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The Guardian [Spanish/Español]

Viajaron a otro mundo a través de una máquina de realidad virtual creada por un Dios en el cual durante un gran tiempo creyeron que solo era un juego, pero termino siendo real. Pasaron por un 'Gran Cataclismo' que cambio el mundo a través de la energía mágica, logrando transformar el mundo de una forma impensable. Ha pasado treinta años desde que la humanidad se enfrentó a la máquina virtual y veinte años tras el 'Gran Cataclismo' que despertó habilidades y dio comienzo a un mundo mágico y maravilloso muy diferente al antiguo. Ahora una joven llega a una ciudad en medio del mar para asistir a una academia. ¿Cuál es su objetivo? ¿Cuál es la razón de su llegada? Y principalmente... ¿Quién es ella? Sigue la aventura de Aurora cuya vida, valores y actitud irán conociendo a su debido tiempo junto a su pasado, secretos, virtudes y defectos. ---- Para aquellos que desean, pueden unirse al Discord: discord.com/invite/WG8FX75 Géneros: Fantasía, Acción, Aventura, Mundo Moderno, Magia. Frecuencia: Cinco capitulos a la semana.

Evil_Warlord · Fantasy
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980 Chs

Historia Paralela La Caída Capitulo 44: Abuela.

Últimos días de febrero del año 2034, Antón caminó por la calle de la ciudad de Ámsterdam.

Había viajado por esta ciudad antes y más cuando aquí se encontraban varios grupos de héroe reconocidos.

Siempre fue un ambiente tranquilo y sereno, que daba a la gente confianza para caminar abiertamente por la zona.

Excepto ahora.

Los vientos estaban surgiendo y ruido venía de la zona central de la ciudad mientras la tensión se elevaba.

Antón apresuró el paso y tras avanzar notó la plaza central rodeada de oficiales y autoridades locales.

En el medio la plaza estaba un portal temporal de rango S y afuera estaban varios usuarios de habilidades.

Antón reconoció al Señor del Metal y mayor que todo a Vincent, que estaba enfadado… Era el último quien provocaba vientos en la zona.

"¿Por qué demonios hiciste eso?" Cuestionó Vincent con una voz enfadada.

A pesar de que era un rango S, sus emociones estaban cambiando el clima a su alrededor de un modo único.

"El Señor del Metal no sabe a lo que te refieres." Respondió el hombre, refiriéndose sí mismo en tercera persona.

Lo estaban siguiendo dos rangos S más y dieron sonrisas divertidas por la repuesta a su compañero.

"Usaste a los miembros de las autoridades como carnada!" Gritó Vincent apenas controlando la ira.

"Oh, te refieres a eso. El Señor del Metal tuvo que hacer un sacrificio por el bien de la humanidad. El Señor del Metal esta entristecido por la pérdida de los mártires." Respondió el hombre.

Estaba usando una máscara plateada y era difícil saber que expresión usaba o si estaba hablando seriamente… Sin embargo, Antón pudo sentir la indiferencia en la voz.

"La Señora del Agua concuerda con el Señor del Metal." Dijo en voz alta la mujer encapuchada que estaba al lado.

Ambos estaban usando trajes diferentes denotando que eran los nuevos héroes… Específicamente superhéroes.

La mujer respondió de manera provocativa y burlona mientras el hombre al lado se estaba riendo.

En el cielo los vientos cambiaron trayendo nubes mientras que giraban alrededor con cada vez mayor fuerza.

Antón se acercó a la espalda de Vincent, deteniéndolo antes de que fuera demasiado tarde.

"Oh, miren quien vino. El Gigante de Acero." Dijo la mujer y dando una sonrisa burlona, preguntó. "¿Qué hacen aquí tantos viejos?"

No era que supieran quien era él, sino que estaba llamando a los héroes que surgieron hace tiempo como viejos.

Antón observó a los presentes.

"¿Terminaron asesinando a alguien?" Preguntó en voz alta.

Su cuerpo entró en modo combate de inmediato y las venas se tensaron mientras que los músculos se abultaron en su cuerpo, dando la impresión de que su tamaño había aumentado.

