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Pisotear los Cielos

Actualizaciones todos los sábados, en caso de haber alguna modificación puntual en el horario avisaré antes. ----------- Esta es una historia sobre yo reencarnando en un universo de Harry Potter, sin embargo ¿hasta dónde llegan las similitudes con la historia original? ------------- Estoy escribiendo la misma historia en Wattpad, así que si la estáis leyendo allí, no la estoy robando xD

ParagonDaoOfBS · Derivasi dari karya
Peringkat tidak cukup
81 Chs

Capítulo 51

-¿Estás lista? -le preguntó Liam en tono irónico a Fleur.

La chica acabó de meter su armario en la mochila... su armario literal. Liam se cuestionó por un segundo la salud mental de su acompañante, pero al final lo descartó como excentricidades suyas.

-¡Ya podemos irnos! -exclamó alegremente ella mientras se colocaba la mochila en la espalda -. Entonces, ¿a dónde vamos?

-Nuestro primer destino es el este de Europa -respondió Liam empezando a caminar -. Me ha llegado información de que aún quedan algunos Mortífagos por allí y pretendo entregarlos a Azkaban.

Fleur asintió, intentando mantenerse a la misma velocidad de Liam. Aunque solo estaba caminando, se movía casi tan rápido como un coche y a la chica le costaba seguirlo, aunque eso solo era un recordatorio de lo mucho que necesitaba cultivarse.

Después de que Voldemort fue derrotado y los Mortífagos más leales apresados, la Órden del Fénix se encargó de rastrear a los que habían huido al finalizar la anterior guerra. Sabían que ningún Mortífago se arrepentía seriamente de sus actos, así que volverían a hacer lo mismo si alguna vez surgiera alguien igual a Voldemort.

Liam había decidido encargarse de apresar a los que encontrara durante su viaje por el mundo y mandarlos a Azkaban.

Además de eso, tenía cierto interés en ver otras escuelas de magia y conocer a los mejores cultivadores de cada parte del mundo y ver en qué nivel estaban. La duración del viaje probablemente sería de un par o tres de años si todo salía según lo planeado.

Los desplazamientos de un lado a otro serían más largos de lo que deberían ser, teniendo en cuenta que Fleur no podía moverse a la misma velocidad que él, pero a Liam no le importaba y tampoco tenía prisa.

La chica tenía que correr para seguirle el ritmo, sin embargo, lo bueno de ser un cultivador era que la resistencia también se incrementaba mucho, así que no se detuvieron hasta que cayó la noche.

-¡Ah! No lo había pensado hasta ahora, pero... -Fleur pareció avergonzada -. ¿Dónde dormiremos? No creo que haya ningún hotel por aquí cerca...

Se encontraban relativamente cerca de Norwich, en el sureste del Reino Unido, no obstante tendrían que correr durante una hora más para llegar hasta allí y ella estaba bastante cansada.

-No te preocupes -le contestó Liam levantando una mano -. He traído una tienda de campaña.

Efectivamente, un segundo después sacó de su propia mochila una y la montaron en dos minutos.

Por fuera parecería que dentro no cabían más de dos personas, pero en realidad tenía un hechizo de expansión que la hacía parecer más una casa que no una tienda de campaña. Liam sacó también dos camas de su mochila.

-Me despertaré temprano para entrenar -Liam se giró para mirar a Fleur -. Dije que no te entrenaría, pero si quieres ver mi rutina de práctica no te lo voy a impedir. Ahora descansa, mañana me gustaría cruzar hasta la Europa Continental.

Fleur le sonrió alegremente.

-Bien, entonces despiertame cuando tú te levantes -le pidió, recibiendo un asentimiento del chico.

Ambos se fueron a dormir no mucho después... bueno, en realidad Liam se quedó toda la noche despierto cultivando.

Al día siguiente, no hubo ningún imprevisto y reanudaron su marcha después de un poco de entrenamiento.

-Por cierto, ¿cruzaremos en barco? -preguntó Fleur mirando el mar -. ¿O tienes escobas?

Liam la miró con una ceja levantada antes de acercarse a ella y agarrarla como un saco de patatas.

-¿Eh! Espera, ¿qué estás haciendo? -cuestionó nerviosa.

Casi suelta un grito cuando salieron volando a velocidades increíbles, pero logró contenerse en el último momento. Rompieron la barrera del sonido en un instante y Liam tuvo que usar una pequeña barrera alrededor de su cuerpo para que Fleur no se hiciera daño.

