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The Guardian [Spanish/Español]

Viajaron a otro mundo a través de una máquina de realidad virtual creada por un Dios en el cual durante un gran tiempo creyeron que solo era un juego, pero termino siendo real. Pasaron por un 'Gran Cataclismo' que cambio el mundo a través de la energía mágica, logrando transformar el mundo de una forma impensable. Ha pasado treinta años desde que la humanidad se enfrentó a la máquina virtual y veinte años tras el 'Gran Cataclismo' que despertó habilidades y dio comienzo a un mundo mágico y maravilloso muy diferente al antiguo. Ahora una joven llega a una ciudad en medio del mar para asistir a una academia. ¿Cuál es su objetivo? ¿Cuál es la razón de su llegada? Y principalmente... ¿Quién es ella? Sigue la aventura de Aurora cuya vida, valores y actitud irán conociendo a su debido tiempo junto a su pasado, secretos, virtudes y defectos. ---- Para aquellos que desean, pueden unirse al Discord: discord.com/invite/WG8FX75 Géneros: Fantasía, Acción, Aventura, Mundo Moderno, Magia. Frecuencia: Cinco capitulos a la semana.

Evil_Warlord · Fantasy
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980 Chs

Restos.

El viaje comenzó desde su campamento hacia su destino, volando por el aire.

Un grupo de cuatro miembros, en donde estaba presente Amnestria en su forma de gatita que estaba en los brazos de Aurora, luego estaba Alice y el Gran Sacerdote Yulong.

Como los días enteros duraban cerca de cuarenta horas según Minerva, tenían tiempo para viajar a pesar de que empezaron en la 'mañana', pero Aurora se lamentó de haber traído a estos miembros.

La razón era simple.

Alice solo flotaba en el aire, observando los alrededores en silencio y a los pocos animales o bestias que veía por la zona, mientras que Amnestria era similar solo que en sus brazos.

Eso significaba que la única para entablar conversación con el Gran Sacerdote Yulong era ella y Aurora lo hizo.

Contándole lo que le esperaría en la tierra, la sociedad de los terrícolas, en donde saldrían y con quienes se encontrarían.

Gracias a la máquina de comunicación que Minerva había instalado era posible entablar conversaciones con la tierra a pesar de que este lugar estaba rodeado de raíces y de cierta forma todo estaba sellado.

Aurora no sabía cómo funcionaba, pero que pudiera entablar comunicaciones ayudó a preparar la migración de los Zarquianos.

Hasta ahora ellos siempre habían parecido tranquilos y el Gran Sacerdote Yulong era abierto con bastantes temas, pareciendo confiable.

Así que arreglar cuál sería su destino era uno de los pasos para darle cierto confort a Yulong y de la misma manera, para ayudarlo a que pudiera convencer a quienes deseaban quedarse.

Ellos saldrían en el Bosque Mágico que era gobernado por una tigresa que estaba en sus brazos, pero el problema era que esa tigresa no estaba ni en lo más mínimo interesada en los asuntos de gobierno.

Alba fue quien se encargó de esos asuntos y había estado conversando con el Gran Sacerdote Yulong, logrando informarle bastantes detalles del bosque mágico.

Lo que hizo posible que Aurora le contara temas normales de la tierra, la sociedad y las circunstancias más 'humanas' de la tierra.

El viaje avanzó, primero por la llanura o la antigua llanura si se consideraba que en estas zonas había zonas llenas de destrucción.

Algunas parecían grandes porciones de tierras que conformaban pequeñas colinas, rocas gigantes, otros eran árboles destrozados por todas partes y luego estaban los cráteres.

Tras decenas de kilómetros en un recorrido directo, el grupo se topó con otro tipo de terreno, que consiguió que se detuvieran.

"Estas tierras son los 'Pastizales Altos' cubren una parte de las tierras de estas zonas. Un área bella, pero peligrosa a causa de los cazadores que se ocultan en el área." Informó el Gran Sacerdote Yulong.

Aurora se preguntó si la traducción de la Diosa del Conocimiento ajustaba las palabras o si su mente les daba significado a las palabras según su propio entendimiento.

La razón fue que este supuesto 'pastizal' estaba muy lejos de lo que ella había visto en la tierra.

Una clase de planta alta se agitaba con el viento, como si fuera alguna clase de tentáculos extraños y su color morado, no ayudó a la vista.

Esa planta se extendía por toda la zona, logrando que Aurora desde arriba pudiera sentir como los tentáculos se movían como olas, dando la impresión de que estaban vivas.

