Papel

A primera vista el contenido del papel en cuestión era un mero dibujo, no obstante este dibujo había golpeado tan fuertemente a Abel que por poco lo había vuelto loco, y sin ir más lejos lo había dejado en suelo luchando contra los frenéticos pensamientos que cruzaban por su mente.

El dibujo había sido dibujado en una hoja de cuaderno que Abel pudo reconocer de inmediato como una de las hojas arrancadas de la colección de dibujos del asesino Klein.

Al igual que toda la colección, este dibujo fue hecho usando lápices de colores y tenía el mismo estilo macabro que Abel pudo reconocer de un solo vistazo. Si bien esto era suficiente para llamar la atención del viudo, lo que realmente estaba impactando a Abel era el dibujo en sí mismo, en donde se veía al protagonista de la historia desparramado en esta mismisima habitacion, él mismo era un hombre de pelo rubio que andaba vistiendo ropa de motociclista, por desgracia el rostro de este sujeto había sido completamente despellejado por lo que era irreconocible y actualmente estaba siendo brutalmente descuartizado por un joven sin remera y pantalones militares, al cual Abel pudo reconocer de inmediato dado que era el mismísimo Martin. Pero más importante aún era el hecho de que el viudo pudo reconocer por la ropa y el pelo del cadáver dibujado que era ni más ni menos que el mismo!

—¡Qué mierda es esto!—Gritó Abel aturdido, mientras en desesperación palmeaba todo su cuerpo, hasta finalmente encontrar un bollo de papel arrugado que había guardado en su bolsillo sin mucha preocupación.

Abriendo el bollo de papel con apuro, Abel comprobó que se trataba de otro dibujo con el mismo estilo fácilmente reconocible de la serie de dibujo en del guia Klein, este era el dibujo que le había dado Martin en donde se veía a un hombre irreconocible escondiéndose en un armario de un monstruo gordo y horripulantante, el cual era indudablemente el guía que Abel había prendido fuego hace un tiempo atrás.

Antes a Abel se le había pasado completamente por alto la importancia de este dibujo arrugado, que por fortuna había guardado sin preocuparse mucho en ello y pero ahora había obtenido otro dibujo de la misma serie y le era imposible al viudo no reconocer la gravedad del asunto que estaba viendo y mas importante aun sus implicaciones:

—Si el hombre escondido en el armario soy yo, entonces este dibujo que me entregó Martín representa algo que yo realmente viví, no tengo dudas de que me escondí en el armario para tratar de escapar de este sujeto. Pero si se sigue la misma lógica, entonces eso solo puede significar que este otro dibujo también era algo que debía ocurrir cuando volviera entrar a esta habitación a reencontrarme con Martín, porque me mataría?…

Abel no tenía respuesta para comprender los motivos de Martin, pero sí tenía en sus manos las respuestas para comprender por qué este joven estaba muerto. En definitiva, si toda la historia disparatada que le había contado Martín era cierta entonces era de esperarse que en su pasado haya buscado una manera de deshacerse de Martin para evitar que lo dibujado en esta hoja de cuaderno se convirtiera en realidad.

—Me estan volviendo loco y lo peor es que no niego que me estoy volviendo loco de solo pensar en esto, pero realmente creo que podría haber ocurrido que yo hice todo esto, quiero decir, la caja de música, la trampa, el comprender que saltaría por la ventana, son todas cosas que podría haber pensado que haría, pero más importante aun, cuando la música se toca el enfermo mental en la ventana me ignora y si yo quisiera estar seguro tras saltar a la ventana, entonces necesitaría usar esta música y eso fue lo que ocurrió, pero yo mataría al hombre que me salvó la vida por un dibujo de mierda?, no..claro que no, porque haría semejante locura…nunca mataría a nadie, soy una buena persona, o no?.

Lleno de dudas Abel se levantó del suelo y se dirigió a la ventana para ver al acechador sonriéndole en el patio, segun la logica del viudo ahora solo quedaba comprobar si realmente este demente no lo seguiria hasta la siguiente ventana si dejaba puesta la caja de musica tocando, de ser asi entonces Abel temia que terminaria de perder la cordura por completo. Sin embargo, ahora mismo Abel estaba en una situación de mierda y para salir de esta situación el único camino posible era seguir adentrándose en la mierda hasta encontrar la salida.

Tomando una decisión el viudo volvió al lugar donde dormía eternamente Martin y dándole una mirada compleja al cadáver, Abel comenzó a dar vuelta la manivela de la caja de música, para luego dejarla nuevamente arriba de otra caja y así dejar que la música invadiera el silencioso ambiente.

Sintiendo el peso de las notas melancólicas de la cancion, Abel tomó los dos dibujos en suelo y los hizo un bollo para guardarlos nuevamente en su abrigo, sin embargo tras hacer un bollo el nuevo dibujo adquirido Abel se detuvo de inmediato, ya que noto que había algo escrito en la parte de atrás del dibujo y para su desagradable sorpresa, le viudo identificó que se trataba de su propia letra.