Leonard llegó frente a la puerta del gran monasterio y espero pacientemente a que abrieran desde el otro lado.
Pocos segundos después, la puerta se abrió y se asomó una mujer cubierta con un velo.
"Señor Leonard, ¿necesita algo?"
Leonard asintió.
"Necesito que curen a esta persona"
La mujer pareció enfocar su mirada detrás del velo al cuerpo de Shin.
"Entiendo, lleve el cuerpo al santuario principal"
La voz de la mujer pareció mostrar algo de escepticismo después de ver el cuerpo de Shin. Algo que Leonard ignoro mientras se despedía y comenzaba a caminar al santuario principal.
El monasterio de la sagrada luz no era tan grande como parecía desde fuera, según se sabía, dentro vivían alrededor de 2000 mujeres, solo mujeres.
La entrada a los hombres no estaba prohibida, pero un hombre no podía vivir dentro del monasterio. Era una regla que se puso desde la construcción del monasterio.
Leonard camino por el monasterio como si conociera el camino antes de llegar después de varios minutos a un gran edificio blanco con decorados dorados.
Frente a la puerta estaban paradas en silencio dos mujeres que también estaban cubiertas por un velo blanco que cubría sus rostros por completo.
Ambas mujeres notaron a Leonard y se inclinaron en forma de respeto pero sin decir ninguna palabra antes de abrir la puerta del santuario para él.
Leonard también saludo en silencio a las mujeres y entre al santuario, dentro de esta había un altar de piedra rodeado de un estanque de agua circular lleno de flores de todo tipo de colores.
Leonard camino hasta el altar y dejo el cuerpo de Shin que comenzaba a retorcerse aunque estuviera inconsciente. Después se alejó del altar y espero en silencio por un par de minutos.
Las puertas del santuario se volvieron a abrir y entro la mujer que había hablado con Leonard todas las veces que salió del monasterio en los meses que Shin estuvo entrenando.
La mujer se acercó al altar no sin antes mirar a Leonard con una sonrisa cálida.
Leonard también asintió con cariño.
Pero ambos sabían que si Leonard estaba aquí no era para tener una simple conversación.
"¿Qué pasa Leo?"
Leonard señalo el altar donde estaba el cuerpo de Shin.
La mujer giro a mirar el altar y cuando vio a Shin se acercó para examinarlo.
Con un gesto de su mano, las demás mujeres que la acompañaban y que también vestían velos blancos comenzaron a desvestir a Shin dejándolo solo en calzoncillos.
La mujer examino su cuerpo desnudo y no pudo evitar fruncir el ceño.
"¿Qué le paso?"
Todas las venas del cuerpo de Shin eran negras, desde sus pies hasta su cabeza.
Leonard se quedó en silencio unos segundos mientras dejaba a la mujer examinar el cuerpo de Shin antes de explicarle lo que sabía.
"Ese joven llego al bosque hace 4 meses, no lo deje pasar aunque me explico que tenía una maldición. Supuse que su maldición se curaría con el tiempo mientras estuviera en el bosque"
"Pero después de un par de meses note que no se curaba, el bosque no era suficiente para curarlo"
La mujer asintió a las palabras de Leonard y no lo reprocho.
Las maldiciones eran diferentes a las enfermedades, cada maldición era diferente pero tenían algo en común. En comparación a una enfermedad que si se trata cuando está en un estado avanzado es muy difícil de curar, las maldiciones pueden ser curadas en cualquier momento, será igual de fácil de curar al primer día o después de mucho tiempo.
El bosque no solo tenía propiedades curativas contra heridas, también curaba maldiciones. Sin embargo no podía curar maldiciones tan fuertes.
Por eso la mujer estaba algo preocupada por la maldición que tenía Shin, porque no era una maldición leve.
"¿Sabes cómo contrajo la maldición?"
Leonard negó con la cabeza, Shin nunca le menciono como le pusieron la maldición.
La mujer suspiro antes de tocar el pecho de Shin, justo en la parte donde se encontraba su corazón.
