En la parte más oscura de una cueva, una joven empezó a correr por el lugar mientras sus botas golpeaban el suelo extendiendo el ruido.
—Equipo uno. Listos. —Avisó Melgar por telepatía.
—Equipo dos. En posición. —Añadió Zrag.
—Estoy en movimiento. —Dijo Aurora que estaba corriendo por este lugar.
Controlaba su respiración, pero no sus pasos y trataba de ser lo más ruidosa posible al recorrer la cueva, golpeando el suelo generando un ruido demasiado sonoro.
Al alcanzar un lugar más abierto y su destino, Aurora utilizó parpadeó y se ocultó en una plataforma en el techo mientras utilizaba un artefacto que ocultaba su olor y sus alrededores.
Pasos de donde ella acababa de llegar, se escucharon y tras varios segundos unas criaturas aparecieron.
Humanoides con dos piernas, su espalda estaba algo encorvada y sus cuerpos estaban cubiertos de pelaje.
Se notaban delgados y hambrientos mientras de que su gran boca caía saliva manchando el suelo y ellos respiraron hondo por su única nariz, que era prácticamente un hueco que cubría todo su cabeza.
Cuando su olfato no pudo captar a sus presas, las orejas se movieron tratando de captar cualquier sonido, pero se detuvieron.
Esas criaturas eran llamadas por los Zarquianos, 'Engullidores', aparecieron antes de los Kaniatha y venían del vacío.
Pese a su falta de inteligencia, su agresividad y su extremo instinto de atacar a cualquier ser vivo para alimentarse, su reproducción era aterradora.
Hasta el punto de que era consideraba peor que una peste y si bien que no pudieran ver, ayudaba si alguien estaba preparado, una vez que uno chillaba lograba atraer a todos sus grupos.
—Pueden comenzar. —Ordenó Aurora por medio de la comunicación telepática.
Ella misma saltó de su posición, cayendo con su espada en la mano cortando a una criatura con bastante facilidad.
"¡HYYAAAAA!" Los siete engullidores que quedaban gritaron al mismo tiempo logrando que Aurora sintiera un ligero dolor en su oído debido al chillido tan penetrante.
Pero esas criaturas solo atacaron todas juntas al mismo tiempo.
Un par de rango B y los otros eran de rango C, básicamente criaturas con una fuerza superior al humano, pero débiles y para un rango S, lentos.
Aurora balanceó su espada cortando el torso de dos engullidores, esquivó las garras de los demás y le dio una patada a uno que fue empujado para golpear al resto, haciendo que cayeran.
"¡HYAAAA!"
El chillido esta vez vino desde diferentes túneles en esta extensa cueva y Aurora sintió el ligero temblor desde esos túneles… Muchas de estas criaturas se estaban acercando al mismo tiempo.
Sin querer ver la razón por la cual eran llamados engullidores, Aurora empezó a moverse de vuelta hacia la salida.
Podría haberlo asesinado a todos rápido para que no avisaran o incluso utilizar artefactos para sellar el área, pero ese no era su objetivo.
Corriendo a rápida velocidad, con su mano desocupada sacó un trozo de carne de una criatura de este mundo y dejo que la sangre cayera por el suelo.
Incitando a esas criaturas hambrientas a que la siguieran y lo hicieron, Aurora pudo escuchar las decenas de pasos, los chillidos hambrientos y aceleró con mayor fuerza hasta que pudo ver la luz de la salida.
Sus ojos se enfocaron ante el sol de este lugar y su primer pensamiento fue si era la guardiana que ayudaba a la luz adentrarse y como era posible, cuando todo este mundo estaba rodeado de gigantescas raíces.
Ante ese pensamiento, Aurora se dejó de distraer y tirando la carne a unos metros de la entrada de la cueva, volvió a parpadear y apareció cerca de uno de los tantos drones voladores.
Era un dron tan grande como una pelota de playa y si bien era esférico, en este momento había sacado dos metralletas de sus costados que empezaron a girar y…
"¡HYAAAA!"
Cuando los engullidores salieron de la cueva a rápida velocidad y en grandes cantidades, avanzado hasta la carne que goteaba sangre, las metralletas empezaron a disparar.
Esas criaturas saltaron en la carne y en tan solo unos segundos, habían rodeado la carne, tratando de obtenerlas, pero al momento siguiente los disparos llegaron.
El 'ta-ta-ta' se multiplicó a causa de los veinte drones que estaban acribillando a las criaturas que no dejaron de salir y Aurora simplemente tiro un cadáver de un animal un poco lejos.
"¡HYAAA!"
El olor a sangre fresca causó que las criaturas chillaran y avanzaran superando los cientos en segundos y los cuerpos fueron destrozadas por las balas.
Los rangos B duraban más, pero estos drones pese a no tener un mecánico para reforzarlos o controlarlos directamente, eran de la última tecnología.
Las metralletas eran electromagnéticas causando que las criaturas ni siquiera pudieran ver las balas que lo atravesaban, destrozando sus cuerpos.
