado de ánimo que reducirá la distancia entre ellas, ¿no crees?
_Subaru: ¿Qué es esto?, ¿una farsa de elección en la que no puedo avanzar a menos que diga que sí?
Liliana presentó esa falsa elección con la misma inflexión y tono, y Subaru no tuvo más remedio que rendirse y elegir «sí». La expresión de Liliana de repente se volvió alegre de nuevo.
El alto grado de dificultad en la comunicación entre la especie humana y la especie Liliana aún no se había considerado adecuadamente.
_Subaru: Muy bien, compraré algunos bocadillos mientras Liliana canta. Emilia-tan, vuelvo enseguida, así que no discutas con nadie y espera aquí, ¿de acuerdo?
_Emilia: En serio, no tienes que preocuparte tanto, y además no pasaría de todos modos. No deseo pelear con Priscilla-san.
Subaru le había indicado a Emilia solo por si acaso, pero ella mostraba una gran sonrisa.
Aunque no dudaba de Emilia, incluso si ella no iniciaba una discusión, la presencia de Priscilla hacía que la probabilidad de que pasara algo entre ellas fuera bastante alta.
_Subaru: Beatrice. Si pasa algo con Emilia-tan, te lo dejo a ti.
_Beatrice: Lo sé, de hecho. Si esa chica intenta hablar de nuevo, la convertiré en cenizas, supongo.
_Subaru: Tú tampoco vas a discutir, ¿verdad?
Confiándole esa tarea a Beatrice, quien era mucho más volátil que Emilia, Subaru se preparó para salir del parque. Pero, antes de eso,
_Subaru: Priscilla, ¿hay algo que no quieras comer?
_Priscilla: Qué inesperado. Un plebeyo como tú está mostrando consideración. Bueno, en ese caso, prepara algo interesante. Si me ofreces algo aburrido, te levantaré agarrándote de la cabeza y la estrellaré contra el suelo.
_Subaru: ¡Suponer lo que te gustaría comer es como jugar al piedra, papel o tijera, ¿por qué tenías que imponer una condición tan cruel?!
Subaru pensó en darle el primer manjar que encontrara.
Priscilla, siendo Priscilla, frunció el ceño ante su respuesta.
_Priscilla: ¿Piedra, papel... tijera?
Ella ladeó la cabeza.
Tomando en cuenta que la vez anterior ni siquiera se había acordado de Subaru, probablemente también se había olvidado de haber jugado al piedra, papel o tijera.
En verdad, Subaru no tenía ni idea de qué decir. Realmente era imposible tratar con ella en todo el sentido de la palabra.
_Emilia: Subaru, ten cuidado.
_Beatrice: Si pasa algo, llama a Betty, de hecho.
Siendo observado por las miradas de Emilia y Beatrice, Subaru hizo un gesto con la mano para despedirse. Después le guiñó un ojo a Liliana como si estuviera coqueteando, y luego salió corriendo del parque.
Poco después, la ligera melodía de Liliana empezó.
Al escucharla, Subaru pensó en volver al parque lo antes posible. Si no participaba en su recital, no serviría de nada; así que inyectó más poder en su marcha.
※ ※ ※ ※ ※
Habían pasado diez minutos desde que Subaru se marchó del parque.
_Subaru: Soy un inútil, de verdad.
Después de salir de la tienda, Subaru miró el contenido de su bolsa y suspiró.
El recadero Subaru fue a la primera tienda adecuada que encontró para conseguir los postres apropiados y completó sus compras lo antes posible. Aunque estaba intrigado por el famoso manjar de Priestella, un producto raro llamado «angulas en gelatina», no tuvo el valor de llevárselo a Priscilla.
Aunque expresarlo como «miedo al deterioro de la relación entre las dos facciones» sonaba bien, lo que Subaru de hecho temía era a la propia Priscilla.
Subaru: Pero, me pregunto si sabría igual a las anguilas en gelatina. Aunque me avergüenzo de no tener el valor de confirmarlo por mí mismo, no me odio mucho por eso.
Subaru silbó ante su complicado autoexamen, corriendo por el camino hacia el parque con paso rápido.
Él había contado los diez minutos desde que se marchó, y no había habido ningún cambio en su enlace con Beatrice.
Aun así, su orgullo masculino le instó a volver lo antes posible, pero,
_Subaru: Gah, lo siento.
Al doblar rápidamente en una esquina, casi chocó con alguien. Aunque lo había evitado apresuradamente, Subaru giró la cabeza para asegurarse.
_Subaru: Lo siento. No creo que te haya golpeado, pero ¿estás bien?
_???: Ey, chico. ¿Te estás disculpando? ¡Entonces deberías mostrarme más sinceridad!
El hombre con el que casi había chocado Subaru contestó con voz ronca, y su expresión cambió al ver a Subaru.
Al mismo tiempo, el propio Subaru también estaba aturdido.
_Subaru: Whoa, ¿eres tú, Chin? ¿Por qué sigues haciendo las mismas tonterías incluso después de haber sido contratado por Felt?
