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Suerte y perseverancia

Pequeña aclaración: Cada volumen es independiente del otro. Sigue su propia línea de historia y no se ve afectado por los volúmenes anteriores. Bueno, salvo por algún poder o habilidad que se viene arrastrando por el conocimiento y la personalidad del protagonista que va evolucionando. Volumen 1 Cross over entre nasuverso y Madam ou no Vanadis Volumen 2 viaje por Juego de Tronos, Señor de los anillos y Dark Soul 3 Volumen 3 Mushoku Tensei y Danmachi. Volumen 4 Naruto y muchos otros. -o- Kain, antiguo vástago del equilibrio. Renació en el mundo de Fate y vivió durante varios siglos. Sin embargo, al encontrarse con su viejo enemigo, el dios Hilden, lucho y perdió. Ahora su alma viaja a través del multiverso buscando el poder y la forma de volver a aquel mundo por la venganza. -o- Reglas del juego: 1.- No hay power up indiscriminados 2.- Todo se estudia y se gana hasta dominarlo 3.- El alma influye sobre el cuerpo, por ende, el cabello y los ojos siempre serán los mismo (ojos color lazuli y pelo blanco). 4.-La fuerza es proporcional al conocimiento adquirido, la técnica y la fuerza del alma. 5.- El nivel del mundo es proporcional al alma. Eso quiere decir que si el alma del protagonista es fuerte, irá a un mundo de mayor nivel.

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Mundo Shinobi - Chunin - 273

Después del almuerzo, Kain y Kaoru tomaron a Nagisa y Kiyomi al patio trasero para entrenarlas. Las hermanas se pararon delante de Kain mientras él les explicaba en que consistiría el entrenamiento. Primero estaba Nagisa, quien asentía todo lo que Kain le decía de forma obediente. Lo que más resaltaba en su persona era el cabello de color naranja y sus grandes ojos inocentes. Ella tenía la misma edad de Kain y Kaoru, pero era demasiado tímida como para mirarlos como sus iguales.

Por otro lado, estaba Kiyomi, la hermana menor con solo ocho años. Su vibrante cabello rojo igual al de su madre la hacía resaltar desde la distancia mientras sus ojos tenían un brillo astuto. Ella solo miraba a Kain en completo silencio mientras analizaba sus expresiones y estado de ánimo.

Al mismo tiempo, Mito, Nawaki y Rei los siguieron para mirar lo que hacían y se sentaron en el borde del pasillo techado que pasaba por detrás de la casa. Mito sostenía a Nawaki quien miraba con altas expectativas a los niños grandes. Por otro lado, Rei se sentó a la izquierda de Mito y Nawaki, con las piernas semi inclinadas y las manos sobre su regazo, en una postura elegante. Su hermoso cabello castaño enmarcaba su rostro mientras sus ojos azules miraban a Kain.

Kain termino su explicación y miró a Kaoru, quien estaba de pie a su derecha —¿Puedes ayudar a Kiyomi-chan?—

—No hay problema, Kain-sama— dijo Kaoru con una gran sonrisa. Después miró a la pequeña Kiyomi y le dijo —ten cuidado Kiyomi-chan, Kaoru es una sensei muy estricta—

—Está bien, Kaoru—nee es muy linda, seguro que ella será linda con Kiyomi— respondió Kiyomi conduciendo el comportamiento de Kaoru. Sin embargo, lo que ella no sabía era que Kaoru se tomaba en serio los entrenamientos y las palabras astutas no servían con ella.

—Kaoru— añadió Kain un poco preocupado por Kiyomi —trata de tomártelo con calma ¿Entendido? Imagina que luchas con un niño al que no conoces—

—Mmm, entiendo Kain-sama— dijo Kaoru entendiendo el trasfondo de las palabras. Después de todo, cuando ella era pequeña se emocionaba luchando con Kain solo porque se conocían y eran buenos amigos, mientras que ella era suave con los niños a los que no conocía por miedo a lastimarlos. No era su culpa que los demás sean tan débiles, pensaba Kaoru.

De esa manera, Kaoru tomo a Kiyomi y se alejaron al otro extremo de patio, dejando a Kain y Nagisa solos.

—La próxima semana son los exámenes chunin ¿Segura que lo quieres hacer?— preguntó Kain

—Mooo— dijo Nagisa frunciendo el ceño —sensei ya me preguntó eso muchas veces. Estoy segura de que quiero participar—

Kain sonrió ante ese rostro enfadado enmarcado por mechones naranja de corte liso hasta los hombros. Nagisa utilizaba un broche para echarse el flequillo de la frente hacia los lados. Todo en ella se veía demasiado indefenso, así que Kain no podía dejar de preguntarse si esto estaba bien. Después de todo, ella iba a luchar contra otros genin de otras villas que venían con la intención de dejar a sus villas como la más fuerte.

