Jael percibió la presencia de Danag e instantáneamente se relajó. —¿Qué parte de 'no me sigas' no entendiste? —preguntó Jael.
—Bueno, ya había pasado bastante tiempo desde que debías regresar al castillo, así que puedes imaginar mi horror cuando percibí que lo pasabas de largo —dijo Danag y salió de detrás del árbol.
—No me digas que estuviste parado afuera.
—Podría haber estado... ¡La fuga de los Paler! —Danag gritó aterrorizado al darse cuenta de la situación.
Jael no respondió, se agachó de nuevo, recogió la cuerda cortada y la estudió. El corte se había hecho descuidadamente, como si algo hubiera mordisqueado la cuerda hasta cortarla.
Jael frunció el ceño, no había forma de que los dientes de un Paler hubieran podido alcanzar la cuerda de la manera en que había sido atada. Tal vez, un animal salvaje la había mordisqueado. Esa era la única explicación que podía pensar.
Dukung penulis dan penerjemah favorit Anda di webnovel.com