La tensión surgió en los dos compañeros del Señor del Metal, pero ese hombre que controlaba el metal permaneció indiferente.

"El Señor del Metal simplemente limpió una mazmorra de rango S. Algunos murieron en el combate con el jefe, pero nos hemos asegurado una victoria." Dijo el hombre descaradamente y viendo que la policía se acercaba siguiendo a un hombre de traje, señaló. "Y el Senador puede hablar por nosotros."

¿Un senador? Antón se giró observando a un hombre en traje que se acercaba.

"Por favor, dejen de molestar a nuestros héroes. El Señor del Metal ha tenido un día duro." Dijo el senador interviniendo entre ambos.

El Señor del Metal permaneció en silencio mientras la mujer y el hombre que lo acompañaban soltaron risas alegres.

Los camarógrafos a lo lejos estaban grabando y sacando fotos y no fue difícil darse cuenta de que titulares publicarían.

Héroes extranjeros en contra de héroes europeos… Vincent no era tan conocido en estas tierras, aunque su rostro difuminado por el viento destacaba abiertamente.

"¿No investigaran los asesinatos?" Preguntó Antón deteniendo a Vincent para que no hablara.

Por lo enojado que estaba su compañero, fue obvio que seguramente esos tres héroes sacrificaron a la gente directamente mientras él no estaba.

No era raro y más cuando Antón recordaba que el supuesto Señor de Metal no le importaba la policía ni las consecuencias de sus acciones.

"¿Asesinato? Esa es una acusación grave que necesita pruebas. Incluso si usted es un miembro de la Iglesia del Tiempo y el Espacio, no podemos permitir que haga esas acusaciones." Dijo el Senador y sin darle tiempo para responder, anunció. "Y las perdidas en una mazmorra temporal de rango S son tristemente normales."

El senador lo observó directamente y continuó.

"Y la Iglesia no tiene jurisdicción aquí. Así que es mejor que se detenga." Dijo el Senador dando una orden más que pedido.

Estaba involucrando la política para detenerlo y dejar pasar todo esto.

A él lo llamó Vincent por lo sucedido y fue obvio que trataban de provocar un conflicto… Al menos los dos que estaban al lado del Señor del Metal parecían querer un conflicto.

Esa burla y el desprecio por los ojos descubiertos era obvio.

"Las pruebas la podemos obtener fácilmente. Simplemente, debo rezar al Dios del Tiempo y el Espacio." Respondió Antón y sintiendo que la tensión aumentaba, comentó. "Todos tenemos un pasado y Aión puede verlo todo."

Estaba mirando al Senador en una obvia amenaza de que su pasado podría salir a flote con todos los negocios turbios que tenía.

Y a su sola idea, el espacio se volvió más pesado y agitado, mientras que el portal temporal se solidificaba, dejando a la vista que seguiría por un buen tiempo.

"Ustedes no tienen autoridad…"

"Senador, no le estoy diciendo que traeré a mi gente de la iglesia. Sin embargo, le pido encarecidamente que invite a mis sacerdotes para que comprueben todo y que la verdad salga a la luz." Respondió Antón y en voz baja, murmuró. "Dicen que la verdad siempre sale a la luz."

Algunos hablaban de que alguien viera el pasado de otro era una violación a la privacidad similar a leer la mente y en cierta forma podía considerarse de tal manera.

Sin embargo, había una diferencia…

"El Dios del Tiempo y el Espacio puede actuar independientemente." Susurró Antón observando directamente.

A nadie le gustaría que el Dios del Tiempo y el Espacio mirara el pasado de cada uno de ellos y peor aún lo mostrara directamente.

Si ellos jugaban con las reglas y la autoridad, Antón no se iba a quedar quieto y utilizó la mejor carta… Un dios.

Fue obvio que el Señor del Metal tenía algún tipo de conexión con el Senador, pero cuando estaba en juego la carrera de uno era obvio que iba a suceder.

"Lo aceptaremos e investigaremos." Respondió el Senador dando una expresión enfadada.

Antón observó a los demás y le hizo una señal para Vincent para que se retiraran.

La verdad era que no podía hacer demasiado, ya que a diferencia de ellos, que eran héroes que simplemente iban a ayudar sin pensar en la frontera, individuos como el Señor de Metal se involucraban en las políticas.