"Este nivel de maldición no lo puede poner alguien en etapa Experta, esta más allá de las etapas iniciales"
Leonard frunció el ceño ante la mención de la etapa Experta.
"Si alguien en etapa Experta no puede…entonces…"
La mujer asintió la cabeza ante la sospecha de Leonard.
"Si, alguien en alguna etapa intermedia o en etapa final"
Leonard se froto la barbilla antes de recordar algo.
"Escuche que hace un par de meses apareció un demonio en Estilia"
La mujer asintió a las palabras de Leonard.
"También lo recuerdo…¿Pero porque maldecir a este joven?, quiero decir, la bestia divina estaba allí"
Ambos especularon por unos minutos más pero al notar que el estado de Shin comenzaba a empeorar, la mujer comenzó con el procedimiento.
"Bien…"
La mujer extendió su mano hacia atrás y una de las mujeres con velo le entrego un cincel blanco.
Con el cincel en la mano, comenzó a dibujar una runa blanca en el pecho de Shin. Cuando termino de dibujar la runa en su pecho, coloco el cincel encima de su corazón y puso sus dos manos sobre este.
"Oh, gran luz…"
La mujer comenzó a decir unos cantos mientras cerraba los ojos e inclinaba la cabeza para mirar al techo.
Cada parte del canto iluminaba la runa blanca en el pecho de Shin hasta que esta estaba completamente iluminada.
"…De los atisbos de la oscuridad malvada"
Cuando la mujer termino de recitar los cantos, volvió a abrir sus ojos que estaban brillando con un color blanco parecido al de la runa antes de bajar la cabeza y mirar a Shin.
Con un pequeño suspiro, enterró fácilmente el cincel en el pecho de Shin.
El cincel atravesó su corazón pero no salió sangre de la herida, en cambio un humo oscuro comenzó a salir del cuerpo de Shin por el agujero creado por el cincel.
La mujer saco el cincel del pecho de Shin y como si fuera una tapa, al ser quitada el humo comenzó a derramarse sobre el suelo del santuario.
Algunas de las mujeres con velo comenzaron a palidecer pero se mantuvieron firmes mientras resistían la debilidad que les infringía el humo negro.
Leonard se mantuvo estoico y solo observo en silencio el proceso.
Un par de minutos pasaron y las venas negras en el cuerpo de Shin comenzaban a desaparecer como si la maldición estuviera retrocediendo en el tiempo.
Sus venas negras ahora solo llegaban hasta sus hombre y a su ombligo como el primer día.
Pero la mujer comenzaba a sudar, algunas gotas de sudor bajaban por su rostro pálido.
Leonard comenzó a procurarse pero no interfirió ya que sabía que si se interrumpía podía llegar a ser peligroso no solo para Shin sino para la mujer también.
Las venas comenzaron a desaparecer también de su pecho hasta que el cuerpo de Shin volvió a la normalidad, sin mencionar el agujero en su pecho hecho por el cincel.
La mujer no soporto más y cayo de rodillas frente al altar mientras jadeaba con fuerza.
Leonard se mantuvo quieto en su lugar pero su rostro mostraba nerviosismo. En cambio las otras mujeres que estaban más entendidas con el proceso sabían que este ya había terminado por lo que rápidamente fueron a ayudar a la mujer a levantarse.
"¡Señorita Liana!" grito una de las mujeres.
La mujer recostó su espalda contra el altar y miro a Leonard después de calmar a las otras mujeres.
Leonard recibió su mirada y pregunto:
"¿Esta hecho?"
La mujer se quedó en silencio antes de pararse con algo de esfuerzo y ayuda de las otras mujeres. Una vez estuvo parada, observo el cuerpo de Shin libre de venas negras.
La mujer toco suavemente el pecho de Shin cerca del agujero que había hecho anteriormente.
"Lamentablemente no, la maldición era más grave de lo que esperaba"
Desde dentro del agujero en el pecho de Shin se podía ver su corazón latiendo rítmicamente, pero su corazón era completamente negro.