"Volar ayuda, pero caminar entre ellas, es muy problemático." Añadió Yulong agitando su cabeza.

Era obvio, las plantas median cerca de dos metros y medio de alto consiguiendo que incluso la vista de los Zarquianos que por lo general eran más altos que los humanos, no pudieran observar en su totalidad.

Si una caravana pasaba por ese lugar y se encontraban con depredadores silenciosos, Aurora sabía que iba a ser un gran problema.

"¿Minerva puedes encargarte de la exploración y las redes? Si es posible identifica y vigila a cualquier depredador de la zona y compáralo con la información de los Zarquianos." Pidió Aurora levantando su reloj holográfico mientras que con su otra mano sostenía a Amnestria.

Su reloj holográfico dejo salir un ligero brillo y un dron nodriza salió de forma automática del almacén interno del anillo y flotó en el aire.

Elevándose en el cielo al frente de ellos, los escudos del dron nodriza se activaron y empezó a dejar salir exploradores desde su interior.

Este reloj holográfico era de la más alta calidad en cuanto a espacio interno, ya que permitía guardar objetos que también tenían espacios internos en su interior, algo que los anillos normales no eran capaces de hacer.

"He dejado a un asistente encargándose de la tarea. Mientras mantengamos drones de red por el camino, podremos vigilar toda el área y mantener comunicación con el campamento." Respondió Minerva con su voz robótica.

El Gran Sacerdote Yulong observó los drones que flotaron en el área, analizando la naturaleza y volando a lo lejos, en busca de cualquier depredador habitual.

Este viaje no solo era para dirigirse al portal abismal y encontrar su ubicación, sino que también para preparar el camino, revisar el área y verificar los peligros que podían encontrarse.

Por tal razón, tras dejar los drones continuaron con el viaje por estos 'pastizales' alienígenas y en el camino, Aurora pudo notar a los 'Seis Patas'.

Ese era el nombre que se le dio a lo que para ella era serpientes con seis patas que en vez de deslizarse caminaba a rápida velocidad por el suelo.

Como media un metro y medio de altura, se deslizaban por estos pastizales y el problema fue que eran extremadamente silenciosas al moverse, hasta el punto en el cual, si no estaban atentos, era difícil notarlos.

Aurora dejó que Minerva se encargara de la mayoría del trabajo de exploración y continúo volando con su grupo.

Los artefactos de vuelo le permitían viajar de forma veloz, no tan rápido como un mago de aire de rango S o SS, pero era lo suficiente rápido como para recorrer decenas de kilómetros en menos de una hora.

Tuvieron que reducir la velocidad, al dejar drones para que la red de Minerva siguiera activa y ella pudiera controlar todos los drones y comunicarse con el campamento, pero igualmente su velocidad fue alta.

Y antes de que se dieran cuenta pudieron ver algunas montañas a la lejanía, que tras superar los pastizales cada vez que se acercaban y Aurora solo daba una expresión aún más seria.

Las tierras verdes terminaron, llegando a una zona ligeramente desierta, pero lo que resaltaba eran los acantilados que daba la impresión de ser montañas a lo lejos.

Inmensas porciones de tierras que rondaban los doscientos metros de altos y conformaban una cadena montañosa, a lo largo de estas tierras.

Los extremos daban la impresión de estar cortadas de forma directa dando la sensación de un acantilado repentino, pero la poca naturalidad era lo que dejaba entender que no era tan simple.

Lo más extraño era que algunas partes, eran más altas que otras y daban el sentimiento de que fueron arrancadas de diferentes zonas y fueron puestas en este lugar aplastadas entre sí, conformando una gigantesca cadena montañosa.

"Parece como si un niño juntó diferentes partes y la puso en este lugar." Murmuró Alice de forma honesta.

¿Eso era la impresión que le dio? Ver montañas conformadas por tierras de diferente color, aplastadas entre sí, de forma brusca y sin control, podría parecer un juego de un niño.

El problema era que este niño sería capaz de mover montañas gigantescas.

"Este lugar es inestable por naturaleza, pero la Guardiana dejo que grandes porciones de tierra cubriera esta zona, conformando esta montaña que cubre una importante tumba." Informó el Gran Sacerdote Yulong.

A pesar de que dejo en evidencia que 'niño' creó todo esto, él no se notaba molesto por el comentario de Alice, sino que pareció animado al ver su sorpresa.