En los negocios y en toda clase de tratos teniendo una mayor influencia regional.

"Esos tipos están demente. Cada vez más locos." Dijo Vincent en un tono serio y en voz baja gruñó. "No le importa lo que hacen ocultos detrás de las máscaras y no tienen la intención de asumir las consecuencias de sus actos."

Eran similar a ellos que surgieron durante la guerra civil estadounidense, solo que la mayor diferencia era que ellos no se ocultaron para evitar las consecuencias de sus acciones, sino que para protegerse de los lunáticos

Al final no podían hacer demasiado, al menos que iniciaran una batalla, y ese resultado era lo último que Antón deseaba.

******

Agatha acompañó a Auriane por los suburbios a las afueras de París.

El barrio era agradable y muy bien cuidado, con los árboles podados a cada lado y los patios verdes de las casas.

Se notaba que la seguridad era alta, algo normal para un barrio tan prestigioso.

Ambas caminaron a una casa y Agatha se detuvo.

"Te espero aquí." Dijo Agatha en calma.

Vino porque Auriane le pidió ayuda para cerrar una brecha en el Plano Astral y la invitó a ella que la ayudara, para usar a los dioses.

Jezabel estaba ocupada desde que sucedió lo de sus hijas y Agatha le había dejado la tarea a ella para que se moviera.

No había sucedido nada más en estos meses, pero ella podía sentir la tensión en toda la región europea.

Era la calma ante de la tormenta y por tal razón ella decidió venir a ayudar a Auriane alejándose un poco de esos temas.

Según lo que Jezabel había mencionado, se trataba de una organización con un Dios, así que incluso si su gente estaba investigando era difícil en encontrar algo.

"No pensé que fueras tímida, Agatha." Dijo Auriane y dándole una sonrisa, invitó. "Ven vamos dentro. Déjame buscar los informes y luego saldremos."

La sonrisa que daba esa mujer era amable y agradable, pero era ese desliz de labios, daba a entender que se estaba divirtiendo al verla dudar.

"Van a creer que trajiste una abuela." Murmuró Agatha en voz baja, pero decidió seguirla.

"¿Abuela? No sabía que las mujeres de cuarenta se las llamaba abuela." Respondió Auriane mientras la invitaba y entonces, al entrar a la casa, se detuvo y dudó. "¿Es una broma que no comprendí o es verdad?"

Auriane la observó tratando de buscar el significado de sus palabras y Agatha soltó una risa.

"Mi hijo tendría cerca de tu edad." Respondió Agatha honestamente.

Su hijo mayor debería rondar la edad de Auriane, quien parecía estar alrededor de los treinta y unos cuantos años.

Auriane la observó detenidamente y…

"No te preocupes, te daré mi secreto." Dijo Agatha sonriendo honestamente, provocando una risa en la mujer.

Auriane la invitó a la casa de su familia y en cierta forma se la estaba presentando tratándola como una amiga, aunque esa mujer no sabía mucho de ella.

Si bien en este momento no tenía la máscara y estaba mostrando su rostro sutilmente rejuvenecido por su capacidad innata, Auriane no sabía nada más allá de eso.

Era bueno empezar con su edad y más cuando no le gustaba hablar del tema y menos cuando cada vez rejuvenecía más.

"Estaré agradecida. Debe ser un tesoro milagroso." Murmuró Auriane.

Entonces al cerrar la puerta se escuchó ruido desde la entrada y…

"¡Mama!"

Un niño vino corriendo desde la sala y saltó a los brazos de Auriane quien lo atrapó en los brazos moviéndolo a cada lado.

"Mi pequeño hijo… Mama te extrañó mucho." Murmuró Auriane mientras frotaba las mejillas con el pequeño niño.

El niño tenía cabello rubio y ojos celeste similar a su madre, pero su rostro era más estoico a pesar de que daba una cariñosa sonrisa.

Auriane ni siquiera dudó en abrazar a su hijo mostrando el amor maternal tan característico de ella.

Agatha sabía que a esa mujer le gustaba hablar de sus hijos y trabajaba por la idea de dejar un mundo mejor para ellos, pero ahora vio que tal idea era honesta.