"Ya veo"
La mujer puso su mano justo encima del agujero y comenzó a recitar un canto.
"Tus proezas fueron…"
Cuando termino el canto, una luz blanca apareció en su mano y el cuerpo de Shin comenzó a regenerar el agujero cubriendo su corazón negro.
"Pude detener la maldición, lo suficiente como para que aguante un par de años…pero la única forma de curar por completo la maldición…"
"Es matar a quien te puso la maldición" completo Leonard.
"…Es matar a quien te puso la maldición" le explico Leonard a Shin.
"¡¿Qué?!" grito Shin sorprendido.
Habían pasado varias horas desde que la mujer había tratado de curar su maldición y ahora se encontraban en el bosque frente al arco de madera.
Shin había despertado en el suelo justo donde se desmayó, para él había pasado un instante en lo que tardo en despertar. Por lo que Leonard le tuvo que terminar de explicar lo que había dicho la mujer llamada Liana.
"E-entonces tengo que matar a esa cosa"
Shin recordó el demonio que había parecido en Estilia hace medio año y no pudo evitar temblar.
Leonard asintió con la cabeza para el disgusto de Shin.
'¡¿Cómo se supone que mate a esa cosa?!'
Aunque quiso calmarse pero era difícil pensando que ni siquiera una bestia divina había podido acabar con el demonio.
¿Cómo podría Shin lograrlo en unos años?
Seguramente tanto el demonio como la bestia divina tenían cientos sino miles de años.
"¿Cuánto tiempo tengo antes de que la maldición se vuelve a activar?"
Leonard cerro los ojos y repitió las misma palabras que había escuchado de Liana.
"3 años, 4 por mucho"
Shin ya estaba de rodillas sobre el suelo por lo que no pudo caerse de nuevo, sin embargo sus piernas habían perdido toda su fuerza.
'3 a 4 años…'
En ese momento un cuervo negro salió desde el bosque y se paró en el hombro de Shin antes de darle un par de picotazos suaves en la cabeza.
Shin entendió que Caronte quería calmarlo pero aun así no pudo librarse de los pensamientos oscuros que rondaban por su cabeza.
"¿Qué son los demonios?"
Leonard escucho la pregunta y varios pensamientos pasaron por su cabeza antes de responder.
"Es una historia larga, ¿Estás seguro de que quieres escucharla?"
Shin asintió con la cabeza y se sentó más cómodamente para escuchar a Leonard.
***
"Prepárense para desembarcar"
Shin escucho a un hombre gritar y abrió los ojos lentamente mientras miraba el techo sobre su cabeza.
'Malditos barcos…'
Shin se levantó de la cama en la cual había estado los últimos 30 días y salió de su habitación sin mirar atrás.
Cuando llego a la cubierta del barco vio como los trabajadores estaban bajando la carga que llevaba el barco con una mirada tensa en su rostro.
Shin escucho unos pasos que se acercaban a él pero no miro a la persona y en cambio se quedó observando como los marineros hacían su trabajo.
"Quiero decir, no voy a preguntar el motivo por el cual estas aquí, Pero si valoras tanto tu vida deberías pensar tu decisión 2 veces"
Shin giro su cabeza y miro al hombre que llevaba una petaca llena de alcohol y que vestía un traje que parecía más de pirata que de capitán de un barco comercial.
Shin dejo de mirar al capitán del barco y respondió:
"Porque valoro mi vida es que estoy acá…"
El capitán se encogió de hombros antes de tomar un trago de su petaca.
"Está bien, no te molestare más solo…buena suerte"
El capitán puso su mano sobre el hombro de Shin y se fue hacia los marineros que trabajan arduamente.
"Caronte"
Un cuervo negro voló desde una de las velas del barco y aterrizo sobre el hombro de Shin. Caronte picoteo su cabeza 2 veces y grazno como si dijera que estaba listo.
Shin sonrío débilmente y bajo del barco. Cuando estuvo realmente en tierra firme, Shin extendió sus brazos y se habló a sí mismo.
"Bienvenido al continente de la muerte"