Capítulo 78 - El método Dragonroad

Después de pasar un día más con Elías y conocer sus invenciones, Kain dejo Lapan y se fue a Asura. Para ser más específicos a la ciudad de Ars. La cual seguía teniendo una gran vitalidad dentro del continente central. Kain llego a su antigua casa en el distrito comercial. Podría haber ido a la antigua mansión de los Purplehorse, pero quedaba muy lejos de su destino.

Cuando llego a la vieja casa del distrito comercial, la encontró sucia. Parece que había estado deshabitada durante muchos años. Bueno, no se pueden culpar a nadie, la tienda de joyas Dragonroad ya no caería en este pequeño edificio. Ahora eran los numero uno del mundo. Pero dejando eso de lado, todo estaba lleno de polvo, telarañas, arañas y ratones. Los pequeños visitantes se anidaban a donde pudieran. Dentro de barriles de madera, cajas y ropa que habían dejado botada. Kain trato de salir lo más rápido posible y salió a la calle. La antigua joyería Dragonroad era el único edificio que no había cambiado. Seguía teniendo un escaparate antiguo con un cristal sucio y marcos de madera con la pintura pelada. Los demás edificios eran nuevos, con fachadas recién pintadas y de cuatro o cinco pisos. El pequeño paseo comercial de antaño, ahora era un conjunto de tiendas bajo techo.

Kain negó con su cabeza, sintiéndose aun mas viejo y se dio la vuelta para irse con dirección al castillo.

Después de una hora de caminata, Kain llego a la entrada del castillo. Los guardias hoy en día no ocupaban armaduras ni eran discípulos del dios del agua. El area marcial era una de tantas disciplinas que tenían que manejar, pero ahora su arma principal era una pequeña ballesta con dardos de repetición. Un artilugio que te podría dar la ventaja sobre un santo de cualquier estilo, sin necesidad de saber ningún tipo de arte marcial. Por otro lado, los guardias vestían armaduras de placas de acero reforzado con una superficie plástica y de muy bajo peso. Parecía que anduvieran todo el día blindados.

-¡Alto!- dijo una jovencita de cabello oscuro, portaba una tabla con papeles y una pluma para tomar nota. Al parecer era la novata del grupo. Dos de sus cinco compañeros la acompañaban en custodiar la entrada mientras que el resto estaban sentados en una especie de caseta de seguridad. Unos cinco metros más allá.

-Buenos días, señorita- dijo Kain en un tono respetuoso

-Buenos días, señor- respondió la joven -puede facilitarme sus documentos y la intención de su visita-

-Vengo a ver a Ars Dradgonroad-

La joven frunció el ceño y le dijo -primero deme sus credenciales, por favor-

-Muchacha, soy el padre de Ars Dragonroad-

-Lo siento señor, pero si quiere pasar tiene que mostrar sus papeles-

-Ok- dijo Kain sonriendo mientras miraba como la muchacha ponía un rostro serió. El resto de sus compañeros en la caseta de seguridad estaban muertos de la risa.

Al poco tiempo, uno de sus compañeros veteranos salió corriendo de la caseta y dijo -oficial Lucia. Él de verdad es el padre del anterior rey-

La muchacha Lucia abrió los ojos grandes, llenos de incredulidad y miró a Kain, el cual sonreía y le mostraba en su mano derecha una pequeña tarjeta con su información.

-No se preocupe oficial- dijo Kain entregándole su tarjeta -usted esta cumpliendo con su deber. Solo tenga cuidado de los perros nobles, son gente que no entiende de razones-

-G-g-racias señor- dijo Lucia temblando

Después de eso, Kain entro surcando los antiguos pasillos del castillo. Llego al patio de entrenamiento, ubicado casi en el centro del casillo y ahí encontró lo que estaba buscando. Ars estaba parado en un cuadrilátero mientras dos niños de seis años se miraban uno al otro cubiertos por una gruesa armadura plástica y sosteniendo espadas de madera. Al lado de los muchachos, a unos cinco metros de distancia, había un sillón y allí estaba sentada una anciana de sonrisa amable. Ariel, la anterior reina de Asura, vigilaba con afable mirada como sus nietos interactuaban.

-Muy bien, mocosos- dijo Ars con una sonrisa burlona -peleen-

Los dos niños se lanzaron golpes dando un grito colérico y se dieron con todas sus fuerzas. Fue un combate torpe, por decirlo menos, pero parece que realmente se detestaban el uno al otro. Todo el tiempo trataban de golpear al otro en la cabeza. No obstante, gracias a la armadura protectora, no se hirieron de gravedad. Kain se apoyo en uno de los pilares mientras miraba el breve intercambio de golpes. Al final, después de su treintavo golpe, ambos niños jadeaban y les costaba mover la espada de madera. Al final se cayeron de espaldas sobre el suelo y quedaron mirando al cielo mientras jadeaban.

