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Capítulo 39: No lo odio

Éditeur: Nyoi-Bo Studio

Sei súbitamente cerró los ojos y detuvo la muñeca de la chica, haciendo que dejara de acariciarle el cabello. Davi quedó paralizado, luciendo como si acabara de despertar de su cálido sueño.

Sin darle tiempo para reaccionar, Sei se puso de pie de forma abrupta.

Su siguiente movimiento hizo que ella abriera los ojos. Sei la tomó en brazos sin aviso, cargándola como a una princesa.

Davi estaba impactada, pero sintió la frialdad emanando de él y pensó que quizás se había pasado esta vez. La súbita frialdad de su parte, la hizo pensar que quizás no le había gustado el movimiento que acababa de llevar a cabo. Así que mientras se aferraba a su cuello, Davi apoyó la cabeza en su hombro, fue como si la chica en el séptimo cielo acaba de caer al frío y duro suelo. Por alguna razón, se lamentó. Cuando escribió esos pasos en su libreta, Davi ya esperaba que no todos funcionaran el cien por ciento de las veces y que incluso a él podrían no gustarle algunos. Estaba consciente de las probabilidades, pero ahora que acababa de ocurrir, no sabía que se iba a sentir indescriptiblemente desalentada.

—Lo siento —dijo, haciendo que Sei se detuviera de repente.

—¿Por qué te estás disculpando? —preguntó con una voz fría. Davi sintió un escalofrío recorrer su espalda mientras observaba su sexy manzana de Adán.

—Po-porque... — la voz de Davi estaba llena de tristeza, arrepentimiento y nervios. Sei al instante dedujo sus emociones y respiró profundo forzándose a comprimir su oscuridad interior.

—P-porque yo seguí acariciándote la cabeza aun así cuando a ti no te gusta. —Continuó, y tan pronto como escuchó la razón de porqué se estaba disculpando, Sei instantáneamente se relajó un poco y su aura disminuyó, por lo que comenzó a caminar nuevamente.

—No tienes que hacerlo, no lo odio. —Respondió, dejando a Davi perpleja y desconcertada hasta la médula. ¿Entonces por qué parecía estar realmente enojado por algo hasta ahora?

—Ve por el auto —ordenó como un dictador absoluto. Mientras Davi estaba ocupada en una lluvia de ideas, Sei estaba pensando profundamente. No esperó que ella lo malinterpretara justo ahora. Incluso la asustó e hizo que se disculpara por algo que ni siquiera era su culpa. Al pensar en ello, su oscuridad casi se escapa de su jaula una vez más porque estaba realmente enojado con una persona en específico, al punto de que si Davi no estuviese en sus brazos en ese momento, algo impensable podría haber pasado.

Cuando finalmente se subieron al auto, Sei habló inmediatamente, como si estuviera apresurado.

—Al hospital.

—¿Eh? —Davi estaba sorprendida —No es necesario. Me puedo hacer cargo de esto yo misma.

Pero su protesta esta vez no lo hizo cambiar de opinión. Obviamente estaba preocupado por sus heridas, por lo que al final Davi solo pudo estar de acuerdo.

City Hospital.

Davi iba en la espalda de Zaki disfrazado cuando entraron al hospital, dejando a Sei y Ryou en el auto. Sin tener que esperar, la atendieron de inmediato como si fuera alguien especial y no se demoraron nada en tratarla.

Volvió a subirse a la espalda del Sr. Chen y en la vuelta al auto, Zaki le conversó.

—Señorita, ¿puedo preguntarte algo? —le preguntó.

—¿Qué tal si intercambiamos preguntas? Yo contesto las suyas y usted las mías.

Al quedarse sin palabras por su repentina negociación, Zaki dejó escapar una risita. Nada mal.

—Jaja, qué inteligente. Muy bien, siempre y cuando no preguntes sobre lo prohibido.

—No lo haré.

—Entonces, yo primero... ¿qué piensas del joven amo? Me refiero a ahora, ¿cómo te sientes respecto a él?