—Esta es la última, —dijo Bonny, mientras maniobraba cuidadosamente la nave espacial y comenzaba a descender.
—Gracias al cielo, —respondió Void, mientras comenzaba a preparar su equipo desde su pequeña bolsa de satchel que estaba sujetada en su cintura. Sacó un dispositivo cuadrado plano que no era más grande que un libro y luego colocó un objetivo redondo en su parte frontal. —Visitar todos estos lugares ha sido bastante intenso; somos afortunados de que todos hayan sido tan amables con nosotros hasta ahora.
—Somos reporteros, ese es nuestro trabajo, —replicó Bonny—. Saben que se necesita gente como nosotros, además somos prácticamente los únicos, ¿no sientes un sentido del deber?
Void suspiró derrotado, pues sabía que ella tenía razón. Ambos habían estado en innumerables situaciones de vida o muerte siendo reporteros de guerra y esta vez no iba a ser diferente. Él sabía para qué se había apuntado.
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