"¿De quién es la tumba?" Preguntó Amnestria sin ocultar su curiosidad.

Era difícil saber cómo las criaturas de estas tierras trataban a sus muertos, pero esta tumba era inmensa y Aurora no pudo evitar sentir curiosidad.

"Eso lo verán más adelante." Dijo el Gran Sacerdote Yulong, dejando ver una sonrisa.

O lo que Aurora entendió por sonrisa, cuando una criatura con la cabeza parecida a un lagarto mostraba sus dientes afilados.

Dejando otro dron nodriza en el área para que sirviera de red y también para que explorara, Aurora al acercarse al acantilado, no pudo ocultar su expresión solemne.

"Hay aberturas, pero no parece que una gran caravana pueda moverse entre la roca. Al menos no por el suelo." Murmuró Aurora al analizar.

Las rocas en los lados estaban cortadas, pero arriba estaba todo tipo de montañas diferentes y en partes creaban ciertos caminos para dirigirse al centro.

El problema era que, si una caravana se movía, era necesario mover todos hacia arriba y si bien tenían objetos para almacenar lo que sea que los Zarquianos llevaran, mover a miles de personas iba a llevar tiempo.

Tal vez no tanto gracias a la tecnología y la magia, pero en un territorio desconocido podía resultar un gran peligro.

"Enviaré drones a buscar un camino." Avisó Minerva dejando salir más drones de su reloj holográfico.

Era posible que Minerva pudiera crear un mapa que les ayudara cuando la caravana se moviera a este lugar.

"Si es posible busca una zona de descanso para un campamento de gran tamaño. Dependiendo del número de refugiados y la rapidez de movimiento, es posible que tengamos que conseguir varios lugares para crear un campamento." Pidió Aurora tras pensarlo.

Si tuviera que elegir un campamento prefería estar cerca de las montañas en donde podría proteger a la gente, en vez de al aire libre, en donde prácticamente podían ser atacados por cualquier lado.

Era cierto que tenían a personas poderosas, pero el número de Zarquianos era bastante alto y si solo la mitad viajaba con ellos, la dificultad sería alta.

Ni hablar si el número se elevaba.

"Nuestra gente es fuerte, podrá recorrer una gran distancia sin cansarse." Dijo Yulong con calma.

Trataba de mencionar que no era necesario punto de descansos, pero Aurora agitó la cabeza.

"Incluso si ellos se pueden mover durante todo un día hasta nuestro destino, el descanso es necesario. El sobreesfuerzo puede ser perjudicial para viajes largos y ni hablar del agotamiento de los guardias y los encargados de la vigilancia. Prefiero preparar un lugar de descanso, ya sea para el alimento y las necesidades o para descansar llegada la noche." Respondió Aurora con calma y observando a esa sacerdote, añadió. "Que su Guardiana pueda mantenerse, ayuda a que podamos tomarnos pausas."

Según lo que había escuchado el Gran Sacerdote Yulong, su guardiana podía mantener este mundo protegido durante un tiempo.

No sabía precisamente si eran días o semanas e incluso meses y si bien Aurora no deseaba quedarse demasiado en este lugar, en caso de que viajaran era bueno saber que podían descansar.

Dependiendo del número de los que vendrían, habría demasiadas personas para proteger y los guardias tendrían que estar vigilantes y tensos la mayor parte del tiempo.

Sin duda, era preferible un descanso, que también serviría para que los viajeros realizaran sus necesidades.

"Entiendo. Parecen tener experiencia, contaré con ustedes, entonces." Respondió Yulong con calma.

Aurora estaba segura de que los Zarquianos podrían mover toda su gente en esta dirección y si bien no sabía si tendrían problemas o habría bajas, estaba segura de que lo lograrían.

No obstante, que ese zarquiano pareciera aceptar sus palabras con total calma, era extraño… Específicamente la confianza que ponían en la expedición lo era.

"Hemos hecho algo similar en mi mundo, pero este es un lugar nuevo y su gente también es muy especial. Yo solo estoy pensando en un posible escenario, desconozco si se aplicara a ustedes." Confesó Aurora de forma honesta.

Ella trataba de arreglar una posible ruta y diferentes escenarios, siguiendo la experiencia que tenía en las misiones arcas en las tierras, pero este era un mundo diferente y los 'refugiados', también lo eran.

"Y estamos aquí como apoyo, más que líderes directos." Añadió con calma.