Extrañamente para una criatura hambrienta como esta, ellos no le gustaban comer sus propios compañeros, así que saltaban y escalaban los cuerpos destrozados de sus compañeros tratando de avanzar.
Cuando los cadáveres formaron una pila que prácticamente era una masa de carne y sangre de cientos de engullidores, los disparos se detuvieron y las metralletas dejaron de girar.
"¿Puedes encargarte del resto?" Preguntó Aurora mirando su reloj holográfico.
El olor nauseabundo se extendió con el viento y la carne, la sangre, junto a tantos cadáveres solo le causó asco.
"Comenzaremos el proceso de eliminación y la subsiguiente erradicación." Respondió Minerva mientras de un dron nodriza, liberaba otros drones.
Esos drones tenían el mismo tamaño que los drones que habían disparado, pero en vez de metralletas tenían lanzallamas.
Una llama blanca mágica empezó a extenderse por los cadáveres eliminando tanto a los cadáveres como el olor a quemado que normalmente dejarían salir.
—¿Cómo van? —Preguntó Aurora por medio de la red telepática.
—Estamos por terminar. —Respondió Melgar con claridad.
—Hemos terminado. ¿Nos reunimos en el punto de encuentro? —Dudó Zrag y al recibir la confirmación, añadió. —Destruimos los túneles y nos movemos.
Aurora al escuchar esa respuesta, dio un ligero suspiro mientras flotaba.
Estaba en la parte norte del árbol gigantesco y en este lugar no había tantos árboles, sino que era una llanura con trozos gigantescos de montaña y a veces partes desierta con cuevas e incluso llanuras vacías.
Según lo que había escuchado del Gran Sacerdote Yulong esta era la parte más inestable a diferencia de donde ellos habían aparecido en la parte sur.
—Recuerden tener cuidado con su olor. No queremos que los Kaniatha nos sigan. —Avisó Aurora y tras recibir la confirmación flotó en el aire.
Ella estaba en una zona llana y lo único que veía más al norte, eran algunos árboles, trozos de montañas y enormes cráteres en la tierra.
En esa dirección estaba el portal abismal según la Guardiana y Aurora suprimiendo los pensamientos de lo que vio la primera vez que conoció a esa entidad, solo se giró.
"Cualquier situación avísame." Pidió Aurora a Minerva en su reloj holográfico, quien le dio una rápida confirmación.
Entonces comenzó a volar a la zona sur, en donde estaba su campamento temporal y pudo notar que diversos grupos también estaban volando en su dirección.
Melgar con César y Rupert, mientras que del otro lado venía Alice, Abdellah, la Sumo Sacerdotisa Xaali y Zrag.
"Sé que estamos eliminando a estas criaturas salvajes para pavimentar un camino seguro al norte, ¿pero crees que lo utilizaran?" Preguntó Melgar en medio del vuelo y cuando todos se quedaron en silencio, murmuró. "Alice estaba en lo correcto... Los Zarquianos no parecen querer dejar a su guardiana."
La misión que estaban haciendo era encargándose de eliminar las criaturas que estaban en dirección del portal abismal que estaba al norte.
El objetivo era crear un camino seguro al norte para de esa forma permitir a quienes deseaban viajar por el portal a la tierra pudieran moverse.
Como el espacio era inestable resultaba imposible utilizar magia espacial a larga distancia y era necesario pavimentar un camino seguro a su destino.
Eliminar un nido de engullidores que estaba en la zona, era la primera parte.
Aun así, Aurora comprendió a lo que se estaba refiriendo Melgar.
"No creo que todos decidan quedarse. Hay algunos devotos y si la guardiana lo ordena, ellos obedecerán." Dijo la Sumo Sacerdotisa Xaali y con una media sonrisa, añadió. "Aunque sí, creo que varios se quedaran."
Tras la primera reunión con la guardiana, ellos no volvieron a reunirse otra vez de forma directa, pero la duda de Alice dejo en evidencia una verdad que el Gran Sacerdote Yulong trataba de evitar.
Los Zarquianos eran devotos y si bien gran parte de ellos aceptaría las órdenes de la Guardiana para que dejaran este mundo, otros no lo aceptarían mientras supieran que su guardiana también se quedaría en este lugar.
"No es algo que podamos cambiar o en la que podamos intervenir. Eso depende del Gran Sacerdote Yulong y de la guardiana. Nosotros los ayudaremos a llevar a su gente a donde sea que esté el portal." Respondió Aurora y mirando a su grupo, añadió. "Si alguien tiene una duda, puede decirla."
La elección de esa gente estaba en ellos y Aurora como una extranjera no podía intervenir en la toma de decisiones personales de cada uno de ellos.
No conocía su cultura y tampoco entendía su devoción, pero esperaba que el Gran Sacerdote Yulong lograra convencer a su gente para marcharse, cumpliendo la orden de la guardiana.
