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Capítulo 6 – Dios Entre Dioses (2)

Éditeur: Nyoi-Bo Studio

"Jugo": —Nieto, ¿no estás confundiendo algo? ¿No querrás decir tu abuelo?

"Experto de los Monos": —¡El único error que cometí fue no criar a mi nieto adecuadamente!

Así nada más, "Experto de los Monos" y "Jugo" continuaron discutiendo durante todo el juego, mientras "111111" masacraba a los otros jugadores en un frenesí increíble, como si estuviera haciendo trampa; De las cinco rondas que jugó con ellos, Shi Yao tuvo Chicken Dinner durante tres rondas. Con esto concluyó su viaje de juego por la noche.

Tal vez fue debido a su júbilo por las numerosas victorias, pero Shi Yao no se sentía ni un poco cansada después de bañarse. Así, acostada en su cama, entró en el juego una vez más.

Había varias notificaciones de solicitud de amistad. Tocando la pantalla, Shi Yao vio que entre ellas se encontraban "Experto de los Monos" y "Jugo"

Shi Yao aceptó las peticiones de sus amigos.

"Experto de los Monos" todavía estaba en línea, y no pasó mucho tiempo antes de que él le enviara un mensaje: [Hermana Yao, ¿quieres jugar juntos mañana por la noche?]

Shi Yao respondió: [Seguro, gracias.]

Después de intercambiar las buenas noches con "Experto de los Monos", Shi Yao todavía no era capaz de dormir. De repente recordó a "Experto de los Monos" diciendo que su posición en el dormitorio se basaba en su clasificación en el juego, por lo que fue a echar un vistazo a la tabla de posiciones.

Con sólo una mirada, Shi Yao quedó atónita.

En primer lugar, estaba su Adonis: "Leyenda", como se esperaba.

Sin embargo, en segundo lugar, con sólo una calificación de 0,01 menos que el primer lugar, se hallaba de manera impactante "111111".

En quinto lugar, estaba "Experto de los Monos", y en noveno "Jugo".

Entonces... esta noche, al igual que en aquellas novelas... ¿ella realmente había sido emparejada con dioses expertos?

No, para ser exactos, ¿el dios entre los dioses?

...

En ese mismo momento, en la habitación 501 del dormitorio masculino de la Universidad G.

Lin Jiage acababa de terminar de bañarse y estaba saliendo del baño en pijama, cuando alguien llamó de repente a la puerta de su cuarto.

Mientras continuaba secándose el cabello con una toalla, se acercó a la puerta y la abrió.

—Lin Jiage, Qin Yiran de nuestra clase me pidió que te pasara esto.

Era Lin Yimu de la habitación de enfrente. En su mano había una exquisita bolsa rosa.

Mirando la bolsa que Lin Yimu le pasaba, Lin Jiage frunció el ceño. No se movió ni una pulgada.

—Qin Yiran es la más bella del campus. Jefe, ¿no va al menos a considerarla? —Lu Benlai saltó y tomó la bolsa de las manos de Lin Yimu en lugar de Lin Jiage.

Sin embargo, el ceño fruncido en la cara de Lin Jiage sólo se profundizó, aparentemente disgustado con la interferencia de Lu Benlai.

Por otro lado, después de haber entregado el artículo con éxito, Lin Yimu no le dio a Lin Jiage la oportunidad de devolver el regalo, y rápidamente regresó a su habitación después de pronunciar un: buenas noches.

Lu Benlai cerró la puerta y comenzó a rasgar el regalo mientras decía: —Debe haber por lo menos ochenta hombres en esta escuela entera pretendiendo a la bella Qin. ¿Quién hubiera pensado que terminaría cayendo ante los jeans de nuestro jefe?

—Hehe... ¿Cómo cuenta la Bella Qin? Hace sólo un rato, la escuela de cine justo al lado de nuestra universidad filmó un drama, ¡y las famosas actrices involucradas en la grabación vinieron a entregar regalos a nuestro jefe! —Xia Shangzhou miró con desdén a Lu Benlai, como si despreciara a éste último por su ignorancia.

—Vaya, La Bella Qin le dio a nuestro jefe una gran botella de grullas de papel. Con éste tamaño, hay al menos mil de ellas allí adentro, ¿verdad? —Lu Benlai examinó el regalo de Qin Yiran antes de mirar a Lin Jiage, que estaba secando silenciosamente su cabello con la cabeza baja.

La piel de Lin Jiage era tan pálida que parecía brillar, y era aun más delicada que la de la mayoría de las chicas.

Sus rasgos faciales distintivos eran exquisitos, como si hubieran salido de una pintura. Esto era especialmente así para sus largas y rizadas pestañas, que lucían tan bien como las pestañas postizas.

Sin embargo, lo más sobresaliente de él era su elegante y noble disposición. Aún estando en medio de un simple cuarto de dormitorio, él todavía comandaba un aire de altanería.