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Suerte y perseverancia

Pequeña aclaración: Cada volumen es independiente del otro. Sigue su propia línea de historia y no se ve afectado por los volúmenes anteriores. Bueno, salvo por algún poder o habilidad que se viene arrastrando por el conocimiento y la personalidad del protagonista que va evolucionando. Volumen 1 Cross over entre nasuverso y Madam ou no Vanadis Volumen 2 viaje por Juego de Tronos, Señor de los anillos y Dark Soul 3 Volumen 3 Mushoku Tensei y Danmachi. Volumen 4 Naruto y muchos otros. -o- Kain, antiguo vástago del equilibrio. Renació en el mundo de Fate y vivió durante varios siglos. Sin embargo, al encontrarse con su viejo enemigo, el dios Hilden, lucho y perdió. Ahora su alma viaja a través del multiverso buscando el poder y la forma de volver a aquel mundo por la venganza. -o- Reglas del juego: 1.- No hay power up indiscriminados 2.- Todo se estudia y se gana hasta dominarlo 3.- El alma influye sobre el cuerpo, por ende, el cabello y los ojos siempre serán los mismo (ojos color lazuli y pelo blanco). 4.-La fuerza es proporcional al conocimiento adquirido, la técnica y la fuerza del alma. 5.- El nivel del mundo es proporcional al alma. Eso quiere decir que si el alma del protagonista es fuerte, irá a un mundo de mayor nivel.

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Mundo Shinobi - Lo que importa es la fuerza - 109

Al día siguiente, Kain continúo entrenando a Okita. Ella paso entrenando desde las 6 de la mañana hasta las 12 del día. Sin embargo, solo como a eso de las 1 de la tarde tuvo su primer éxito, donde solo paso a llevar uno de los veinte hilos de cocer. Kain la vio sonreír, cándida y hermosa, con ese cabello rubio hasta los hombros enmarcando su bonito rostro. Kain tuvo la impresión de que el día se ilumino, a pesar de que en ese momento estaba completamente nublado. Por alguna razón, pensó en Artoria.

-Pequeño sensei, pequeño sensei- grito Okita con una gran sonrisa -lo viste, lo viste. Yo lo podía hacer, solo me faltaba un poco de práctica- estaba de pie por delante del punto de partida, con los pilares de piedra a sus espaldas y los hilos conectado a estos. Parecía una telaraña oscura y terrible; Okita, la hermosa mariposa de un amarillo vibrante a punto de quedar atrapada. Kain estaba a un metro de ella, levantando su rostro para poder mirarla a los ojos.

Kain solo ladeo su rostro hacia la derecha e hizo una sonrisa complicada. Saltar obstáculos era un ejercicio básico que cualquiera que haya llegado a genin debería poder hacer. Al menos, así estaba estipulado en los estándares de la Academia Ninja. Sin embargo, Kain solo asintió para Okita y mostro una sonrisa, feliz porque ella pudo lograr este nivel de habilidad.

-Okita- dijo Kain -ahora que ya puedes entender la longitud de tu cuerpo y controlar donde colocas cada parte, es momento de pasar al siguiente nivel-

Okita abrió la boca, como queriendo decirle algo, miró hacia todos lados como si buscara la solución a algo. Cerró la boca y asintió -dime, soy toda oídos-

Kain tomo una profunda respiración al verla complicada, imaginando a donde se encuentra la piedra de tope -te explicare lo que vamos a hacer- dijo en calma -y después puedes ir a ver a tú hermano. Si puedes, ven a la tarde. De lo contrario, ven mañana en la mañana-

-Pero solo tenemos una semana ¿estará bien?-

-Está bien, pensé que te tomaría más tiempo lograr este nivel de habilidad, pero fue más rápido de lo que anticipe. Eres una gran discípula-

Okita hizo una amplia sonrisa, enmarcada por sus largos cabellos rubios -gracias, eres muy amable- dijo

Kain asintió, miró hacia todos lados y señalo con su mano derecha al pasillo que pasaba por fuera de la casa. Okita asintió, caminaron hasta el pasillo y se sentaron en un borde.

-Para el siguiente nivel, debemos estudiar el flujo de tu sangre. Era importante que tuvieras conciencia de donde esta cada parte de tu cuerpo. Para que, basándonos en el mismo sentimiento, pudieras comprender el flujo de tu sangre-

Okita hizo una sonrisa temerosa y le preguntó -¿A qué se refiere con el flujo de la sangre?-

Kain levantó su mano y le mostro su palma, solo unos centímetros por debajo del alcance de la visión de Okita. Ella tuvo que agachar la mirada y vio como la mano de Kain se tornaba poco a poco más rojo, hasta volverse amoratada. Después, el color se volvió más suave, pasando de nuevo a rojo hasta volverse de un color natural.

