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The Guardian [Spanish/Español]

Viajaron a otro mundo a través de una máquina de realidad virtual creada por un Dios en el cual durante un gran tiempo creyeron que solo era un juego, pero termino siendo real. Pasaron por un 'Gran Cataclismo' que cambio el mundo a través de la energía mágica, logrando transformar el mundo de una forma impensable. Ha pasado treinta años desde que la humanidad se enfrentó a la máquina virtual y veinte años tras el 'Gran Cataclismo' que despertó habilidades y dio comienzo a un mundo mágico y maravilloso muy diferente al antiguo. Ahora una joven llega a una ciudad en medio del mar para asistir a una academia. ¿Cuál es su objetivo? ¿Cuál es la razón de su llegada? Y principalmente... ¿Quién es ella? Sigue la aventura de Aurora cuya vida, valores y actitud irán conociendo a su debido tiempo junto a su pasado, secretos, virtudes y defectos. ---- Para aquellos que desean, pueden unirse al Discord: discord.com/invite/WG8FX75 Géneros: Fantasía, Acción, Aventura, Mundo Moderno, Magia. Frecuencia: Cinco capitulos a la semana.

Evil_Warlord · Fantaisie
Pas assez d’évaluations
980 Chs

Historia Paralela La Caída Capitulo 45: Es hora.

En el Plano Astral dos figuras viajaron velozmente hasta que se toparon con el velo que cubría este mundo.

En medio de ese velo había una grieta sutil que dejaba pasar una mayor energía del otro lado.

"El número de psiónicos se eleva día tras días y la Iglesia del Orden ha reclutado a muchas personas, pero muy pocos de ellos son viajeros." Dijo Auriane en voz baja.

Agatha observó la grieta y vio como la energía psiónica se filtraba con mayor fuerza desde el otro lado.

El Plano Astral de la tierra estaba conectado a otro Plano Astral de mayor tamaño.

Si la tierra tenía su propio Plano Astral, no sería raro que otros planetas tuvieran lo mismo y en mayor medida hubiera un Plano Astral que cubriera todo.

Creer que ellos eran la única raza inteligente en este universo, era una broma y más cuando la vida era tan extensa.

"¿Estas pequeñas grietas tienes que reparar?" Preguntó Agatha y entonces, juntando su mano, rezó. "Oh, Gran Señora del Orden devuelve todo a su lugar."

En este mundo púrpura en donde el espacio no tenía sentido y en donde la destrucción de una niña infernal quemaba todo, la mejor entidad para solucionar todo era orden.

Y tal como esperaba, un brillo blanco apareció en este mundo púrpura, reparando la grieta en un instante.

"¿Qué? No es como si la Diosa del Orden estuviera mirando o algo." Dijo Agatha al sentir la mirada de Auriane.

La Diosa del Orden no estaba mirando, no obstante, su poder la favorecía desde que se conocieron y rezarle a ella le daría respuesta.

No al nivel de los otros Primordiales, pero si suficiente para usar el poder de esa diosa al rezar.

Algo no tan raro cuando probablemente todos los Dioses Infernales relacionados con su nuera responderían su llamado.

"¿De verdad quieres disminuir la importancia? Yo tengo que rezar varias veces para cubrir la grieta y aun así tengo que usar parte de mi fuerza mental." Dijo Auriane y observándola detenidamente, preguntó. "¿No te gustaría ser la Sumo Pontífice de la Iglesia del Orden? El Sumo Pontífice Adrián lo permitirá cuando reconozca la tasa de respuesta que obtienes."

Era una pregunta que mezclaba algo de seriedad con una pizca de broma y Agatha le dio una mirada fija durante unos segundos ante de negar con la cabeza.

"Si hubiera querido tener ese tonto puesto hubiera ocupado el de la Iglesia del Tiempo y el Espacio." Murmuró Agatha y viendo que Auriane simplemente sonreía, instó. "¿Qué tal si terminamos con esto rápido? Luego podemos ir a tomar algo en alguna parte del mundo."

"Estoy casada, Agatha y tú también." Respondió Auriane y mientras sus labios se inclinaban, reveló. "E incluso si estuviera soltera, no saldría con una mujer mayor."

