Valentía me define, un largo recorrido de mi vida, un proceso tedioso hasta que llego el, a poner mi mundo de cabeza y no solo eso, hacer una nueva palabra con significado, luchar. All of you, black.
Capítulo 1
Hoy como todos los días de mi vida, me levanto para arreglarme, es tan tedioso, debido a que son las 6 de la mañana y estoy que me caigo del sueño. Hago mi estupida rutina diaria, y bajo lista para ir al trabajo.
Salgo y me subo a mi coche dispuesta a mantener una imagen ante los demás que ni siquiera soy, trabajo en una cafetería bastante famosa y muy transcurrida, así que la paga es buena.
Soy una persona demasiado divertida, libre y extrema, me gusta experimentar, aventurar, y no ponerme límites por qué siento que así vivo una vida plena y al máximo!
Llego a la cafetería donde trabajo, llamada ( home sweet), en realidad desde que entras sientes ese aire familiar, caliente tal como estar en casa. Me siento de lo más orgullosa de trabajar aquí y conocer personas, es una ayuda a la hora de salir al exterior y llevar todo tipo de personalidades. Me gradué de psicología, pero, decidí esta oportunidad de trabajo por qué siento que es más divertido.
Cómo siempre mi turno empieza de 7 AM hasta las 6 PM, como hoy es viernes hay bastante personas. Tomó mi lugar como mesera, y espero a que me asignen las mesas que atenderé hoy, en mi trabajo te asignan cuatro mesas, que es la atenderás todo el día según vengan y vayan personas. Así se hace con más orden y tienen mesera por así decirlo exclusiva.
Hago mi turno con total naturalidad, hasta que en la mesa 6, llega un chico bastante intimidante, con dos más, los tres con tatuajes hasta el cuello, realmente se ven malotes, pero a mi no intimidan. Me dirijo hacia allá para atenderlos.
-Buenas tardes, bienvenidas a Home Sweet, que se les ofrece?- digo, mientas acomodó la tablet en la cual anotó los pedidos. En esta cafetería tiene una versión un poco moderna por la cual se utiliza este aparato, tiene un programa especial para las órdenes lo cual lo hace más fácil.
Él chico del medio habla primero.
-Gracias señorita, queremos unos pastelitos y dos gaseosas, con un capuccino.- dice este, viendo el menú.
-Algo más caballeros?- pregunto, hacia ellos.
-Si bonita, cual es tu nombre?- dice el tercero de ellos, en un tono de coqueteó el cual le soy indiferente.
-No creo que deba importarle caballero, sin más me retiró.- dicho esto me voy como si tuviera un coete en el trasero.
No suelo mencionar mi nombre a los clientes. Y si lo hago es a disposición propia, es una manera de cuidarme y tampoco que un grupo de chicos anden babeando mi nombre.
Los tres chicos son muy guapos pero, el primero es el más callado, y mucho más con cara de malo. Los otros dos son los dos pijos, o eso aparentan. Llevo sus ordenes y me marcho de ahí sin más.
Luego de una media hora, voy para el pago, pagan y se marchan, en realidad el primer tipo me miraba fulminante, y yo pues no hice nada!. Estos chicos de ahora no saben ni cómo dirigir su mirada.
Termina mi turno, y me marcho a casa, hoy a sido un día cansado y solo quiero mi cómoda cama. Llego y solo pienso en quitarme la ropa y derechito al aposento de la gloria, ósea mi cama.