Después de unos momentos, se encontraban con el bote pegado al costado del barco. Tanto Sakura como Naruto subieron caminando por el lateral, con Naruto llevando al ninja como si fuera una maleta. Al llegar a cubierta, se percataron de que, tal como había mencionado el ninja, no había nadie dispuesto a pelear.
"¡Qué decepción!" comentó Naruto. "No hay nadie aquí... Sakura, encuentra al capitán y convéncelo de que nos lleve a Gato", ordenó el pelirrojo, señalando el camarote en el punto más alto del barco, justo debajo del timón.
Sakura echó una mirada alrededor del barco, observando que la proa estaba equipada con piscinas de sal para mantener los peces frescos, además de varias jaulas, redes y otros utensilios para la pesca. Después de asegurarse de que no había más gente a bordo, se dirigió hacia el camarote.
Luego, Naruto arrastró al ninja consigo mientras ingresaba al interior del barco a través de una trampilla. Al revisar el lugar, no encontró nada relevante. Esperaba algo más emocionante, pero resultó ser un barco pesquero común y corriente. A pesar de su gran tamaño, carecía de cañones; todo el interior era un espacio hueco con camarotes que, en realidad, eran simplemente un comedor con una mesa grande y camas colgantes a los lados del barco, junto a las pertenencias de sus dueños y un farol para iluminar. Mientras examinaba a su alrededor, divisó a la izquierda la bodega y a la derecha una cocina, divididas por una pared con un gran hueco en el centro. A medida que avanzaba, el único sonido que lo acompañaba era el del mar golpeando el casco y las voces de los marineros, quienes, al notar su presencia y su equipaje, se apresuraron a subir a la superficie. Naruto frenó a uno de los marineros para hablarle pidiendole la ubicación de la prision o lo que sea que tuviesen.
Después de sellar el chakra del ninja en la caja metálica, Naruto la cerró con llave y salió de la habitación. Tras una rápida revisión de las provisiones, regresó arriba, acompañado por el crujir de la madera bajo sus pies, mientras la tripulación le abría paso hacia el camarote del capitán.
Al entrar, se encontró con una lujosa habitación que destacaba en comparación con el resto del barco. Una gran cama ocupaba el centro, con la ventana detrás donde dos mujeres eran consoladas por Sakura. Al verlo, las mujeres lo miraron con temor, y Sakura señaló hacia un rincón.
"El tipo está ahí. No lo mates, lo necesitamos vivo", advirtió Sakura.
Naruto dirigió su mirada hacia el rincón y encontró a un hombre inconsciente, visiblemente golpeado y maltrecho. Se acercó y le propinó una patada, pero el hombre no mostró ninguna reacción. "Hmm, creo que te excedíste. Bueno, no hay de otra, vamos a saquear todo lo que tenga jajaja", dijo Naruto con una risa burlona. "Ya veremos cómo despertarlo después".
Sakura apenas le prestó atención, ocupada en sus propias tareas, mientras Naruto comenzaba a revisar la habitación en busca de objetos de valor. Registró los cajones y la superficie, encontrando algunas cartas que separó, junto con un mapa marítimo marcado, un compás y otras pertenencias. Entre ellas, una brújula de alta calidad captó su atención. "¿Cómo pude ser tan idiota de no haber comprado una antes? Bueno, mejor...ahora es gratis", murmuró para sí mismo, mientras las mujeres lo observaban con extrañeza.
"Naruto se apropió del sombrero del capitán y se lo colocó sobre la cabeza, exclamando "¡Ahoi!" con entusiasmo.
"Ja, es inofensivo, no se preocupen... Bueno, eso estoy diciendo, aunque no del todo, pero no les hará daño", comentó Sakura. Las mujeres, confundidas pero entretenidas por el comportamiento de los dos, continuaron observando la escena con cierta incredulidad.
"No es un sombrero de pirata, Naruto, no tendrá el mismo efecto aunque ya tengas todo lo demás", señaló Sakura.
