Salimos de la arena 1, de la habitación de armas, y después de confirmar que estaba libre, nos dirigimos a la arena 2.
Antes de la arena 2 también hay una habitación de armas. No sabía el nombre de ninguna.
"¿Cómo se llaman estas armas?" Pregunté.
"Los palos largos de madera se llaman Bo. Esos parecidos pero más cortos y gruesos bastones. Esos dos tubos de madera unidos por una cuerda nunchakus. Esos anillos se llaman Tekken. También hay espadas. Esas dos pequeñas pero con tres puntas se llaman sai. Ese palo con una cuchilla en la punta se llama Naginata, es una variación del Bo."
Bernard se acercó a un Bo.
"Vamos adentro." Bernard con el Bo en la mano entró a la arena 2, nosotros le seguimos.
Dentro estaba lo mismo que la arena 1, pero repartidas por la arena hay 4 escenarios de forma cuadrangular.
Bernard se subió a uno de estos escenarios.
"Estos son los bloques donde se practica el ataque cuerpo a cuerpo. Aquí se puede utilizar magia elemental ya que para algunos tipo de combate cuerpo a cuerpo es necesario o hay gente que se siente más cómodo. Además si viertes un poco de magia en el centro…" Bernard se acercó al centro, se agachó y puso su mano en el suelo. Al momento delante suya apareció un cilindro con varios palos fuera. "Esto es lo más básico, no se mueve, tú tienes que moverte para darle al cuerpo sin dar a los salientes." Golpeó al cilindro una vez. "Dependiendo de lo que queráis el objetivo mejorará para hacer prácticas de lucha más reales."
Bernard se volvió a agachar en el medio del bloque, cuando puso su mano el cilindro cambio, ahora tenía dos piernas y cuatro brazos.
"Si vosotros intentáis ir contra este moriréis." Bernard dijo con una voz calmada algo que daba bastante miedo.
Lo que pasó después mis ojos no lo pudieron seguir, pero de repente la cabeza del cilindro ya no estaba y la figura desapareció.
"¿Qué ha pasado" Tadhg habló por todos.
"Me moví más rápido."
A la respuesta de Bernard en mi cabeza solo estaba la palabra "Genial".
Del estómago de Maat salió un ligero ruido que hizo que se pusiera colorada.
"Lo siento…"
"No te preocupes, yo también tengo hambre." Saidi la acompañó.
"Es verdad, ya es tarde, que despistado." Bernard se rascó la cabeza. "Comemos hoy aquí, así os acostumbráis."
"Oh, ¿se puede comer aquí?" Zaide preguntó.
"El gremio de aventureros también sirve como posada para aventureros, así que también se puede comer sí." Bernard respondió a Zaide con una sonrisa. "Aunque son mejores las posadas de la ciudad."
En mi mente Bernard es ahora mismo el tipo más genial del mundo.
"Pero nosotros no tenemos dinero para pagar la comida…" Las palabras de Maat cayeron sobre mí como una pesada losa.
Es verdad, nosotros nunca hemos tenido dinero, el orfanato ponía la comida en la mesa aunque a veces no fuera suficiente.
"Ya estáis en la escuela, durante la primera mitad del primer año el gremio os servirá las comidas, después tendréis que trabajar para conseguir dinero."
Aunque lo que dijo Bernard me gustó también me hacía sentir mal. Es verdad que nosotros no podemos pagarnos la comida porque no tenemos dinero, pero ya llevo 8 años viviendo a costa del resto de ciudadanos. Quiero ser capaz de vivir por mí mismo y no por las sobras…
"Bueno, entonces vamos, sirven un arroz con carne de kobold buenísimo."
"¿Carne monstruo?"
La hija del señor de la ciudad está sacando sus colores nobles. A lo que Zaide y yo respondimos riéndonos.
"Lo normal, Saidi, es comer carne de monstruos, aunque en la nobleza suele comer carne de animales que es mejor. Bueno, hoy invito yo, podéis pedir lo que quieras."
Después de que hablase Bernard hubo un momento de silencio antes de que respondiera Saidi. Estábamos los 4 mirándola a ella. Supongo que ser de la nobleza y ser el centro de atención van de la mano.
