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[Sr. P por...]

Con un ruido sordo, el cuerpo sin vida de Rebecca, impacto con el suelo. Sonido que reverbero en el salón, debido al silencio y la vieja madera

Distintas reacciones hubieron. Trasladándose desde los invitados hasta el propio Frederick. Para algunos supuso un impacto a la psicis enorme, mientras otros reaccionaron con extrañeza e incluso, indiferencia

Diferente para Frederick, quién sólo se encontró observando su mano; La perpetradora del acto, la cual disfruto del tacto y apretar suave. Sus ojos no diferian en emociones complicadas

El sonido causado por la acción violenta y desprovista, cesó con el caer de un individuo

Él, quién gozaba de una genética privilegiada, de gran altura y con un cuerpo bien construido: El inconfundible Darick

Yacía en el suelo sin fuerzas, consumido por el shock. Sus acciones no eran lógicas, sin poder cerrar ni los ojos ni la boca, solo observaba el cuerpo desprovisto de vida, de su hermana

Este ruido empezó a despertar a los invitados, de su mente cegada por diferentes emociones. Empezaron a moverse, pero sin destino ni sentido; Nadie entendía lo que sucedía

Pero sucedió una acción, del mismo que causó la primera, que los volvió a la confusión inicial

Frederick quién estaba observando su daga ceremonial, repentinamente llevó a cabo una acción violenta: Llevando está con rapidez y en un certero golpe seco, se autolesiono en el espacio entre sus dos pectorales

Una herida se abrió, la piel y carne se desgarró, la sangre se hizo presente, pero no a borbotones debido a la obstrucción del arma causante

Pero quién había recibido la herida, no realizó ningún quejido de dolor alguno, y su voluntad no dudo, más prevaleció. Para reunir sus fuerzas y pronunciar unas palabras en favor a... Seres desconocidos

"Oh, humilde yo"

"Yo los invocó a este plano mundano"

"Ensuciado, clamó por la restauración futura"

"De sus manos, oh, seres altivos pero benévolos"

"Divinos, Caos o Destrucción. Portan gran poder como bondad, por eso mi llamado hoy"

Y así, como si se tratará del llamado de un devoto o profeta, cambios empezaron a aparece. Las nubes se reunieron sobre la mansión, los fuertes rayos solares empezaron a desaparecer y la temperatura se reguló

El ambiente en el salón cambió de sobremanera. La santidad, la calma así como el caos y descontrol, se sumaron en una lucha divina y caotica; Poetica

Si Homero, el épico poeta, lo observara, la historia se gozaría con un héroe más

Pero los cambios inusuales, no sólo se presentaron climaticamente, espiritualmente y metafisicamente, si no, fisico: Veintidós figuras enigmáticas se erigieron tras la espalda de Frederick

Únicas e incomparables, etéreas e ilusorias, manteniendo particularidades independientes

Estás transmitieron por su entrecejo energía a Frederick, cual lo fortalecía con cada momento que pasaba. Con este agregar de poder físico, sumado a su altura y peso, el impacto que producía en el suelo, ya era considerable

De repente, con el clima exterior, de fuertes vientos, todas las puertas, ventanas y posibles escapatorias, se cerraron anticlimaticamente; Algo antinatural y con dejes de sobrenaturalidad

Esto saco del estupor al público, el cual finalmente reaccionó. Algunos con miedo, sorpresa y otros con incredulidad. Pero la realidad estaba frente a sus ojos, los cuales no querían aceptar está

Pero Frederick no dejo espacio a formular ideas, ya que se acercó con pasos arrastrados a la multitud alejada en un tumulto

Pero estos, sus identidades no eran comunes, por lo cual: No era extraño que hubieran una o dos personalidades valientes

Y así, con el instinto de supervivencia a flote, dos individuos se abalanzaron sobre él, con dos elementos, las cuales asimilaron como armas

Pero, otro dos ruidos sordos se oyeron; Los dos hombres que se habían abalanzado, habían caído y permanecido sin fuerzas en el suelo; Pero de un momento a otro, sufrieron de una terrible epilepsia y vomito de sustancias y fluidos sin reconocer

Frederick observó esto con calma, pasando por ellos rápidamente, dirigiéndose a la multitud, pero especialmente a un individuo