—Bien, luchemos— respondió Kain —utilizaras el estilo especial que creamos para estas oportunidades. Quiero que ganes, pero que no hagas más enemigos de los necesarios—

Nagisa asintió, dio un salto hacia atrás y tomo una postura defensiva con los brazos apuntando hacia adelante y las manos abiertas. Kain asintió y Nagisa se lanzó de frente, una vez que llego delante de Kain, lanzó una palmada a la cara, similar a como lo harían los Hyuga, pero en lugar de imbuir su palma con chakra, ella canalizo chakra del alma. En lugar de golpear, ella buscaba dejar un sello sobre el oponente.

Kain vio la palma dirigirse a su rostro y vio como el chakra, más fuerte y vigoroso que el de un shinobi normal se manifestaba. Si eso llegaba a conectar en su rostro hubiera bloqueado los músculos y nervios, dejándolo con parálisis facial y ceguera momentánea. Algo que en un combate de vida o muerte sería fatal. No obstante, Kain solo movió su rostro hacia un lado y la palma paso rosando su mejilla. Sin embargo, ese roce fue suficiente para que el lado izquierdo de su rostro se paralizara.

Al mismo tiempo, al ver que su ataque tuvo éxito, Nagisa siguió con un segundo golpe al estómago, pero Kain se movió más rápido esta vez, deslizando su cuerpo hacia un lado y esquivando, para después castigar con una fuerte palmada en la mano. El golpe se escuchó fuerte y sonoro y Nagisa reacciono dando un salto hacia atrás.

—Te he dicho que no seas codiciosa— dijo Kain gesticulando con la mitad derecha de sus labios mientras el otro lado de su rostro estaba paralizado y aparecía un largo sello con forma de cruz dentro de un círculo —quieres vencer, pero también sobrevivir. Si te desesperas por vencer a tu oponente en un solo movimiento, puedes perder la vida—

Nagisa se sujetaba el antebrazo rojo por el golpe con su otra mano y lo apegaba a su pecho. Eso le dolió bastante, pero ella no era la misma de antes. Ahora era fuerte, ahora podía luchar —lo siento, sensei— dijo con una expresión firme —no volverá a pasar—

Kain se llevó la mano izquierda a la mejilla donde estaba el sello con forma de una cruz dentro de un círculo. Canalizo chakra del alma y anulo el sello sin ninguna dificultad —si lo entiendes, está bien— respondió hablando con normalidad —continuemos—

Una vez más Nagisa tomo su postura de combate y miró a Kain con determinación. Entonces se lanzó de frente y continúo lanzando palmadas al cuerpo y extremidades. Allá donde ella golpeaba, el musculo quedaba paralizado y Kain ya no podía utilizar esa parte de su cuerpo. Lo más incómodo era en las extremidades, ya que perdías de un golpe la funcionalidad. Eso te impedía defenderte y moverte con naturalidad, sintiendo que ahora tenías un peso muerto en tu cuerpo.

La técnica de combate la ideo Kain especialmente pensada en Nagisa, quien tenía un corazón demasiado amable y no la veía con el valor de quitarle la vida a alguien. Al menos, de momento. A lo mejor en el futuro se enfrenta a ciertas circunstancias que la capacitan para matar, pero por ahora ella era incapaz de llegar a herir a sus propios compañeros. Así de grave era la situación, así que Kain le enseño a realizar rápidos sellos a través de golpes que inutilizan los músculos del cuerpo y sus funciones. Esto quiere decir que dependiendo de donde golpee, la persona podía quedar momentáneamente ciega o sorda.

La lucha continúo con Nagisa lanzando golpes uno detrás de otro y Kain esquivando y castigando cuando ella se descuidaba. Después de media hora, Nagisa estaba completamente empapada en sudor, pero la gran vitalidad Uzumaki le ayudaba a resistir la lucha. Cualquier otra persona ya hubiera caído rendida, pero ella no, no podía fallarse a sí misma ni a sus amigos. Iban a realizar el examen chunin y se iban a graduar de forma satisfactoria.

