Capítulo I

Llegamos a casa después de dos horas y treinta minutos, intenté preguntarle a Taem que pasaba, ¿cuál fue el diagnóstico del médico que trataba a mamá? No me dijo nada. Él solo se dedicó a manejar, yo aproveché en domir un rato, estaba satisfecha, hace tiempo que no comía en un KFC, creo que Taem también, si hubieran visto con que desesperación devoró su hamburguesa.

Llegar a Corea es una cosa, llegar a casa es algo increíble, la vegetación que hay en las calles, los árboles en apogeo, papá gana una buena cantidad de dinero, y viven en una buena zona de Seúl, un poco reservada, privada mejor dicho, a unos 10 minutos en auto de la SNU. Taem estudia Administración, es muy inteligente no lo niego, pero le dedica mucho tiempo a su vida de placer, debería quedarse más en casa.

Ahora estoy cargando mi mochila, mi bolso y mís lienzos terminados, quizás algún día haga una exposición.

Toco el timbre y supongo que papá me ha visto, o quizás es mamá, la puerta se abre automáticamente, Taem ya está con las maletas detrás. Tengo miedo, y sí es algo muy malo, realmente malo.

Tomo aire y emprendo mi camino dentro de casa, se siente tan bien decir casa.

—Andrea cariño. — dice mamá, ella fue la que abrió la puerta, seguro que papá está trabajando aún.

—Mamá. — digo dejando mi bolso y mochila lo más rápido posible, Taem deja las maletas y coge mi maletín con mis lienzos, es lindo a veces. —Te extrañé. — confesé abrazándola.

—Te extrañé muchísimo cariño. — se aleja un poco de mí, y besa mis mejillas. —Estás delgada, no comías bien en Amsterdam. — afirma.

—Sí, comía, pero la universidad es estresante. — dije riendo.

—Tae cariño, ¿puedes dejar las maletas de Andrea en su habitación? — pregunta mamá, aunque parece órden.

—Sí. — coge mi mochila y mi bolso, las dos maletas, emprende camino escaleras arriba desapareciendo de nuestro rango visual.

—Andrea, necesito hablar contigo, vayamos al patio. — es más serio de lo que pensé, si es alguna enfermedad incurable sufriré muchísimo, ella me crió desde los 11 años, no era una bebé, pero tampoco un adulto.

—Mamá, ¿tan grave es?. — digo y me arrepiento al instante en que veo sus ojos con lágrimas, la abrazo, no puedo evitarlo, lloro con ella y aún no sé el motivo.

—Tienen que operarme. — hace una pausa y mi corazón se detuvo, no puede ser, ¿operación? Ella dijo operación. Mi mundo se va derrumbando en 3..2..1. —Tienes que ser fuerte, ¿entendido?. — asiento, besando su frente, ella suspira y dice. —Tengo cáncer de mama, detectado en etapa temprana. — deja de hablar, seguro que vió el shock reflejado en mi rostro.

—La operación será un éxito, lo sé. — lo digo en voz alta, más para mí, que para ella.

—Gracias cariño, lo sé, tu papá ya habló con el médico en Estados Unidos. — al escuchar eso pienso en lo que dijo papá, era mentira que mamá no podía viajar, querían que regrese para estar con ella en éste momento, habría vuelto ese mismo día si lo hubiera sabido, quizás por eso no me lo dijo.

—Todo saldrá bien mamá, no te preocupes mucho, el estrés es malo. — digo porque recién escuché a Camille, mi ex compañera de habitación, había estado ensayando su exposición sobre el estrés en personas con enfermedades graves, como cáncer, ayuda a que se active más rápido, y se propague.

—Ahora ve a descansar, Tae te avisará para que salgamos a cenar. — dice acariciando mi rostro, yo levanto mis manos para limpiar sus lágrimas, beso sus mejillas, miro a la puerta del jardín, ahí está Taem, su mirada es triste.

—Te quiero. — le digo a mamá, ayudándola a levantarse para entrar a la casa.

Cuando estoy en mi habitación recuerdo cada momento que pasé aquí,  cuando llegué por primera vez, todo en mi cuarto estaba exactamente igual que hace siete meses, quizás con sábanas y fundas limpias, mis maletas están al pie de mi cama, mi mochila y mi bolso sobre la cama, y mi maletín con mis pinturas, no lo veo, ¿dónde lo dejó?, giro para salir a ver a Taem y lo veo entrando con mi maletín en su mano derecha, ahora que recuerdo cuando subió no lo había traído, me relajo.

—Gracias. — dice y yo debería haberle dicho eso, esto es raro.

—¿Por?

—Por regresar, mi madre estaba muy mal al saber que viajaría por la operación y tu estabas en Amsterdam.

—Gracias por esto. — digo recibiendo mi maletín. —Mamá siempre será lo primero para mí. — siento un nudo horrible en la garganta, me duele.

—Lo sé, pero ella es mí madre. — al ver el dolor en mis ojos, hace una mueca de arrepentimiento. —Lo siento, no quise decir eso, lo siento Andy.

—Voy a cambiarme, vete por favor. — hablo lo más educadamente posible, si estuviéramos solos le habría dicho cualquier otra cosa.

—Lo siento. — voltea y cruza el pasadizo hacía su cuarto, justo frente al mío.