"¿Dónde está tu hermana? Quiero presentarles a una gran amiga, Agatha." Dijo Auriane sonriendo mientras le señalaba.

"Clémentine está dormida." Dijo el niño obedientemente.

Estaba firme dándose cuenta de que había una invitada en su casa y fue algo divertido para Agatha, ya que parecía querer comportarse bien para no avergonzar a su madre.

Aunque la palabra amiga fue repentina, Agatha tenía que admitir que Auriane era la única persona a la cual era más cercana afuera de su familia.

"Te presento mi primogénito. Regis Delacroix. Un niño obediente con mucho talento para lo psiónico." Dijo Auriane y sonriendo de manera malvada, agregó. "Y tan guapo como su padre."

Que hablara del talento enorgulleció al pequeño niño, que su madre lo llamara guapo provocó que se pusiera rojo.

Causando que Auriane y Agatha se rieran al mismo tiempo.

Moviéndose a la sala, ambas vieron a Jacob Delacroix, el esposo de Auriane con una pequeña niña en los brazos.

La niña tenía unos dos años menos que su hija, que este año cumplió seis años y era adorable, similar a su madre en el cabello rubio y ojos azules.

A pesar de que estaba dormida, era sumamente encantadora.

"Mama."

Auriane dio un beso a su esposo y al escuchar el murmullo de su hija, la recibió en sus brazos.

"Te llevaré a dormir cariño. Volveré luego." Dijo Auriane y le dio una mirada a ella para que esperara.

Agatha le hizo una señal para que se tomara todo el tiempo que quisiera mientras veía como Jacob tan serio como siempre iba y preparaba una lonchera para su esposa.

"Gracias por acompañar a mi esposa. Ella habla mucho de ti." Dijo Jacob sonriendo animado.

"Oh, soy una compañía menor. Ella es quien me ayuda mucho." Respondió Agatha y sonriendo, agregó. "Aunque a veces me parece demasiado trabajadora. No se detiene en ningún momento."

Literalmente era la noche y en vez de estar con su esposo e hijos, Auriane decidió invitarla a trabajar durante esta noche.

"Es una mujer energética." Respondió Jacob con una sonrisa divertida.

"Oh, sí que lo es." Afirmó Agatha y viendo que Auriane bajaba la escalera con unos documentos, cuestionó. "¿Tan rápido? Pensé que ibas a demorarte más."

"No. Ella simplemente quería verme antes de dormir. Estaba aguantando el sueño." Respondió Auriane y tras despedir a su hijo y luego de tomar la lonchera, le dio un beso a su esposo y preguntó. "¿Vamos?"

El beso a su esposo fue rápido y…

"¿No me digas que eres tímida?" Preguntó Agatha con una sonrisa bromista.

Las cejas de la mujer se levantaron y las mejillas se tornaron sutilmente rojas, ante de toser como si no sucediera nada.

Jacob simplemente se rio también uniéndose a la burla y en respuesta, Auriane la tomó del brazo y la guio a fuera todo mientras ocultaba la lonchera.

"Que niña tímida." Murmuró Agatha cerca de ella provocando que Auriane se detuviera.

"Por favor. No lo digas con ese tono." Dijo Auriane mientras sus labios temblaban y viéndola a ella mostrar una expresión de sorpresa e incomprensión, agregó. "Ya sabes, ese tono de una abuela viendo a adolescentes teniendo un amorío."

Agatha se rio a carcajadas.

La conocía lo suficiente bien como para comprender el tono bromista que estaba usando y se avergonzó por esa razón.

"Vamos. Ya tengo los documentos que pediste. El Sumo Pontífice ha estado centrado en esa organización que mencionaste tú y es una investigación clasificada." Dijo Auriane pasando los documentos y cuando ella lo recibió, anunció. "Ahora como pago te haré trabajar como una esclava."

Agatha guardó los documentos y luego observó a la mujer, dando una única sonrisa de aceptación para todo el trabajo que podía venir.

Y en respuesta, Auriane la tomó del brazo y ambos fueron tragados por una grieta en un viaje psiónico.