Julie observaba la comida que el dueño del motel había traído para ella. Había algo muy sospechoso en cómo el hombre había venido personalmente a su puerta, y no pudo evitar preguntarse si la comida estaba mezclada con algo.
Por no mencionar que el lugar estaba principalmente ocupado por vampiros en lugar de humanos. Recordó cómo Veteris ofrecía la mejor comida para sus estudiantes. Era el tipo de comida que era cara fuera de Veteris, pero se vendía a un precio menor. Personalmente, a Julie no le resultaba demasiado barata porque no venía de una familia adinerada como para gastar dinero lujosamente.
Pero, ¿a quién pretendía engañar? Había gastado su dinero principalmente en comida y, con ese pensamiento, hizo una mueca de disgusto hacia sí misma.
Su lengua se asomó entre sus labios, recorriendo la esquina de sus labios como si pudiera saborear el postre sin abrir la tapa.
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