Un anciano senil, encorvado y con arrugas extremas, que deformaban su rostro a uno horrible. En sus ojos, no compartía las emociones colectivas, si no, un placer y lujuria enfermiza

Rápidamente estuvieron rostro a rostro, lo cuál le valió una sonrisa, demostrando su dentadura vieja y amarillenta

"Hehe, no tienes poder sobre mí, chico, después de todo eres mi chico"

"Hahahahahaha"

Pero fuera de sus expectativas plasmadas en locura, recibió un golpe directo en su estomago. El cual lo había devuelto a su realidad sénil: Este se hundió en su estomago, y fue del tal poder, que extrajo todo el aire de sus pulmones. Tambaleándose y escupiendo saliva por doquier, cayó sobre sus rodillas en una posición sumisa

En ningún momento paró de toser, su saliva se mezcló con sangre, debido a que sus órganos internos se habían dañado. Más su intento fallido de intentar respirar, habían recreado una escena lamentable

Finalmente, un pie sobre su rostro, había terminado su dolor: Su espina dorsal se había roto en pedazos así como su cabeza

La sangre, materia cerebral y grasa se había mezclado en el zapato de Frederick. Pero este no reaccionó de sobremanera, ya que había visto realizar peores escenas macabras por acción de su familiar, Darreck Apolus, a quién había asesinado a sangre fría hace un momento

Finalmente su mirada se mecio sobre el resto de invitados. Su destino se había marcado, decidido

Chapoteo, chapoteo

Ruido liquido. Como si un niño saltara sobre charcos sucios de agua estancada con barro, pero no; Era Frederick caminando en un desastre sangriento

Diferentes cuerpos se hallaban sin vida en un extenso espacio, que conformaba el salón. Había asesinado de diferentes maneras grotescas a todos, menos a uno, a quién aún no había identificado

Darick se encontraba escondido, en un rincón oscuro, lejano a su primo. Atesorando su vida, en gran temeridad debido al mounstruo en quién se había convertido este

Un mounstruo carnicero, con fuerza sobrehumana y una indiferencia abismal, terminando con la vida de todos los "estimados" invitados

Observaba con atención y temor sus acciones, con un instinto de supervivencia prevaleciendo sobre todo. Hasta que vio como él, arrancaba un alce decorativo tapizado, y con un movimiento brusco lo lanzaba... No vio más

Frederick se encontraba yendo escaleras arriba, en un desastre sucio, debido a la sangre y grasa. Pero prevaleciendo como preocupación sobre esto, era su piel y músculos, arrugados, débiles y flácidos; Su energía vital se iba corroyendo

Sus manos, brazos y pecho, ya no eran lo mismo, pero esto paso a segundo plano al encontrarse con una puerta con una placa: "Sr. P"...

Frente a todas las expectativas, abrió la puerta utilizando el picaporte. Dentro encontró una oficina simple, con alguien sobre el asiento principal

"Así que aún tienes fuerzas para ir escaleras arriba, pequeño. Hehehe". Lo había pronunciado un anciano, pero bien conservado, con una sonrisa distintiva y un cabello suficiente, con una condición física envidiable

"Abuelo... No alargemos la situación. Eres conocedor de la situación, mi destino". Con cansancio evidente, pronunció estás pesadas palabras

"Hehe, rápido y certero, al punto; Digno de un Apolus". El anciano estaba escéptico respecto a las posibilidades de su nieto, de poner fin a su vida; Pero estaba ansioso, si era posible, bienvenido era. Le producía un placer inconmensurable la situación

Frederick conocía estos puntos y así, sin querer dar más longevidad a él, puso su palma sobre el respetable cabello del anciano

"Mmh, caricias ante la muerte; Un elixir de calidad mayor, disfrutado sólo por amantes... Me alegra, me alegra el hecho de haber podido apagar tu fuego, Pequeño Zeus"...

Venas negras se conglomeraron en la cabeza del hombre mayor, quién golpeó su cabeza contra el escritorio, inconsciente

"Malditas letras pequeñas en los contratos". Repetía Frederick mientras se sentaba pesadamente sobre otra silla, en la cual se dejo caer sin fuerzas

Su vista se desvanecía, su antiguo poder se había perdido, y sus uñas ya estaban negras

Finalmente...

"P por poronga"