Michelle miró a Anastasia con los ojos bien abiertos, incrédula.
—¿Por qué lo estás negando? ¿No mandaste a dos oficiales para que me arrestaran mientras todavía estaba en el hospital? ¡Les diste dos días para que me recuperara!
—¿Cuándo mandé yo a dos oficiales? —preguntó Anastasia, frunciendo profundamente el ceño en confusión.
Michelle se quedó sin palabras, sin saber si Anastasia jugaba con ella o si lo decía en serio.
—Mandaste a dos policías —afirmó Michelle.
—Si lo hice, entonces deberías poder señalarlos, ¿verdad? ¿Están los oficiales en esta misma comisaría con nosotras? —preguntó Anastasia, mirando a su alrededor y esperando que Michelle comenzara a señalar ya.
Michelle movió sus ojos de un lado a otro, pero no pudo encontrar a los dos policías.
Más temprano, cuando ellos habían querido llevar a Michelle a la comisaría por su cuenta, Theodore intervino y sugirió llevarla él mismo, mientras ellos iban detrás.
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