"Al día siguiente, Naruto dejó a su nueva sirvienta y se ocupó de otras tareas. Era hora del almuerzo, y aunque el proceso del día anterior se repitió, esta vez la gente tenía un brillo diferente en los ojos y muchos más estaban dispuestos a ayudar. Por eso, le pareció un buen momento para empezar a reconstruir el desastre. Hizo que su clon trajera a uno de los constructores de Tazuna con más experiencia, llamado Tao, y comenzaron a planificar qué hacer.
"Bien, necesitamos reconstruir todo. Dame lo mejor que tengas y exploraremos desde ahí", comentó Naruto a Tao, quien llevaba un par de horas garabateando unos planos.
"Hasta ahora, solo me has traído madera sin procesar. Necesitaremos mucho más: un adhesivo, clavos, tornillos, bisagras, etc. Tal vez sería útil tener también materiales más sólidos como piedra. Dado que este lugar está en ruinas, sería ideal simplemente demolerlo todo y reconstruir desde cero con una planificación urbana diseñada para expandirnos cómodamente frente a las expectativas del crecimiento que traerá el puente. Además, sería prudente mejorar nuestra protección para la próxima vez. Aumentar el nivel del terreno sería ideal para evitar inundaciones cuando el mar se vuelva salvaje...Podríamos considerar medidas para amortiguar un tsunami e incluso la construcción de un puerto. Podría seguir hablando todo el día sobre las posibilidades. El problema es que no tenemos el dinero ni la mano de obra necesarios para todo esto. Aunque tal vez en el futuro sí. Por eso estoy tan emocionado", comentó el hombre de mediana edad, medio calvo, fornido y con piel bronceada.
"Tengo la capacidad de financiar tus delirios. Esta vez no será gratis, tengo dos condiciones antes de hablar sobre el contrato. Elijan un líder de una vez por todas, logren que este contrato sea firmado oficialmente por el nuevo gobierno con Konoha como intermediario. Les daré un crédito inicial que iré aumentando a medida que cumplan los objetivos de construcción dentro del plazo establecido. Y van a tener que pagarlo con su respectivo interés. Además de otras condiciones que hablaremos luego. Tengan en cuenta que, dado las cantidades de dinero que estamos manejando, si no cumplen, va a ser más que suficiente para tener un casus belli con Konoha. Si no soportaron a un mafioso, se imaginarán lo que les va a pasar", advirtió Naruto.
Tao se quedó mirándolo durante un rato largo. Hacer algo así costaría millones y millones de ryo. ¿Qué llevaba a alguien tan rico a proteger a un ebrio por dinero?
Naruto, prácticamente leyéndole la mente, comentó: "Nunca se trató de dinero. El dinero no es más que un medio para un fin, y de nada sirve tenerlo si no puedes protegerlo".
"No puedo tomar esa decisión por mí mismo... va a tomar un tiempo", respondió Tao.
"No hay problema, faltan semanas hasta que el puente esté terminado. Para entonces, seguro que arreglan algo. Es hasta donde mi oferta durará", concluyó Naruto.
Pero, ¿qué vamos a hacer mientras tanto? Sería un despropósito refaccionar casas que vamos a tirar en unos meses," comentó Tao dubitativo.
"Naruto se acarició la barbilla pensativo y propuso: 'Un refugio decente fuera del rango de la potencial expansión, para que dure algunos años. Así no tendremos que usar materiales de calidad y bastará con solo madera. Haz algo que tenga algo decente por familia, y los comedores y cocinas podrían ser compartidas entre varias. Algo por el estilo... Tú sabrás mejor que yo para eso te traje'".
"Mmm, je claro, dame algo de tiempo. Tengo que preparar algo para unas 500 personas, teniendo en cuenta que podrían venir más," comentó Tao algo avergonzado.
"Por supuesto, tengo cosas que hacer. Nos vemos luego", dijo Naruto antes de retirarse.
"Ahora necesito a alguien que sepa de números y leyes, o estudiarlo yo mismo, además de gente capacitada para administrar los planes que tengo a futuro. Deben ser de confianza o ser tan malos para ocultar lo que quieren que pueda manipularlos con eso... y un matón o varios", pensó Naruto mientras se acercaba a Sakura, quien seguía ayudando a la gente con sus cosas.