"Por supuesto comeré lo que coman todos." Saidi respondió en un tono orgullosa.
"¿Qué la pasa?" Zaide me susurró.
Le levanté los hombros. Supongo que la nobleza no hay que intentar entenderla.
Después de comer en el gremio de aventureros salimos y fuimos andando hasta un claro que estaba cercano al lado norte del muro.
"Aquí se practica magia."
"Pero Bernard, esto no es ningún edificio, ¿es seguro?" Maat tenía dudas razonables.
"Sí, cuando vengáis aquí con Muna ella hará algún muro de piedra o edificios enteros."
"Mi madre me trajo una vez, había un muro de agua, no se veía el interior, pero a veces veías como bolas de fuego golpeaban el muro." Saidi y Bernard respondieron.
"¿Qué magia se te da mejor, Bernard?" Tadhg preguntó.
"La del elemento piedra y fuego. Encima de su mano derecha creó una piedra y en la izquierda una pequeña llama."
"Pero, si puedes utilizar magia tan bien, ¿por qué eres profesor de lucha con armas y no de magia?"
Tadhg dijo algo lógico para variar.
"Muna es capaz de utilizar la magia mucho mejor, además de dominar los 4 elementos."
"¿4 elementos?" Zaide preguntó rápidamente.
"Os lo estoy adelantando porque os lo dirá Muna, pero la magia o energía mágica, se puede transformar en los 4 elementos básicos: Fuego, Agua, Tierra y Viento. Además del uso de energía mágica pura."
Sabía que existía la magia, había visto durante estos años a otros aventureros, e incluso artesanos y comerciantes utilizarla, pero parece más complicado de lo que pensaba.
"Es difícil." Por supuesto Zaide respondió a Bernard y parecía que me leía la mente.
"No todo el mundo es capaz de usarla. Un ejemplo sería Todd, vuestro maestro de lucha cuerpo a cuerpo."
"¿No es capaz de usar magia?"
Que alguien que sea profesor no sea capaz de usar magia me sorprende.
"Sabe utilizar magia pura, creo que de hecho es el mejor usuario de magia pura, pero no puede usar magia de los elementos." Bernard me respondió.
Después de observar el campo alrededor donde practicaremos magia, Bernard nos dijo que aún nos quedaba un sitio al que ir.
"Seguro que os encontraréis con alguno de vuestros antiguos compañeros del orfanato."
"Oh, ¿vamos al barrio de artesanos?"
Zaide se adelantó a todos.
"Sí, la mayoría se va de la ciudad porque entra a trabajar para algún mercader o como asistente de algún artesano. Aunque algunos, muy pocos, se quedan aquí."
Cuando llegamos al barrio entramos en un edificio alargado. Ya había pasado por delante de él antes, pero nunca había entrado. No había motivo para ello.
"Aquí es donde aventureros, caballeros, y magos, piden sus armas. Algunos lo hacen a medida, pero normalmente tienes que conformarte con lo que haya en el escaparate."
Al cruzar la puerta pasamos a un pasillo más estrecho de lo que esperaba, se veía gente ir de un sitio a otro, gente pasear entre las tiendas y algunos niños admirando desde fuera una espada de un escaparate cercano.
Hace calor y hay mucha vida. La verdad es que siendo así ahora me arrepiento de no haber entrado antes.
"Bueno, os esperaré aquí, id a dar una vuelta."
Nos adentramos en la galería juntos. Pero no tardamos mucho en dividirnos.
Tadhg vio una espada enorme que le impresionó y fue a verla junto a Maat y Saidi. Zaide y yo seguimos avanzando viendo cómo se dividían las tiendas. Hubo una que me llamó la atención.
Zaide me siguió, me paré delante del escaparate y leí el título del libro.
"La leyenda del Pentágono." No tiene escrito el nombre del autor.
"¿Cuánto debe costar?" Le pregunté a Zaide.
"Demasiado, es un libro al fin y al cabo."
Me rasqué la cabeza indeciso. Al final entré en la tienda.
"Buenas." Dije con tono alegre.
Sentado al otro lado de la mesa estaba un señor mayor.
