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Señor Presidente: Usted es el padre de mis trillizos

—M... ¡Marissa! ¿Son mis hijos? —Los ojos de Rafael no se apartaban del rostro adorable de los niños. —No, Rafael. No lo son —dijo Marissa con una sonrisa fingida—. No son tuyos. ¿Recuerdas? —pestañeó de manera bastante dramática—. ¡Nunca nos casamos! Valerie Aaron, la hermana mayor de Marissa Aaron, dejó plantado a su novio ciego el día de su boda y se fugó. Para salvar las apariencias, la familia de Merissa le rogó que se casara con Raphael Sinclair. ¿La ironía? No se le permitió decirle a su esposo ciego que ella no era Valerie sino Merissa Aaron. El día de la exitosa cirugía ocular de Raphael, Marissa se enteró de que Valerie había vuelto para tomar su legítimo lugar como nuera de Sinclaire. Marissa intentó explicarle a su esposo que ella era la que estaba casada con él, pero él no le creyó. En vez de seguir convenciéndolo, la desconsolada Merissa decidió dejar la ciudad sin contarle su secreto. Raphael Sinclair era la definición clásica de una belleza impactante y era el único heredero del grupo de industrias Sinclair. ¿Qué haría él cuando se enterara que todo este tiempo la mujer que le ofreció su amor y su cuerpo no era Valerie sino su hermana menor Marissa Aaron? ¿Cómo reaccionaría al saber que era el padre de los bebés que Marissa llevaba en su vientre? ¿Iría tras Marissa para recuperarla? ¡Y la pregunta del millón! ¿Podrá Marissa alguna vez perdonarlo y volver a amarlo?

JessicaKaye911 · Urbain
Pas assez d’évaluations
394 Chs

16- Alejandro Catering

—¿Quién podría ser Industrias MSin? ¡Nunca las había escuchado! —dijo Marissa mientras doblaba la ropa y la guardaba en el armario de los niños.

—¡Sé lo que estás pensando! —Sophia colocó el vestido frente a su reflejo, parada frente al espejo—. Piensas que está relacionado con Sinclair, pero pensándolo bien, la letra M no tiene sentido. Si fuera ESE Sinclair, entonces sería Rafael Sinclair... RSin. No MSin.

Marissa todavía estaba confundida sobre aceptar este contrato. Había algo que no le terminaba de convencer.

—¿Cómo me veo en este vestido? —Sophia pidió su opinión, todavía examinándose en el espejo. Ahora sostenía un vestido rojo.

—Uh. Parece demasiado desesperado. ¿Por qué no te pones aquel azul royal? —Marissa colocó la última pieza de ropa en el armario y se desplomó en la litera de Alexander.

—¿Gerald ha contactado contigo? —Sophia la miró a través del espejo—. Estaba de viaje de negocios y necesito saber si ha sacado tiempo para ti.

Chapitre verrouillé

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