"¿Qué necesitas, Naruto? Estoy algo ocupada", comentó Sakura mientras se limpiaba el sudor de su frente.
"Antes de que te unas a mí, necesito ver tu verdadero potencial. Y no me refiero a lo que sucedió la última vez", declaró Naruto.
Sakura dejó lo que estaba haciendo y se acercó al pelirojo.
"Lo único que sé es lo que aprendí en la academia. Mi madre es una chunin normal y no puede enseñarme jutsus de Konoha", explicó Sakura.
Naruto la miró con seriedad. "¿Conoces tu afinidad elemental?" preguntó. Ante la negativa de Sakura, comenzó a realizar un sello para comprobarlo en el momento, tomando a Sakura por sorpresa.
"Aquí tienes un secreto, uno que deberías haber descubierto por ti misma considerando que lo he usado en tu cara en varias ocasiones", dijo Naruto con un suspiro de exasperación.
Luego de entregarle el papel, Sakura impregnó su chakra en él, mojándolo.
"¿Cuál es el tuyo? ¿Cómo sabes tantas cosas?" preguntó Sakura.
"Viento y fuego," respondió Naruto. "Gai-sensei. No tengo nada para darte. Vamos a tener que trabajar con lo que tenemos. Ven a mí con todo lo que tengas y, por favor, esta vez usa jutsus. Usa el clon con tus armas, inventa algo. Se supone que eres inteligente."
"Está lleno de gente aquí," comentó Sakura, algo alarmada.
"También lo va a estar a donde nos dirigimos, infestado de inocentes corriendo, gritando, siendo usados de escudo y más," añadió Naruto con gravedad. "Si no puedes hacerlo aquí, donde solo nos rodearán para mirar, entonces será mejor que te quedes."
Sakura asintió con seriedad y, tras unos minutos de contemplación, se abalanzó hacia Naruto sin previo aviso.
"¡Excelente! Parece que tienes más ganas de matarme a mí que al idiota aquel", exclamó Naruto mientras sostenía la mano de Sakura y le propinaba una patada con la intención de empujarla, lográndolo y haciéndola arrastrarse varios metros.
"No seas idiota", gritó Sakura mientras lanzaba varios kunai que multiplicaba con bunshin.
Naruto tomó el original con calma, mientras los demás bunshin confundían a la multitud que se agolpaba para observar, aturdida al verlo en buen estado y tocándose entre sí por la misma razón.
"Usa también el kawarimi, solo tengo que ver de dónde salió para saber cuál es el original y cuál es una ilusión", sugirió Naruto.
Ante esto, Sakura siguió su consejo e hizo ambas cosas, lanzando varios kunai y shuriken con una trayectoria hacia arriba para evitar dañar a la multitud. Naruto los esquivó por milímetros, pero uno estalló, cegándolo, y el otro se convirtió en Sakura, quien le dio una patada desde el aire aprovechando el impulso. Naruto reconoció el sonido diferente y puso el brazo para bloquear el ataque.
"Aaaaaaaay, ayayayayay", gritó Sakura saltando en una pierna. "¡Mierda, mierda! Uff, ¿de qué estás hecho, anormal?"
"De juventud, proteína y sobrentrenar", bromeó Naruto. "Estuvo mejor de lo que esperaba realmente. La próxima vez, mejor da la patada desde mi punto ciego... es bastante amplio", comentó mientras se pasaba la mano por él, "y haz algo para que no lo escuche. Tu taijutsu... deja mucho que desear. Practiquemos un rato".
Después de un buen rato de frustración al ver cómo Naruto bloqueaba o esquivaba todos sus ataques antes de que pudieran siquiera salir, Sakura terminó la sesión con una sensación de desaliento..
