Capítulo 52 - Problemas domésticos

Kain estaba disfrutando de su tiempo con Elinalize. Ya sabía él que su madre pronto partiría, así que tenía que conversar todo lo que se le ocurriera antes de que ella se fuera. No obstante, fue difícil al mismo tiempo, ya que Elinalize le dio prioridad a sus nietos. Los tres grandes le comentaron de "los malos tratos que les daba Kain", así que fue reprendido. Gracias a dios no le contaron como fue su primera incursión en el bosque. De lo contrario, hubieran visto como su padre era golpeado hasta el cansancio. Pasados una semana y después de varios intentos, por fin Elinalize decidió despegarse de sus nietos. Le dio una oportunidad a Kain y salieron a comer. Caminaron por la ciudad, hablaron de diferentes cosas, comentaron el estado de las cosas y como estaba la hija de Rawls, Sylphiette. Kain tuvo que prometerle a Elinalize que la llevaría para que la viera. Después de eso, con el sol a sus espaldas, hicieron su camino a pie hasta la casa y se toparon con una pequeña sorpresa. Kain sintió que esto era un pequeño dejavú, a lo mejor algún gesto racial o una manía de familia. Hace años, cuando Therese era una joven en crecimiento, la encontró en la misma posición, vistiendo el mismo tipo de vestido blanco con un delantal azul.

Kain se acercó a la niña de unos cuatro años, la cual estaba sentada en la cuneta al frente de su casa y llorando -¿Qué pasa Nord?- pregunto.

Nord levanto su pequeña rostro y lo miró con sus grandes ojos esmeralda -tío orejas- dijo y estiro sus pequeñas manos para que la tomaran en brazos.

Kain lo hizo y la niña lo abrazo mientras lloraba de pena. Kain no sabía que le pasaba, pero pensó que a lo mejor fue por estar tanto tiempo alejada de su padre. Ya llevaba varios meses viviendo con su abuela.

Ya cuando Nord se tranquilizó, y su llanto era la combinación de una prolongado "u" y suspiros. Kain le volvió a preguntar mientras le acariciaba la nuca -¿Qué pasó?-

Nord entre suspiros y lágrimas le dijo -la abuela es mala. Todo le parece mal-

Kain asintió y la abrazo contra su pecho mientras Nord lloraba. Kain solo pudo suspirar y poner un rostro incómodo. Esta canción ya la conocía. Cuando era más joven, Therese se quejó de lo mismo. Al parecer algunas cosas no cambian.

-¿Quién es esta pequeña, Kain?- pregunto Elinalize a su lado

-Es la hija de Paul. Como te habrá contado Therese, la esposa de Paul es su hermana y esta niña es su sobrina, y cómo está muy pequeña para que ande en un galpón, la llevamos con su abuela- Kain apunto a la mansión de al lado -ella vive ahí. No es una mala persona, Catalina la adora, pero digamos que la mujer es un poco exigente-

Elinalize asintió y Kain dijo en un tono suave -no llores, Nord. Le diré a la abuela que ahora aprenderás con tus otros primos. Aquí tienes a Kain, Charles y Ralkan. También están mis otros hijos. Te divertirás un montón-

Nord levanto su rostro y le pregunto con una carita de pena y un labio inferior estirado haciendo un puchero -¿De verdad?-

-La verdad, verdadera. Así que no llores más. Por otro lado, no te enojes con tu abuela. Ella solo quiere lo mejor para ti-

-Pero ella es mala- dijo Nord con cierto disgusto -ella no me quiere-

-No es así, ella te quiere, por eso te enseña un montón de cosas difíciles. Eso es parte de crecer-

Cómo Nord no estaba de acuerdo, apretó su ceño con un claro disgusto y le dijo -ya no te quiero- se abrazó al cuello de Kain y escondió su rostro. Kain solo pudo sonreír y pasarle la palma por su pequeña espalda. Ya estaba acostumbrado a pequeñas princesas caprichosas. En su casa tenía a dos. Tres si contaba a Silvia y ahora cuatro con Nord.

-Entremos, Ma- dijo Kain y Elinalize asintió, después caminaron con dirección a la casa.