"Oh, un niño, casi nadie entra aquí y menos un niño. ¿Qué deseas?"
Esas palabras daban miedo. ¿Acaso nadie entraba porque trataba mal a los clientes? ¿Ó por qué era todo muy caro? No me gustaba ninguna opción.
"El libro del escaparate, 'La leyenda del Pentágono'--"
El viejo me cortó.
"Oh, buen libro, cuenta la leyenda del pentágono y la conexión entre los mundos… ¿Conoces la historia jovencito?"
Me acaba de llamar jovencito… Respiro hondo para no alterarme, mi objetivo es llevarme el libro limpiamente sin robarlo.
"Sí, mi padre no me paraba de contar siempre la historia, y mi madre lo dejó escrito en un libro suyo."
"Ya veo, ya veo. Por casualidad ¿cómo se llaman tus padres?"
"Caleb y Vica Advent." Le respondí casi de inmediato.
"Oh…" El viejo se calló. Su cara se puso triste por un momento. "Lo siento."
¿Lo siento? ¿Sabe que mis padres están muertos?
"¿Viejo?"
"Me presento, me llamo Hakim, durante un tiempo viaje de aventuras con tus padres."
Me quedé sin palabras, Zaide detrás mío tampoco habló.
"Les conocí cuando ya llevaban tiempo viajando, cuando me contaron su motivo para ser aventureros me reí de ellos, pero tu padre me convenció para viajar con ellos. Fueron personas maravillosas."
"Viejo…" Las palabras salen de mi boca, no se lo que digo, solo dejo que mis sentimientos hablen por mi. "¿Puedo venir de vez en cuando a escuchar sobre mis padres?" Creo que estoy a punto de llorar.
"Joyce, tranquilo." Zaide apoyó sus manos sobre mis hombros. "¿Le importa si me uno yo también a la petición? Sus padres son casi como los míos también y me gustaría escuchar sobre ellos."
Gracias Zaide, no podía hablar pero es lo que siento, y estoy seguro de que él lo sabe.
"Por supuesto, estaré encantado. No puedo permitir que os llevéis libros fuera, pero si queréis venir a leer libros también podéis."
Le puse una sonrisa.
"Gracias, viejo."
"Y no me llames viejo, me llamo Hakim." Recibí un capón.
Nos reímos los tres.
"Bueno nos tenemos que ir, pero volveremos."
Nos despedimos de Hakim y volvimos con el resto. Por el camino Zaide me habló.
"Para ser alguien que no quiere remover el pasado has hecho una pregunta totalmente contraria a tu pensamiento."
"Ah, supongo que tienes razón, pero quiero saber cómo eran. Como mínimo quiero ser como ellos."
Zaide asintió con la cabeza.
"Sí, sí, esa sonrisa mejor."
"Por cierto, gracias Zaide."
"No me des las gracias, es algo normal que tú has hecho por mi también."
Después de eso llegamos a donde estaba el grupo.
"Bueno habéis encontrado todos algo interesante por lo que veo."
Todos asentimos.
"Pues bien, como ya es por la tarde volvamos a las habitaciones."
Al volver estuvimos sentados en la habitación un rato hablando los cinco. Saidi también se metió en la habitación con nosotros. Después de un rato Bernard llamó a la puerta.
"La cena está lista."
Bajamos a la sala donde se hicieron las presentaciones, pero ahora está diferente.
En el medio de la sala había tres mesas largas con 5 sitios a cada lado, y a parte otra mesa con 5 sitios para los profesores donde estaba ya sentado el director Björn.
Nosotros nos sentamos en una esquina de una mesa larga. Al rato apareció otro grupo liderado por Muna. Se acercaron y se sentaron a nuestro lado.
"Buenas me llamo Mireia."
Una chica me saludó. Me quedé sin palabras. ¿Es una chica? Mis ojos están viendo un fantasma…
"Perdón, no lleva bien que las chicas le hablen tan directamente. El mudo se llama Joyce y yo Zaide, encantado.
"Encantado." Le sonreí a una chica de piel blanca, unos ojos marrones profundos, un pelo rizado y moreno. Tenía la cara delgada. Es hipnotizante.
"Oye, Joyce." Zaide me sacó de mi sueño.
