[Cisne roto]

Hasta que una voz lo saco de su ensoñación. Pertenecía a un individuo masculino y efectivamente era la del cantinero

"He vuelto, gracias por su espera. La mayor ambrosia que he encontrado entre la gran variedad de alta calidad, es este vino viejo. Aunque mantiene la edad de un anciano senil, goza de la juventud de un joven" Lo mencionaba con una gran sonrisa, mientras lo servía en una copa

Frederick le prestó gran atención a está acción. Uno de sus gustos de la vida, era desgustar variados licores

"He, muchas gracias. Ven, acércate un poquito" Frederick le insistió que se acercara, para darle unas palmadas en los hombros

"Ve, ve, por allí afuera, desgusta el aire fresco como si una abeja a una flor fueras. Vete, descansa un rato afuera. ¿Okey?" Mientras proseguían las palmaditas, este poco a poco lo iba echando a la salida, dirección al patio

Había hechado al cantinero honesto, debido a que el cometido de su destino, era cercano

Al completar esto, nuevamente se dirigió a la cantina, a hacerle compañía a su solitaria copa

Con un tacto suave y con delicadeza agarró el mango de está, disfrutando el tacto, la elevó sobre sus hombros

Alzando la vista, para observar el rojo del vino a través del color transparente, pronunció: "Vino añejo, cuál mantengo en mi mano, rojo ardiente como la pasión de una amante. En mi boca se adentra, su rojo vivo, se mezcla con sangre antigua de mis encias; Sucias están.

Pasa por mi garganta, y como el truco de un antiguo mago, como puñal se adentra y mi estomago sangra.

Me ahogó en este mar de sangre, proveniente de mis encias huecas, que todo ensució.

Sostengo pálido mango de mi copa, observando las últimas gotas, aceptó el pálido abrazo de la Amante"

Miradas se dirigieron a él, ante su exclamación. A la terminación, aplausos... hipócritas

Y así como así, de forma decisiva tragó el contenido de la copa. Para proseguir azotandola contra el suelo y pisar los vidrios desordenados

Tal acción, había provocado un ruido chirriante. Atrayendo más miradas de los presentes

Recogiendo el paño rojo sobre su hombro, levanto su pie a una altura considerable, logrando limpiar los restos de vidrios en su zapato. Hecho posible a pesar de su altura, debido a su capacidad física

Estas acciones atrajeron miradas impactadas de algunos invitados, quienes reconocían el origen y valor de la magullada tela. La cual era un simbolo de la realeza, utilizado desde la antigüedad, representando a los verdaderos reyes

Así, de un bolsillo interno de su saco, sacó una daga. La daga ceremonial, incrustadas con joyas, brillando en colores pintorescos y grabados artesanales. Extraños dibujos sin maestría, que parecían pertenecer a antiguas civilizaciones orientales

Y la levantó frente a sus dos ojos, observando su filo y reflejo. Para proseguir a pronunciar unas palabras hirientes como cortes

"Ustedes, ostentosos en egolatría. Hipócritas como ninguno"

Conocía muchas de estas caras. Con algunos había intercambiado palabras, con muchos otros no. Conocía sus colores

"Os reunís como moscas en las heces, ya que comparten cualidades: Deshonestos, desleales y sanguinarios"

Las sonrisas y el porte actual, no eran las mismas que compartían en los medios de comunicación

"Pero hoy, hoy se han equivocado. Os habeís reunido como inocentes ovejas en el matadero... Irónico"

Pronunciar estas palabras le habían servido de gran diversión. Era tanta que había apaciguado su nerviosismo anterior. Se había decidido.

Ante está demostración de discurso, vociferaron viejas caras conocidas

"¿Cuál es tu intención con estas palabras, pequeño Fre?"

"¿Te has equivocado de circo acaso?"

"Je... No te recordaba así, pequeño plateado"

Al observar la situación que se estaba gestando, Rebecca se acercó a Frederick con la intención de calmar la situación

"Primo... ¿Qué estás haciendo? Avergüenzas el nombre de la familia. Por favor, guarda eso y recapacita"

"Los invitados están presentes, no hagas una demostración infantil"

Ante esto, sólo recibió una mirada penetrante de parte de Frederick. Quién con una leve sonrisa, realizó un movimiento rápido, colocando su gran palma derecha sobre la suave nuca de su prima. Y con una leve caricia

"Cisne roto"