Los labios de Agatha temblaron y ella levantó la ceja logrando que Auriane se riera a carcajadas al haber logrado provocarla.

¿Era una venganza por tratar de avergonzarla delante de su esposo? Agatha la observó detenidamente y…

"¿Sabes que me vengaré, cierto?" Cuestionó Agatha mientras su cuerpo flotaba siguiendo a esa mujer.

"Por favor, Agatha. Es mejor que no me desconcentres en este viaje o quizás pueda perderte en el camino." Respondió Auriane tratando de parecer seria.

La sonrisa divertida que ni siquiera podía resistir fue evidente y provocativa.

A pesar de que Auriane siempre actuaba elegante y en el papel de alguien influyente en la Iglesia del Orden, fue obvio que entre más se acercaran más confianza ganaba para hacer bromas.

Fue obvio… Significaba que Agatha podría hacer bromas que diera a Auriane una mayor vergüenza.

"Lo lamentarás, niña." Murmuró Agatha mientras la seguía.

"Tener el corazón roto a veces duele, Agatha. Tienes que aprender a no ser tan vengativa." Respondió Auriane mientras reía.

Agatha también soltó una risa al escuchar la risa de la mujer y simplemente mantuvo silencio mientras era guiada por este mundo púrpura.

Los viajes por el Plano Astral de la tierra eran rápidos, ya que este mundo no tenía ningún sentido del espacio y mientras la persona que viajaba supiera a donde moverse era fácil llegar a donde deseaba.

Esta vez ambas llegaron a una grieta cerca de un antiguo palacio en ruina traslúcida.

"Quiero cerrar las grietas porque a veces lanzan estructuras como esas. Horrores y pesadillas de otros mundos o vestigios de seres que han transcendido… Básicamente peligros para la tierra." Explicó Auriane mientras utilizaba la energía psiónica.

El modo como cubrió completamente el edificio desenredando las emociones y prácticamente deshaciéndolo fue impresionante.

Una de las mejores si no es que la mejor psiónica de la tierra… Auriane Delacroix era extremadamente capaz.

"Vamos a cerrar la grieta, luego quedan dos más." Dijo Auriane con una sonrisa animada.

Ambas se acercaron a la grieta y entonces al observar el hueco negro, Agatha vio como en el interior de esa grieta otra se habría y entonces un ojo púrpura quedó a la vista.

Su mente quedó en blanco y su cuerpo fue absorbido por la grieta que se abrió aún más, atrayendo también a Auriane.

"¡AGATHA!"

Escuchando el grito de Auriane que vino como una onda mental, Agatha volvió a recuperar el control mientras rodaba por el espacio púrpura a gran velocidad.

Un torbellino de lamentos, pensamientos y conocimiento vino a su mente, prácticamente manteniéndola aturdida.

Algo ocurrió… Algo sucedió… Tal idea se filtraba en su mente, empujándola a recuperar el control y a estabilizar su cuerpo y lo logró.

Fue capaz de abrir sus ojos viendo oscuridad mientras la energía mágica era expulsada de su cuerpo, chocando en contra de la energía psiónica que era extremadamente densa.

Ella trató de recuperarse y poner su mente a trabajar y rezar a… El nombre que ella buscaba no pudo ser pronunciado.

¿A quién debía rezar? ¿Quién era la persona? ¿Era una persona?

Lentamente, algo más jugaba con su mente, interrumpiendo su línea de pensamiento y Agatha al darse cuenta instintivamente reforzó su alrededor con una barrera para mantenerla consciente.

Lo que fuera que la hubiera atrapado no era algo débil, sino que extremadamente poderoso, pero la energía psiónica se oponía a la energía mágica que ella emanaba y que su cuerpo prácticamente tenía, dándole una oportunidad de resistirse.

Agatha dejó que su cuerpo cambiara y se convirtiera en energía mágica para reducir la invasión mental y entonces pudo pensar.

¿Quién era la persona que necesitaba llamar? Solo necesitaba el nombre o pensar directamente en ella para que viniera.

Lo sabía… Esa persona estaba ocupada últimamente.

La persona era su conocida… Su nuera.

Peligrosa, en gran medida, infantil y con un gusto por las bromas que muy pocos entendían, su sentido del humor era rebuscado y algunas veces demasiado problemático.