"Es lo que hay", comentó Naruto mientras instaba a Sakura a moverse del baúl sobre el que estaba sentada a base de pequeños empujones molestos. "Veamos, aver, aver... Naaaaaa", exclamó Naruto mientras abría el cofre. "Es una mierda, solo está su ropa".
Después de esparcir el contenido del baúl sobre la cama, Naruto se levantó y se dirigió hacia donde descansaba el capitán. Sin titubear, lo despertó bruscamente sumergiéndole la cara en el lavabo que adornaba la habitación.
El capitán, con un grito ahogado, emergió del agua tosiendo y mirando a su alrededor con desconcierto y un pánico en sus ojos, solo para encontrarse nuevamente con la misma situación.
"Dinero, dinero, viejo", insistió Naruto con impaciencia.
Sakura intervino suavemente: "Recuerda, Naruto, pregúntale sobre Gato".
. "Ah, claro, llévame a Gato o te ataré en la proa hasta que lo encuentres... y dame todo lo que tengas", amenazó con firmeza.
Viendo que no podría obtener una respuesta con la cara del capitán sumergida en el agua, Naruto lo dejó salir. Después de un momento de tos y recuperación del aliento, el capitán se dirigió tembloroso. Levantó una tabla suelta y sacó una pequeña caja que entregó a Naruto.
"Es todo lo que tengo. Gato nos paga poco, y no es una opción negarse a trabajar para él. Hace meses que no toco tierra", dijo, mientras intentaba justificarse con una mirada hacia las mujeres, solo para recibir un bofetón que lo tiró al suelo, volándole los pocos dientes que le quedaban.
"Me importa un carajo la historia de tu vida. Llévanos a Gato", demandó Naruto con firmeza.
"¿Estás segura de que es inofensivo? No parece muy estable", preguntó una de las chicas.
Sakura asintió con una sonrisa incómoda. "Para ustedes sí, apostaría un brazo".
"Luego de eso, ambos siguieron al capitán, quien tomó las cosas que estaban sobre su escritorio y le pidió la brújula a Naruto. Después, lo siguieron mientras él se esforzaba por caminar, tomaba el timón y ordenaba a la tripulación que tomaran sus puestos."
El capitán habló con dificultad debido a la falta de dientes: "Vamosh a llegar para media noche si el viento nosh ayuda... el barco de Gato tiene cañonesh, no puedo acercarte demasiado, she supone que no debo estar ahí"
"Llévanos hasta donde puedas... y esa brújula es mía, va a ser mejor que me la devuelvas", insistió Naruto.
El capitán asintió y Naruto regresó al camarote. Se sentó en el baúl mientras Sakura seguía charlando con las mujeres, Ayumi y Aoi. Abrió la caja y encontró varias monedas de cobre y plata junto con algunos ryo.
"Mmm, bueno... Sakura, vamos a llegar a media noche con suerte, son las cuatro", comentó, revisando la hora en su reloj. "Hagan espacio, me voy a dormir", agregó, y así, sin más preámbulos, se quedó dormido en el acto.
"Sí, a veces se pone peculiar, pero estamos aquí para ayudarlas... Deberían comer algo", sugirió Sakura mientras tomaba algunas provisiones que el capitán tenía sobre la mesa. "Luego de encargarnos del sangano, vamos a volver a la Tierra de las Olas. ¿Ustedes son de allí?", preguntó, mostrando interés.
"Sí, síiiii! ¿Cómo está? ¿Cómo están todos? ¡Mi hijo! ¿Cómo está mi hijo Akira? Es solo un niño", exclamó Aoi mientras se aferraba a Sakura.
"Sakura, ¿cómo está mi hijo? ¿Cómo está Akira?", reiteró Aoi con angustia mientras la sacudia en busca de respuestas.
Sakura miró a Aoi con compasión y respondió suavemente: "Lo siento, Aoi. No sé cómo está Akira", dijo con sinceridad.
Entonces, Ayumi habló tímidamente: "Yo soy de la Tierra del Fuego", dijo, dirigiendo una mirada a Sakura.