Eran las seis menos quince y ya estaba en la sala esperando a papá para salir a cenar, mamá se había puesto un vestido color cereza, se veía muy hermosa, Taem estaba en ropa de vestir, incómodo, generalmente usa vaqueros y playeras pegadas al cuerpo con un abrigo sobre, ya que el frío en Corea es de miedo, tiene un cubre boca negro, lleva sus anteojos que son parecidos a los que usa para leer, pero estos no tienen medida los lleva para ocultarse del mundo femenino que lo pueda encontrar por ahí, no le gusta mezclar su vida familiar con su vida universitaria/playboy.

En eso lo apoyo, no me gustaría ver que lleve a la casa a esas chicas, en el instituto llevaba una chica distinta prendida de su brazo cada día, era estresante verlas felices por estar con Taemin el chico soñado, sí es guapísimo, inteligente, alto y viene de buena familia, lo que buscan todas.

Papá llegó quince minutos después, fue a dejar su maletín al estudio, y regreso con nosotros para que vayamos a cenar, juntos como familia. Aún estoy triste por la aclaración de Taem sobre mamá, sé que es su madre biológica, pero madre no es solo la que te dió a luz, madre es la que cocina sopa de pollo para ti cuando estás enferma, la que te comenta que no te asustes cuando te venga el periodo por primera vez, la que está contigo cuando tu novio te rompe el corazón, es quien te consuela cuando no te aceptan en la universidad que querías, es la que te apoya siempre y sabes que pase lo que pase estará ahí para ti. Taem sin querer abrió una herida que aún no sana, pero que ahora está tan viva como el primer día.

La cena transcurre normal, en el restaurante favorito de mamá, cenamos comida italiana, estoy usando el vestido que mamá me compró para mi primer día en Amsterdam, allá no lo use, así que técnicamente lo estoy estrenando, ella no lo sabe. Conversamos de mis estudios, les digo que todo salió bien, el próximo semestre podré ir a clases en la SNU nuevamente, no tuve que retomar la carrera por un examen, ellos dijeron que no dejé de ser una de sus mejores alumnas dadas mis notas creo que eso ayudó. En fin, lo importante es que seguiré estudiando aquí, como sino me hubiera ido, es incómodo ver a Taem retorciéndose en si silla, vió a alguien lo sé, me disculpo para ir a los servicios y lo veo, mi ex, Min Hyuk está aquí, cenando con su ¿novia?, ahora entiendo el comportamiento de Taem, no quería que los vea, no me afecta tanto como creí, fue hace más de un año que terminé con él, lo ví en plena acción con otra chica en su auto, en pleno estacionamiento del centro comercial. Él no merecía la pena, ni mis lágrimas tampoco, así que lo superé, mi shock es la chica con la que está, es nada más ni nada menos que Eun Hye, mi mejor amiga por más de cinco años, ella siempre me apoyó después de la ruptura, no seguiré así, respiro y paso justo a lado de Eun Hye, ella gira al sentir que alguien camina cerca, no los veo, pero por su exclamación sé que me vió y está muy sorprendida. Ja! Te trajo al restaurante que yo le enseñé, tonta ex mejor amiga.

—Andrea. — la escucho decir, pero sigo mi camino y escucho a Min Hyuk jadear, por Dios, sé que me veo excelente, mamá tiene un gusto exquisito en ropa, pero está aquí con ella, merece respeto.

—Andre te estoy hablando. — escucho la puerta del baño dos segundos después de que entré.

—¿Qué dices?

—Siento mucho que te enteres así, pero tu terminaste con él hace mucho. — su excusa no me convence, quizás estuvo con las dos al mismo tiempo.

—Hola, sí, yo terminé con él, eso es correcto.

—Por Dios, no te veo hace siete meses y me dices eso, ¿acaso no me extrañaste? — dice y sinceramente no.

—No, no lo hice.

—Maldita perra insensible. — dice y volteo a verla, le llevo casi once centímetros sin tacones, ahora imagínense con tacos 10.

—¿Eso es todo? — digo mirándola fijamente, eso la hace perderse en mis ojos azules como zafiro.

—Lo siento. — dice entrando a un cubículo, ¿en serio llorará? Ja! Está loca, me insulta y luego llora, por Dios, cinco años de amistad basura.

Cuando salgo Taem está frente a la puerta esperando, ¿escuchó todo?. Bueno no me importa, ella ya no es importante para mí.

—¿Por qué no le dijiste nada? — ¡Joder! Él escuchó todo, respira Andrea, respira.

—No vale la pena. — asiente y regresamos a la mesa, Min Hyuk sigue ahí esperando por Eun Hye, que espere un par de horas, ella cuando llora parece caño malogrado, demora en dejar de gotear.

—¿Nos vamos? — dice papá, creo que Taem les dijo de Min Hyuk, asiento y nos retiramos.

Al llegar a casa estoy muy cansada, realmente agotada a 5% como la batería de mí celular, entre el viaje, la noticia, lo sucedido con Taem antes de la cena, ver a Min Hyuk con Eun Hye, estoy llegando a 3% cuando abro la puerta de mi cuarto, me despedí de mis padres-no-adoptivos antes de subir, ahora solo quiero dormir, dejar de pensar en todo lo que pasó hoy. Oí los pasos de Taem subiendo las escaleras, rápido abro la puerta y entro cerrando con pestillo.

   💠🔘💠🔘💠🔘💠🔘💠🔘💠🔘💠

Hasta aquí llega el capítulo de hoy, espero quieras leer el próximo, ¿adivinen qué pasará? ... Andrea verá a alguien de su pasado al día siguiente, descúbrelo en el siguiente capítulo.

Gracias por leer, continúa. ♡