Probablemente está fingiendo; es un impostor de primera

Finca De la Rosa Grey...

Luego del postre, cada uno se retiró de la mesa. Solo los que estaban presentes era la anciana Naty, Mey, Walter y Lou. Estaban en silencio hasta que Mey estornudo.

<<¿Quién se estará acordando de mí?>>, se preguntó Mey. Walter le pasó una servilleta, mostrando preocupación por que su querida hermana a que tuviera un resfriado.

- Gracias pero no me mires así. Solo estornude. No estoy enferma. - refutó ella. La anciana Naty sonrió discretamente al atisbar que ellos dos forjaban más su relación de hermanos.

Ahora que la merienda llegó a su fin, Mey estaba más que dispuesta para irse, no sin antes hablar en privado con su hermano.

- Hermano, quiero hablar contigo. - pidió Mey a Walter.

Él asintió y se levantó de la silla.

- Abuela, ahora regreso y Lou, espera aquí. - agregó Mey dirigiéndose a Lou y como siempre, el ser inmutable asintió con su cabeza.

Ambos hermanos salieron del comedor.

Lou quedó con la anciana Naty. Ella estaba más que complacida por el hombre caballeroso que se mantuvo todo el tiempo serio y callado; un verdadero hombre impecable.

Mey y Walter subían las escaleras de caracol, dirigiéndose a la habitación que usaba temporalmente su hermano, ya que era un lugar más privado para conversar.

Ya en la gran habitación de tonalidades café oscuro; había enormes libros colocados en una sola esquina que hacían una torre. Mey se quedó perpleja al ver que la habitación de su hermano estaba desordenada, por supuesto no típico de él.

Solo negó con su cabeza y se aclaró la garganta para ir directo al grano mientras que su hermano, hacia a un lado los portafolios que tenía en una silla.

- H-Hermano, necesito dinero. Sé que no suelo pedirte nada pero esta vez, lo necesito. Por favor. - dijo Mey, mordiendo su labio inferior por lo inquieta que se sentía al esperar la reacción de su hermano.

En efecto, Walter dejó de mover los portafolios al escuchar el pedido de su hermana, casi implorando por ello. Estaba pasmado que su hermana le pidiera dinero. No pudo evitar que su querida hermanita por fin, le pidiera algo y se conmovió que se dio la media vuelta y le dio un fuerte abrazo.

Mey: ¡...!

Ella se pasmo ante el súbito abrazo de su hermano, preguntándose que dijo para que él reaccionará de forma afectuosa.

Lo que ella no sabía que Walter estaba feliz y también por darse cuenta que a pesar que ella fuera independiente, ella al final necesitaría de alguien.

El hermano mayor estaba más que complacido en ayudar a su querida hermanita.

Repentinamente, el ambiente afectuoso, se vio arruinado cuando en su mente de Walter apareció ese hombre misterioso, Lou.

El pedido de su hermana, quizás se debía a Lou ya que vivían bajo el mismo techo.

- Lo sé, pero dime algo. - habló Walter al mismo tiempo que soltaba a su hermana y ella atisbo que su expresión de Walter, era seria.

Mey ya tenía la mínima impresión a que se refería su hermano pero antes que eso sucediera, se adelantó.

- Sé lo que estás pensando pero él no tiene nada que ver. Tampoco lo estoy defendiendo pero de hecho, el dinero que tenía era muy poco y pues ahora no tengo nada...

- Uff...entiendo. ¿No piensas trabajar o qué? Sabes, no puedes seguir así. - pronunció Walter cruzandose de brazos y sin borrar su expresión seria.

Mey estaba en un dilema ya que no estaba muy segura sí sería posible trabajar con el ser alienígena que vivía junto a ella. Aparte tampoco tenía la oportunidad de hablar con Lou sobre el tema.

- Si, lo sé. - lo único que pudo decir Mey ante la seriedad y regaño de su hermano.

Walter sólo suspiro sin reprender más a su hermana. Sacó su billetera y tomó unos cuantos billetes y se lo tendió a Mey.

Ella, abrió sus ojos como platos al ver cantidad que su hermano le estaba dando.

- Eeh...oye, es demasiado. No puedo aceptar esa cantidad. - dijo Mey, agitando su mano ante la incredulidad de ver tanto dinero.

- Es lo necesario para ti. Así que aceptalo. Aparte cuidas de un extraño y de seguro te hará falta o me equivoco. - mencionó Walter con mucha elocuencia en sus palabras.

Mey entendía que si lo necesitaba y tampoco podría replicar contra su hermano ya que sería una pérdida de tiempo.

Renuente agarró el fajo de billetes, y guardo el dinero en su cartera rosa.

- ¡Aaah! Bien, pero cuando consiga un trabajo, te voy a devolver hasta el último centavo.

<<Vaya, mi hermanita...¿Desde cuándo se volvió tan tenaz?>>, se preguntó Walter. Se dirigió a la ventana y jalo las persianas. Todavía tenía que conversar con su hermana.

- Mey, ¿qué pasa en realidad con ese hombre?. - inquirió Walter con las misma seriedad de hace un instante.

Ella lo miro, frunciendo su ceño ante la pregunta de su hermano.

- Sabes, lo he estado observando. Sus gestos faciales no cambian. Es raro, actúa muy normal. No creo que haya perdido la memoria. Más bien, esta fingiendo. Yo lo presiento.

En un santiamén, Mey palidecio ante la certeza de Walter pero ya que él miraba afuera de la ventana, logró estabilizarse.

- Em. Cómo crees hermano. No puede ser así. Tal vez se siente tímido al ver más personas. Simplemente se comporta muy serio. Pero como te dije yo cuidaré de él hasta...encontrar pistas de su paradero. No debes preocuparte por esto. - respondió Mey con suma seguridad en sus palabras para disipar las dudas de Walter.

Ella ya sabía que su astuto hermano, le preguntaría algo así.

Sin embargo, Walter estaba más curioso ante todo. Y lo que dijo a continuación, dejó a Mey sin palabras.

- Ooh. Sabes, me enteré del incidente que ocurrió hace una semana en el Bosque Darkness. También estaba preocupado ya que tu habitas cerca de allí. Pero, sabes exactamente que ocurrió. Hay muchos rumores que un "ovni" aterrizó en medio del bosque. Jejeje...no entiendo por qué hay gente que puede creer en tal cosa. - comentó Walter, riendo ante la gran tontería de creer en naves extraterrestres.

Por supuesto, Mey se puso tensa y nerviosa.

<<Ay hermano, si tan solo supiera que es una verdad. Que los seres alienígenas existen. Te daría un ataque al corazón.>>

- Jijiji...yo tampoco sé muy bien. Estuve todo estos días en casa que ni siquiera sé qué ocurrió en realidad. - dijo Mey soltando una risita nerviosa, eludiendo el tema y mostrando desinterés total.

No imaginó que su hermano estuviera enterado de aquel incidente.

Sin embargo, Walter estaba más que informado de dicho incidente misterioso. También investigó sobre desapariciones que tuvieran que ver con un hombre extranjero, perdido, pero no había nada, ni foto ni información y ni un reporte que tuviera que ver con con él; era realmente un caso misterioso.

No dudaba de la veracidad de su hermana al redactar la historia de cómo encontró a Lou pero aun así, su intuición decía que su hermana le ocultaba algo.

Por otra parte, Mey estaba abrumada por la interrogación de su hermano, sólo se dijo a sí misma que se mantendría fuerte y ocultado la identidad de Lou. Por ahora, su objetivo era conseguir un trabajo lo antes posible y tenía la esperanza que Lou la dejará salir, sola.