AMSTERDAM 1 MES ANTES
—Suena tu teléfono Andrea. — dice su compañera de habitación.
—Okay, ahora lo cojo. — estira sus manos y llega al causante de su estrés matutino. —¡DÍEZ LLAMADAS PERDIDAS! — si estuviera en el borde de la cama se habría caído, revisa rápidamente el celular y descubre que es el número internacional, específicamente Corea, país donde viven sus padres casi adoptivos.
—¿DIJISTE DÍEZ? —grita Ámber su compañera. —Debe ser urgente, devuelve la llamada.
—Es de Corea, no tengo saldo internacional. — ve su celular rogando para que vuelvan a llamar.
—Toma. — le entrega su celular. —Es ilimitado, habla con tranquilidad, pero eso sí, déjame dormir, apenas está amaneciendo.
—Gracias, iré al pasadizo. —dice tomando el celular y marcando el número que la estuvo llamando.
LLAMADA TELEFÓNICA
—Hola. — dicen al contestar.
—Hola, soy Andre, ¿papá qué pasó?. — la preocupación en su voz es palpable.
—Cariño, te estuve llamando várias veces. — dice su padre casi-adoptivo.
—Me quedé sin saldo, estoy llamando del celular de mi amiga, pero no hay cuidado, dime ¿qué sucedió?. — inquiere con la voz atropellada por un ligero presentimiento que tuvo hace un mes.
—Mamá está un poco delicada, necesita verte más seguido, no podemos viajar por su salud, es recomendable no utilizar transporte aéreo. — dice con la voz apagada, está triste lo sé.
— Iré en vacaciones, falta un mes, prometo estar ahí todo el mes. — dice Andre muy triste, lágrimas están picando sus ojos para ser liberadas, no puede perder a otra madre en menos de once años, aún le afecta la pérdida de su madre biológica.
—Andrea, cariño, mamá quiere que vivas acá nuevamente, quiere verte a diario. — suspira. —¿Te mudarías nuevamente a Corea? — pregunta y por su tono de voz, parece una súplica, un ruego.
—¡Papá! — exclama sorprendida, es algo tan repentino aún le queda finalizar éste ciclo de la universidad, es el segundo, recién lleva medio año aquí, y ¿ya debe regresar?, ¿Acaso su sueño terminó?, ella AMA el ARTE, es su vida, dedicó años de solicitudes de becas, ahora que lo logró, ¿podrá dejar todo atrás?. Por otro lado es su mamá la que le dió impulso a seguir sus sueño, ahora que está a punto de tenerlos cumplidos, se los quitará.
—¿Andrea? Cariño, ¿sigues ahí?. — pregunta el hombre que junto a su bella y encantadora esposa le brindaron un hogar, amor y mucho afecto para ayudarla a superar la muerte de su madre biológica.
—Sí, aquí estoy papá, iré. — digo y lo oigo exhalar todo el aire que había en sus pulmones, está un poco agotado quizás, ¿cuál será el diagnóstico del médico?.
—Gracias cariño, te estaremos esperando, Taemin te ayudará a inscribirte en la SNU, estoy segura que ingresarás con honores, eres mi orgullo Andrea, no lo olvides. — dice y estoy a punto de llorar, papá siempre me lo decía cada vez que llegaba con una excelente calificación de la escuela, a veces Taemin me ganaba, otras veces yo era la ganadora, aunque papá siempre decía. Mi princesa es la más inteligente de todo el instituto.
—No voy a defraudarte papá, solicitaré una transferencia, quizás solo de examen para reintegrarme, recuerdas que empecé allá un ciclo de mi carrera, y luego vine a Amsterdam por la beca.
—Cierto, gracias por recordármelo cariño, le diré a mamá que vendrás, estará muy contenta. — sonrío al pensar en Taemin ayudándome, JA! Ese cretino, hace cualquier cosa menos ayudar, eso lo sé.
—Ahí estaré papá, no te preocupes. — suspiro. —En un mes, cuida de mamá y cuida de ti también, por favor cuídense. — finalizo la llamada.
FIN DE LA LLAMADA TELEFÓNICA
* * *
UN MES DESPUÉS, INCHEON..
—Por acá, Andy bebé. — escucho la irritante voz de Taemin, acaso papá no pudo venir, bufé.
—Deja de decirme así, playboy.
—Ajá, lo que digas. — dice encogiéndose y riendo. —Solo ese es tu equipaje. — dice refiriéndose a mi mochila, bolso de mano y maletín donde llevo mis últimos cuadros pintados en Amsterdam.
—No, anda a recoger mis maletas a la cinta. — asiente y voy detrás de él.
—¿Las de color cebra verdad? — pregunta señalando, mis dos maletas grandes de rayas blancas y negras.
—Sí, rápido Taemin, tengo hambre. — le digo porque la cinta se va a pasar y no quiero esperar más, es tedioso.
—Listo. — dice con mis maletas a cada lado, su cabello está colorido, su cuerpo es más atlético que hace dos semestres, es increíble lo rosas que son sus labios, sonríe al ver que lo estoy observando.
—¿Nuevos tonos? — digo para que piense que solo veía su cabello.
—Sí, debía variar, todo acorde a la estación. — contesta tan engreído como siempre.
—Okay playboy, vayamos a casa. — ahora voy a la par de él, abro la puerta del auto cuando él hizo parpadear las luces quitando el seguro. —Tenemos que consumir algo de comida por favor, no comí nada en el avión. — asiente y guarda mis maletas en la cajuela, yo dejo mi mochila en el asiento de atrás, junto a mi bolso de mano y a mis pinturas les pongo el cinturón de seguridad, solo soy precavida.
—¿Acabaste? — dice sentado en el asiento del piloto, esperando que entre al auto.
—Sí, aquí llevo muchas pinturas valiosas. — cierro esa puerta, y abro la del pasajero, entrando al auto, abrocho el cinturón y salimos del aeropuerto rumbo a casa, pero Taemin me lleva a un KFC antes de ir a casa, moriría sino hubiera comido en ese instante.
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Espera el primer capítulo, te enterarás de que es lo que le sucede a la madre adoptiva de Andrea.
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