Sakura sonrió con amabilidad. "Ah, como nosotros", respondió. "Sí, estamos construyendo un puente desde allí hasta aquí con la ayuda de Tazuna. Cuando esté terminado, podrás volver con nosotros si lo deseas"
Después de comer y calmarse, todos se fueron a dormir junto a Naruto, ya que no había nada mejor que hacer. Sin embargo, antes de eso, las chicas se vistieron.
Horas después, despertaron ante los golpes urgentes en la puerta. '¡Ya nos vieron! ¡Se nos están aproximando rápido! ¡Hagan algo, nos van a matar a todos!'"
"Naruto y Sakura salieron rápidamente de la habitación. Sakura veía poco, pero notaba dos barcos más grandes que el suyo. Por otro lado, Naruto notó que estos sí tenían cañones.
"¿Cuál es el de Gato viejo?" preguntó Naruto con urgencia mientras tomaba de la camisa al capitán.
"El de la izquierda", comentó el capitán."
"Sakura, encárgate del de la derecha, yo me ocuparé del de la izquierda. ¡Intenta mantener los barcos, pero si no hay otra opción, vuélalo!" Ambos saltaron y corrieron rápidamente hacia los barcos ocultos por la oscuridad de la noche.
Sakura se deslizó en silencio a través del hueco del ancla, sorprendiendo a todos a bordo. La oscuridad que la rodeaba se rompió con destellos de metal provenientes de sus kunai. Los marineros, desprevenidos, se lanzaron hacia ella, pero Sakura era ágil, cortando con precisión y dejando tras de sí un rastro de sangre derramada. Con movimientos rápidos, lanzó una lluvia de kunai, multiplicados por bunshin para confundir a sus oponentes. Los gritos de los marineros llenaban la habitación, mezclándose con el sonido metálico de los proyectiles y el chapoteo de la sangre que salpicaba por todas partes.
De repente, un cañón se preparó y disparó con un estruendo ensordecedor. ¡BOOOM! Sakura se lanzó al suelo justo a tiempo, pero varias astillas volaron por el aire, clavándose en la madera y en la carne de los presentes. La explosión desgarró cuerpos y dejó tras de sí una niebla de pólvora y sangre que quemaba los pulmones y los ojos de quienes quedaban con vida. Entre el caos, algunos de los marineros se convirtieron en montones de carne picada, mientras otros gritaban agonizantes, buscando entre las tripas y los miembros mutilados a sus camaradas.
Con una furia palpable, Sakura gritó: "¡Voy a destriparte, maldito demente!" mientras se abalanzaba hacia el responsable del disparo. Agarró su cuello con manos ensangrentadas y, con una ferocidad sin igual, hundió sus dientes en la carne, arrancándole la yugular de un tirón.
De repente, un destello cegador iluminó el cielo nocturno, seguido de un estruendo ensordecedor que resonó a través del agua. Un proyectil de cañón cortó el aire con un silbido ominoso antes de estrellarse contra el costado del barco enemigo, desencadenando una explosión infernal. Fragmentos de madera y metal volaron por el aire, arrancando miembros y órganos que se dispersaron en todas direcciones, dejando un rastro de destrucción.
La sorpresa inicial dio paso al pánico cuando los marineros en ambos barcos se dieron cuenta de lo que estaba sucediendo. Los gritos de miedo y confusión se mezclaban con el sonido atronador de los disparos de cañón, mientras el humo negro se elevaba y las astillas pintaban el aire, envolviendo todo en una niebla asfixiante impregnada del olor a carne quemada.
En medio del caos,y el temblor la batalla en la cubierta del barco de Naruto era una escena de pesadilla. Su espada, un relámpago de muerte, se movía con una precisión letal, cortando a través del humo y los samuráis enemigos con una ferocidad despiadada. Cada golpe era un estallido de sangre y angustia, mientras los cuerpos caían al suelo y las tripas se regaban por el suelo.
El fuego estallaba en varios puntos de la cubierta, envolviendo a los marineros en llamas y llenando el aire con el olor del humo quemado. Gente corría en llamas, suplicando por misericordia. Naruto no mostraba compasión. Con cada movimiento, ejecutaba a los samuráis desequilibrados, su espada cortando limpiamente a través de la carne y los huesos, dejando un rastro de cuerpos mutilados a su paso.