Tratarían de apoyar y aconsejar lo máximo que podía al igual que lo haría cualquier miembro de su expedición, pero los Zarquianos seguramente tenían sus propias jerarquías a la que seguir, al igual que sus propias ideas.

El Gran Sacerdote Yulong le dio una mirada a Amnestria que estaba sostenida en su mano, como si dudara un momento, pero al final asintió con calma.

Tal vez pensaba que debido a que su grupo tenía alguien muy fuerte debería dirigir, no obstante, cuando Aurora le daba una mirada a la pequeña gatita, estaba segura de que no estaba interesada.

"He detectado una señal de inestabilidad espacial cerca de nosotros. ¿Deseas observar el fenómeno espacial?" Preguntó Minerva de repente.

"¿Pueden detectar las señales de inestabilidad?" Dudó el Gran Sacerdote Yulong bastante sorprendido.

"Algunos de nuestros drones tienen potentes escáneres que permiten detectar movimientos en el espacio y de esa forma somos capaces de predecir movimientos de magos espaciales o en este caso, fenómenos del tipo espacial." Respondió Minerva con su voz robótica habitual.

Yulong estaba interesado y era obvio que lo estaría debido a que, si al menos tenían un aviso previo de este tipo de fenómeno, podrían evitarlo.

Por supuesto, Aurora no conocía el fenómeno, pero eso estaba por terminar.

"Vamos. Me gustaría ver de qué se trata." Dijo Aurora y pudo notar que tanto Amnestria como Alice estaban interesadas.

Solo había escuchado de Rupert, César y de Alice como una gran porción de tierra tragó un área, pero durante el viaje no había visto nada de eso y como habían estado muy cerca del árbol, tampoco observaron este fenómeno antes.

No obstante, ahora estaban lejos y Minerva pudo detectar el movimiento, era normal que desearan verlo.

Volando directamente por arriba de esos acantilados, cruzando por algunas montañas, su grupo utilizó una barrera para ocultarse mientras navegaban entre las montañas.

Huecos entre medio de los acantilados, montañas destrozadas, algunas zonas con árboles destruidos y hasta había una que algunos edificios extraños en ruina, que Aurora se abstuvo de acercarse.

También se encontraban varios animales que era difícil de identificar a la lejanía, e incluso monstruos rondaban por la zona.

Recorriendo varios cientos de metros, su grupo se detuvo en una pequeña montaña de varias decenas de metros.

A más de doscientos metros el espacio se estaba torciendo en una grieta mientras que en el cielo las raíces ilusorias volvían a hacerse presente.

Esa grieta estaba temblando con cada vez más fuerza y de repente, una montaña descendió.

*BOOM*

Como todas las montañas, estaba cortada en sus alrededores, pero la parte de la cima estaba intacta y cayó arriba del acantilado, elevando una enorme nube de polvo y aplastando todo a su paso.

La montaña no era tan ancha en su base, pero la cima superaba los doscientos metros de altura y a diferencia de otras montañas de la zona que se destruyeron en su caída, dejando solo restos, esta permaneció mayormente intacta, excepto por una parte que se derrumbó.

"Hay movimientos." Murmuró Amnestria con cierta solemnidad.

Y tal como decía, desde unas cuevas que parecían haber estado dentro de la montaña o lo que quedaba de ella, empezaron a salir lo que para Aurora eran anguilas voladoras.

De tres a cinco metros de longitud, volaron por los alrededores de la misma forma que una anguila se movía en el agua, solo que aquí lo hicieron en el aire.

"Gran parte de ellos son rango B." Murmuró Amnestria e inclinando su cabeza, dudó. "Si el 'Vacío' es un lugar inhóspito en donde se encuentra el 'Caos'. ¿Cómo es que se mantuvieron vivas tales criaturas?"

Aurora sabía que el 'Vacío' era un lugar intermedio entre este universo o 'dimensiones' y otros universos y en ese lugar era en donde se encontraba la presencia del 'Caos', pero también otras energías, como lo era la energía mágica.

Sin embargo, su nivel de conocimiento solo llegaba de forma superficial y era posible que para gran parte de la tierra fuera de ese modo, aun así, sin duda sonaba como un lugar peligroso e imposible de habitar.

"Deberían pedirle a la Cardenal Brousseau que envié libros que hablen del tema, pero ha habido confirmaciones de seres que vienen de ese lugar o son enviados a ese lugar para sellarlo. Si crees en algunas historias, hay magos que se han perdido en ese lugar y han regresado años después. Algunos más locos que otros, pero independientemente de su estado, existen métodos seguros de ida y vuelta." Dijo Alice y mirando la grieta que dirigía a un inexplicable vacío, añadió. "Como un túnel, que hace el camino fácil."