En cuanto a los comentarios, ella era la líder, pero no tenía interés en ser una dictadora y cada comentario u objeción era bienvenida.
"Si ayudar a esta raza es la tarea que debemos cumplir, entonces estoy dispuesto a esforzarme en ayudarlos." Dijo Zrag y sin cambiar de expresión, añadió. "Entiendo lo que es estar desesperado por una salida."
La tarea del dios que creó los portales abismales… ¿Ayudar a esta raza era la tarea que Zabathza el Dios Celestial les dio?
Aurora sintió que era lo correcto y también sentía que esta era la tarea, pero en cuanto a la enseñanza… Cuando recordaba este mundo rodeado por raíces siendo devorado por un agujero negro, lo único que pudo sentir, fue que era insignificante.
"Estoy de acuerdo en ayudar. Solo que ellos me parecen demasiado devotos…" Murmuró Melgar en calma.
Los demás no pudieron negarlo, pero nadie lo critico, solo lo aceptaron.
"De todas formas, pronto sabremos a qué clase de peligro nos enfrentaremos. Cuando vayamos al portal abismal." Dijo Aurora con un tono serio.
El portal abismal estaba en dirección del norte y si bien el Gran Sacerdote Yulong le dijo una ubicación superficial, todavía su grupo no se había movido, debido a que necesitaban prepararse para el viaje.
Verificar el peligro local, los enemigos que se enfrentaban y también esperar que el Gran Sacerdote los guiara, siendo esto último lo que le faltaba.
Volando velozmente, pudieron ver su campamento en una meseta de tierra cerca en donde empezaba el bosque dorado para dirigirse al árbol.
Esta meseta era alta y fue creada por drones con magia de tierra para que su campamento de avanzada sea instalado.
Al aterrizar, los miembros del equipo se dirigieron cada uno a su posición con cierto silencio.
La expedición no estaba tan motivada y más que todo estaba impactada y dudosa, era cierto que solo un pequeño grupo vio lo que le sucedía a este mundo, pero lo grabaron todo y ellos lo vieron.
Era imposible no estar impactado por esas imágenes.
"Si van muchas personas será como las reconocidas misiones arca, ¿no?" Murmuró una voz y desde la su sombra, Amnestria salió en su forma pequeña.
Su cola se agitaba y ella era una de las pocas que estaba menos asustada por lo que estaba sucediendo.
La expresión de Aurora tembló ligeramente ante ese comentario.
"Oh, una misión arca. ¿Esta tendría que llamarse misión arca espacial, galáctica o intergaláctica?" Dudó Alice mientras abría una bolsa de papitas con una expresión pensante.
Estaba preguntándose seriamente sobre qué tipo de misión se trataría y Aurora no pudo ocultar su sonrisa.
Ellas dos eran las únicas razones por la cual no se sentía abrumada por la situación y era posible que para los demás miembros también fuera similar.
Un rango SSS y una glotona que pasaba comiendo como si este mundo no se encontrara siendo desgarrado desde afuera.
Mientras Aurora tenía tales pensamientos tratando de relajarse, pudo notar que por el cielo Alba estaba corriendo en su dirección mientras que a su espalda el Gran Sacerdote Yulong los alcanzaba.
Esta vez ese individuo vino solo y eso hizo que Aurora levantara su ceja, cuando pensó en la tarea que tenía por delante.
"Gran Sacerdote Yulong, ¿no traerá guardias?" Preguntó Aurora sin poder evitarlo.
Estaban por dirigirse a donde estaba el portal abismal y eso significaba que ese zarquiano le iba a dar la dirección y sería su guía, pero una vez que lo hiciera, la expedición podría no ayudarlos.
Si bien esta expedición no era esa clase de individuos, esa sacerdote parecía... Demasiado confiado en su grupo.
"No es necesario, entre más pequeño sea el grupo más rápido nos moveremos." Respondió el Gran Sacerdote Yulong con calma.
Sin verse perturbado o temeroso a la posibilidad de traición, no daba la impresión de tener confianza en su fuerza, sino que en ellos.
¿Era porque ya habían hablado con la guardiana y pese a lo que vieron, la conversación fue bien? Aurora no sabía la respuesta, pero al menos no pensaba traicionar la confianza del sacerdote ni de la raza.
"Entonces movámonos." Dijo Aurora con calma.
Necesitaba ver que tan lejos estaba el portal y cuál era la situación antes de definir una ruta y prepararse para mover a los Zarquianos.
Comenzamos con la historia principal. Les aviso que la historia principal desde ahora se publicara hasta que volumen 2 termine, eso significa que recién la historia paralela continuara luego de que el volumen 2 termine. De esta forma, no habrá cortes hasta el final. Algo bueno para aquellos que no le gusta la historia paralela o no desean esperar demasiado. Dicho eso, no se olviden de unirse al discord y si tienen tiempo, dejen su reseña o su invitación para que aquellos que no se animen, le den una oportunidad a la historia. (Discord: discord.gg/WG8FX75)