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Algunas cosas toman tiempo

La muerte de Annabeth lo quebró. Y muchos temían que para siempre. Busco el refugio en las profundidades del mar. Pero él sabía que no podía esconderse del mundo y de sus amigos por siempre, tenía que seguir adelante. Y tal vez no sería de la forma en que él pensó que sería, pero si fue la más adecuada para ayudarlo a terminar de sanar, para volver a ser el de siempre.

EscritorDeFics · Filem
Peringkat tidak cukup
34 Chs

Momentos

—¿No puedes dormir? —Travis reaccionó a las palabras de una somnolienta Katie que salía de la cama en un pijama verde con marrón, muy propio pensó Travis mientras asentía con seriedad mirando por la ventana como el viento ligero mecía los árboles durante la madrugada. —Sabes que puedes contarme lo que sea… —Katie se sentó a su lado con un vaso de agua y recostó la cabeza en su hombro. Pasaron un rato en un cómodo silencio… al menos para Travis, por su lado Katie esperaba que dijera algo, la forma como la había mirado con su pijama la había hecho avergonzarse un poco, ya que nunca se había fijado en esos detalles, en una ocasión había salido solo con una sudadera grande y él ni se había percatado en eso, pero esta vez había vuelto su mirada un par de segundos. Ya era algo.

—¿Extrañas cómo eran las cosas antes? —en la mente de Travis un sinnúmero de recuerdos empezaba a acompañar esa pregunta cargada de significado, lleno de vivencias, lleno de cotidianidad que ahora era simplemente extraño. A Katie le peso la pregunta, porque en el fondo sabía que era una forma de nostalgia que no llevaba a nada bueno, no para Travis al menos.

—¿A qué te refieres? —Katie dijo con algo de reserva, ya que realmente no quería saber la respuesta a esa pregunta, claro que quería que todo fuera como antes, pero tal vez eso no la habría llevado a descubrir un lado tan sensible y humano de ella misma, obviamente le simpatizaba Travis, pero todo esto había hecho que en su interior se formara un sentimiento más fuerte que la lastima y la simpatía, algo que todavía no podía nombrar.

—Quiero decir a como era antes de estar atrapada… aquí… conmigo —La mirada de Travis denotaba que estaba roto por dentro, a pesar que las palabras salieron de su boca con timidez, pero la manera en que miró a Katie era un tácito lo siento. Katie tuvo que contener sus ganas de golpearlo, en otro tiempo tal vez hubiera sido el actuar correcto, pero entendía que Travis podía sentirse culpable de que ella solo se dedicara a él.

—No me siento atrapada —Katie tomo su mano, al comienzo Travis no reacciono, pero pudo percibir un ligero apretón en la mano y entonces sabía que no era rechazada, que no era un toque extraño o no deseado. El joven hijo de Hermes sabía que jamás tendría una confesión de Katie sobre si sentía atrapada porque era demasiado noble, y no la merecía lo suficiente como para tener eso de ella.

—Es dulce de tu parte, pero hasta yo puedo darme cuenta de que tu vida dejo de ser tu vida para centrarse en la mía —Travis trato de esbozar su mejor sonrisa, pero sabía que ninguno de sus gestos dejaba de tener la influencia del vacío de su ser, se sentía un poco hipócrita de querer ser romántico en sus frases.

—Fue mi elección —Y ella sabía que no mentía al decir que fue su decisión estar con él desde aquel fatídico día en que la guerra terminó, conocía a lo que se metía, iba a ser duro y lo fue, iba a ser difícil y estaba tornándose en imposible, iba a ser desgastante y lo fue, ya que estaba agotada, pero no podía bajar los brazos, él la necesitaba.

—Creo que fue más un impulso de las circunstancias… por lo cual te estoy eternamente agradecido —Katie sonrió con suavidad, poco o nada le importaba la gratitud de Travis, ella quería recuperarlo, extrañaba sus bromas, extrañaba sus conversaciones absurdas y locas, extrañaba esa forma de ser tan despreocupada que hacía de cada día una aventura. Quería al Travis que era capaz de romper sus barreras convencionales. Travis la veía tan desdibujada de como la había conocido y se sentía culpable por ello, todo su dolor la había dañado también a ella, su soledad la había arrastrado y su depresión la estaba consumiendo también a ella.