"Dios, le dije que intentara mantener los barcos", comentó Naruto con una sonrisa en la cara, contradiciendo sus propias palabras mientras salía del camarote. Llevaba consigo en su pergamino todo lo que encontró de valor. Observando a un hombre en llamas saltando al agua entre el humo, el estruendo y los gritos, continuó su camino. "Este tipo debe estar abajo", murmuró para sí mismo mientras lanzaba a una mujer que se aferraba a él por la borda. "Perdón, linda, pero aquí no vas a sobrevivir. Luego te paso a buscar".
Un grito resonó en el aire mientras la mujer caía hacia el agua, sumándose al caos que envolvía el barco.
"¡¿Dónde está Zabuza para que le pagué a ese inútil?!", gritaba Gato mientras daba vueltas en la habitación. "¡Tú, ve y haz algo!", ordenó señalándolo con el dedo acusador a su samurái personal, que mostrando desinterés, balbuceó una excusa.
"¡Yo? No voy a sobrevivir a una bala de cañón", respondió mientras se señalaba con el dedo.
Ante la cobardía de su subordinado, Gato no pudo contener su ira. ¡Le lanzó una botella que el samurái atrapó al vuelo! "¡No me importa, haz algo o se acabo! ¡Sácame de aquí! ¡Nos vamos a terminar calcinando!", gritó, dejando claro que no toleraría más inacción.
En esos momentos, Naruto descendía por las escaleras del barco, atravesando los pasillos envueltos en llamas. De tanto en tanto, se topaba con algún intento de ninja al que debía cortar en dos, mientras se movia contra las paredes para dejar pasar a otros que huían envueltos en fuego, mientras sus pies se mojaban con el agua que comenzaba a infiltrar la nave.
Detuvo a quien parecía ser el cocinero, un hombre corpulento que luchaba por abrirse paso. "¿Dónde está Gato?" inquirió Naruto, y el hombre, señalando en la dirección y sin mas palabras, salió corriendo.
Naruto prosiguió su camino hasta toparse con su objetivo, detrás del primer samurái que encontraba que parecía ser auténtico.
"Los otros eran ronin vagos que probablemente no han desenvainado sus espadas en serio en una década. Este parece más competente", reflexionó.
Sin previo aviso, el samurái, envuelto en una aura letal, un absoluto contraste a como estaba con Gato, desenvainó su katana, utilizando futon para lanzar afiladas ráfagas hacia Naruto. Este último, hábilmente utilizando el shunshin y sus sellos para equiparar su velocidad a la de su adversario, respondió con una serie de esquivas y contragolpes ágiles mientras cubría con su espada, retrocediendo hasta tener al samurái frente a él.
El sonido del choque de acero resonaba en todo el barco, mezclado con los gritos de los combatientes y el crujido de la madera bajo el asalto de la batalla. El temblor del navío se intensificaba con cada golpe, mientras el agua se infiltraba implacablemente, anunciando el inminente hundimiento.
Las cuchillas de viento atravesaban el barco cortando el agua hasta desvanecerse, llevándose consigo a quien se cruzara en su camino.
El enfrentamiento alcanzó un nuevo nivel de intensidad cuando Naruto desplegó sus cadenas de chakra, intentando atrapar al esquivo samurái. Con una destreza impresionante, el samurái esquivaba cada embate, moviéndose con agilidad sobrenatural entre las sombras del humo y el fuego. Ambos atravesaban el barco a altas velocidades en un constante choque de espadas y patadas, dejando un rastro de destrucción a su paso hasta que finalmente cruzaron la cubierta.
Los golpes resonaban como truenos en medio del océano. Naruto, en un estallido de energía, giró con toda su fuerza y lanzó un espadazo cargado de futon en un salto lateral. El samurái respondió con una defensa impenetrable, pero la fuerza del golpe hizo estallar el suelo del barco, provocando que las espadas se clavaran entre sí con un estruendo ensordecedor y ambos cayeran al piso de abajo.