"Bien, en general, maaaaaaaal. Aunque el taijutsu básico de la academia es elemental, tu ejecución es nefasta", señaló Naruto con franqueza. "Eres lenta y débil. Cuando conectas un golpe, deberías afferarte con chakra al suelo para que el otro se coma toda la energía. Se nota que no has puesto el menor esfuerzo en el. Además, tus movimientos son predecibles. No has intentado ni una sola finta, no usas llaves ni codos...Necesitas golpear con todo el cuerpo, no solo con jabs deformes. Y a menos que estés dispuesta a entrenar tus nudillos diariamente por el resto de tus días. Tienes golpear con los primeros dos nudillos. Dado que no vas a hacer la primera, deberías considerar usar guantes... Mejor especialízate en las patadas; el cuerpo de las mujeres tiene más fuerza en su tren inferior en proporción al hombre", comentó Naruto con un suspiro.
Sakura se limitó a mirar al suelo avergonzada mientras reflexionaba. El pueblo escuchaba atónito, incapaz de ver casi nada debido a la velocidad y el viento. Aunque habían escuchado que los ninjas eran poderosos, no creían que fueran tan extraordinarios. Ahora, los delirios del pelirrojo ya no parecían tan delirantes.
"Ahora que sabes qué mejorar, no necesitas mi ayuda para hacerlo. Ni siquiera estás al nivel para un simple sparring... No entiendo cómo te graduaste. No creí que el estándar de la academia fuera tan bajo. Si cuando salgamos no veo tu esfuerzo reflejado en tus habilidades, te quedarás aquí. Para este punto, ya deberías entender que tu incompetencia no solo pone en riesgo tu vida", comentó Naruto, marchándose sin más.
Sakura se quedó quieta allí, sumida en sus propios pensamientos, mientras el pueblo comenzaba a dispersarse, incómodos por el brusco cambio en la situación.
"Minutos después, Naruto se encontraba en una choza familiar cuando una mujer entró en ella. Lo vio y le sonrió alegremente al verlo allí. 'Amo, ¿qué necesita?' preguntó elegantemente. 'Si después de ver eso y entender en qué situaciones puedes terminar, aún sigues manteniendo tu opinión, dime tu nombre', comentó Naruto."
"Halibel, no tengo apellido," respondió. "Mis padres vinieron aquí de la tierra del rayo para escapar de la guerra, y las cosas estuvieron bien... por un tiempo. Al final, la única manera de sobrevivir es pegarse a alguien. Las situaciones que mencionas las puedo encontrar en cualquier lado; la única diferencia es estar con alguien que pueda protegerme o no."
"Está bien... veo que no vas a cambiar de opinión", comentó Naruto mientras observaba los ojos verdes de la rubia. A pesar de estar desnutrida, se notaba que al menos trabajaba en algo duro cuando aún lo hacía. "Nos vemos luego."
Posterior a eso, naruto se dio unas vueltas por el pueblo y luego se dirigio con tao para empezar la construcción del refugio, ambos organizaron a los que estaban dispuestos a trabajar que para este punto eran todos los que podian moverse, todos comenzaron a procesar los troncos guiados por Tao mientras naruto seguia trayendo mas. y ayudando en otras cosas que requirieran mas fuerza de la que los aldeanos tenian, la rutina se repitio hasta que llego el día en el que vieron un barco en el horizonte.
"¡Váyanse de aquí!", gritó Naruto, "vuelvan en unas horas".
Sakura permaneció inmóvil y Naruto la dejó. A pesar de sus esfuerzos en estos días, apenas se notaba diferencia en ella.
"Concéntrate en ataques a distancia por ahora. No me tomes en cuenta, ni siquiera podrías golpearme por accidente... y guarda silencio sobre lo que veas."
Cuando cuatro botes arribaron a la orilla, ya no quedaba nadie más que ellos dos. Unos veinte hombres bajaron, algunos parecían ser ronin, otros ninja y otros simples matones, lo cual era evidente tanto por su vestimenta como por su comportamiento.