"Ah, sí." Me giré. "Tengo que ir un momento a respirar."
Me levanté y me fui a la entrada. Me senté al lado de la puerta.
"La chica me acaba de preguntar si ha hecho algo mal… ¿Estás bien?"
Zaide que me había seguido me preguntó.
"Muchas emociones en un solo día, y además ella."
"Se parece verdad, a Uma."
"No quiero remover el pasado, pero me tengo que enfrentar a él verdad."
"Nunca me contaste en detalle qué pasó esa noche."
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Punto de vista de Maat
Después de que salieran Joyce y Zaide rápidamente, tuvimos que pedir perdón al grupo.
Ahora estamos Tadhg, Saidi y yo detrás de la puerta escuchando como hablan Zaide y Joyce.
"Se parece verdad, a Uma." Cuando Zaide dijo eso me acordé.
Tuve que poner mis manos en la boca para que no se me escuchara mi respiración.
"Ella es…"
Asentí con la cabeza a Tadhg.
Uma, Joyce y Zaide estaban siempre juntos. Uma no era del orfanato, era hija de un posadero que ayudaba mucho al orfanato.
"Hace tres años, me escapé como había hecho otras veces." Joyce empezó a contar la historia. "Fui con Uma, la posada sabes que cerraba tarde así que siempre estaba despierta. Ese día me dijo que diéramos una vuelta por la ciudad. Yo estaba feliz a su lado estuvimos hablando y hablando. De repente un grupo de 4 personas nos rodearon. Por lo que dijeron nos querían vender como esclavos." Esto no lo sabía, Tadhg me miró incrédulo. "Empecé a pelear con ellos. Por supuesto rápidamente nos agarraron y nos llevaron a un almacén."
Joyce se paró, parecía que estaba llorando.
"Dijeron que querían comprobar su valía como esclava…" Joyce lloraba sin parar. Cuando miré detrás mío vi a Saidi con los ojos abiertos de par en par y par y Bernard escuchando la historia, en silencio. ¿Qué debo hacer? Mi cuerpo no se mueve.
"La pegaron una paliza, la violaron, los 5 toda la noche, a veces todavía puedo escuchar sus gritos de ayuda y dolor, sentía impotencia, estaba atado y me obligaban a verlo. Quería matarlos, hacerles sufrir…"
Joyce tomó aire.
"Habían pasado horas, ella no se movía, yo gritaba aun cuando me estaban pegando una paliza. Varios caballeros aparecieron, mataron en el momento a 3, y a mí me llevaron a un sitio para curarme las heridas. Vi como bajaban el cuerpo de Uma, dijeron que ya estaba muerta…"
Silencio total. Ni una sola persona respiraba. Hasta Bernard tenía los ojos abiertos de par en par.
"Cuando el señor de la ciudad se enteró prohibió la esclavitud en esta ciudad, además de que dio más apoyo al orfanato."
"Joyce, yo…"
"Lo siento por no haberlo dicho antes, en ese momento los tres siempre estábamos juntos y no quería decirte lo que pasó, perdón."
Me siento fatal por escuchar esto a hurtadillas, creo que estoy faltando a la confianza de Joyce pero no me puedo mover.
"No, no, yo hubiese hecho lo mismo, no te preocupes, y gracias por decírmelo."
Parecía que Zaide estuviese también llorando.
Decidí salir. Corrí, no podía hacer otra cosa, corrí hacia Joyce y Zaide y les abracé.
"Perdón, estaba escuchando." Me salen lágrimas. "Joyce, Zaide. Perdón, se que habíais sufrido, pero no sabía que hasta este punto." Les abracé con fuerzas. Me rodearon y me abrazaron.
"Está bien Maat." Joyce me habla mientras me acaricia el pelo. "Es el pasado y aunque he llorado, ya estoy donde quería estar, ahora solo queda avanzar."
"Eres muy fuerte Joyce." Tadhg habló por detrás mío.
"No, tú eres fuerte, Maat es amable, Zaide es listo, yo solo soy un chico normal."
Vi la cara de Joyce, de repente me pareció más maduro. Zaide le dio una colleja.
"Viejo."
Nos reímos.