Llegaron al continente en unos diez segundos y, cuando Liam bajó a la chica, esta cayó de rodillas respirando entrecortadamente.

-Eso fue aterrador -declaró mientras trataba de abrazar el suelo -. No pensé que serías tan rápido...

De hecho, Fleur se empezó a preguntar si lo estaba reteniendo demasiado y sonrió tristemente mirando al suelo para que no lo viera, pero Liam lo notó.

-Si te preocupa retenerme... sí que lo haces -dijo, sorprendiendo a Fleur -. Pero no importa que me retengas, tienes tiempo para mejorar, mucho tiempo.

Con esto, el estado de ánimo de la francesa mejoró un poquito.

-Además -continuó -. Disfruto de tu compañía y te prometí que te dejaría venir conmigo, no te preocupes por tales cosas.

Sin saber ella misma muy bien por qué, Fleur se sonrojó y no pudo articular una palabra, así que asintió y ambos se pusieron en marcha.

En unas horas llegaron a Alemania y, por primera vez en su viaje, Liam notó una magia lo suficientemente potente como para saber que era de un cultivador... y uno experimentado. La persona estaba en las últimas etapas de la Creación del Núcleo y se estaba acercando.

Pronto lo vieron, era un hombre alto y rubio, de ojos claros y porte orgulloso. Sin embargo en ese momento parecía bastante atemorizado.

-¡A-Alto! -exclamó con terror en sus ojos, pero con resolución -. Soy Lennart Niermann, el cultivador más poderoso en Alemania, aunque me cueste la vida no permitiré que dañe este país.

Niermann era algo así como el protector de Alemania, hacía unos minutos había sentido un aura que correspondía a alguien cerca de la Creación del Núcleo, así que se había querido acercar para asegurarse que no tuviera malas intenciones.

Pero cuando vio a la persona, una chica rubia, también vio a la persona a su lado. Le miró a los ojos, esos ojos amarillos rasgados como los de un dragón, y supo que iba a morir. Pero también supo que si no hacía algo, el país que tanto amaba sería destruido hasta que no quedaran ni las cenizas, así que se armó de valor para enfrentarse a la muerte.

Invocó su Herramienta del Alma, dos escudos de energía verde translúcidos y se preparó para saltar al ataque.

-Parece que la maldición se ha hecho más fuerte -dijo el aterrador hombre con un suspiro, confundiéndolo -. Lo siento por esto.

Ni siquiera lo vio moverse, en un instante desapareció y los ojos de Lennart empezaron a cerrarse, cayendo en un estado de inconsciencia. Liam agarró al pobre cultivador antes de que cayera al suelo y lo recostó en un árbol.

-Se recuperará en unos minutos -le explicó a Fleur -. Deberíamos irnos lo más silenciosamente que podamos y cruzar antes de que acabe el día, aceleremos el ritmo.

Ella levantó un pulgar en señal de reconocimiento y volvieron a moverse. Ese mismo día llegaron a Chequia sin más complicaciones. Ahora Liam sabía que deberían evitar salir en público... o al menos él. Visitar las escuelas de magia sería complicado sin explicar el tema de la maldición y no quería revelarlo a demasiada gente.

No quería involucrar a los demás en los mismos conflictos en los que estaba él envuelto, así que cuantas menos personas lo supieran, mejor.

Decidió que lo mejor para mantenerse ocultos sería enseñarle a Fleur cómo ocultar su presencia. Tardó dos días enteros en aprenderlo y luego finalmente pudieron reanudar su viaje.

Finalmente lograron llegar a Ucrania. Kuromaru le había informado a Liam acerca de una posible base de Mortífagos en el país.

El cultivador llamó mentalmente a su familiar, que apareció en una rama de un árbol cercano. Fleur lo miró con fascinación.

-Kuromaru, ¿podrías guiarme hasta la zona en la que crees que está la base? -le preguntó mentalmente, ganándose un asentimiento del yatagarasu.

Empezó a volar, guiándolos hasta un gran bosque.

-Ya puedo sentirlos -Liam le dio un gesto de agradecimiento a Kuromaru, que le devolvió el gesto y desapareció -. Tienen dos cultivadores con ellos, pero son muy débiles, quizás en el Tercer Pilar de la Recolección de Magia.

-¿Puedes lidiar tú con los demás? -le pidió Fleur -. Me gustaría enfrentarme a los cultivadores.

-No hay problema -le respondió él -. Será una buena forma de entrenamiento para ti.

Los Mortífagos vivían en una mansión en medio del bosque, con barreras antimuggles y otras de protección. Había unas veinte personas en la casa, contando a los dos cultivadores.

