Mundo Shinobi - Chunin - 293

La comida entre Kain, Naomi, Rei y los kages se llevó a cabo con total tranquilidad. Estuvo la molesta mirada de los jounin que incomodo a todos en un principio, pero después de unos minutos, todo volvió a ser como en los días pasados, donde los kages conversaban de sus problemas, bebían y comían. Gengetsu siempre molestaba a todos con sus comentarios, pero tenía ese algo que dificultaba enojarse con él.

No obstante, una vez que la comida termino, Naomi y Okita entregaron un sobre café de tamaño carta a cada kage con la información de los proyectos que deseaban realizar. Dentro de los sobres iban las hojas que detallados costos, proyecciones al año y rentabilidad. Los kages miraron todo en silencio, acompañados de un vaso de vino, cerveza o en el caso de Kain, té verde. Todo estuvo tranquilo salvo por los molestos jounin, quienes trataban de espiar a los kages de otras villas, por si acaso les habían dado información privilegiada.

—No necesitan hacer eso— dijo Kain, dándose cuenta de algunos movimientos poco refinados, como crear una especie de ojo con chakra y colocarlo en el techo. Gracias a la luz de las ampolletas era difícil ver los ojos de chakra, pero para Kain era más claro que el día —todos poseen la misma información, así que les voy a pedir que dejen de realizar jutsus molestos y groseros. De lo contrario, los echare fuera de mi salón de té—

Los kages apartaron la mirada de los documentos y los jounin se pusieron nerviosos. Kain miró a los kages y ellos miraron a sus subordinados.

—Quédense tranquilos— dijo Onoki con los documentos en sus manos —los trajimos por si las cosas escalaban en la dirección errónea, pero a este paso, ustedes son los que van a llevar las cosas por el mal camino—

—Es verdad, idiotas— dijo Gengetsu mirando los documentos sobre la mesa, él los había colocado como si fueran cartas —déjense de espiar, no es como si las cosas fueran a quedar zanjadas de inmediato—

"A" miró a sus dos subordinados con la chaqueta táctica blanca de Kumo y les dijo —ustedes dos, salgan—

—¡Señor!— protesto uno con una katana colgando en su espalda —no lo podemos dejar solo—

—No te preocupes— intervino Kain –"A" es el único en esta mesa quien no necesita ayuda. Por otro lado, ustedes serían un estorbo en el mejor de los casos—

Eso llamo la atención de todos y molesto a Onoki, porque lo hacía ver como si él y el resto de los kages eran débiles, pero ya conocía a Kain. Sus palabras no serían en vano.

—Eeeeh— dijo Gengetsu, apartó su mirada de los papeles en la mesa y miró a Kain a los ojos —ya lo sabía, tienes una forma de discernir el potencial de otros. Eres un huevo interesante—

—Cállate, Gengetsu, no soy un pollo ni una serpiente para ser un huevo— respondió Kain —concéntrate en los documentos—

Gengetsu chasqueo la lengua y se concentró en los documentos —eso me pasa por ser considerado— murmuro

—Deberías hablar con más personas y darte cuenta de que tus comentarios, no son ningún alago—

—Cállate, idiota—

Los jounin de Kumo salieron a regañadientes del salón de té, mientras que el resto se mantuvo tranquilo y dejo de tratar de espiar. Los kages tenían sus propias apreciaciones con respecto a las palabras de Kain, no es como si fueran indiferentes, pero no sacaban nada de entrar en pánico. Lo único que pasaría es que demostrarían debilidad, lo cual sería considerado para las futuras negociaciones.

Una vez que ellos leyeron los documentos, miraron a Kain y él miró a Naomi sentada en un cojín a su derecha. Esta última llevo su mano a la boca y tosió, como para llamar la atención del resto de los shinobis.

—Como pudieron apreciar, las proporciones de lo que se puede realizar depende solo de ustedes o dicho de otra forma "ustedes tienen el kunai en la mano"— dijo Naomi en un tono de voz frio y sofisticado —con el paso del tiempo, la paz se va a tomar las calles y villas, ciudades y puertos, y el trabajo shinobi decaerá. Eso quiere decir que, en pocos años, una gran cantidad de los shinobis quedará sin trabajo y eso llevará a la corrupción y al crimen—

—¿El caso es?— preguntó Gengetsu

—El caso es que debemos crear una opción para los shinobis menos aventajados— respondió Naomi —en primer lugar, todo el sistema de misiones está asignado por la acreditación del shinobi. Lo cual es justo y nadie se puede quejar por ello. Sin embargo, "la mayor tasa de éxito"— guardo silencio por un segundo y pudo ver como todos parpadearon entendiendo que esa frase era una excusa —generara un resentimiento en los corazones de todos. Ya que "la mayor tasa de éxito" es una excusa de los grandes clanes o las personas en el poder para adjudicarse la mayor cantidad de misiones e ingresos posibles—

—¡Como te atreves, perra!— grito un de los shinobis de Kiri levantándose de su cojín.

No obstante, Gengetsu lo apunto con su mano derecha, con el dedo índice hacia adelante y el pulgar hacia arriba, como si fuera una pistola y le disparo una bala de agua, perforándole el brazo al instante. El shinobi de Kiri cayó al suelo, agarrándose el brazo y mirando hacia su mizukage con una mirada llena de confusión.