—No digas eso —Su voz era una súplica, ya que no quería que Travis se sintiera como que no tenía opción, cuando ella sabía que si lo tuvo y eligió.

—Katie no podemos ocultar la realidad… todo mundo lo dice… has dejado de vivir por hacerte cargo de un triste tipo como yo —Travis se arrepintió de sus palabras, por como sonaron, al ver el rostro de Katie, es hermosa, pensó mientras ella negaba con la cabeza.

—Travis —Nunca le había gustado mucho su nombre, siempre se lo había recriminado a su madre, pero ella siempre le había dicho que tanto el nombre de su hermano como el suyo reflejaba la naturaleza traviesa de sus personalidades, pero aquí estaba, amando la forma en que Katie decía su nombre, sin importar que lo estaba pronunciando como escudo a sus palabras y eso lo descolocaba, pero jamás le diría todo el poder que ella tenía sobre él. No era negativo, al menos él no lo veía asi, pero después de todo este tiempo se había vuelto tan dependiente de ella que temía su ausencia, extrañaba su presencia y sentía que necesitaba su aprobación para cada movimiento, a su vez era consciente que Katie necesitaba algo más que estar encerrada en cuatro paredes.

—Kat —Katie sintió que su corazón se estrujaba en una forma que no recordaba… de una emoción que extrañaba. Aun recordaba la cara de Travis cuando "por accidente" le dijo Kat mientras estaban de guardia, había sido tan cómico ya que recién estaban conociéndose, pero sonaba bien para ella… no lo uso a menudo, pero tenía significado, era un diminutivo personal y casi secreto.

—Hace mucho tiempo que no me llamabas asi —Travis sonrió con pesar ya que Katie tenía un punto muy a su favor, había pasado tanto tiempo que no se había dado cuenta que había perdido todos los detalles con ella, ya no había nada parecido a una relación… todo se había ido por la borda tan rápido que no había tenido fuerzas para reaccionar.

—Creo que la conversación con Percy me ayudo a darme cuenta de muchas cosas, al menos por un momento —Katie sonrío tímidamente, tratando incentivar la conversación en ese curso, ya que quería saber de qué habían hablado y porque no pudo si quiera espiar. Paso un momento en silencio antes de que ella se atreviera a hablar.

—¿Qué te dijo? —Travis la quedo mirando por un momento, tratando de sostener la mirada lo más posible ya que no quería contarle, porque no podía… no podía. Katie entrecerró los ojos para evitar que le mintiera como una advertencia.

—No puedo contártelo, al menos no por ahora —Katie asintió con algo de tristeza, sabía desde el momento en que salió de esa habitación que el tema era solamente entre Travis y Percy, pero sentía una curiosidad extrema, pero no lo forzaría, porque no sabía cómo podría reaccionar a la presión.

—Entiendo —Travis podía sentir que el ambiente se estaba congelando. Odiaba ocultarle cosas y no poder compartir lo poco de vida que tenía en ese momento, pero si tenía que ser sincero tenía miedo de lo que podía pasar al tomar una decisión. Si estuviera solo, tal vez fuera algo sencillo de decidir, pero ahora él pensaba en ella, pensaba en que tenía la certeza que querría seguirlo, y él quería estar con ella, pero no podría soportar ser culpable de algo que Katie no quisiera.

—Aun pienso que debes volver a tu vida como era antes —Katie pensó por un momento en sus primeros días en el campamento, no había sido sencillo congeniar con gente que no conocía y mucho menos saber que su madre tenía "mas" hijos. Pero luego también venían las escenas donde la torpeza de Travis había calado en su corazón, con todo y sus bromas pesadas.

—Mi vida es mi decisión Travis y yo elegí estar contigo —Ambos sonrieron con algo de melancolía, pero sin mirarse a los ojos, porque aún era un poco vergonzoso hablar con esa clase de franqueza.

—Pero tu familia… Tu hermana… Tu nunca te quedas en el campamento todo el año —Katie ni siquiera se había puesto a pensar en esas cosas, ella sabía que en algún momento tendría que tomar sus decisiones por si sola sin pensar demasiado en la familia, ya que era parte de la vida, pero en esta ocasión un suspiro evidenció que lo había olvidado por completo.