Por su parte, sin levantar su cara y aun molesta, Nord le dijo a Kain -tío orejas-

Kain avanzaba con la pequeña en sus brazos y le contesto en un tono suave -¿Qué pasa?-

-Quiero ver a mi papá-

-Déjamelo a mí, mañana es domingo. ¿Qué te parece mañana?-

Nord asintió y levanto su cara para darle un beso en la mejilla. Después lo volvió a abrazar del cuello y escondió su cara otra vez. Kain solo pudo sonreír. Después de eso, entraron a la mansión y bajo a Nord en la entrada. La niña con un efecto reflejo, se ganó cerca de la pierna izquierda y le tomo la mano. Al rato después de caminar un par de pasos, desde la sala de estar, salieron tres hermosas niñas. Por alguna razón, iban las tres vestidas con una toga igual que Sylvaril, pero Sakura e Ivania llevaban unas alas de tela en sus espaldas. Silvia por su parte parecía complacida al verlas así. Venía esgrimiendo una gran sonrisa.

-¿Quién es ella padre?- pregunto Sakura con un acento pomposo. Kain no sabe a quién se lo copia, pero ahí está.

-Ella es la sobrina de tu mami Therese-

Eso llamo la atención de las niñas. Se acercaron como abejas a la miel y la quedaron mirando. Nord se puso tímida y miro el oscuro cabello de Sakura. Nunca había visto un cabello tan negro. No obstante, Sakura puso una cara llena de confianza y le dijo -mucho gusto, soy Sakura-

-Yo soy Ivania- dijo la niña de al lado. Eran casi iguales, salvo que ella tenía el cabello rubio

-Soy Silvia- dijo la niña del hermoso cabello blanco y las alas de ángel.

-soy nord- se presentó con una voz pequeña y tímida. Escondía parte de su rostro detrás de la pierna izquierda de Kain.

-Nord- le dijo Sakura con total confianza -ven conmigo- extendió su mano -tengo algunas cosas que te van a gustar-. Pero Nord negó, aunque no le quitaba los ojos al cabello oscuro. Sakura insistió -tengo galletas con chocolate y leche chocolatada-

-¿Qué es eso?-

-Es algo que vas a amar- dijo Sakura y Silvia e Ivania asintieron con una gran sonrisa. Kain las escucho y solo pudo suspirar. Lo más probable es que volvieron a delinquir.

-Ve a jugar con tus primas- dijo Kain -yo voy a ir a hablar con tu papá, para que mañana se reúnan y pasen todo el día juntos-

Nord asintió con cierta reticencia, pero al final, igual tomo la mano de Sakura e Ivania. Después de eso, las cuatro se fueron a la sala de estar.

Kain miro a Elinalize y le dijo -voy a salir, Ma. Vuelvo en una hora o dos-

-Bueno, bebé. Cuídate-

-Sí, Ma-

-o-

Kain tomo un carruaje y se bajó unas dos cuadras antes de llegar a los galpones. Pago la tarifa y se quedó en la acera. No porque no supiera a donde se dirigía, sino porque algo extraño estaba pasando en los alrededores. Se escuchaban estruendos como de muros reventados, golpes secos y pequeños temblores en la tierra. Incluso a lo lejos se escuchaba un griterío de varias personas. Kain camino en la dirección y vio a cinco caballeros de Millis y algunos aventureros tratando de atrapar a un mocoso. No era demasiado alto, vestía con una abrigo de color plomo y unas bermudas que le llegaban hasta las rodillas. No obstante, lo que llamaba la atención era el calzón que llevaba en la cara. Lo otro que era raro era la serie de magias no letales que lanzaba sin emitir ningún canto. Primero convertía el suelo en arena y después les lanzaba bolas de agua. Los caballeros nunca lo atrapaban, corrían, eran golpeados por las proyectiles de agua, se hundían en la arena y volvían a retomar la cacería. Una vez que otros refugiados lo comenzaron a perseguir se le hizo más difícil, pero aún no lo atrapaban. Kain se divertía mirándolos. Entre correr y pelear, habrán avanzado unos doscientos metros. No obstante, el pequeño rufián utilizo magia de aire y salto para alcanzar los techos. Corrió con dirección al centro y se perdió de la vista de todos. Kain avanzo por la calle y detuvo a Vella, ayudante (y postulante al cargo de esposa de Paul).