En medio del forcejeo por separarlas, el barco comenzó a resquebrajarse bajo la tensión de su enfrentamiento. La sangre y el agua salada se mezclaban en el suelo mientras ambos luchaban sin tregua. Con un estallido final, el barco se partió en dos, y ambos se deslizaron hacia el abismo entre los escombros, chocando entre los pasillos que aún quedaban.
Aún de pie, Naruto desató un sello cegador, inundando el área con una luz deslumbrante. Mientras el samurái luchaba por mantenerse firme en medio de la intensa luminosidad, Naruto aprovechó la oportunidad, tirando de la pierna del guerrero con una cadena de chakra. Ambos perdieron el equilibrio y cayeron rodando en un intercambio de golpes hacia la oscuridad del mar, acompañados por los gritos de los condenados.
Sakura, cubierta de suciedad y sangre, comenzaba a entrar en pánico mientras buscaba a Naruto desde su barco, que a duras penas había resistido, aferrándose a la baranda. Intentaba identificar su cabello rojo u alguna señal entre los cientos de cuerpos, partes del barco y gente aún viva que se encontraban flotando en el mar, ahora teñido de rojo por la sangre. Apenas podía ver a través de los últimos remanentes del fuego consumiéndose en el mar.
Desde el otro barco, los espectadores solo podían mirar atónitos lo que había pasado en cuestión de minutos, presenciando el caos y la devastación que se había desencadenado.
"'Inofensivo', claro", comentaron las chicas a quienes Sakura les había asegurado que Naruto era inofensivo.
Naruto y el samurái continuaban forcejeando entre sí, tratando de matarse mutuamente después de haber perdido sus espadas cuando el suelo cedió bajo sus pies. Naruto intentaba morderlo, pero el samurái se mantenía firme, frente con frente, impidiéndoselo. Ambos se encontraban cara a cara, sumidos entre escombros y cadáveres calcinados que se hundían junto a ellos. El samurái tenía un brazo inmovilizado por un clon, mientras Naruto intentaba liberarse para volarlo de una vez. Sin embargo, su enemigo mantenía su brazo entrelazado con el suyo, y su armadura amortiguaba la mayoría del daño que podría causarle con una patada o un rodillazo. Aun así,era lo que los estaba undiendo cada vez mas mientras la oscuridad comenzaba a apoderarse de su entorno.
"¡Demente hijo de puta! ¡Nunca en mi vida había enfrentado algo así! Me va a arrastrar con él..."
"Mocoso psicópata... nunca me había topado con algo así. Me va a arrastrar con él..."
"Si no estuviera intentando matarme, lo respetaría."
En ese momento, se encontraron cara a cara, enfrentando la inminencia de sus últimos momentos. Un destello de respeto se reflejó en los ojos de ambos. Naruto separo su clon; si el samurái se lanzaba con su otro brazo, ambos serían arrastrados por la explosión. Conscientes de que era mejor separarse para no sucumbir juntos, tomaron esa decisión. Naruto emergió hacía la superficie, mientras el samurái se despojaba de su armadura y seguía sus pasos.
Finalmente, Sakura vio a Naruto trepándose a un pedazo de barco medio en llamas, mientras el samurái se agarraba de un pobre infeliz para salir del agua y buscar dónde agarrarse. Saltó hacia el agua y corrió hacia él, ayudándolo a subir.
"Mientras Sakura ayudaba a Naruto a subir a la tabla, él la vio cubierta de sangre y tierra, pero para él, su belleza se magnificaba bajo esa cruenta capa carmesí. La luz titilante de las llamas cercanas realzaba su figura, otorgándole un aire salvaje.
El corazón de Naruto latía con fuerza. En un impulso incontrolable la avalanzó sobre él y sus labios se fundieron en un beso apasionado. Sakura abrió un ojo en sorpresa, pero luego se entregó al momento por completo, mientras sus cuerpos se unían en un abrazo desenfrenado.
Le pegue una revisada,si viniste del capitulo q sigue y ya viste este mensaje entonces no tenes nada que ver.