Básicamente le estaba diciendo que empezaran a leer más y a la vez le mostraba que el 'Túnel del Vacío' era más de lo que parecía.

Un túnel por el cual supuestamente llegó Zarquel un 'dragón' al nivel de 'deidad' y a la vez los Kaniatha o al frente de ellos, esas criaturas que acababan de llegar a este lugar.

En el portal francés hubo una voz que vino del 'Vacío' y si bien no pudo entrar al mundo, pudo influenciar algunos Tartak.

No obstante, a diferencia de esa vez, este túnel era una entrada tanto para salir como para entrar al 'Vacío', una entrada que por las criaturas que llegaban, era ligeramente 'segura'.

"Es mejor movernos. No es necesario enfrentarnos a las criaturas." Ordenó Aurora haciéndole una señal al Gran Sacerdote Yulong.

Le faltaba demasiada información y para ella el 'Vacío', las Barreras Dimensionales tanto de los diversos mundos o del 'universo', era algo que no comprendía en su totalidad.

Era posible que por lo que su hermana mencionaba, habría libros que explicaran con seguridad esos temas y ni hablar del conocimiento secreto que alguna iglesia o Archimago conocedor podría obtener.

Aurora pensó en la gran biblioteca que solo vio desde lejos bajo la mansión de su hermano.

¿Qué podría almacenar el hombre que era conocido como 'Enemigo de la Humanidad'? No, lo que podría estar guardado en esa biblioteca era insignificante comparado a quien estaba en ese lugar.

Ella detuvo su tren de pensamiento antes de dirigirse a una posible fuente de conocimiento ilimitado por el cual era posible que tuviera que vender su alma o realizar algún trato de esa clase.

El Gran Sacerdote Yulong los volvió a guiar y cuando recorrieron un par de kilómetros, tuvieron que descender a causa de unas criaturas voladoras, que cuando se adentraron entre las grietas pudieron observar bien.

Cuello largo, cabeza puntiaguda, garras afiladas y un par de alas que salían de su espalda y su cuerpo flaco, la boca estaba abierta liberando una grotesca sustancia que corrompía lo que tocaba, no era al nivel de 'Caos', pero si se parecía a la magia demoniaca.

Era un grotesco monstruo que parecía ser creado del 'Caos'.

"Son peores que los engullidores, no solo porque vuelan, sino que nacen de forma natural de zonas corruptas y como si fuera poco pueden corromper a otras criaturas con la cual luchan." Murmuró Yulong mientras avanzaba por una grieta.

"Y atacan sin temor hasta que su presa haya muerto." Añadió Aurora y viendo que ese sacerdote asentía al mirarla, comentó. "Tenemos de estos monstruos en nuestro mundo… Solo que no tan naturales como este."

En la tierra había criaturas corrompidas por el 'Caos' y si bien podían transformarse en monstruos de toda clase, no era hasta el punto de que fuera algo 'natural'.

Moviéndose por medio de las grietas, Yulong parecía reconocer los caminos y Aurora dejo atrás drones nodrizas para que se encargaran de la exploración y la red.

Entonces mientras más avanzaban, notaron una luz al final de una grieta y Yulong dio una ligera risa algo emocionado.

Avanzando con calma, la luz se hizo más brillante y al alcanzar la zona, la expresión de Aurora tembló.

La grieta lo llevo a un espacio vacío en medio de estos acantilados montañosos y en el centro de ese lugar, estaban enormes pilares blancos.

No, no eran pilares, eran literalmente huesos gigantescos de la costilla de una criatura que se extendían hasta alcanzar los más altos acantilados.

Un largo esqueleto de huesos cuyo tamaño era difícil de precisar y la mayor razón era a causa de que la mayoría estaba enterrada en la tierra y solo quedaban las costillas que se extendían al cielo y el inmenso cráneo del dragón en la punta al otro lado.

Aurora no tuvo que preguntarse de quién era este esqueleto que todavía permanecía intacto, dejando salir una fuerza y un brillo dorado que iluminaba los alrededores.

Este era el dragón que dio vida a los Zarquianos y a la Guardiana… Este era los restos de Zarquel, un viajero del vacío que cayó en este mundo.

Y en medio de ese lugar estaba el portal abismal.