-¿Qué paso, Vella?- pregunto Kain

La chica del bikini armadura estaba agitada, sus pomelos subían y bajaban en el desenfreno del momento -un pervertido- dijo -ataco una de nuestras bodegas-

Kain negó con la cabeza -¿y tú marid…, perdón, y tu capitán?-

Vella se puso más roja que cuando perseguía al pervertido y mirando la sonrisa burlesca de Kain, sabía que la estaba molestando. Puso mala cara y le contesto -ya lo fueron a buscar. Mala suerte para el pervertido, se dirigió justo a él. Cuando lo encuentre el capitán le dará su merecido-

-Bien, ojala lo soluciones. Una cosa más, si no zanjas luego ese tema, todo quedara en nada. Podrás perseguir a ese tipo hasta el final del mundo, pero nunca responderá a tus sentimientos-

-Eso no es de su incumbencia-

-Solo lo digo porque eres una chica bonita y joven que está ocupando su tiempo para perseguir a un viejo borracho-

Kain levanto los hombros con indiferencia y siguió caminando en la dirección del pervertido. Vella se quedó mirando a Kain y lo siguió, después de todo, tenía que ir a ver a su capitán.

-o-

Cuando Kain llego a una gran plaza se encontró con un espectáculo poco usual. El capitán de los refugiados estaba blandiendo su espada en lugar de una botella. De eso había pasado tiempo, pero como dicen, es algo que nunca se olvida. Con la destreza de un guerrero de nivel avanzado, Paul persiguió al pervertido. Lanzaba cortes en vertical y horizontal uno tras de otro, se movía con rapidez evitando las balas de agua y las trampas de arena. No obstante, de alguna forma el pervertido lo podía evitar y mantener a raya. Así paso durante un tiempo, hasta cuando Kain se cansó del juego del gato y el ratón y dio un paso al frente. Paul alcanzo al pervertido, lo tacleo, lo lanzo al piso y lo desenmascaro. Kain no pudo escuchar lo que dijo Paul, pero por su cara, pudo decir que Paul estaba en completo shock. Por su parte, Kain detuvo sus pasos y los miró desde una distancia de diez metros. Paul se apartó del muchacho, que en cierto grado, era una copia de él, tanto con su pelo castaño y ojos verdes. Por otro lado, el muchacho tenía un rostro triste. Se paro y le empezó a decir cosas en un tono nervioso. Como si se estuviera acusando de haber hecho algo malo, pero a mitad de su discurso fue interrumpido. Paul le pego una bofetada y le empezó a recriminar por andar jugando, por andar perdiendo el tiempo. El muchacho empezó a gritarle que él no estaba perdiendo el tiempo, pero Paul lo volvió a abofetear. Paul lo regaño con increíble aspereza y le volvió a pegar. Por su parte, el muchacho ya no aguanto más y se defendió. Todo transcurrió como en un pelea de borrachos. Dándose de puñetazos y puntapiés. Al final, el muchacho gano y se sentó sobre el pecho de Paul y le dio un puñetazo tras otro. No obstante, la cosa no continuo. Kain se movió y golpeo al muchacho en la nuca. Este cayó inconsciente sobre Paul y este último utilizo sus manos para sujetarlo contra su pecho.

-¿Por qué golpeas a mi hijo?- le pregunto Paul enojado, con la vena del cuello remarcada a punto de reventar.

Kain le dio una mirada fría como el hielo y afilada como la mejor espada -¿No estabas tú golpeando a tu hijo?- pregunto -pensé que lo estabas buscando porque lo amabas, pero parece que era solo para ventilar tu depresión y tu frustración. Valiente padre estas hecho, Paul Notus Greyrat. Pensé que el muchacho gritón deseoso de que todo el mundo lo reconociera, había muerto hace años, dejando a un hombre hecho y derecho. Veo que solo estaba oculto sobre esa disimulada capa de madures. Yo no soy quien golpeo primero a tu hijo-

Un silencio se extendió por toda la plaza del centro de la ciudad. La gente miraba el espectáculo, pero cuando notaron que el alto elfo los miraba con cierta molestia, comenzaron a circular. Kain miró una vez más a Paul y le dijo -vamos al galpón, tenemos muchas cosas que conversar-

-No tengo nada de que conversar- dijo Paul molesto, mirando hacia otro lado.

-Dije que vamos a conversar. Puedes caminar con tus propios pies o te llevo a la rastra-

Paul miro a Kain con indecible furia, pero al final asintió.