—Sensei— dijo Nagisa dando un salto hacia atrás y retomando su postura de combate. Su rostro estaba cubierto de sudor y su pecho subía y bajaba tratando de recuperar el aliento —quiero intentarlo—

—¿Estas seguras?— preguntó Kain entrecerrando los ojos

Nagisa asintió y Kain respondió de la misma manera. Nagisa llevó su mano derecha a la mochililla que llevaba detrás de su espalda, a la altura de la cadera y saco cinco papeles de sello. Ella realizo una seguidilla de sellos con su mano izquierda mientras que con su mano derecha llevaba chakra del alma a los papeles. Ella termino de realizar el décimo sello de mano y en el interior de los papeles en su mano derecha, aparecieron sellos con forma de un gran magatama. Una vez preparada, ella coloco los sellos sobre sus extremidades y su pecho.

Entonces Nagisa junto sus manos y grito a viva voz —Kai— no hubo ningún cambio visible a simple vista, pero Nagisa por dentro lo pudo sentir. La sensación del aire se volvió más clara como si fuera una tela áspera que pasaba por sus mejillas mientras los sonidos se volvieron más nitidos. Ella pudo escuchar a Nawaki a veinte metros de distancia preguntar lo que ella estaba haciendo como si lo tuviera en su oreja. También pudo escuchar las pisadas de su hermana corriendo por su vida mientras Kaoru la perseguía por el bosque, a treinta metros de distancia. Podía escuchar muy fuerte los latidos de su propio corazón y los del propio Kain. Ella sonrió, porque el corazón de Kain siempre latía con tanta tranquilidad como si marcara un ritmo suave y constante. Parecía que nada lo podía alterar, pensó Nagisa.

—Aquí voy, sensei— dijo Nagisa retomando su postura de combate mientras sentía como su chakra era consumido a una gran velocidad

—Claro, ven con todo— dijo Kain con una gran sonrisa en los labios. Solo sería durante un minuto, pero durante ese minuto, ella podría saber dónde estaba todo a su alrededor.

Nagisa se lanzó de frente pronunciando un grito de guerra y cuando llegó delante de Kain, se dio la vuelta y lanzó una patada a la cara. Kain esquivo hacia un lado, lanzó un golpe al estómago, pero Nagisa a gran velocidad, retrajo su pierna y saltó hacia un lado. Ella evito el golpe por un pequeño margen, pero no se detuvo y volvió a saltar hacia adelante, lanzó otra patada alta y Kain de nuevo la evito. Sin embargo, a cada segundo, Nagisa se acostumbraba a sus sentidos y se volvía más rápida en sus ataques y esquives. Ella continuo con puñetazos a la cara mientras esquivaba los golpes de Kain, que por lo usual no podría hacer frente. Sin embargo, podía sentir como el puño cortaba el aire y el calor de la piel pasaba cerca de su rostro casi quemando sus mejillas. Era doloroso con sus sentidos aumentados, pero ella continúo evitando los ataques y lanzando los propios. Ella lo podía hacer, se dijo y en un último intento avanzó de frente, Kain la recibió con un puñetazo y ella se agacho, giro y lanzó una patada alta. Kain apenas si vio una mancha dirigida a su rostro y después el roce sobre su mejilla izquierda. Eso lo dejo bastante impresionado, pero al instante siguiente, Nagisa con su pierna elevada a solo unos centímetros de él, cayó de espaldas e inconsciente.

Kain miró a Nagisa acostada en el suelo y pálida por el agotamiento. Negó con la cabeza y preguntó —¿Qué paso con lo que te dije de no desesperarse por una victoria momentánea?—

No obstante, Nagisa estaba fuera de combate y no podría responder al regaño hasta que se despertara mañana por la mañana.

Esta técnica de sellado nació gracias a Mito. Un día vinieron Tsunade, Nagisa y Kiyomi preguntando qué era un shinobi sensor. Por supuesto, Mito le explico lo que conoce la mayoría de la gente, pero ahí salió Kain a contradecirla. Le valió un coscorrón meter sus narices en donde no lo llamaron, pero Kain tenía que poner las cosas en su lugar. No era lo mismo ser un shinobi sensor que un shinobi con jutsus o habilidades de sensor.

Kain les explico que había una escasa, casi inexistente, cantidad de personas que nacían con la capacidad de percibir lo que había a su alrededor. Y otras personas que entrenaban su cuerpo a través de técnicas y jutsus para saber lo que había a su alrededor. Una era una habilidad innata y la otra era una habilidad que necesitaba ser activada y requería chakra.

De toda esa conversación, Nagisa saco sus propias ideas y empezó a experimentar con sellos de todo tipo hasta que logro alcanzar lo que buscaba. Volverse un shinobi sensor por unos segundos sacrificando una gran cantidad de chakra en el proceso. Considerando que ella era Uzumaki, implicaba una enorme cantidad de chakra.