-A esto me refiero- dijo Kain -poder controlar el flujo de tu sangre implica tener un control sobre todo tu cuerpo. Esto llevara tiempo, pero no es peligroso-

Okita asintió un tanto sorprendida, levantó su mano y trato de controlar el flujo de su sangre, pero en ningún momento sus palmas se pusieron rojas, ni mucho menos sus dedos.

-Déjalo, Okita- dijo Kain -esto llevara bastantes días. Así que todo depende de cuanto esfuerzo coloques-

-Trataré de volver a la tarde- dijo Okita con convicción. Como queriendo hacerle saber que pondría todo su empeño en este entrenamiento.

Kain asintió -eso espero- dijo -pero primero ve a ver a tú hermano y si te queda tiempo, ven a la tarde-

-Gracias- dijo Okita, se puso de pie e hizo una pronunciada reverencia. Esto en sí, formaba un gran cambio con ayer; cuando se sentía humillada de solo pensar en tratar a Kain como su sensei. Kain sonrió, ondeo su mano de izquierda a derecha para despedirla y la vio caminando a un paso acelerado. Meciendo su melena rubia.

Por otro lado, Kain escucho los pasos lentos de alguien moviéndose por los pasillos de la casa. Debe haber estado a unos cinco metros de la puerta corredera que daba al patio trasero. Kain se puso de pie, avanzó hasta la puerta y la corrió a la izquierda. Entonces vio a una mujer de larga cabellera negra, vestida con un kimono negro y un rostro sin pintura, para demostrar su luto. Sin embargo, aun sin ningún maquillaje, para Kain, seguía siendo la más hermosa del mundo. Gracias a la perdida de Naori, había adquirido unas líneas de arrugas en la comisura de sus ojos. No obstante, eso solo la hacía ver madura y ni por asomo, le quitaba belleza.

Naoko ladeo su rostro hacia la izquierda, como si apuntara con su oído hacia adelante y escucho con cuidado a la persona frente a ella -¿Kain, eres tú?- preguntó

-Sí, okaa-sama- dijo Kain. Entro al pasillo interior de la casa y cerró la puerta corredera por detrás -¿Qué necesitas?-

-Nada, hijo- dijo Naoko con una sonrisa suave -solo quería escucharte un rato ¿Te causa molestia?-

-Para nada, okaa-sama. Al contrario, quería preguntarte si tenías tiempo-

-Pequeño mentiroso- dijo Naoko poniendo una gran sonrisa

-Es verdad, tengo una nueva técnica en la que quisiera que me ayudaras-

-¿Yo?-

-Sí, tú- dijo Kain

-Bueno, si te soy de ayuda, adelante-

-Ven, acompáñame a la habitación-

Kain se acercó a Naoko y la tomó de la mano. Después la condujo a paso lento a lo largo del pasillo. Después llegaron a un cruce, Kain doblo en el pasillo de la derecha y caminaron otros pocos metros hasta llegar a las puertas de las habitaciones. A la izquierda del pasillo estaba la de Kain, a la derecha, estaba la de Naoko, y que antes también era la de Naori.

Kain abrió la puerta corredera de la izquierda y guio a Naoko a su habitación. Entonces ambos entraron y Kain cerró la puerta corredera. Le ofreció a Naoko un cojín y lo puso sobre el tatami, en el centro de la habitación. Después ayudo a Naoko a sentarse sobre el cojín y él se sentó en otro cojín, frente Naoko, a un metro de distancia.

-¿Qué vas a hacer Kain?- preguntó Naoko

-Voy a mostrarle algo genial a okaa-sama- dijo Kain con una amplia sonrisa

-Kain, estas grande, es un error decir algo así. Tu okaa-sama no puede ver. La forma correcta de expresarse sería "voy a contarle algo genial a mi okaa-sama"-

-Está mal, okaa-sama- dijo Kain cambiando su sonrisa a una astuta -cuando digo que voy a mostrarle algo a okaa-sama, es porque voy a mostrarle algo a okaa-sama-

-Kain- dijo Naoko con cierta pena -ya lo intentaste cuando eras más pequeño, pero no funciono. Yo no pude ver nada-