—Tú— dijo Gengetsu apuntando al otro shinobi de Kiri, casi al lado de su compañero abatido —llévatelo, no lo quiero ver—

—Pero señor— dijo el shinobi de Kiri con la herida en el brazo —esta mujer—

—Sí, lo sé, ella ofendió a los grandes clanes ¿Y eso qué? ¿Te olvidas de quién soy? Soy Gengetsu Hozuki, patriarca del clan Hozuki y tu Mizukage. También me molesta que hablen mal de mi clan, pero no es motivo suficiente para alterarse. Ahora, fuera—

Hiruzen, sentado al lado de Onoki, miró hacia atrás y vio a sus dos viejos amigos y ex compañeros de equipo —Homura— dijo —por favor lleva a los shinobis de Kiri a la enfermería—

—Sí, Hokage-sama— respondió Homura sentado al lado de Koharu, se puso de pie y acompaño a los shinobis de Kiri a la salida.

—Naomi, continua— dijo Kain

Naomi asintió y continuo —como iba diciendo, "la mayor tasa de éxito" es una excusa de los grandes clanes o las personas en el poder para adjudicarse la mayor cantidad de misiones e ingresos posibles. Esto limita a la mayor parte de la población shinobi—

—En ese caso ¿Esto será una opción?— intercedió Shamon, picoteando los documentos sobre la mesa con el dedo índice.

—Así es— respondió Naomi —esto es algo para los menos aventajados, ya que generara un ingreso diario similar al de una misión genin y podrán mantener su alimentación—

—Dudo que lo vayan a aceptar— dijo Gengetsu con una sonrisa incomoda —los shinobis son orgullosos—

—La necesidad tiene cara de hereje— intercedió Kain —cuando lleguen los malos tiempos y los más fuertes estén asegurando a sus familias o clanes, los más débiles tendrán que tomar lo que este a mano. No es una solución definitiva, pero disminuirá al mínimo la tasa de traidores y que después se unirán a la larga fila de shinobis renegados— miró a Onoki y le dijo —tengo entendido que la cantidad de shinobis que tratan de hacer tratos por su cuenta o cohesionar a los pueblos por recursos, se disparó en tu nación—

Onoki frunció el ceño, agacho la mirada, pero no respondió.

—Bueno, lo importante aquí es que esta es una buena opción— dijo Kain —generará recursos para la nación, enriquecerá la economía y le dará otra opción a los shinobis—

—Ok, supongamos que te creo— respondió Gengetsu —¿Qué ganas tú?—

—Gano, dinero que bajo las leyes de sus países tendrá que pagar impuestos. Ustedes también ganaran dinero como villas, pero la diferencia de ustedes es que son parte de la nación. Yo seré reducido a un simple comerciante y me trataran de quitar hasta lo que no he ganado—

—Sí, sí, claro— respondió Gengetsu con una sonrisa que se fue apagando hasta dejar un rostro serio —¿Cuál es tu objetivo?—

Kain miró a los cinco kages viendo la desconfianza en su mirada, incluso en Hiruzen (cosa que le dolió por dentro). Sin embargo, Kain tomo una profunda respiración y respondió —la paz. La paz que tanto añoraba mi tío. La paz que tan lejana veía Tobirama. La paz que los ancianos sabios de mi villa ven tan lejana. Me duele pensar en las palabras de una de las personas que más estimo— dijo pensando en el viejo Orochi —pero él dijo "faltan por lo menos cincuenta años para que el mundo alcance la paz". Eso, en cierto sentido, es descorazonador—

—Kain, aquí dice que tú pondrás el 60% de la inversión, pero ¿Cuánto es eso?— preguntó Shamon

Kain sonrió de forma suave y tranquila —Naomi lo dijo "ustedes tienen el kunai en la mano". Ustedes pueden decir hasta donde llegamos. Dijimos que un 60% de la inversión seria mía y un 30% de ustedes como villa. En ese caso, yo invertiré el doble de lo que ustedes lleguen a invertir. Si solo quieren poner 1 ryo en la mesa, yo pondré 2 ryos en la mesa. Y así sucesivamente—

"A" miró a Hiruzen, sentado en diagonal hacia la izquierda de donde él estaba —Hokage-dono ¿Konoha respalda esta idea?— preguntó

—Esta idea es de Kain, yo, al igual que ustedes, estoy aprendiendo cuáles son sus aspiraciones— respondió Hiruzen con seriedad

—En ese caso, tu propuesta tiene menos peso que una pluma— dijo Gengetsu colocando los codos sobre la mesa y entrelazando sus dedos

—¿De qué hablas, idiota?— respondió Kain con una sonrisa, cerró sus parpados y los abrió para mostrar los iris rojos con tres matagamas unidos, formando un círculo —yo soy el aval y mayor peso en esta apuesta. Yo protejo este trato con mi propio nombre, recursos y fuerza—

Esto puso a todo el mundo en un estado de alerta. Onoki y "A" se levantaron de sus cojines, lo mismo que Gengetsu y Shamon.

Kain soltó una risita y cerró sus ojos, para luego abrirlos y mostrar sus ojos azules —no tienen para que asustarse. Ustedes preguntaron "¿Quién respaldaba mi propuesta?". Y por supuesto, soy yo mismo. Ahora díganme ¿Qué tal les parece?—