_Rachins: ¡Eres un grano en el culo! ¡Te he dicho que no me llames Chin! ¡¿Y qué estás haciendo aquí?!
El hombre enojado que gritó esas palabras era el mensajero de ayer que había hecho un desastre al entregar su mensaje. Según lo que había dicho Felt, supuestamente se le había ordenado pasar la noche en otro hotel de la ciudad.
_Subaru: ¿No estás con Ton y Kan? ¿Estás solo? Eso es muy inusual.
_Rachins: Inusual o lo que sea, ¿qué carajos sabes de mí? No hay nada entre nosotros, ¿así que por qué sigues intentando empezar algo? Eres muy molesto, joder, quítate de en medio de una puta vez.
_Subaru: Qué frío eres conmigo, y eso que tenemos una relación de vida o muerte.
_Rachins: ¡No recuerdo nada así!
Rachins, quien no estaba familiarizado con Subaru, puso una cara irritada mientras intentaba evitarle.
Incluso el propio Subaru no entendía bien por qué sentía tal conexión. Quizás era porque Subaru sentía que el trío Tonchinkan también eran personas normales y corrientes como él.
Muchas personas en este mundo eran ridículamente fuertes, así que enfrentarse a tipos como ellos hacía que Subaru dejara salir un suspiro de alivio.
Pensar aquello a pesar de que una vez lo mataron… Definitivamente se había vuelto más osado.
_Rachins: ¡De todos modos, no me molestes! ¡Estoy trabajando ahora mismo!
_Subaru: Tú, que antes jugabas y te metías con la gente, ahora estás haciendo un trabajo decente... Me alegro tanto por ti.
_Rachins: ¡¿Qué rayos te pasa?!
Mientras Subaru fingía llorar, Rachins huyó de él y se dirigió a la multitud. Habiendo recibido una fría reacción, Subaru se rascó la cabeza reflexionando.
Si tuvieras el mal hábito de no tomar la iniciativa de hablar con la gente, también habría un persistente sentido de distancia.
Al ver a Rachins desaparecer en el mar de gente, Subaru se giró hacia el parque nuevamente. Y entonces sus pies se detuvieron repentinamente.
_Subaru: ¿Mmm?
Subaru giró la cabeza y comenzó a sospechar.
Ante sus ojos, en ese momento sutil, allí estaba la razón por la que Subaru se detuvo — la gente en la plaza se había detenido.
La multitud hacia la que Rachins se había dirigido estaba toda paralizada, y Subaru inadvertidamente hizo lo mismo. Rachins retorció su labio y se alejó de la multitud.
_Rachins: ¡Ey! ¡¿Qué les pasa a todos?! ¿Qué es lo que están mirando?
Soltando insultos irritados, Rachins también alineó su mirada con la de las masas, apuntando hacia el techo de un edificio elevado.
Era un edificio excepcionalmente alto, con un cristal mágico de tiempo en la parte más alta. Obviamente, en toda metrópoli o ciudad que se precie, debería haber una o varias torres del tiempo como este edificio.
En Priestella también había varias torres del tiempo esparcidas a lo largo de la ciudad. La torre del tiempo de esta plaza sólo era una de muchas.
Sin embargo,
_???: —Damas y caballeros que están teniendo una agradable conversación, personas que llevan prisa, me disculpo, pero voy a tener que interrumpirlos.
Allí, una figura estaba de pie mirando desde la ventana abierta de la torre del tiempo, peligrosamente cerca de su borde.
El atuendo de la figura llamaba la atención de todos los que estaban cerca, y su voz temblaba como si se bañara en el peso de toda esa atención.
_???: Les pido de la manera más atenta que me brinden un momento de su tiempo. Gracias.
A pesar de pronunciar palabras de disculpas, más que sonar como palabras genuinas de arrepentimiento, daban la impresión de que los estaba mirando en menos, como si diera prioridad a sus propias intenciones.
Esa voz temblorosa atravesó bruscamente la mente de todos. Escucharla era doloroso para los oídos, y había una necesidad feroz y desesperada de eliminar esa incomodidad inmediatamente.
La razón de esa extraña sensación podría tal vez atribuirse a la desagradable apariencia de esa figura.
—Todo su cuerpo estaba completamente vendado, incluyendo su cabeza, y observaba el mundo únicamente a través de su ojo izquierdo. Su cuerpo estaba cubierto con un abrigo negro, y ambas muñecas estaban envueltas por una larga cadena, cuyos extremos se arrastraban por el suelo, balanceándose de derecha a izquierda mientras aquella persona caminaba por el borde de la torre.
Ofreció a las masas un gesto extraño — una sonrisa quizás, pero las vendas ocultaban y distorsionaban demasiado su boca como para que la expresión resultara reconfortante.
_???: Mis disculpas, soy la Arzobispo de la Ira del Culto de la Bruja.
Después de decir ese terrible título, la figura reportó su nombre.
_???: —Mi nombre es Sirius Romanee-Conti.
Con malicia, sonrió.