Había existido cientos de miles de años, pero seguía siendo infantil, en el modo que se acercaba a las personas con sus bromas y más cuando se trataba de temas románticos.

Enamorada de su hijo… Ella era su nuera… Ella era una Diosa… Ella era Jezabel.

"…"

La oscuridad que amenazaba por tragarla cambió totalmente cuando una onda expansiva de fuego apareció al frente de ella, arrasando todo a su paso, cubriendo todo de llamas.

"No te ves bien, Agatha… Me voy unos días y ya te encuentras en ese estado."

Una figura en llamas se manifestó no infantil o en llamas, sino que el cuerpo completo de una mujer adulta cuyas proporciones llamaban la atención incluso en una figura conformada de llamas.

"Auriane… Busca a Auriane." Pidió Agatha tratando de concentrar su mente.

Las llamas quemaban la energía psiónica prácticamente borrando la existencia y Jezabel al recibir su pedido observó lo que la rodeaba.

Su sola mirada quemó porciones enteras de este mundo sin sentido, destruyendo todo a su paso y entre aquello que destruía también borraba criaturas y seres que ni siquiera podían soportar una de sus solas miradas.

A pesar de que su presencia era como un sol inmenso que brillaba radiantemente buscando entre lo que la rodeaba, no hubo nada.

La presencia de la Emperatriz del Infierno, la Diosa de la Destrucción, el Caos y el Fuego, buscó en este plano que la rechazaba y era destruido por su presencia.

Los segundos pasaron y Jezabel pasó de quemar este mundo a quemar la realidad y luego la existencia misma, dejando un vacío que fue llenado de Caos.

Agatha cerró sus ojos calmando su mente, tratando de respirar hondo y reducir la agitación.

Todo sucedió tan de repente que ella ni siquiera pudo darse cuenta de lo que sucedía… El Plano Astral era más peligroso de lo que Auriane había mencionado.

Lo que fuera que estuviera mirando prácticamente la adormeció totalmente y fue tan astuto que evitó que ella pensara en los Primordiales que vendrían en su rescate.

"No hay nada… Este sitio es grande. Como el Vacío, pero mental. Hay algunos seres que han trascendido nada preocupante." Dijo Jezabel y observándola, reveló. "No creo que lo que sea que sucediera apuntara a ti, Agatha. Eres una paria en este plano."

Nada… No pudo encontrar a Auriane.

Que este sitio fuera inmenso como el Vacío dejaba ver en qué clase de lugar ella había llegado.

No era el Plano Astral de la Tierra e incluso no era el Plano Astral que rodeaba la tierra y que posiblemente pertenecía al universo, era más allá.

En donde los distintos universos se conectaban al igual que el Vacío entre universo… Era un Reino Superior a todo.

Y en este reino astral un ser mágico como ella era rechazado en menor medida que Jezabel, una Primordial, pero igualmente siendo rechazada.

Agatha entendió la razón por la cual pudo luchar en contra esa fuerza mental que trataba de impedir que pensara en Jezabel o dijera su nombre.

No era que alguien la estuviera deteniendo, al menos no todo el tiempo, sino que fue una fuerza mental lo suficiente para retrasarla.

Después de todo, el objetivo no era ella… Nunca fue ella, sino que fue la persona que reparaba las grietas en el velo, trabajando constantemente para proteger la tierra de los peligros psiónicos.

Era Auriane Delacroix.

"Es mejor que te prepares… Seguiré buscando, pero dudó que podamos encontrarla a ella en este sitio tan molesto." Murmuró Jezabel y observándola, añadió. "Y sería preferible que no te involucres con estos temas. Ni yo ni mi tío podemos ayudarte totalmente aquí… Al menos no sin provocar nada grande."

Al mencionar lo último estaba señalando el vacío y como toda la realidad había sido quemada por la presencia que ella emanaba.

Jezabel la estaba protegiendo, pero estuvo claro que su mera presencia chocaba con la realidad mental de este reino del vacío.

Prácticamente destruyéndolo.

Agatha se detuvo un momento y respiró hondo… Prepararse para lo peor significaba tener que decirle a la familia de Auriane que ella ya no estaba.

******

Todo había ido mal.

