Capitulo 3: Un Alfa que ha perdido la razón

Mi esposo y mis hijos me declararon la guerra.

Al despertar miré a mi lado, y estaba vacío la primera vez en 20 años que mi cama estaba vacía, que mi esposo no estaba a mi lado. Siempre que me levantaba a trabajar lo primero que veía era su bello cabello rubio, mientras el seguía durmiendo, pero no estaba ahí, ya no.

Fui a la cocina, ahí estaba él etiquetando todo la comida dividiendola por la mitad. —¿Qué haces cariño?

—No me digas cariño, si me quisieras no harías lo que haces. Separo la comida de los muchachos, y divido lo que sobra pata que veas que no soy cruel ya que al fin al cabo tu pagaste también por esto.

—Yo no quiero que estemos así, yo solo quiero que tengamos un bebé, tener un bebé.

—No me hables, si vas a seguir con esa tontería mejor ni me dirijas la palabra.

—Puedo ayudarte si quieres.

—No quiero.

Al girar me tope con mi hijo mayor que iba a la universidad, estaba desayunando y repasando —Dime ¿Cómo vas con los estudios?  Lograste dar el parcial. —El me ignoraba sin constestar mis preguntas, como sino existiera.  —Sí quieres puedo ayudarte.

—No. Preocúpate por ti, por salvar tu matrimonio mamá está muy furioso. Jamás lo vi así, siempre te vi como un hombre serio y recto, nunca que pensé que le saldrías con tal tontería a esta edad mi madre no merece lo que le haces pasar.

Espero que cuando reacciones no sea demasiado tarde para ustedes.

—Yo yo, solo quiero un bebé.

—Dime ¿Cómo lo piensas mantener? Renunciaste a tu trabajo, o acaso piensas a hacer trabajar a mi madre que toda la vida se dedico al hogar que no tiene experiencia laboral. Dime que ha..

—Lionel no le hablas así a tu padre, los problemas son mio y de él, de nadie más. Respétalo y mantente al margen.

—Sí mami, perdón padre por hablarte de ese modo. —Levantando sus apuntes para irse, luego de decirme aquel "padre" tan frío y falto de cariño hacia mi.

—Ves lo que haces, con tu egoismo. Tu hijo, tu propio hijo se da cuenta de la tontería que es. Dime sigues con tal idea.

—Sí, sigo. —le mostrare que están equivocados. Tendré un bebé.

—Pues vaya saber de quien, mio no será.

—Pues buscare a alguien que si quiera.

—Te acuestas con alguien y te juro que lo nuestro termina para siempre.

—¿Qué ya no habia terminado?

Yéndome a la habitación a prepararme para buscar un trabajo de medio tiempo, me duche, y me puse mi mejor ropa, me perfume y agarre una carpeta con mis estudios y mi CV para ir a buscar un trabajo.

Ese día conduci durante horas, dejando CV pero todo los trabajos querían tiempo completo y un pésimo servicio de salud.

—Usted busca un trabajo de tiempo parcial, con un tipo de seguro en específico. ¿sabe que hay mejores seguros? Porque quiere el mismo seguro medico de su trabajo anterior.

—Tengo a mi doctor allí y no quiero perderlo.

—Tiene alguna enfermedad.

—No

—Dígame y porque tanta insistencia con el doctor.

—Es que yo… —Debia decirlo —Yo quiero tener un bebé, estoy cuidando mi salud para poder embarazarme.

—Por lo que veo también tiene problemas psicológicos.

—Yo, yo.

—Digo porque aquí en la carga de su seguro tiene varias interconsultas para psicología. Me parece interesante que quiera cuidar su salud un bebé debe venir en un ambiente sano y no problemático.

Le dare el trabajo será 4 horas en su hogar, usted lo podrá variar, y tendrá su seguro, 5 días a la semana no cobrara la gran cosa, pero usted está consiente de esto

—SÍ

—Vaya a recursos humanos allí le darán una laptop, y todo lo necesario para trabajar desde su casa.

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Empecé a trabajar de medio tiempo para centrarme en mi salud y estar bien para mi futuro bebé, ya que sabía que solo era cuestión de tiempo que mi esposo se diera cuenta que no era tan grave. Deseaba como nada en el mundo que ese bebé sea identico a él, su rostro su pelo, su sonrisa.

Me lo imaginaba corriendo por la casa, por el jardín. Terminé de instalar todo mi nuevo trabajo, y me puse a trabajar, al terminar tome una bolsita de friselina para comprar comida con lo que sobro de liquidación.

—$3700?¿un maple de huevo? , ¿7000? Un kilo de milanesa. —Los precios eran elevados a la última vez que compre, hacía 20 años. Quizás era yo el desactualizado.

—No te preocupes muchacho, yo vengo todo los días y es un locura la alza de precios.

Con esos precios, no llegaría a fin de mes.

Por lo que solo compre lo de la semana.

—¿Cariño?

—Que quieres.

—Me puedes trozar los pollos y prestar tus etiquetas. —debido alto costo de las cosas tuve que comprar un cajón de 9 cabezas, eran pollos pequeños pero rendirian más comidas. —Mi esposo lo hizo sin dudar, el cuchillo era una adaptación de su mano, donde tocaba hacia un corte limpio y perfecto. Guarde los 8 pollos trazados en porciones al freezer y el noveno me dispuse a cocinarlo.

Tome una tabla y pique tres dientes de ajo bien chiquito tan chiquito que no se lo veía, mientras pensaba como seria mi vida, cuando tuviera a mi bebé deberia empezar a practicar cocinar con una sola mano.

Mientras en una olla se hervía agua para una pasta de paquete.

Calenté en una cacerola de las gruesas un poco de aceite para luego colocar las piezas de pollo cortado, pasados por harina previamente para poder sellarlas y que no perdiese sus jugos.

Aquel ruidito del pollo dorandose era majestuoso, primero de un lado luego del otro.

Saque las piezas de este, para luego tirar el ajo, hacia tanto que no cocinaba aquel olor del ajo era exquisito, tome una bolsa del frezeer donde mi esposo tenía cebolla congelada con moron, ya todo picado para usar una porción, y colocarlo en la cacerola.

Espero que no se enoje, por haberle agarrado su cosas.

Mientras la cebolla se atrasparentaba, corte unos vegetales que ya se estaban pasando en el fondo de la heladera, un poco de zanahoria, un poco de tomate, 2 papas y un poco de acelga blanqueada que había en el frezeer.

Con la cebolla ya trasparente coloque en pollo nuevamente, condimente y tire las verduras sobre este, con un cucharon le di dos medidas de agua caliente, tape y deje que se cocinara.

Mientras preparaba ya los platos y los tapper donde guardaría lo que quedase.

20 minutos mas tarde podia sentir el aroma rico de la comida, Por lo que tome un vaso coloque un poco de pure de tomate, y una cucharada de extracto para darle ese color rojo tan distintivo.

¿Sera que a mi bebé le gustara el pollo tanto como a mi?

Deje que cocine 10 minutos mas mientras se hacia el fideo, colé el fideo para luego colocarle un trocito de manteca, lo serví en los platos para la otro mitad guardarla para la noche, coloque el estofado de pollo encima y me diriji a la sala y le puse un poco de queso rallado que estaba a nada de acabarse —¡Toma! Gracias por cortármelo.

—Hace mucho que no cocinabas, huele riquísimo. —Comimos y nos fuimos a acostar cada uno de su lado viendo a su respectiva pared.

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El tiempo iba pasando y con ello la indiferencia dolía cada día más y más.

¿Acaso en realidad si estaba equivocado?

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Continuara...