Kain negó un poco divertido y un poco preocupado. Camino hasta el cuadrilátero, pero un grupo de guardias le corto el paso.

-No puedes pasar- dijo un muchacho que llevaba una armadura de caballero. Algo que hoy en día solo ocupaban los nobles como modo de determinar su estatus.

A Kain se le hizo conocido su rostro, parecía mucho menos gordo, pero conservaba las mismas facciones del primer ministro Darius.

-Hola- dijo Kain

-Te he dicho que no puedes pasar- insistió el muchacho de pelo castaño claro

-Y yo te he dicho hola, ¿Qué acaso la nobleza no recibe la educación necesaria como para que no le corten la cabeza?-

-¿Cómo osas? ¿sabes quien es mi tío?-

-¿Y tu sabes quien hacia mearse a tu abuelo en sus pantalones?-

-Padre- dijo Ars desde el cuadrilátero, miró con cierto disgusto a joven descendiente de Darius y le dijo -Hans, vete de aquí. Eres hijo de un conde, pero eso no te da derecho a faltarle el respeto a mi padre-

-Señor, yo estoy aquí por orden del marques- se defendió Hans

-Ja, solo estas aquí para ver como va la rivalidad de estos niños y ver a quien puedes manipular. Vete-

Hans se fue mirando con disgusto a Ars mientras otros dos caballeros lo seguían. Por otro lado, otros diez caballeros quedaron mirando a Kain con cierta animosidad. Kain solo sonrió e hizo resonar su mana con la tierra. Todo el castillo se remeció durante diez segundos. Los niños que estaban en el suelo gritaron y se abrazaron el uno al otro. Mientras que los caballeros se afirmaron de los pilares al mismo tiempo que miraban a Kain con incredulidad.

Una vez que seso la pequeña jugarreta de Kain, Ariel sentada en su sillón, dijo -como siempre, la fuerza de su excelencia sigue sorprendiéndonos a todos-

-Niña- dijo Kain mientras se acercaba -eres mi nuera, deberías llamarme al menos suegro o padre, esa manía tuya-

Ariel a pesar de estar vieja, se tapo la boca en un gesto coqueto y se rio con una melodiosa voz -mas que ser el progenitor de mi amado- dijo -usted fue el primero que se preocupo por mi, eso no se me a olvidado-

-Así parece- respondió Kain llegando frente a la anciana y besándola en la frente. Kain la inspecciono. Lo más probable es que no le quede más de un año, dos a lo sumo.

Después de eso, Kain fue hasta el cuadrilátero y miró a los dos engendros que antes estaban luchando -¿Qué pasa con ellos?- pregunto

-El sangre Dragonroad corre por sus venas- dijo Ars con una sonrisa cargada de nostalgia -no se pueden ver el uno al otro-

Kain se rio de buena gana y le dio unas palmadas en el hombro izquierdo -ya sabes que hacer- dijo

-Sí- respondió Ars con un rostro cansado -de lo contrario en el futuro se mataran el uno al otro-

-Sí intervienes ahora, evitaras que se anden lanzando cuchillos-

Ars sonrió avergonzado.

-o-

Después de que los dos rufianes se calmaron y recuperaron sus energía. Kain, Elías y Ariel fueron a la torre en donde estos últimos vivían. Era la misma torre en la que Ariel vivió antes de ser exiliada, la única diferencia es que ahora había una plataforma de elevación que los llevaba a su cuarto. De lo contrario, Ars tendría que cargar a Ariel por las escaleras.

Una vez que llegaron a la habitación, invitaron a Kain a sentarse en los sillones de la sala de estar y tomaron el té.

-Viejo- dijo Ars -¿A que vienes?-

-A despedirme, me iré de viaje por un tiempo-

-Vas a ir adonde vivía la amiga de mamá-

-¿Te acuerdas?-

-Muy poco, solo la visión borrosa de un pelo aun mas rojizo que el de mi madre. Cuando era niño le pregunte mamá, pero ella solo me dijo que era un lugar lejano-

-Sí, voy a ir a ver a unos viejos amigos, pero no te preocupes, volveré cuando sea necesario-

Ars puso una cara sería y le respondió -no te demores mucho-

-Por supuesto muchacho, no me perdería algo tan emocionante. El viejo Xiao me dijo que habría un desafío a mi nivel-

Ars se puso pálido y Ariel que estaba bebiendo el té, comenzó a toser.

-Así que prepárense- continuo Kain -si la familia real de Asura quiere persistir en el tiempo, tienen que volverse fuerte-

-Sí, viejo- dijo Ars asintiendo con seriedad