Jezabel no encontró nada, incluso cuando el mismo Aión intervino… Ambos poderosos dioses primordiales chocaban con la realidad de ese mundo astral, trayendo reglas y leyes a un mundo mental que no debería ser afectado ni por el tiempo o el espacio.

Ahora Agatha estaba afuera de la casa de Auriane, viendo como las autoridades de la Iglesia del Orden y los antiguos subordinados de Auriane venían.

Agatha le había informado lo sucedido a Jacob y ese hombre estaba aturdido sin poder creerlo.

Jezabel estaría investigando, pero en este punto… No había nada.

Aión y Jezabel, dos poderosos Primordiales buscando sin encontrar nada, incluso si los pocos viajeros similares a Auriane podían viajar al Plano Astral, Dos Primordiales estaban buscando y seguían buscando, era imposible que unos mortales se compararan.

Sin embargo, Agatha todavía no perdía la esperanza y no podía decirle que no había esperanza.

Agatha era indiferente en muchas maneras y muchas personas podrían culparla a ella de miles de muertes que sucedieron en la guerra civil estadounidense y que se podía haber evitado con la intervención de la iglesia.

Aun así, esta vez fue afectada.

¿Eran por los niños que Auriane dejaba atrás?

Agatha controló su expresión para evitar mostrar cualquier sentimiento y emoción.

Si sucediera algo en la tierra, Aión podía retroceder el tiempo y prácticamente revivir muertos, pero sucedió en el Plano Astral… En donde el tiempo y el espacio no estaban presente.

Así que no había tiempo a donde retroceder.

Agatha volvió a concentrarse y esta vez notó que el paladín Claus se acercaba a ella con una expresión seria.

"Su Excelencia… Nos acaban de informar que el Sumo Pontífice Adrián y varios de sus investigadores han sido encontrados muertos." Susurró el hombre en voz baja.

La expresión de Agatha cambió totalmente y lo primero que se le vino a la mente era que algo grande estaba sucediendo.

Lo suficiente grande como para que las mentes maestras fueran a por los dos más grandes altos mandos de la Iglesia del Orden… El Sumo Pontífice y quien asumiría eventualmente ese puesto.

El Sumo Pontífice Adrián y Auriane Delacroix.

******

En un vacío estaba una figura de fuego tarareando mientras quemaba todo a su paso.

Jezabel observó este mundo donde la mente lo era todo y en donde su mera presencia, incluso como una proyección que enviaba una porción de su voluntad, quemaba todo.

En este Reino Astral, en donde la mente era absoluta, ella manifestaba destrucción, caos y fuego, quemando todo y a todos.

No había punto medio… Solamente destrucción.

Jezabel se detuvo al recibir información de otra porción de su voluntad que estaba cuidando a Agatha y ella escuchó como se le informaba de la muerte del Sumo Pontífice Adrián.

El hombre que investigaba la organización guiada por un dios… Para Jezabel una rata molesta que sabía cómo ocultarse.

El Sumo Pontífice que lideraba la investigación fue asesinado el mismo día y en el mismo horario que la desaparición de Auriane Delacroix.

Fue planeado.

"Creo que es hora de movernos." Dijo Jezabel en voz alta.

Lo dijo al espacio y el tiempo que rodeaba este mundo… Aión al igual que ella, daba formas a sus conceptos en este mundo.

Si seguían investigando podrían provocar ondas que podían desencadenar fenómenos extraños y si bien el universo de la tierra podía no ser afectado, si lo serian otros universos.

Cada acción de un Primordial era de este modo… Provocaba olas que se extenderían hasta el infinito.

Era hora de dejar de investigar.

Auriane Delacroix desapareció totalmente y era imposible que ellos la encontraran y menos en este Reino Astral.

Si fuera el Vacío hubiera sido más fácil, ya que el Caos que era parte de ella estaba cubriendo el Vacío, pero aquí era diferente.

Así que Jezabel se detuvo y miró al Tiempo y el Espacio que tomaba forma.

"Es hora de encargarse de todo." Dijo en voz alta.

No era un pedido para permiso, era un aviso… Un aviso que daba a entender que algo estaba iniciando.

Y ella no empezó todo, simplemente le daría el fin que ella creía necesario.