—Siempre hay una primera vez, además mi hermana está ocupada en sus cosas —Fue la mejor excusa que se le pudo ocurrir para salir del paso, pero para alguien como Travis, no pasaría como una excusa válida. Travis le sonrió con algo de pesar, ya que sabía que ni siquiera se había puesto a pensar en ella misma debido a él.

—Solo estoy tratando de que no te estanques con alguien como yo —Las palabras salieron sin ningún cuidado y él pudo ver que le pegaron en lo más profundo, pero Katie trato de maquillarlo lo más posible, ella sentía que se estaba menospreciando hasta lo más bajo, como si se tratara de la persona más ruin. Se trata de Travis, ese muchacho alegre y lleno de vida que había hecho de ella una persona más comunicativa.

—Entiendo tu preocupación, no me siento estancada, aunque si necesitaría un par de días para descansar y visitar a mi padre, que de seguro está preocupado porque no me he comunicado con él —Travis le sonrió de manera amable, sabiendo cuanto le había costado reconocer que necesitaba tiempo para ella. Katie sabía que no podía mentir al respecto, necesitaba un pequeño respiro, no por cansancio sino para reponer fuerzas. Todo este tiempo había menguado su fortaleza emocional y sentía que no podía seguir siendo un soporte para Travis. Tal vez un par de días le podría dar fuerzas para seguir al lado de Travis.

—Deberías visitarle —Travis la miro con algo parecido a determinación. No sonaba como una orden, pero si como algo que debería hacer, jamás había sentido que las sugerencias de Travis fueran imperativas, pero esta vez era como que él quería más que nada que se tomara un tiempo para ella.

—Con un mensaje Iris debería ser suficiente —Aun asi había algo que le preocupaba de Travis, era como que su actitud estaba estacionada, como si estuviera luchando con algo todo este tiempo desde que se fue Percy. Fue hermoso para ella que tomara su mano y caminaran por la playa, estaba sin duda disfrutando de este momento, pero no era normal… al menos no después de todo lo que había tenido que pasar con Travis. Pero no podía quejarse y mucho menos decir algo al respecto ya que quería que esto durara por siempre.

—Katie —la mirada de Travis está volviendo a ser lo que era antes, pero todavía se podía ver el fuerte impacto de la depresión y el dolor. Katie sentía una punzada en su voz que tocaba lo más profundo de su ser. No podía negarle nada con esa forma de decir su nombre.

—Está bien, pero ¿quién cuidara de ti? —Travis hizo una pequeña mueca de insatisfacción, la sola pregunta le hacía sentir vergüenza de sí mismo, como si necesitara ayuda para vivir. No era ingrato, claro que no, pero el solo hecho de verse en el espejo de que no podía conducirse sin supervisión por temor a lo que pudiera hacer o el estado en el que se adentraría lo avergonzaba.

—Como puedes ver estoy mejorando un poco y mañana Percy vendrá para que conversemos un poco más —Travis sabía que era solamente temporal, porque el problema más grande todavía no estaba siendo afrontado, solamente el hecho de que tenía la oportunidad de hacer algo diferente.

—Es posible —Katie suspiró con algo de pesar ya que sabía que Travis estaba siendo indulgente solo porque quería que ella saliera y tuviera tiempo para ella. Si Travis quería ser honesto no quería que ella se fuera, pero qué clase de persona seria si la aislara de la familia y de su vida solamente por su egoísmo.

—Lo necesitas —La palabra necesidad se sentía extraña. Katie sabía que el la necesitaba, él sabía que la necesitaba, pero no podía seguir siendo un egoísta… no quería perderla estando a su lado.

—Está bien, si eso te hace feliz, me tomare unos días —Katie pudo ver una sonrisa real con la marca registrada de Travis. Eso hizo que se le removiera el corazón, es como que una simple decisión hiciera la diferencia en él. Algo tan sencillo, pero que inexplicablemente tenía un alto valor emocional para el caos de Travis.