Kain agacho la mirada y recordó cuando recién aprendió a realizar genjutsus. Como Naori le había mostrado un recuerdo de su juventud junto a Naoko de niña, Kain trato de hacer lo mismo con Naoko. Cuento corto, había fallado. Sin embargo, habían pasado varios años desde que Kain había aprendido genjutsus. Diferente del uso que le daba el resto de las personas, Kain utilizaba el genjutsu para transmitir información o entablar largas conversaciones que quería que se mantuvieran en secretas. Por otro lado, Kain amaba demasiado el genjutsu que le dio su abuela como para ocuparlo de mala manera. A través del genjtusu, pudo ver el mundo shinobi que vio Naori. Pudo ver a su madre, pequeña y joven. Puedo ver al abuelo Orochi, grande, joven, guapo y galante. Eran muchos hermosos recuerdos que compartió Naori con Kain. El genjtusu había perdido hasta cierto punto su propósito original, porque para Kain, ahora era una forma de comunicación, una forma de trasmitir algo que solo uno puede sentir en el corazón. Solo gracias a esto, Kain pudo dimensionar cuanto Naori amaba a Naoko. Era un sentimiento que llenaba su corazón y le producía una opresión superior a cualquiera otra. Era más grande y amplio y poderoso que cualquier sentimiento por un enamorado, o por un padre, o por un logro. Para Naori, Naoko era su todo.

-Ya lo sé, okaa-sama- respondió Kain -pero he progresado un montón. He aprendido nuevas cosas, solo déjame intentarlo-

Naoko hizo una sonrisa cargada de una calidez única y asintió -está bien, solo quería evitarte el mal rato. No me gusta cuando te sientes triste-

-No me sentiré triste. Solo lo seguiré intentando hasta hacer que okaa-sama vea lo amplio, grande y colorido que es el mundo-

-Está bien, entonces, adelante-

Kain asintió y extendió su chakra similar a un manto que cubrió a Naoko.

-Kain ha mejorado mucho- dijo Naoko

-¿Lo puedes sentir okaa-sama?- preguntó Kain

-Sí, la última vez que Kain trato de ponerme en un genjutsu fue un sentimiento incomodo, como una corriente de aire frio. Se notaba demasiado. Pero ahora es como una corriente de aire tibio, suave, casi imperceptible. Solo me puedo dar cuenta porque estamos dentro de la casa y no debería haber corrientes-

Kain hizo una amplia sonrisa. Naoko lo desconocía, pero su percepción, incluso si era ciega, era muchas veces más intensa que la de las otras personas. Pero era un buen punto que le dio a Kain un objetivo para seguir mejorando su genjutsu. Si en el futuro podía hacer que su genjtusu fuera imperceptible para Naoko, habría alcanzado un nuevo nivel de habilidad.

Kain cerró los ojos y se concentró en generar una conexión con los sentidos de Naoko. Sin embargo, en vez de meterse en la conciencia de Naoko, decidió traerla a su propia conciencia. Dentro de la mente de Kain, aún estaban en el centro de su habitación. El espacio tenía 6 metros de largo por 5 metros de ancho, y una altura de 2,5 mts desde el piso de tatami hasta las vigas de color café oscuro que sostenían el techo. Al final de la habitación había una ventana corredera tradición, con cuadritos de papel por toda la superficie con vistas al patio del frontis. En la muralla de la izquierda había un armario, en donde Kain guardaba las ropas de dormir y el futon. A su lado había otro armario, en donde Kain guardaba sus haoris y kimonos. Del lado derecho de la habitación había un largo escritorio de madera clara y dura, con hermosas vetas barnizadas de un color natural. El escritorio tenía su propia silla, de esas que ocupaban los civiles, cuatro patas, alta y con respaldo. Al lado del escritorio había un estante, donde Kain guardaba sus libros y otros pergaminos; todas cosas que le daba Mito y Hashirama para que estudiara. Entre medio de los libros estaba el kunai que ocupaba para ir a su campo de prácticas subterráneo. Cabe decir que, en el estante, solo estaban las cosas normales, como la geografía y la historia del mundo. Libros de matemáticas y caligrafía. Las cosas importantes, como los libros de medicina, jutsus y sellos estaban dentro de los pergaminos que Kain tenía almacenados en su pergamino principal. El cual fue su primer pergamino grande que Hashirama le enseño a ordenar. Todavía recuerda lo que le dijo su tío "las vendas y medicinas son más importantes que las armas. El campo de batalla está lleno de estas últimas. En cambio, las primeras siempre escasean".

Kain apareció dentro del escenario de su mente, sentado en el centro de la habitación, sobre un cojín. Después, a un metro de él, apareció Naoko, con su largo cabello oscuro hasta las caderas, amarrado en la punta con una cinta de color purpura. Vestía un kimono negro para demostrar su luto y al igual que Kain, estaba sentada en un cojín.

Sin embargo, diferente de su usual expresión en calma, tenía los ojos abiertos, mostrando dos pupilas oscuras como dos aceitunas. Su boca estaba abierta tratando de gesticular una palabra.

-Kain ¿Qué es esto?- preguntó Naoko

Kain sonrió y abrió los ojos dentro del genjtusu -solo te muestro lo que veo- dijo