Se acercaron a la puerta de la casa sin ser notados, pues Liam había abierto un agujero en las barreras que no era lo suficientemente grande como para ser notado.

-¿Lista? -le preguntó a Fleur, recibiendo un asentimiento.

Llamó a la puerta y pudo notar como todas las señales mágicas dentro se paralizaron. Pronto, uno de los cultivadores se acercó lentamente a la puerta y la abrió.

-Antonin Dolohov -habló Liam ante el aterrorizado Mortífago que lo miraba a la cara -. Espero que seas tan amable como para acompañarnos de vuelta a Azkaban junto con todos los demás en esta casa.

-¡Son enemigos! -gritó a pleno pulmón antes de que Liam le pusiera una palma en el pecho que lo mandó a volar, derrumbando varias paredes en el proceso.

-No lo he golpeado fuerte, te lo dejo a ti -le dijo a Fleur distraídamente mientras entraba en la casa.

Fue recibido con un aluvión de luces verdes que simplemente desechó con un movimiento de la mano. Un hombre rubio de unos sesenta años saltó hacia él con la intención de golpearlo, pero fue cortado por un muro de piedra convocado por Fleur.

-Vosotros dos me tenéis a mí como oponente -declaró, con Dolohov levantándose mientras se tambaleaba.

Los había encerrado a ambos y separado de los demás.

-Maldición, ¿cómo nos han encontrado? -murmuró Dolohov con frustración -. Bueno, no importa, tenemos que derrotar a esta chica y luego huir, Yaxley, no podemos hacer nada contra el otro...

Yaxley asintió y, con su varita, hechizó algunas estatuas en la habitación, que se movieron más rápido de lo que uno esperaría.

Fleur levantó la mano y fuego se empezó a acumular en ella. Las veelas tenían afinidad con la magia de fuego y Fleur no era la excepción.

La bola de fuego destruyó la armadura, pero la chica no se detuvo allí, sino que lanzó dos bolas más que se dirigieron hacia los dos Mortífagos.

Dolohov convocó un escudo que detuvo el fuego, aunque les hizo perder la visión del enemigo, que aprovechó la oportunidad para poner las manos en el suelo y convocar varias lanzas de piedra que se lanzaron a mucha velocidad contra ambos.

Apenas pudieron esquivarlas y a Yaxey una se le clavó en el brazo izquierdo, haciendo que soltara un grito de dolor. Fleur continuó su feroz ataque contra el aturdido Mortífago.

Sin embargo no vio que varios pájaros hechos de hielo se acercaron volando hacia ella con intenciones hostiles. Lo notó solo en el último momento e hizo que no pudiera continuar su ofensiva, optando, en cambio, por un Protego simple que bloqueó el hechizo.

-No lo he probado aún, pero Liam siempre dice que el mejor momento para mejorar es en medio de una batalla -pensó Fleur mientras controlaba su magia con precisión.

Había estado los últimos días viendo cómo practicaba Liam y eso la ayudó en varios aspectos. La magia se canalizó a sus piernas y se movió mucho más deprisa que antes, apareciendo delante de Dolohov en un instante.

-¡Funcionará! -pensó con determinación, canalizando la magia a su puño.

Dio un golpe hacia el pobre hombre, que no pudo defenderse a tiempo y sintió como sus costillas eran pulverizadas.

-¡Lo logré! -exclamó con felicidad, preparándose para derribar a Yaxley.

-Bien hecho -se escuchó la voz de Liam detrás del muro, deteniéndolos a ambos -. De todas formas, ya has hecho lo que tenías que hacer.

El muro se partió y Liam se movió en un parpadeo. Antes de que ninguno de los dos se diera cuenta, tanto Dolohov como Yaxley recibieron un golpe del cultivador, matándolos al instante.

-Eran demasiado peligrosos, Azkaban no los hubiera podido retener -se justificó ante la mirada de Fleur -. Además, ya conseguiste lo que querías lograr, ¿cierto?

La cultivadora francesa solo hizo un puchero antes de soltar una carcajada.

-Bueno, es cierto -respondió mientras ambos salían de la mansión con los Mortífagos normales encerrados en una barrera de Liam, similar a la que usó con Voldemort.

-Volveré en un momento -le dijo Liam a Fleur.

Con estas palabras, desapareció con el chasquido característico de la Aparición.

-Bien, mientras regresa debería ir preparando la tienda de campaña... -pensó Fleur, poniéndose manos a la obra.

Fin del capítulo.