—Me hace feliz —Travis tuvo un impulso que no supo de donde lo saco, que sucedió en un abrir y cerrar de ojos, le dio un beso en la mejilla, pero no era un beso cualquiera, era un beso lleno de significado, lleno de alegría autentica, de esa que no había experimentado desde la muerte de Connor. En cuanto sucedió su mente corrió a mil kilómetros por hora, y freno en seco cuando se dio cuenta que jamás había actuado asi con Katie, la respetaba demasiado, tal vez antes no era un respeto reverente, pero ahora después de todo el tiempo que ella había invertido en él era como que la veía con un respeto único —Lo siento —Se disculpó rápidamente al darse cuenta de la sorpresa en el rostro de Katie que se agarraba la mejilla. No podía definir la expresión, en su vago recuerdo tenía la imagen del primer beso que él le dio, ella rápidamente lo empujo y se lo increpó, no de manera violenta, pero si con algo de vergüenza, pero esta vez era como que no había un indicio de si fue correcto o no. Katie se dio cuenta que se había quedado congelada en el tiempo, y podía notar algo de angustia en la mirada y en el balbuceo insonoro de Travis.

—¡No! Es solo que no lo esperaba… —ella lo tomo del brazo con fuerza mientras refregaba de emoción su rostro con su hombro, Travis pudo notar la emoción contenida de Katie y no pudo evitar emocionarse también, una lagrima sorda se derramaba por el lado oculto de su rostro, agradeció que fuera de ese lado para que ella no pudiera verlo asi. En silencio disfrutaron un momento de cursi romanticismo oxidado, pero lleno de significado. Atrás habían quedado los momentos de fuegos artificiales y esos detalles de adolescentes de preparatoria. Solo quedaba un vínculo tan fuerte que aun brillaba rodeado de la oscuridad de las circunstancias. Una pequeña luz, pero que era suficiente para resistir lo que quedaba del oscuro túnel.

—No he sido todo lo que pensabas ¿eh? —En cuanto Travis dijo estas ligeras palabras sin pensarlas se enfrió el ambiente. Pero Katie no quería que este momento se perdiera tan rápido, después de todo tendría que dejarlo por unos días y quería llevarse este recuerdo para no pensar en que algo pudiera ir mal con Travis.

—No, pero aun asi me agrada lo que sé que hay dentro tuyo —Travis le sonrió con algo de pesar y con las mejillas sonrojadas en modo de disculpa. Katie se aferró más a él mientras disfrutaban del inicio del amanecer, era lo mejor que podía pasar en este momento.

—No hay mucho Katie, no después de… —Katie puso un dedo sobre sus labios, ella quería que hablara con respecto a Connor, pero sentía que no era el momento adecuado, ya que eso haría que se vuelva a derrumbar, lo necesitaba de pie hasta que pudiera mantenerse sobre sus pies por sus propios medios, entonces sí podrían hablar al respecto.

—No tenemos que hablar de eso… No ahora —Travis elevó una gratitud silenciosa por no sabía cómo ni porque ella lograba entender sus pensamientos sin necesidad de hablar, sus gestos sin necesidad de palabras y su forma de ser por más cambiante y oscura que se haya tornado.

Era afortunado, lo sabía, y eso le pesaba. Tanto que le dolía todo.

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Una situación similar era la que tenía Artemisa en su campamento de cazadoras, en su tienda mientras temblaba de frustración y descontrol emocional, desde que Hestia y Atenea la habían abordado en al jardín para darle la noticia de que el consejo olímpico la iba a acusar de alta traición, entonces ella sabía que había visto todo y que ya no había nada que pudiera trata de ocultar. Se había mantenido todo este tiempo al margen de los comentarios y especulación de lo que realmente había pasado ese día durante la batalla, pero una vez que se supiera lo que realmente paso sabía que todo se vendría abajo, su reputación y su honor que tanto la había costado forjar. Todo el orgullo no tendría justificante ya que fue débil, todo el honor del cual se ufanaba para ser condenada como una traidora y el juramento de virginidad eterna para estar a punto de perder la caza… porque no pudo soportar la humillación y el dolor.

No era justo. Ella lo sabía, nadie hubiera podido resistir todo lo que ella tuvo que ver con sus propios ojos y que fue una de las razones por las cuales cedió.