"¿Qué demonios ha ocurrido aquí? ¿Han decidido largarse finalmente?" inquirió el samurái, con tono de sorpresa y desdén. "¿Acaso me has traído algún tipo de obsequio de despedida, muchacho?" Sus ojos se clavaron en Sakura mientras lamía sus labios con avidez, pero su expresión se tornó en horror cuando Naruto le arrancó la boca de un tirón. Al instante, cadenas de chakra surgieron de su cuerpo, inmovilizando a la mayoría de los ninjas. Algunos más astutos lograron esquivar el ataque. Mientras el sin boca se retorcía en el suelo, desangrándose, Sakura lanzó una lluvia de kunais hacia los inmovilizados, asegurándose de eliminar cualquier amenaza restante.
En un abrir y cerrar de ojos, ya eran la mitad. Los ninjas avanzaban hacia ellos, mientras los matones se acobardaban y los samuráis desenvainaban sus katanas y establecían una formación.
"Deja a unos pocos vivos, necesitamos interrogarlos", ordenó Naruto, su voz llena de autoridad. "Concéntrate en los matones, yo me encargo de los otros".
Naruto se desvaneció entre destellos, interceptando a sus enemigos con una mezcla vertiginosa del sello, su impulso y shunshin. Su espada atravesó por la espalda a uno de los samuráis, y su filo se rejuveneció al ser bañado en sangre. Una bomba de humo estalló en el suelo, velando la visión de todos. Naruto percibía el miedo en el aire, y los rastreaba con eso. En un abrir y cerrar de ojos, la mitad de los hombres habían caído bajo sus ataques. Un ninja, astuto, lanzó un katon desde su punto ciego, pero Naruto lo esquivó por un margen mínimo para atravesarle el pecho con un puñetazo.
El único ninja restante disipó el humo con un futon, solo para encontrarse con sus compañeros despedazados en un charco de sangre, aún vivos, mientras Naruto sacaba su espada intacta de uno de los cuerpos para enfocarse en él.
"Ríndete", dijo Naruto con calma, "y quizás te permita irte si tienes algo interesante que contarme".
Se dio la vuelta, encontrando a Sakura ya acabando con los matones; apenas cayó uno, los demás se rindieron.
"Cinco son demasiados", murmuró Naruto mientras los dividía uno en uno con su Kubikiribōchō. A su alrededor, los restantes estaban aterrados. Él miró hacia abajo, dando un par de pasos atrás para evitar ser mojado por la orina.
"No entiendo cómo trabajan así", reflexionó. "Muy bien, levanten la mano aquellos que puedan guiarme hacia dónde está Gato".
Ante la ausencia de respuesta o movimiento, Naruto soltó una carcajada burlona. "Están seguros, ¿verdad? Bueno, supongo que tendré que encargarme de todos". Al escuchar sus palabras, los tres que quedaban se retorcieron como gusanos temerosos.
"Bien, juguemos a un juego el que mas me sirva puede irse", propuso Naruto, quitándoles los trapos de la boca. Después de un caótico intercambio de gritos y súplicas, identificó al más útil entre ellos y lo apartó del resto. Señaló a Sakura y a los otros dos con un gesto, quien tras una breve vacilación, los eliminó sin esfuerzo.
"No me importa tu nombre. O me llevas al barco de Gato, o te lanzo al mar."
Pronto, el dúo se encontraba con el ninja incapacitado remando hacia el barco.
"No podremos llegar con el bote. Tenemos que ir al barco primero para dirigirnos hacia donde está Gato. El capitán sabe... ¡no estoy intentando nada! Ya no queda nadie en el barco que pueda luchar, son solo marineros normales," explicó el rehén.
"¿Por qué quieren que se vayan? ¿Es por eso que ha ocurrido todo esto?", preguntó Sakura.
"Gato quiere algo de aquí, no sé qué, pero esta gente no es útil. No quieren moverse de su maldito pueblo. Intentamos comprarles las casas primero, pero casi nadie quiere vender. Después intentamos intimidarlos... Se defendieron y Gato enfureció... No me vas a dejar ir, ¿verdad?" El ninja detuvo sus remos, mirando a Naruto con una mezcla de temor y desesperación.
El pelirrojo esbozó una sonrisa, aunque para el hombre frente a él, esta solo parecía aumentar su temor. "Ya te lo dije, ¿no? Cuando volvamos, podrás irte, siempre que te comportes, claro."